Prologo: Historia paralela. Fan_Fiction

-Mañana del 24 de diciembre, alrededor de las 8:30 AM

Un fino rayo de sol entraba por la ventana y golpeaba directamente los ojos de un cierto chico que todavía estaba durmiendo.

El chico abrió lentamente sus ojos y se movió para que el sol no le molestara, mientras hacía esto, y todavía estando un poco somnoliento, recorrió con la mirada la habitación en la que se había despertado pero no pudo reconocer aquel lugar.

(¿Dónde estoy?)

Repasando lo que había pasado el día anterior, solo se podía acordar de haber salido de su dormitorio para comprarle algunas cosas a una monja que vivía con él, luego, por alguna razón había terminado encontrándose con una chica eléctrica en una tienda de ropa y después… él había…

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el repentino sonido del teléfono que estaba sobre la mesa de luz. Touma miró el aparato preguntándose si debía atender, entonces pensó que tal vez Tsuchimikado lo había puesto en una situación complicada nuevamente como esa vez en Tokiwadai, así que después de que el teléfono sonará un par de veces decidió atenderlo esperando recibir algunas respuestas.

-¿Si…?

-Buenos días, nos comunicamos para recordarle que debe abandonar la habitación antes de las nueve, por favor cuando se retire deje su llave en la recepción del hotel.

-¿Eh…? ¿Que…?

Las preguntas del chico no pudieron ser respondidas por el grabador que le hablaba desde el otro lado del auricular, que repitió el mensaje una vez más y finalizó la llamada.

En el reloj que se encontraba a su lado se podía ver que eran las 8:32, Touma se levantó de la cama y se preparó para salir de la pieza mientras se preguntaba cómo había llegado a ese lugar y porque no podía recordar nada después de encontrarse con Mikoto la noche anterior. Se dirigió a la puerta y encontró la llave que tenía que devolver colgando en la cerradura, la tomó y salió al pasillo.

Mientras caminaba por los pasillos noto que el hotel era bastante lujoso, todo el lugar tenía un aire de realeza que contrastaba fuertemente con el atuendo que llevaba puesto. El piso en el que se encontraba parecía ser el quinto según lo que indicaba la llave de su habitación. Así que se subió al ascensor más cercano y presiono el botón de planta baja.

Dentro del ascensor su mente daba vueltas pensando en la cifra que iba a tener que pagar por pasar la noche ahí, con lo que había visto hasta ahora el precio seguramente iba a estar fuera de su muy acotado presupuesto.

Cuando finalmente llegó a la planta baja las puertas se abrieron mostrando la imponente recepción que tenía ese lugar. El decorado incluía una fuente circular en el centro del hotel junto con varias esculturas tamaño real que recordaban el estilo romano, representando dioses y figuras míticas, paredes cubiertas en mármol, columnas blancas que se extendían hasta el techo y un candelabro que parecía estar hecho de plata pura irradiando una luz dorada que teñía levemente todo el lugar. Con esta nueva imagen presentándose ante él, Touma estaba seguro que no iba a poder pagar lo que le reclamaran.

Se acercó resignado a la recepcionista que estaba en el mostrador principal, le entregó la llave y espero ver la gran cifra.

-Muchas gracias señor, tenga un buen día, esperamos que vuelvan pronto.

(¿Vuelvan…?)

La mujer le dijo eso después de recibir la llave y luego de colgarla en la pared detrás de ella volvió a la llamada que había dejado en espera sin prestarle más atención, pensando que había habido un error Kamijou interrumpió a la recepcionista una vez más.

-Disculpe, pero… ¿No tengo que pagar nada?

-No, no se preocupe, la señorita que estaba con usted ya pagó. ¡Ah! Casi me olvida, dejó algo para usted.

(¿¡Que!?)

La recepcionista dijo eso con una sonrisa en la cara y busco algo bajo el mostrador, sacó un sobre y se lo extendió al chico, Touma lo tomó y lo abrió para ver que contenía, allí dentro encontró una tarjeta blanca con un breve mensaje escrito a mano.

En esa pequeña hoja de papel, del tamaño de una tarjeta de crédito, solamente podía verse escrita la frase "Feliz Navidad", con el dibujo de una estrella al final de la oración.

(¿¡Una chica!?… ¿¡Que fue lo que paso anoche!?)

Mientras trataba de recordar los hechos de la noche anterior, y sin saber quién era la misteriosa chica, guardó la tarjeta en su billetera y emprendió el camino hacia su dormitorio, olvidando que allí seguramente habría una monja enojada por dejarla sin comida toda la noche.

-24 de diciembre, alrededor de las 9:10 AM

Kamijou Touma giró el picaporte para abrir la puerta de su dormitorio, un segundo después escuchó un gruñido desde el otro lado, y fue ahí cuando recordó que no traía una ofrenda para calmar a la bestia.

En cuanto la puerta estuvo lo suficientemente abierta, una chica de pelo plateado salto hacia él y clavó sus colmillos en la indefensa cabeza del chico.

-¡Agh! Detente Index, no sé qué pasó anoche pero tiene que haber una explicación del por qué no volví ¡Así que espera hasta que pueda ordenar mis ideas!

Aun con las súplicas del chico los dientes de la monja se mantuvieron clavados en su cabeza durante un largo rato, cuando finalmente Index lo soltó Kamijou recibió las quejas de la enojada monja.

-¡No solo desapareces toda la noche sin traer nada para comer, sino que también me obligaste a quedarme sola con esas dos! ¿¡Donde estuviste!?

Mientras Index decía eso, señalaba la mesa donde se encontraban sentadas dos chicas con una apariencia bastante inusual.

Una era la diosa mágica Othinus, que actualmente media 15 cm. de alto y tenía la apariencia de un hada, y la segunda chica era la diosa mágica Neftis, cuyo cuerpo estaba cubierto solamente por unos escasos vendajes.

Ambas estaban viviendo en el mismo dormitorio que el chico por circunstancias completamente diferente, mientras que Othinus se había vuelto una inquilina de Touma varias semanas atrás, Neftis había llegado por correo solo unos pocos días antes según ella para escapar de otro chico con una mano especial y advertirle a Touma que Othinus también estaba siendo perseguida.

Mientras Touma se seguía disculpando con Index, las dos diosas no estaban prestando atención a los gritos y estaban tratando de adivinar dónde había estado el chico toda la noche.

-Probablemente una pelea callejera, deben haberlo golpeado hasta dejarlo inconsciente.

-¿De verdad crees que Touma podría caer así de fácil? El enfrento al mundo entero y salió vivo, nadie en esta ciudad tiene oportunidad contra él…

-Umm… pero si te lo pones a pensar, si lo tomaran por sorpresa y lo golpearan por detrás con algo pesado seguramente acabarían con él, no tiene una resistencia sobrehumana o nada por el estilo.

-¡No lo pueden sorprender de esa forma! Reaccionaria antes y esquivaría el golpe, además no parece que le haya pasado algo como eso.

Los comentarios de las diosas hicieron que Index se sintiera culpable por haberlo obligado a salir solo y desprotegido.

-¿Te golpearon y te robaron la cabaña de chocolate que habías comprado para mí?

-Eh... no… no recuerdo haber comprado nada.

Neftis se preparo para soltar una nueva teoría mostrando una sonrisa juguetona en su rostro.

-¿Entonces te entretuviste toda la noche con una chica?

Las palabras de la Diosa le recordaron a Touma lo que le habían dicho en la recepción del hotel, haciendo que su cara se tornara un poco roja, cosa que fue notado por las tres chicas presentes.

-Ah, parece ser que tengo razón.

Mientras Neftis reía orgullosa por haber acertado, Index y Othinus clavaron sus miradas intimidantes en el chico, que sintió que estaba a punto de ser atacado por mucho más que unos simples dientes. Touma no encontraba palabras con las que calmar a las chicas, pero entonces…

Un milagro sucedió.

La tensión de las chicas fue disipada cuando alguien toco el timbre de su dormitorio.

Touma sintió como el aplastante aura de las dos chicas se disipaba mientras ponían su atención en la puerta, Kamijou aprovechó esto para moverse hasta la puerta sin darle la espalda ni a la monja ni a la diosa preguntándose quién podría ser.

Miro a través de la mirilla y vio del otro lado a un chico que no conocía, con algo de sospechas encima destrabo la puerta y la abrió unos centímetros.

Pero…

-¡Es él…!

El grito de Neftis resonó por toda la habitación cuando vio al chico en el umbral de la puerta. La diosa mágica rápidamente arrojó la mesa por los aires y la usó para escapar del campo de visión de aquella persona.

Cuando Neftis hizo esto, Othinus (que estaba sentada sobre la mesa) salió volando y cayó sobre el piso junto con varias otras cosas que fueron arrojadas al aire en el momento que la diosa morena dio vuelta todo.

El chico que estaba en el umbral de la puerta levantó su brazo en silencio, apuntó con su palma a la pequeña Othinus que estaba aturdida por la caída y comenzó a cerrar su puño.

Sin siquiera saber que estaba pasando Touma agarró el brazo del chico y lo empujó hacia un costado, alejándolo de donde estaba Othinus, pero en el momento en que ambos brazos derechos entraron en contacto un sonido parecido a la estática de una radio pudo ser escuchado, y entonces…

El World Rejector fue destruido...

…y el Imagine Breaker fue rechazado.