Primero que nada los personajes no me pertenecen (solo algunos) si no a las CLAMP. ¡¡Que lo disfruten!!

Capitulo 1: Una noche llena de recuerdos

La joven abrió la puerta de una amplia alcoba, su rostro mostraba cansancio, había sido un largo día, aquel difícil conjuro aún no lo lograba dominar y eso la frustraba, ya tenía un par de días practicándolo pero simplemente no le salía. La pequeña se aventó a la cama dispuesta a quedarse totalmente dormida cuando unos golpes a su puerta llamaron su atención y se levantó a atender.

- ¡Sakura! ¡Abre por favor! - gritaba una voz chillona detrás de la puerta

- ¿Kero? ¿Por que tanto escándalo?- la joven al abrir la puerta se encontró con un pequeño peluche amarillo volador.

- ¿Por qué te fuiste así del comedor? Eriol se quedo muy preocupado - le decía el peluche entrando a la habitación algo curioso.

- Lo siento es que me sentía muy cansada - le decía cerrando la puerta.

- Eso es por que estas muy estresada por no poder hacer el conjuro, pero estoy seguro que pronto te saldrá, ya lo verás – decía entrando a la habitación.

- Si, es solo que me he esforzado mucho y no me sale - decía sentándose en su cama.

- Despreocúpate, lo estas haciendo bien, Eriol ya te había advertido que ese conjuro era de un nivel más avanzado y te iba a tomar más tiempo que los demás - le recordó el pequeñín.

- Si, pero no pensé que sería tanto tiempo - le decía ya recostada en la gran cama.

- Sakura - una tercera voz interrumpió su conversación y Sakura abrió nuevamente la puerta para ver quien era.

- ¡Eriol! Quiero disculparme por mi actitud hace unos momentos - le dice haciendo una reverencia.

- Descuida, solo vine para ver si te encontrabas bien, te levantaste de la mesa sin decirnos nada ¿a caso te sientes mal o estas preocupada por algo en particular?

- Lo siento, solo es que estoy algo cansada, es todo - le decía intentando disculparse por la grosería que le hizo a Eriol hace algunos momentos.

- ¿Estás segura que no es nada? - decía ya con cara de preocupación.

- En serio Eriol, me encuentro bien - le decía con una sonrisa para que ya no se preocupara por ella.

- Esta bien, pero para cualquier cosa me buscas, estaré en mi habitación.

- De acuerdo - le decía la joven de cabellos castaños y el joven se retiro mientras ella cerraba la puerta.

- ¿Era Eriol? - la joven asintió con la cabeza - te dije, nos estas preocupando a todos, es solo un conjuro, no es la gran cosa, bien puedes... - el peluche es interrumpido.

- No es eso... es solo que poco a poco se acerca el momento de presentarme ente el concilio y... no se si este lista - decía con voz de melancolía.

- Descuida, estarás más que preparada y los dejaras con la boca abierta - le decía animándola.

- No, eso no, no se si este lista para... volverlo a ver. - el peluche la veía fijamente, había entendido muy bien que se refería a un joven que, en lo personal le caía muy mal, contrario a Sakura que lo llegó a querer mucho, tal vez demasiado.

El joven de cabellos negros y anteojos redondos caminaba por los pasillos de su casa cuando en una de las confluencias se encontró con una joven de cabellos rojizos que se ocultaba en la oscuridad del corredor.

- ¿Cómo vas con tu asunto? – decía la joven sin salir de su escondite.

- Bien, aunque he tenido algunos obstáculos, seguro lo lograremos – el joven se había acercado un poco, pero le hablaba sin mirarla.

- Debes darte prisa, en el concilio son muy impacientes – decía con unas risitas.

- Es cierto, si no les damos una respuesta pronto se volverán locos – decía riendo con ella.

- ¡En el concilio están todos locos! - Se quejaba una joven de cabellos lacios y largos.

- Cálmate Mei Ling, Solo piensan que Zhuang tiene razón y que soy muy joven para ocupar un puesto tan elevado - trataba de calmarla un joven de cabellos castaños muy serio.

- Y eso me molesta Xiao Lang - se exaltaba la joven.

- Deberías sentarte y tomar tu té, no es tan malo, solo debo... - el joven hacía lo que podía pero ella era persistente.

- ¡¡No Syaoran!! - ahora cambiaba el lenguaje y empezaba a hablar japonés ya que podía ver que las hermanas de Syaoran los espiaban y ellas no sabían hablar muy bien el japonés.

- Solo debo hacer un viaje - le decía mientras tomaba un sorbo. - Tardaré máximo una semana.

- ¡¡Una semana!! - el joven pedía paciencia a todos los Dioses - ¡¡es mucho tiempo!! Syaoran, no tienes que hacer todo lo que ellos quieran, ¡¡Lucha por lo que quieres!! No dejes que ese te pisotee ¡es un celoso! por que tu le vas a quitar el puesto en el concilio en poco tiempo - decía al fin sentándose y bebió su té.

- No le faltes al respeto, además haga lo que haga ese puesto es mío desde que nací - le decía el joven alegrándose de que se sentara.

- Eso no cambia el hecho de que tu haces todo lo que te piden ¡Pero nunca lo que tu deseas en verdad! ya vez lo que te pasó con Kinomoto - el joven se levantó y se marchó y la joven se dio cuenta de lo que había dicho.

El joven abrió la puerta y todas sus hermanas cayeron al piso, el solo salió muy serio sin siquiera verlas, aquellas se levantaron confundidas, puesto que ellos hablaron en japonés no tenían ni idea de lo que habían dicho, pero se notaba que Mei Ling no iba a hablar que solo se limitó a terminarse su te de un sorbo.

La joven de ojos esmeralda sacó de su bolsillo un caramelo de envoltura lila y lo veía con un toque de tristeza, había estado bajo mucho estrés, debía estar lista para aquel examen en el cual mostraría todo su potencial y lo tendrá que usar hasta el límite.

- ¿Cómo fue que llegue a este punto? – decía algo desanimada, su mente regresaba hace un par de semanas cuando todo había empezado.

No había nada diferente a algún día anterior, aquella mañana había ido a su escuela y pasado la tarde con Tomoyo y sus guardianes "jugando" (como decía Touya) con las cartas Clow.

La joven de cabellos castaños entró a su habitación muy cansada seguida de un peluche volador amarillo.

-¡Ay Kero! Las lecciones de hoy me dejaron agotada – dijo mientras se aventaba a su cama (La de Tomoeda).

- ¡Animo Sakurita! Lo has hecho muy bien hasta ahora, mi dueña debe ser la mejor hechicera de la actualidad – le dijo un peluche alado que flotaba a su alrededor.

- Para eso necesito aprender magia, además a de haber personas con mayor experiencia y sabiduría – le dijo yacida en su cama.

- Si, lastima que no conocemos a mucha gente que practique magia – le dijo flotando a su alrededor.

- con que magos… - la joven pensó en aquel viejo amigo que no veía desde hace ya varios años, uno de cabellos castaños y ojos chocolates - Ahora que he sido reconocida por el concilio debo hacer un examen en Hong Kong, tal vez ahí lo volveré a ver... lo... veré...

- Necesitaremos buscar algún profesor que te enseñe las artes magi... ¿Sakura? – el muñeco volteó a ver a la joven y se dio cuenta que se había quedado dormida – tal vez hoy fuimos muy duros con ella.

Unos golpes a la puerta llamaron la atención del pequeño peluche flotante el cual salió lo más rápido que pudo por la ventana para no ser visto.

- Sakura ya es hora de... oh, está dormida - el recién llegado se acercaba a la joven que soñaba en su lecho - Sakura, Sakura - aquel hombre interrumpió su siesta - vamos es hora de comer.

- Hoe? - la joven se levantaba de su cama acercándose al hombre de mirada gentil.

- Te esperaré a bajo es hora de comer - el hombre de cabellos castaños se dirigía a la puerta - se va enfriar la comida, apresúrate.

- ¡Si papá! - de decía con una de sus mejores sonrisas al que le decía padre.

La joven se sentó en su cama y se volvió a pones los zapatos que tenía puestos antes de meterse a la cama y siguió al hombre que acababa de salir.

Ya en la mesa, ambos disfrutaban gustosos de sus alimentos mientras charlaban de asuntos familiares.

-¡¿Mi hermano se quedará todas las vacaciones?! - la joven de ojos verdes se emocionó ante la noticia.

-Es mas, Touya ya está aquí - le dice con su gentil tono - dijo que pasaría a la casa de Yukito y llegaría mas tarde, a de estar por llegar.

- ¡Enserio! - dice muy emocionada casi interrumpiendo a su padre.

- ¿Tienes muchas ganas de ver a tu hermano no es así? - le dice mientras la joven se apenaba ligeramente.

En eso suena el timbre y la joven saltó de la mesa - ¡Yo voy! - la joven de ojos verdes corrió tan de prisa que en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba frente a la puerta.

- ¡Buenas...! noches - la joven abrió la puerta muy contenta pero cambió rápidamente su expresión al darse cuenta de quien era realmente.

- Buenas noches, Sakura - frente a ella se encontraba el joven de cabellos negros y gafas redondas con su habitual sonrisa.

-Eriol... - la joven aun no salía de su sorpresa.

Detrás de él llegaba el "simpático" hermano de Sakura acompañado por el joven Yukito quien tenía la misma cara de asombro que la pequeña de ojos esmeralda.

-Clow... - el joven se había quedado paralizado en la entrada por el desconcierto que le había causado volver a ver al antiguo dueño de su otra personalidad.

AVANCE DEL PROXIMO CAPITULO:

Eriol le tiene una proposición a la joven de ojos esmeralda, pero ella no está muy segura de que decisión tomar. Tomoyo quiere hablar sobre el amor actual de Sakura pero la joven le dice que entre las cartas y el concilio, no le da tiempo de amoríos, decepcionando a la joven de cabellos amatista.

- ¡Eriol! - se sorprendía la joven de cabellos castaños

- ¿Y bien Sakura? ¿Ya me tienes una respuesta? - le decía mientras se acercaba a la joven de ojos esmeraldas.

- Yo… yo- la joven de cabellos cortos titubeaba sin poder atinar a responder algo.

NOTAS DE LA AUTORA: Hola!! Este es mi primer Fic (emocionada :D) así que espero que les guste y que me manden reviews con opiniones constructivas, ya que es la primera vez seguro tengo muchos errores :), así que por favor decirme sin miedo o pena cuales son, me ayudará a mejorar. La verdad tenía muchas dudas de publicarlo o no, espero que me animen a continuarlo.

Bueno y sobre el Fic, se supone que es una continuación del anime, ojala les guste.