Hay dos lugares.
Muy lejos el uno del otro.
Hay muchas personas en cada uno de esos lugares,
Y cada uno tiene una historia
Uno de esos lugares es una cabaña arrendada. Hay siete personas ahí.
Dos de ellos están abrazados, como de costumbre. Pero sus mentes están tan lejos la una de la otra que ni siquiera se dan cuenta de que el otro existe.
Otro de ellos se encerró en el baño. Dice que necesita pensar. Está atónito. Nervioso.
Si todo sale bien, en dos días volverá a ver a su hermana después de 3 años sin saber de ella.
Otro joven, en la misma situación está confiado de su propia fuerza y lo que teme no es no sacar a su hermana de ahí, sino que su mayor miedo y aquello que lo angustia es saber si ella lo perdonará.
El mayor de entre ellos acompaña a la más joven del grupo. El se queda ahí sentado replanteándose la estrategia diseñada. Ella llora silenciosamente mientras cocina sabiendo que nadie querrá comer. Tiene tanto miedo que le tiemblan las rodillas y cuenta los minutos. Nunca se siente afortunada ni orgullosa de si misma, pero ese día su desdicha superaba todos los límites del ser humano.
Solo una chica piensa en nada especial y su único miedo es que se le acabe la batería del teléfono
En el segundo lugar hay cinco personas.
Están encerrados en un gran cubo de acero, donde no hay nada más que ellos.
La mayor juega con su pelo, desconcentrada de lo que pasa a su alrededor. No hay ventanas por las cuales mirar, asíque se limita a peinarse y quitarse los zapatos para volver a ponérselos mientras canta en voz baja.
Los menores conversaban eufóricos, como siempre. La tristeza no les llega si están juntos. Pero no hablaban con palabras, no movían sus bocas, nadie más los escuchaba. Solo eran ellos dos. Como siempre.
Una de ellos, la que menos tiempo llevaba ahí, estaba acostada sobre el regazo de la primera. Miraba el techo gris y le hablaba a la otra de su querido hermano. Y repetía una y otra vez que sabia que se volverían a encontrar, pasara lo que pasara.
Solo quedaban horas para que todo cambiara y las palabras de la última dejaran de ser fantasias.
