Ahí estaba yo, como todas las mañanas, aburrida, sentada sola a tercera fila mientras veía como los demás se juntaban en grupos para hablar de sus vidas mientras esperábamos a la profesora de Lengua Castellana, pero ese día fue diferente, vi como entraba una chica nueva alta, con el cabello negro como la noche, portaba un par de esmeraldas verdes como, eran los ojos más hermosos que había visto nunca, y la piel blanca como la porcelana, mientras yo la detallaba nuestras miradas conectaron, en ese instante sentí como llegó a las puertas de de mi corazón y entraba como si nada, habíamos iniciado una batalla de miradas, verde contra azul, azul contra verde, pero en medio de esa batalla de miradas sonrió, automáticamente sonreí yo también, era la sonrisa más bonita del mundo, básicamente me deslumbró con la mirada, mi corazón empezó a latir más rápido al notar que se dirigía hacia mí, y ahí estaba yo mirándola embobada por su eminente belleza y entonces dijo "¿Me puedo sentar?" asentí con la cabeza sin poder articular palabra, al sentarse me rozó levemente la mano, sentí una descarga eléctrica por todo mi cuerpo y juraría que ella también la sintió y como si me hubiera leído la mente "A sido impresionante" dijo de repente mirándome a los ojos y sonriendo ampliamente, en ese momento supe que había encontrado al amor de mi vida, no me importaba lo que la gente dijera al vernos a las dos besándonos ni cómo serían las miradas al caminar por los pasillos cogida de la mano de esta hermosa y extraordinaria joven porque sabía que mientras ella estuviera a mi lado nada más importaría.
