Esta será pues la primer historia que hago de Man XD espero que no quede tan chafa como pienso TT ...
Sera un UA, cons Angre, vampiros, historias antiguas, bla, bla, bla, bla, bla, pero dejando eso hace ... iniciemos con la historia!
P.D.: Más adelante Yullen! shonen-ai el yaoi .... no se me da bien je je je TT en serio.
...Capítulo primero ...
Japón… Tokio, actualidad.
La nieve blanca cobijaba todo a su alrededor, los arboles verdes ahora eran blancos cristalinos, era la época de invierno, aquellos copos de nieve llegaban hasta su ventana, donde solo miraba el reflejo de sus oscuros ojos…
De esa misma habitación salía una melodía nostálgica de un piano, frente a ese instrumento una persona de cabello rojizo y ojos lavandas, tocaba esas bellas notas.
-parece ser que hoy…- sin dejar de tocas el piano- no dejará de nevar.
-…..- seguía perdido en sus pensamientos.
- Yu…- parándose y yendo a la ventana.
- no me digas Yu- con molestia notoria.
- lo siento…. Pero…- sentándose frene al joven de 18 años- la costumbre se me quedo- rio.
- pues bórrala o lo hare yo- dijo secamente.
- está bien… no te enojes tanto- sonrió nervioso.
- esta noche…- mirando el árbol frente la mansión donde se encontraban- la nieve… despertara, con la luna llena.
- ¿Akari?- viendo a una pequeña niña de 10 años, cabello lavanda y ojos rosas oscuro.
- hoy será… el día en que conoceremos a nuestro hermano… Kanda…- viendo al ojinegro.
- tsk…- levantándose- no me interesa- saliendo de la habitación.
- ¿será hoy?
- no lo sé con certeza… pero si Kanda no está con nosotros no lograremos encontrar a Yue- su voz era tierna pero sin sentimiento alguno, al igual que su mirada- además… ese sujeto llego también.
- ¿te refieres al cazador?
- sí.
- deberemos tener cuidado, ese tipo no es de fiar…
- será mejor descansar un poco- abrazando su oso negro de peluche.
- tienes razón…- sonrió- convenceré a Kanda más tarde.
- gracias Kaze- retirándose.
Más tarde, en esa misma habitación, otra melodía salía del piano, pero esta era una melodía que tranquilizaba a quien la escuchara.
-¿hermano Kanda?- tallando sus ojos.
-….- siguió tocando el piano.
- hacia mucho que no tocabas- sentándose a un lado del mayor- que bueno- recargándose en su hermano- Yu.
La ultima tecla tocada por los dedos pálidos de Kanda sonó estrepitosamente, tanto él como Akari abrieron sus en forma de sorpresa.
-están aquí- abrazando a su osito.
- ¿Cómo nos encontraron tan rápido?
- será mejor irnos de este lugar- dijo Kaze.
- ¿A dónde iremos ahora?- tristemente.
- no tengo la menor idea Akari pero mientras más lejos mejor.
- ¿Qué hay de Yue?
- por el momento eso no importa- dijo Kanda- hay que marcharnos.
La puerta fue derribada, dejando pasara a varios hombres con vestimentas de color plata y una símbolo de "religión" en el cuello de su abrigo.
-¿no están?
- ¡demonios! Se nos escaparon de nuevo- lleno de rabia.
- jefe Link… cálmese.
- no lo dejare así…
- por lo que veo encontraron a otro de ellos señor.
- ¿Qué dijiste?
- se supone perseguíamos solo a dos de ellos ¿no? Pero hay indicios de que había otra persona aparte de ellos dos.
- diablos- mordiéndose los labios- si encuentran a los demás… los humanos estamos perdidos.
- la familia "Kozlov" son…- interrumpido por su superior.
- en total son 7 integrantes de esa familia- dijo Link.
- ¿tantos?
- cada una representa un elemento…- dijo el segundo al mando, una joven llamada Juliet.
- agua, tierra, fuego, viento, hielo, luz y claro… oscuridad.
- ¿Qué?
- si se juntan todos el fin del mundo es seguro.
- un 100% de probabilidad de que la raza humana muera- termino Juliet.
- pero… según nuestros datos hay uno de ellos que es humano ¿no?
- se supone… no es seguro, esos escritos tiene décadas… las cosas pueden cambiar.
- solo nos queda esperar- dijo intranquila Juliet.
Rusia, Moscú…. Actualidad.
-Allen… Allen despierta se te hará tarde de nuevo- dijo una voz femenina y dulce.
- solo una hora más… Flon.
- nada de que una hora más… Walker- aventando el colchón al suelo junto con el chico.
- ¿Qué te pasa?- molesto.
- bueno ya despertó…- sonrió victoriosa- ahora arréglate, debes ir a la escuela.
- ¡malvada Yuri!- aventándole una almohada pero esta choco con la puerta.
- basta Allen- sonrió divertida- Yuri tiene razón, se te hará tarde.
- esto no es justo- con cara de zombie- no dormí nada anoche por terminar el trabajo de matemáticas, además de la lectura de literatura y las formulas de química de Yuri.
- te dije que no le ayudaras Allen, la próxima vez piensa más en ti ¿de acuerdo?- acomodando la cama.
- está bien- suspiro cansado- ya voy- dirigiéndose al baño.
Después de unos minutos, Allen bajo con los cabellos mojados y con su uniforme del "Colegio Orden Oscura", (como los uniformes normales que usan en Japón XD, pero con la rosa de los vientos en su hombro izquierdo).
-deberás contigo mocoso- desayunando- sigo sin saber porque Flon te acepta en esta casa.
- déjalo Yuri- dándole un pequeño golpe en la cabeza.
- y yo sigo sin creer que sean hermanas.
- dejen de pelear… - dejando el desayuno de Allen frente a él- hoy es tu primer día como alumno de primero de preparatoria Allen- sonriendo.
- si…- comenzando a comer.
- espero que no le eches a perder como el año pasado Walker.
- mira quien lo dice "señorita panque"- sonrió macabramente.
- ¡cállate!- roja como jitomate.
Así era el desayuno de la "familia" Alastra y Walker.
-¿y mi tío Cross?
- salió desde temprano dijo que tenía asuntos que arreglar.
- eso no me agrada.
- bueno me voy- saliendo de la casa- nos vemos en la noche.
Yuri tomo el automóvil y se marcho a su escuela (universidad), mientras que Flon le daba su almuerzo a Allen.
-que tangas un buen día Allen- sonriendo cariñosamente.
- gracias, nos vemos Flon.
En su camino a la preparatoria Allen, recordó el sueño de esa mañana…
Una habitación oscura, que solo dejaba pasar a los rayos de una luna llena sobre él, sus manos temblaban, al igual que su boca, frente a él solo podía divisar los destellos de un cabello largo y azul, unos ojos rojos como la misma sangre o incluso más. Algo cálido bajaba por su cuello, sabía lo que era, pequeñas gotas rojas cayeron en el suelo, su sangre…
Ese sueño… lo había tenido anteriormente, pero cada vez se fue haciendo más claro, antes solo veía la luz de la una, después podía sentir como temblaba, y así hasta llegar a esas actuales escenas.
¿Qué significaba eso? Desde que había tenido esos sueños, la luna llena llamaba mucho su atención, pasaba horas pegado a la ventana de su cuarto mirándola como si platicaran en silencio, pasados unos días Yuri cambio con él de habitación pues la de la chica tenia balcón.
-no vaya a ser que te caigas… y no digo que no sea posible, hay muchas posibilidades. Aseguro que te quedaras dormido y caerás… así que… mejor toma mi habitación.
En otro lado Yuri estornudaba, alegando que sería un resfriado, esa mañana hacia mucho más frio de lo habitual.
-me gusta- estirando sus brazos.
- a mi también… ¿y si nos quedamos aquí?- viendo a su hermano mayor.
- no es mala idea pero…- viendo el cielo nublado- no aseguro que podamos vivir aquí en paz.
- Kanda…- preocupado.
- ¿está aquí otro hermano?
- no estoy seguro… solo siento algo extraño.
Varios alumnos pasaban por enfrente de ese parque, todos con el mismo uniforme, la mirada de Kanda se cruzo con una grisácea, por unos segundo parecía que solo estaban ellos dos, además de sentir algo extremadamente familiar en esos ojos…
Allen siguió con su camino. Esos segundos parecieron eternos ¿Por qué? Akari saco a Kanda de sus pensamientos y emprendieron su caminata, para buscar donde quedarse, al menos por un tiempo.
Caminaron por varios minutos, no muy lejos de las afueras de la ciudad encontraron una casa, de dos pisos, no estaba en muy buen estado y solo había tres casas a su alrededor lo demás era solo bosque, adentro de la casa.
-no está muy bien que digamos ¿piensan vivir aquí?- pregunto Kaze.
- ¿no puedes arreglarla?- viéndolo detenidamente.
- eh… si pero…- suspirando resignado- está bien.
- Akari encargarte de las personas- dijo Kanda en tono serio y seco, como ya era costumbre.
- como digas- saliendo de la casa.
- ¿Por qué tengo que hacer estas cosas? Mi poder no es para esto- molesto.
- solo hazlo, fue tu idea venir a Rusia ¿no?- su mirada era más gélida que con Akari.
- no me mires así ¿de acuerdo? Haces que me ponga nervioso.
Kaze cerró sus ojos y debajo de él apareció una insignia de la estrella de cuatro picos, rodeado por varios círculos de color verde…
-aarde element…- (elemento tierra/ *holandés*)
La casa comenzó a cambiar dejando aquella casa en ruinas en una bella y nueva casa modesta. Mientras tanto afuera Akari hacia lo mismo pero dentro de los círculos aparecía una estrella de 6 picos de color rosa.
-osa wind- (elemento viento/ *finlandés*)
El viento soplo fuertemente…
-está todo listo….- entrando en la casa.
- gracias Akari.
- ahora solo debemos esperar a que tenga efecto.
Unas horas después, tocaron la puerta, era una de las vecinas con un típico pastel de "bienvenida".
-Akari-chan- abrazando a la niña- hace tiempo que no los veía muchachos- dirigiéndose a los dos mayores- me sorprenden, han cambiado mucho- sonrió.
- lo sentimos Laura- menciono Kaze- pero… no habíamos podido comunicarnos contigo.
- no te preocupes Kaze…bueno nos vemos… tengo algunas cosas que hacer.
Más tarde, en la cena.
-cada vez me sorprende mas tu habilidad para controlar a las personas Akari.
- aunque digas eso…- abrazando a Kanda- sabes que Kanda es mi hermano favorito.
- ¿Por qué él?
- simplemente porque si.
- bueno…- empezando otro tema- deberán seguir estudiando.
- ¿Por qué?
- debemos movernos por lo menos un tiempo así no será tan fácil que no encuentren.
- hazte cargo tu- dijo Kanda.
- si no te preocupes… lo hare hoy mismo, mañana irán a estudiar, mientras yo… conseguiré un trabajo.
- después de todo así vivíamos en Japón- dijo con fastidio.
- bueno iré a buscar una buena escuela- tomando su abrigo- regreso mas tarde.
- iré contigo… debo hacer que las cosas sean más fáciles.
- tienes razón… especialmente para Kanda. Después de todo se supone que vivíamos en este lugar desde hacía un tiempo y salimos de viaje.
Pasaron unas horas, Kanda se quedo en su habitación profundamente dormido, habían viajado por varios días sin descanso, la única razón por la que huían era por Akari…
En la escuela "Orden Oscura".
-¡joven Walker! Esta en horario de clases… haga el favor de no quedarse dormido- enojado.
- lo… lo siento- apenado.
- solo por ser el primer día lo pasare por alto.
- si… lo siento.
El día seguía nublado, estaba más que perdido en sus pensamientos mirando el patio principal desde el segundo piso, había algo que lo inquietaba en cierto modo, desde esa mañana, los ojos de ese joven…
-¿Quién era?- poniendo su mano sobre el frio cristal- ¿Por qué tengo este mal presentimiento?
Los pasillo estaban vacios, los demás alumnos habían ido a comer, Allen había terminado su almuerzo en el salón y después de salió al pasillo, ya habían pasado cerca de 10 minutos.
-Yue- dijo en un susurro.
- ¡hola Allen!- abrazando al chico.
- ¡¿Lavi?!- sorprendido.
- hace tiempo que no te veía- sonriendo.
- no sabía que estabas en esta escuela.
- desde hace tres años no te veía… te mostrare la escuela.
- claro, gracias- sonriendo.
Lavi tenía 18 años mientras que Allen cumpliría los 16 en pocos días, se conocían desde pequeños anteriormente Lavi y su abuelo vivían en Inglaterra donde se conocieron desde pequeños, pero debido a asuntos de su abuelo tuvo que mudarse a Rusia.
-creciste Allen- en tono burlón.
- ¡oye!- ofendido.
- lo siento- rio- ¿Qué has hecho? ¿Qué hay de Cross?
- en estos momentos… vivimos con unas conocidas de mi tío.
- supongo que todavía te hace trabajar.
- desgraciadamente- un aura negra lo rodeo por completo- ahora debe más, si esto sigue así mi vida se irá en deudas que ni siquiera son mías- murmuraba el peliblanco.
- ¿Allen?- un poco asustado.
- ese maldito tío mío… me las pagara algún día eso lo puedo asegurar.
- cálmate Allen, por favor.
- ¿ah?- viendo a Lavi- lo siento Lavi- rio.
Luego de un rato más, ambos regresaron a sus respectivas clases. Allen se sentía feliz por haberse encontrado con Lavi, pero aun así siguió sumido en sus pensamientos, esa mirada oscura y profunda, la había visto antes pero ¿Dónde? Además de causarle nostalgia, miedo que no podía describir.
A la salida.
-Allen…- sonriendo- ¿iras a tu casa?
- no, conseguí un empleo-sonrió- es una tienda de chocolates- sus ojos brillaron de felicidad.
- iré a comprar algunos más tarde, se cual me dices- rio- nos vemos después.
Allen se dirigió a la tienda de chocolates donde trabajaría por un tiempo, la dueña, Alicia conocía a Cross y le ayudaría a Allen a pagar sus deudas siempre y cuando le diera un poco de ayuda en su tienda, su salud no era buena y no podía decepcionar a sus clientes.
En el día se vendieron muchos chocolates, especialmente comprados por chicas, que solo deseaban poder hablar con el nuevo empleado, de cabello blanco y ojos grises.
-Allen tiene más "fans" que nada- sonrió.
- pero así… tu tienda se hará más popular abuela- rio divertida.
- sí, pero me agrada la compañía de ese niño- sonrió alegremente- tiene algo que te hace sentir bien, te alegra con cualquier cosa que haga.
Desde la puerta Allen sonrió a la señora, era hora de cerrar y solo le faltaba barrer la entrada.
-Allen…
- ¿sí?- dejando de barrer.
- déjalo, yo lo hare. ¿Tienes otro trabajo, no?- dijo la nieta de Alicia.
- sí, pero aun tengo una hora, no te preocupes.
- me iré en unos días… así que quiero ayudar más a mi abuela antes de irme- tomando la escoba.
- de acuerdo- sonrió.
- es verdad- recordando algo- la abuela quería darte algo, ¿Por qué no entras?
- si- entrado a la tienda.
- Alicia le dio una bolsita llena de chocolates, lo que puso sumamente feliz a Allen.
- quiero que te los quedes Allen- sonrió.
- gracias… pero- viendo la bolsita- no puedo aceptarlos, le dije que ayudaría sin que tuviera que pagarme.
- pero… desde que nos ayudas las cosas han mejorado, así que puedes llevártelos, además es un regalo por tu cumpleaños. Sabes que me iré de vacaciones a Francia, no estaré aquí para celebrarte así que te adelanto mi regalo.
- muchas gracias Alicia –san.
Más tarde Allen paseaba por el parque, comiendo sus chocolates con mucha felicidad, se sentó en una banca desocupada y miro el cielo, que insistía en no dejar ver el sol.
-nevara- se escucho la voz de una niña.
- ¿eh?- viendo a la pequeña que tenía entre sus brazos un oso negro de peluche.
- es bueno que sonrías así- le dedico una pequeña sonrisa y se fue.
Allen ladeo su cabeza, ¿Quién era esa niña? Se puso a recordar si la conocía de algún lado pero… no, nada llego a su cabeza, solo que se le haría tarde para ir a trabajar.
En el restaurante "Lotto" (¿ya saben de quién es?).
-Walker… la mesa 6 necesita que la limpien, la mesa 8 necesita ser atendida y el pedido de la mesa 10 está listo.
- ya voy- sonriendo.
- Marie… ¿estás seguro que está bien? Es decir es menor de edad y Fou nos es un angelito con él.
- no se preocupe Miranda… ese niño tiene mucha energía.
- y apetito- rio Bak.
A pesar de tener mucho trabajo Allen mostraba su sonrisa a todo el mundo, al igual que en la tienda de Alicia, el restaurante de Miranda comenzó a tener más clientes desde que Allen le ayudaba (tenía un mes trabajando ahí). Cuando cerraron.
-fue divertido- sonrió.
- ¿Cómo puedes sonreír Walker?- pregunto otro empleado- fue terrible.
- la costumbre, tal vez.
- bueno, nos vemos mañana- con cara de cansancio.
- nos vemos- sonriendo.
- Walker- dándole un pequeño golpe en la cabeza- buen trabajo.
- gracias Fou- sonrió alegremente.
- baka Bak muévete… quiero descansar- saliendo del lugar.
- ¡ya voy!- molesto- nos vemos Allen.
Allen y Marie fueron los últimos en salir del restaurante, Miranda vivía en la parte de atrás, pues su casa estaba dividida, en negocio y casa.
Marie acompaño la mitad del camino a Allen pues vivían por el mismo rumbo, además era un poco tarde. La nieve comenzó a caer cuando Allen se detuvo a comprar las cosas para la cena, sonrió al ver ese blanco color, pero también se molesto pues no le agradaba el frio que hacia cuando nevaba, definitivamente esa noche no dormiría muy bien.
La cena fue tranquila, pues Yuri llegaría más tarde por su trabajo, en la sala Cross miraba las noticias, donde se decía que varias personas habían terminado en el hospital por pérdida de sangre en gran cantidad, pero nada grave.
-¿Qué habrá pasado?- sentándose a un lado de Cross.
- sobrino baka- llamo a Allen quien se dirigía su habitación.
- ¿Qué quieres tío?- levantando una ceja molesto.
- de ahora en adelante tendrás cuidado, cuando salgas tarde de trabajar ¿bien?
- si…- reaccionando- ¿te preocupaste por mi?
- por supuesto que no… si tu no trabajas ¿quién pagara mis deudas?
- debí suponerlo- ññU- buenas noches Flon.
- que descanses, Allen, si tienes frio dímelo y te daré mas cobertores- sonrió.
- gracias- subiendo las escaleras.
Más noche, Cross entro a la habitación de Allen quien dormía pacíficamente.
-sobrino baka- tapándolo bien.
Cuando salió del cuarto.
-si te preocupas por él- sonrió.
- ¿¡Flon!?- sorprendido- ¡claro que no! Si se enferma me veré obligado a trabajar.
- lo que digas Cross- ¬¬- ¿Qué harás? Ya ha empezado de nuevo.
- lo sé…- poniéndose serio- saldré a investigar algunas cosas, no sé cuando regresare.
- no te preocupes, cuidare de Allen.
- te lo encargo Flon.
Por la mañana Allen no le dio importancia a que Cross se fuera de viaje a quien sabe donde, al contrario se sintió feliz ya que no tendría que pagar por un tiempo las cuentas de los lugares donde comía su tío. Si había salido de viaje y eso implicaba más dinero pero… las facturas llegarían después de un tiempo, dándole oportunidad de descansar.
En la escuela Lavi no se apartaba ni un solo momento de Allen, puesto que el menor se levaba bien con una alumna de segundo año Lenalee Lee, quien había llamado la atención del pelirrojo desde hacía un tiempo pero no se atrevía a hablarle por su hermano que tenia "complejo de hermana".
Como se les hizo costumbre subían a la azotea para ver la ciudad desde ahí, esa mañana Allen se quedo más tiempo pues no tenía clases con Tikky Mikk, maestro de matemáticas.
El pequeño peliblanco se quedo dormido debido a la tranquilidad del lugar, pero unos pasos lo despertaron minutos después, una chica, de segundo año se paro delante de la rejilla de la azotea, pero justo en ese lugar había un pedazo sin rejilla, Allen se sorprendió de ver que aquella chica se dejo caer por tal lugar.
-¿Qué demonios haces?- alcanzo a tomarla del brazo, pero aun así su cuerpo quedo en el aire.
- suéltame.
- no lo hare… ¿Por qué quieres hacerlo?
- ya no tiene caso seguir viviendo, sin él- comenzado a llorar.
- ¿Qué?
Allen recordó en ese momento las noticias de esa mañana, un joven de 17 años había muerto debido a que había perdido mucha sangre y el frio no lo ayudo para nada; esa misma chica salía en las noticias llorando desconsoladamente.
Los alumnos del patio miraron es escena con horror, varios maestros se dirigieron a la azotea pero algo impedía que abrieran la puerta.
-por favor suéltame.
- no lo hare, ya te lo había dicho ¿no?- sonrío- no debes darte por vencida, todos hemos perdido a un ser querido…- su cara se entristeció de pronto- pero… "debes seguir y continuar tu vida, perderás muchas cosas, personas, pero si eres bueno la vida te compensara mejor de lo que esperas".
- ¿perdiste a alguien?- viendo el rostro de Allen.
- si- sonrío tristemente- pero esas palabras me las dijo antes de morir y aun sigo con vida, lo admito no tengo la vida que quisiera llevar pero… se que cuento con personas que aprecio.
-…….. Lenz- susurro la chica.
- muchas personas se entristecerán si tu también te vas ¿no lo pensaste?
-….- recordando a sus amigos.
- piensa en ellos…- la mano de la chica comenzaba a resbalarse.
No solo su mano comenzaba a resbalarse, Allen iba para el mismo camino, era como si algo lo empujara y jalara a la chica a la vez y no precisamente la gravedad.
Desde afuera un aura negra rodeaba la puerta, Allen no aguanto más y ambos cayeron, el chico solo cerro sus ojos pero, sintió una mano en su cintura ayudándolo, cuando abrió los ojos varios maestros estaban a su alrededor, y otros ayudando a la chica que se había desmayado.
Lo único que le llego a la mente fueron los ojos oscuros del día anterior…
Más tarde tanto Lenalee y Lavi fueron a la enfermería para ver a Allen.
-¿estás bien?- pregunto preocupada.
- sí, no te preocupes- sonrío.
- ¿Qué paso?
- no tengo la menor idea- rio apenado.
- es cierto… Erika te mando esto- dándole unos dulces y un papelito rosa.
- ¿Erika?- recibiéndolos.
- la chica a quien salvaste- sonrío.
- oh, gracias.
El papelito solo decía "muchas gracias"; en la tarde Allen dibujaba dulces sobre una libreta en la tienda de Alicia, hasta que unos clientes entraron.
-buenas tardes- sonriendo.
- hola- sonrío levemente.
-….- la misma niña que le había dicho que nevaría.
- ¿en qué puedo ayudarles?- pregunto Alicia.
- compra rápido lo que quieres- en tono seco y frio.
- está bien- yendo hacia Alicia.
Allen observo al joven que iba con la pequeña, un chico de cabello largo negro con destellos azules, amarrado en una coleta alta, con un abrigo negro cubriéndolo del frio, sus ojos se posaron sobre la mano derecha del joven, sangraba levemente, Allen aparto su mirada de la herida y se encontró con la mirada amenazante y oscura del dueño, era la misma mirada… algo dentro de Allen le impidió dejar de mirar esos ojos, le daba miedo pero no podía dejar de verlos.
El otro chico hiso lo mismo pero sin expresión alguna en su rostro, la mirada grisácea de Allen, no podía leer esa mirada, para él era muy fácil saber que pensaba la gente con solo verla a los ojos pero ese chico era diferente.
Akari lo saco de sus pensamientos, había comprado gran variedad de chocolates, ahora podían irse, se despidió de Alicia y salieron de la tienda sin más.
En el camino…
-¿Qué pasa hermano Kanda?
- nada…- mirando al frente.
- ese chico es interesante ¿verdad?
- debí suponer que lo habías planeado.
- cuando lo vi… algo me hiso que le hablara… además su mirada es única ¿puedes leerla? Yo lo intente pero no pude… solo veía una capa negra cubriéndolo todo.
- si…
- será divertido seguirle la pista ¿no?- sonrío.
- supongo- sonrío levemente.
En la tienda Allen seguía nervioso, esa mirada… era como si pasara sobre su carne y pudiera ver más allá de lo normal, era muy agresiva y penetrante, sentía escalofríos por todo su cuerpo, sus manos temblaban, esa sensación ya la había vivido pero no recordaba donde.
Japón, central principal de Tokio.
-¿a dónde demonios pudieron ir?- molesto.
- debemos conservar la calma Link.
- no me digas que conserve la calma Juliet… encontrarlos y terminar con su maldita vida es prioridad para "cuervo".
- investigaremos más a fondo las ultimas ciudades donde estuvieron tal vez encontremos alguna pista, algo que tengan en común estas ciudades.
- espero que tengan la información exacta en menos de dos semanas- dijo con una molestia más grande a la anterior.
Rusia Moscú…
El tercer día en la preparatoria no fue tan malo para Allen, varias chicas compartieron de su almuerzo con él.
-veo que sigues teniendo el mismo apetito- sonrió uuU.
- ¿el mismo?- algo sorprendida- ¿siempre has sido así Allen-kun?
- si- alegremente comiendo.
Más tarde Allen ayudaba al jardinero de la escuela a cortar las espinas de las rosas.
-pronto será época de mas frio- dijo observando sus rosas blancas.
- no se preocupe…- sonriendo.
- gracias por ayudarme en tu tiempo libre Allen.
- no es nada, me gusta ayudar a las personas.
- como agradecimiento te invitare a comer.
- no creo que sea muy conveniente- ""¬.¬
- ¿Por qué?
- lo dejaría en banca rota- rio apenado.
- no te preocupes, yo tenía el mismo apetito que tu cuando era joven.
- ¿de verdad? -*.*
- si… además este no es mi único trabajo, gano bastante dinero aunque no lo parezca.
- muchas gracias señor… trabajare más- emocionado.
Esa misma mañana, Lavi practicaba con sus compañeros de equipo, pronto tendrían un partido de futbol, Allen y el jardinero Tom, pasaban con varias cajas llenas de rosas, que dejarían en el invernadero de la escuela.
La pelota se dirigió a Tom pero Allen logro salvarlo, pero el golpe lo dejo inconsciente…
En la enfermería.
-lo siento de verdad Allen- preocupado- ¿no te sientes mal?
- estoy bien, no te preocupes- sonrió.
- lo siento, perdóname- abrazando al menor.
- Lavi… de verdad estoy bien.
Minutos más tarde Allen regresaba a su salón, solo quedaban dos clases más y no podía seguir en la enfermería durmiendo, en los pasillos no había ni un solo alumno, si acaso los del equipo de futbol o atletismo, en las escaleras para ir al segundo piso, Allen se topo con un alumno de tercer año, sus mirada se reencontraron, el mismo chico… ninguno de los dos dio mucha importancia a este hecho y siguieron con su camino.
En la entrada de la escuela.
-Lavi… ¿puedes decirme como se llama ese chico?- señalándolo.
- ¿Quién?- buscándolo con su mirada- él es… Kanda Yu, lo conozco desde primer año, pero salió de viaje con su familia regreso hace poco.
- Kanda Yu…- murmuro su nombre.
- casi no se de él… pero es uno de los alumno más temibles de la escuela, además de ocupar de los primeros lugares en rendimiento académico. ¿Por qué?- viendo pícaramente- ¿te interesa?- ¬¬.
- ¿eh?- sintiendo la mirada insinuadora de Lavi- ¡no es lo que piensas! Es solo que…- viendo a Kanda- siento como si lo conociera, pero no logro recordarlo.
- no te preocupes…- tomándolo del brazo- te lo presentare tal vez puedas ser su amigo- arrastrándolo hacia donde estaba Kanda.
- no, espera Lavi… no es necesario, de verdad- oponiéndose.
- no te preocupes, dicen que es malo pero en realidad es un buen chico- sonrió.
- no lo digo por eso- vencido.
- ¡YU!- grito con entusiasmo- espera, no te vayas- corriendo.
Cuando por fin lo alcanzaron, Kanda solo les dedico una mirada asesina especialmente al pelirrojo.
-Yu… quiero que conozcas a un amigo- sonriendo.
- te he dicho que no me llames por ese nombre- dijo con fastidio.
- lo siento… él es Allen Walker- poniendo a Allen frente a Kanda.
El ambiente se volvió tenso, Allen no sintió la misma mirada que Kanda le daba antes, esta era muy diferente, sin agresividad alguna, solo era una mirada como las demás, aun que si era un poco fría.
-hola- un poco nervioso.
- así que… tu eres el "Moyashi" famoso.
- ¿Moyashi?- parpadeando varias veces.
- no te preocupes a mi me dice…- interrumpido.
- si no tienes más que decirme me voy, no puedo perder mi tiempo con un Moyashi y con un baka Usagi- caminando.
Cuando Kanda estuvo fuera de su vista.
-¿iras a trabajar?
- si… tu iras con Lenalee ¿no?
- ¿Cómo lo sabes?- sorprendido.
- ella me lo dijo- sonrió.
- veo que te tiene mucha confianza- U¬¬.
- algo así… bueno, nos vemos- comenzando a caminar- y ten cuidado con Komui…
- claro, adiós.
Las cosas en el restaurante de Miranda todo iba bien, los clientes de siempre llegaban y pedían que aquel joven de cabellos blancos y sonrisa alegre les atendiera, no solo mujeres lo pedían, algunos hombres también.
Además de su tierna apariencia, la cicatriz que tenía en su ojo izquierdo llamaba mucho la atención pero no por ser desagradable, sino por ser una incógnita para las demás personas.
Algunas se atrevieron y le preguntaron sobre ella, pero Allen solo se limitaba a decirles que había sido un accidente de su niñez.
-así que se llama Allen Walker- comiendo una paleta roja.
- ¿Quién diría que sería él?- seriamente.
- Akari me das miedo cuando hablas de ese modo- con cara de terror fingido.
- si mi hermano Kanda se entera que estuvimos aquí…- abrazando a su osito.
- nos mataría- sonrió- lo sé… pero tenía curiosidad de conocerlo.
- ¿Por qué? Tú no tienes la habilidad de leer la mente de las personas por medio de los ojos.
- no me discrimines Akari-chan- triste.
- es la verdad, de la familia solo Kanda, Yue y yo podemos hacerlo.
- lo sé- suspirando- será mejor regresar- bajando del árbol.
- si- haciendo lo mismo.
Ambos comenzaron a caminar pero algo detuvo a Akari.
-¿Qué sucede?- mirando de costado a la pequeña.
- sentí una presencia extraña…- buscando el lugar de donde provenía.
- debe ser tu imaginación, aun estas muy tensa por lo de ese inspector Link.
- tal vez- mirando el suelo- regresemos, quiero dormir un poco.
En la noche, Allen regresaba a casa, pero a medio camino Yuri lo llamo pidiéndole (de mala forma) que fuera por algunas cosas que necesitaba para la cena de esa noche, Allen se desvió un poco de su camino habitual y llego a la tienda de la familia Kamelot, donde la hija del dueño "admiraba" a Allen, siempre que entraba la chica lo recibía con un abrazo.
-hace tiempo que no venias Allen-kun- pegada al peliblanco.
- hola Road- sonrió.
- ¿Qué necesitas?- dejándolo mover.
- solo son algunas cosas para Yuri- mostrándole una lista.
Después de unos minutos, por el parque iluminado por los faroles amarillos y la luna llena, Allen caminaba tranquilamente, revisando algunas facturas de Cross, esa mañana le habían llegado.
-Walker Allen…- se escucho una voz ronca detrás de él.
- ¿eh?- volteando lentamente, para encontrarse con un señor de ojos amarillos y piel pálida.
Todo se volvió oscuro por un momento, Allen abrió los ojos y sintió como su cuello era presionado por una mano helada, frente a él los mismos ojos amarillos del sujeto que lo había llamado, que ahora tenía una sonrisa sádica en los labios blancos.
-¿Dónde está tu maestro?
- no sé de que habla- sintiendo más presión sobre su cuello.
- no lo defiendas… ¿Dónde está Cross?- molesto.
-…..- no podía hablar por la presión sobre su garganta.
El sujeto se molesto más, aventando al chico contra un árbol, el cual lo deja casi inconsciente.
-me hare cargo de ti- poniéndose frente a Allen- tu maestro lamentara haberme conocido.
-…..- estaba confundido por el golpe.
- espero que tu sangre sepa bien, mocoso- acercándose al cuello descubierto de Allen.
Los ojos grises de Allen se abrieron lo más que pudieron, los colmillos de ese sujeto habían crecido de una manera sobrehumana, además ¿Qué había dicho? ¿Que probaría su sangre? Definitivamente ese sujeto estaba loco.
Sintió un dolor punzante sobre su cuello, además de una calidez extraña rodando por esa parte, era su propia sangre que emanaba del lugar donde el sujeto hacia presión con sus colmillos.
Intento gritar pero algo le impidió hacerlo, incluso no podía moverse, ninguna parte de su cuerpo le respondía, sus respiración se hacía cada vez más dificultosa, comenzó a sentir más frio del que hacía, su vista se nublaba cada vez más, estuvo a punto de cerrar los ojos pero una sombra se lo impidió, aquel sujeto que lo tenía aprisionado contra el árbol había desaparecido y ahora frente a él estaba un silueta delgada de cabello largo, de un color negro con destellos azules.
-¿Quién eres?- limpiando la sangre de sus labios- ¿Cómo te atreves a golpearme de esa forma?- lleno de irá.
-……- en sus labios se dibujo una sonrisa sádica.
- ¿Qué estas mudo?- mas enojado- ahora veras que no debes meterte con un vampiro de 2 nivel.
Allen quiso decir algo pero seguía sin poder hacer ni un solo movimientos, solo sus ojos le hacían caso, el sujeto llego en cuestión de segundo a donde estaba el joven frente a Allen y no dudo en atacarlo.
-Akari date prisa- a un lado de Allen.
- ya voy, no me presiones- subiendo la maga de su gabardina.
Kaze puso su mano sobre la herida que tenia Allen en su cuello, la sangre dejo se fluir pero aun sentía esa sensación de miedo por todo su ser.
Un ruido se extendió por todo el lugar, para después dejar que un polvo amarillo se dispersara con el viento.
-será mejor irnos de aquí- guardando su katana.
- ¿pero y el chico?- con su mano sobre el hombro de Allen.
- no podemos dejarlo así, mucho menso en este lugar- su rostro se entristeció.
- no dije que lo dejaríamos- comenzando a caminar.
Kaze cargo a Allen en su espalda, el chico era muy ligero a su parecer, la mirada de Allen se perdió, parecía como si no fuera una persona con vida, solo su cuerpo y nada más; solo sentía el viento rozar sus mejillas y mover su cabello como una suave caricia.
Al llegar a la casa de Kanda y los otros dos, Kaze dejo a Allen sobre el sofá, mientras iba por unas vendas, Akari se encargo de que nadie los viera, nadie debía saber que eran, ni muchos menos que pasaba dentro de esa casa.
Kanda se acerco a Allen que ya podía moverse más que antes.
-tu eres…- algo sorprendido- Kanda Yu del colegio…
- será mejor que no abras la boca Moyashi a menos de que no aprecies tu vida- dijo en forma amenazante- ¿entendiste?
-…..- asintió a pesar de no entender ni una solo palabra del japonés, no sabía de que hablaba- y me llamo Allen Walker- molesto.
Kaze curo el cuello de Allen, mientras que Akari le dio un dulce rojo hecho por ella, tenía un sabor amargo pero eso le ayudo mucho a Allen, pues le dio mucha energía.
-ahora… tenemos que explicarle todo- dijo Kaze.
- hermano Kanda ¿estás de acuerdo?
- no es mi problema- viendo por la ventana.
- si tu fuiste quien lo salvo- U¬¬
- cállate- molesto.
- bueno primero que nada, me llamo Akari Hurusaky, él es Kaze Turberth y ya debes conocer a Kanda Yu.
- mucho gusto Allen- extendiendo su mano.
-….- asintió para responder al saludo de Kaze- veo que estoy en desventaja, ustedes me conocen.
- ah sobre eso… lo sentimos de verdad- sonrió.
- desde que te vi en el parque… llamaste nuestra atención, además de otras criaturas.
- esa persona era…- interrumpido.
- un vampiro- cortó Kanda.
- deben estar bromeando, se supone que no existen esos seres.
- pues no creas todo lo que dicen Allen, yo también soy un vampiro, al igual que Akari y Kanda.
- ¿Qué?- O.o
- lo sé es imposible pero…- viendo a Kanda.
- ¿no te basto con la experiencia que acabas de tener?- dijo fríamente.
-…..- la sangre de Allen se heló, Kanda tenía razón.
- primero que nada Allen, debes guardar nuestro secreto.
- si alguien nos descubre, no solo tú estarías en peligro- dijo Akari en tono serio.
- alguien nos está buscando… pero debemos terminar una misión antes de morir.
- ¿una misión?
- debemos cumplirla cueste lo que cueste.
- lo comprendo pero…- ladeando su cabeza- sigo sin comprender muchas cosas, ¿Por qué yo? Si se supone que nadie debe saberlo.
- eso pregúntaselo a Kanda- viéndolo acusadoramente- él te salvo…
-….- no dijo nada solo endureció mas su semblante.
- eres especial Allen- menciono Akari- no solo Kanda lo noto, también yo, tienes algo extraño- tocando la cicatriz de su rostro- esta marca la conozco de Mana Walker ¿lo conoces?
- ¿Mana?- sorprendido- ¿conoces a Mana?
- era un amigo de nuestra familia pero… murió hace un tiempo.
- la familia Walker y la nuestra tiene una conexión especial, pero eso…- interrumpido.
- no te interesa- termino Kanda.
- si se trata de Mana- parándose y poniéndose frente a Kanda- claro que me interesa- firmemente- Mana fue para mí como mi padre…
-….- sonrió levemente- ¿quieres saber que tiene que ver Walker con nosotros?
- por supuesto que sí.
- Kanda no…- siendo callado por Akari.
- espero que te guste el dolor Moyashi…
- ¿Qué quieres de….- no pudo terminar su frase pues los colmillos de Kanda se habían posicionado de su muñeca derecha, sacando un poco de sangre de esta.
- te quedaras en este lugar hasta mañana - dijo Kaze.
- ¿a que se…- desmayándose.
- fue más rápido de lo que pensé- dijo Akari.
-…. Hazte cago de todo Kaze- dirigiéndose a su habitación.
- lo que digas- cargando a Allen.
- me hare cargo de lo demás- saliendo de la casa.
Allen dormía plácidamente en la cama del mayor (Kaze, 25 años), su sueño se turbo oscuro y solitario, frente a él había una cabaña, donde se podía divisar a Akari cuando tenía tan solo 6 años, Kaze cargándola y a su lado Kanda de 14 años, a un lado de Allen apareció Kanda.
-este es el mundo de donde venimos.
- ¿el mundo de donde vienen?
- es el mismo que el tuyo… pero… ese sujeto rubio es un cazador de vampiros, busca la aniquilación del clan "Kozlov", ninguno de nosotros tres pertenece a esa línea de sangre, directamente, aun así somos parte de esta nueva guerra.
- son las reencarnaciones de los integrantes ¿verdad?
- Mana no perdió tiempo- sonrió.
- siempre pensé que solo eran historias inventadas por Mana, pero ahora veo que no.
- sabes demasiado Moyashi.
- ¡qué me llamo Allen!
- no veo la diferencia…
En la habitación…
-¿no ha despertado?- cerrando la puerta con cuidado.
- no… pero su rostro recupero color.
- supongo que Kanda debe estar explicándole todo.
- supongo que sí.
- una de sus habilidades es controlar las pesadillas de las personas, ¿no?
- exacto, es más fácil hacer algunas cosas de ese modo- dijo Akari observando a Allen.
- pero… la vida de Allen se arruinará si acepta esto.
- no tenemos más opción…
- lo siento por Allen, solo tiene 15 años.
…Continuara…
