Dazai ha descubierto algo interesante: Atsushi no solo se transformaba en un "gato"...también se comportaba como uno.

Cumpliendo con la #DazatsuWeekConjunto de 7 drabbles/oneshot...o al menos la idea es esa.

Disclamier: Bungou Stray Dogs no me pertenece, yo tomo prestados sus personajes, si me perteneciera Dazai sería aun mas desgraciado.

Advertencia: Yaoi. BL. ChicoxChico si no es de tu gusto te invito amablemente a marcharte en silencio :)

Pareja: Dazatsu, Dazai x Atsushi

Dedicatoria: A Angie, mi Crush y a Maria mi Waifu (aunque probablemente nunca lo sepas) :'v

Drabble/OneShot Uno: Pájaros

Dazai y Atsushi estaban cumpliendo con un recado por petición de Yosano, comprar ciertas cosas de dudoso uso, a Atsushi simplemente le daba pavor averiguar para que serían.

De camino de regreso a la Agencia a sugerencia de Dazai pasaron por una ruta bastante extraña para "acortar el camino".

Al caminar por ese lugar notó que los arboles eran más frondosos y verdes, por lo que la ruta era bastante fresca.

Dazai no dejaba de parlotear teorías acerca de que uso le daría Yosano a esos utensilios.

Ya llegando a la salida de ese pequeño bosque decidieron detenerse para darse un respiro. O al menos eso alego Dazai, quien sin previo aviso y despreocupadamente se tiró en las raíces de un árbol y se recostó en el tronco cerrando los ojos.

Atsushi imitó a su mentor y se recostó a su lado, dirigió su mirada hacia las ramas de los árboles, en ellas pájaros revoloteaban alegres, una que otra chicharra pitaba; algunas aves al ver que ellos no se moverían en un rato; adquirieron confianza y comenzaron a aterrizar al suelo entre troncos secos en busca de gusanos.

Para el chico del tigre era relajante escuchar el trinido de los pájaros como fondo, pero era aun más entretenido escuchar la tranquila y pausada respiración de su mentor... Y receptor de sus sentimientos.

Recordó el primer beso que le dio a su mentor, había sido hace un par de semanas y desde entonces este le daba besos tomándole por sorpresa, o toques indecentes que alborotaban aun más sus hormonas adolescentes.

Sin dejar de ver de manera ausente a los pájaros que daban saltitos en la tierra se relajó y recostó en el hombro del suicida.

Dazai instantáneamente abrió los ojos al sentir el nuevo peso en su hombro, le miró de reojo y sonrió tontamente.

Claro, hasta que el menor se tensó y brincó hacia los pájaros con una velocidad aterradora, provocando que todos huyeran espantados, el castaño le observó estupefacto buscando el origen de la alerta de Atsushi.

Se levantó y observó al albino de cuclillas, su cola felina había surgido y se balanceaba como serpiente, sus orejas afelpadas dobladas hacia atrás y sus pupilas dilatadas, la quijada fuertemente apretada.

– ¿Atsushi-kun...acabas de cazar un pájaro? – señaló la boca de este, sus mejillas infladas como ardilla.

Al escuchar su nombre, la especie de trance en el que estaba sumergido se rompió y se volvió consciente del animalillo en su boca.

Rápidamente la abrió, liberando al animal asustado que voló hacia las ramas más altas. Atsushi estaba desorientado, se había relajado bastante permitiendo que su instinto como tigre aflorara en su descuido.

Tosió un poco, liberando algunas plumas del ave de su boca, hasta que escuchó una estruendosa carcajada.

Era Dazai quién sin contenerse un poco se burlaba de él se reía tanto que incluso comenzó a lagrimear, y es que, la situación era tan hilarante, el menor se veía tan desubicado que simplemente no se pudo guardar la risa.

El mayor se llevó una mano al estómago adolorido de tanto reír, el albino había adquirido un furioso sonrojo debido a la vergonzosa situación.

El mayor caminó hacia Atsushi y se sentó frente a él, con delicadeza quitó una pluma que le había quedado pegada en su mejilla.

Este sólo evadió su mirada avergonzado, aprovechando, Osamu plantó sus labios suavemente contra los de este, si es posible el albino enrojeció aun más.

– Buen gatito – murmuró contra sus labios, pegando su frente con la contraria, y como si felicitará a una mascota acarició su cabeza.

– ¡Que soy un tigre!