He vuelto *chan chan*. Escribir sobre Jean y Marco tiene un encanto especial, siempre. Aunque sea algo pequeñito. Espero, de corazón que os guste. Dedicado a InWhite, que es mis alas.

ADVERTENCIA: Spoiler explícito del capítulo 18 del manga.

Disclaimer: Shingeki no Kyojin y todos sus personajes son propiedad de Hajime Isayama.


Alas

—¿Que qué pediría? —preguntó Marco mirando a Armin con la misma intriga con la que lo hacía Jean— ¿Cualquier cosa?

Armin sonrió con timidez, procediendo a especificar la pregunta que se habían estado haciendo antes y que ahora planteaban a los dos recién llegados.

—Tiene que ser algo personal... —aclaró amable— No vale algo como "que no existan los titanes"; es algo más bien relacionado con tu persona.

—Si tuviera un deseo... —repitió Jean por lo bajo, pensando la respuesta. Se encogió de hombros y, sin darle muchas vueltas, contestó deprisa—: Supongo que vivir en Sina.

—¿Y tú, Marco? —preguntó Shasha.

Marco pareció, por el contrario, pensar bastante su respuesta. Descruzó uno de sus brazos y se llevó la mano a los labios, meditando durante un rato. Inclinó la cabeza hacia un lado, luego hacia el otro. Finalmente, sonrió.

—Creo que... Tener alas —afirmó levantando las palmas de las mano.

—¿Alas? —se extrañó Jean girándose a mirarlo, confuso.

—Sí... Me encantaría poder volar libremente, tener alas a mi espalda que me llevasen tan lejos como yo quisiese y que me trajesen de vuelta a voluntad, sin restricciones. ¿Sabéis como...? ¡Como cuando sueñas que vuelas! Pues así, pero sin que se acabe... No hay nada mejor que soñar que vuelas —rió.

Su amigo no pudo evitar sonreír de lado ante los comentarios siempre evocadores del moreno. Negó aún con la sonrisa y le dio una palmada en el brazo, indicándole con un gesto de la cabeza que era hora de irse. Marco asintió, despidiéndose de sus compañeros y acercándose a Jean, que marchaba, en una pequeña carrera.

Horas más tarde, un estruendo enorme desataba el caos en Trost.

*·*·*·*·*

No se lo podía creer. ¿Cómo de difícil puede ser asumir la pérdida de alguien? ¿Cuánto tiempo se tarda en asumir que la falta perdurará eternamente? Marco no iba a volver, y eso nada lo cambiaría por mucho que esperase. Llevaba encerrando en su cuarto y miseria toda la noche, hundiéndose en la vileza de su penar como si de lodo espeso y oscuro se tratase. Cerró los ojos, aún vidriosos, tumbado sobre la cama esperando que el tiempo pasase.

Recordando con esmero cada segundo del tiempo que les había sido dado. Llegándole como una revelación.

¿Si pudierais pedir un deseo, cual sería?

—Chicos, ¿habéis decidido ya a qué equipo queréis entrar? —preguntó con dolor frente a la hoguera— Yo... Yo... Seré del Cuerpo de Exploración.

Tener alas a mi espalda.

Alas - Fin


Gracias por leer.

Bou.