Disclaimer

Los personajes de la siguiente historia pertenecen a Stephenie Meyer. La trama es mía.

1

Isabella

Pongo los ojos en blanco.

Hay una canasta en la mesa de la cocina y una nota en la nevera, en la que mi madre escribió con su linda caligrafía:

Para los nuevos vecinos.

Mamá.

Siempre es lo mismo. Cada cierto tiempo, una pareja o familia, se muda en nuestro vecindario, y yo, avergonzada, debía llevarles una canasta que mi madre llenaba de cachivaches (que, estaba segura, no usaban); y, cada cierto tiempo, yo me negaba, pero simplemente no me escuchaban.

Seth, mi hermano menor, esta sentado en el sofá, jugando con su consola portátil.

-Llévale esta canasta a los vecinos -le ordeno en vano, buscando una escapatoria.

-No -responde automáticamente, presionando teclas frenéticamente.

Agarro la canasta y, como una niña, camino hacia la puerta pisando fuerte. Enojada. Cuando alcanzo el pomo, Seth se levanta.

-Iré contigo -dice, guardando la consola en el bolsillo de su sudadera negra.

El enojo da paso al desconcierto, y este, a la satisfacción.

-Te dije que no vieras Charles, the killer -le recordé, entrecerrando los ojos al salir.

-No seas ridícula -dice Seth, cerrando la puerta detrás de el.

-Y no lo soy. Tienes miedo de quedarte solo -afirme, riéndome.

-Claro que no -bufa.

-El pequeño Seth tiene miedo de que Charles le corte el cuello mientras juega con su consola -me burlo, pellizcándole el cachete como si fuera un niño.

-¡Cállate! -grita, apartándome la mano de un manotazo.

Me reí.

Llegamos a la casa de al lado. Nunca me había fijado en lo destartalada que estaba. Hacía una década, creo, que nadie vivía en ella; y se nota, porque la pintura blanca se le esta cayendo, el césped esta crecido y hay hierbajos creciendo en el camino de entrada.

-Es escalofriante -comenta Seth, mientras subimos los tres escalones que dan acceso a la puerta principal, rechinando a nuestro paso-. Me acuerda a la casa de Charles.

-A mi también. Pero, relájate, adentro no hay un asesino serial endemoniado. Espero -añado y toco el timbre.


¡GRACIAS POR LEER!

¡HASTA LA PRÓXIMA!