Estaba sola acurrucada al final de su habitación, todo era oscuridad, lloraba desconsoladamente pero sin emitir ningún sonido, solo caían lagrimas
Estaba sola acurrucada al final de su habitación, todo era oscuridad, lloraba desconsoladamente pero sin emitir ningún sonido, solo caían lagrimas.
Se levanto y busco desesperada algo entre sus cosas, no lo encontró, frustrada comenzó a tirar todo lo que estaba frente a ella, rompiendo recuerdos, regalos, fantasías, todo lo que alguna vez le dio felicidad.
Sintió pasos hacia su cuarto, nerviosa corrió nuevamente a la esquina donde se encontraba anteriormente, temblaba de miedo con solo escuchar la intensidad de esos pasos que tanto conocía, rasaba, irónicamente, que no la encontrara, no en ese estada que tanto lo complacía.
La perilla de su puerta comenzó a moverse, ella instintivamente se acurruco mas en la pared, tenia miedo, pánico, desesperación. Su puerta se abrió tan fuerte que choco con la pared, posiblemente dejaría una marca, entre la oscuridad apareció la figura que mas temía, se acercaba a ella lentamente hasta quedar frente a ella. Su mano gruesa y grande la tomo con fuerza de su pelo abrigándola a levantarse, ella mantenía sus ojos cerrados, no pensaba abrirlos, ya savia lo que vendría, no forcejearía, solo esperaría que todo pasara.
Escucho unas palabras que salían de la boca de su acompañante, seguido de un golpe tras otro, poco a poco perdió el conocimiento, yéndose al mundo donde era feliz, sus sueños.
Despertó adolorida y como pudo abrió sus ojos, no recordaba donde estaba y se sentía mareada, sus recuerdos llegaron de golpe, lloro nuevamente, sorprendida de que aun quedaran lagrimas en su frágil cuerpo, con la ayuda de la pared se levanto, su cuerpo dolía y pesaba, camino como pudo a su cama y se recostó.
Era lunes y su despertador emitió un perturbador ruido, miro la pantallita, marcaba las 7:00, tendría que ir al colegio si no quería repetir, busco unas cuantas ropas y se dirigió al baño, savia que el no estaba, como cada vez que sucedía lo de anoche, entro al baño y evito mirarse al espejo, se quito la ropa y prendió la regadera, el agua la relajaba pero a la ves abría heridas ya secas. Se vistió tratando de no rozar con los lugares afectados de su cuerpo, miro su rostro y sorprendida noto que no tenia mas que un moretón diminuto al lado de su boca, tomo su maquillaje y lo cubrió hasta desaparecer.
Su cuarto era un desastre, no se preocupo en ordenarlo, tomo algunos cuadernos y vio la hora, 7:30, no alcanzaría a tomar desayuno, aunque no le importaba. Se abrigo y salio cerrando la puerta del infierno al que tenia que volver cada día y lentamente se encamino a su colegio, este era su ultimo año, y pronto cumpliría los 18 años y seria libre de alejarse del lugar en el que estaba condenada a estar.
Llego al colegio y entro a su salón, algunas compañeras se dieron vuelta para mirarla y volver a hacer lo que hacían, camino hasta su asiento al lado de la ventana y ahí se quedo pensando, ida en su propio mundo.
