Disclaimer: Los personajes de Rurouni Kenshin no me pertenecen, solo la idea de la historia es mía.
Escrito por : Alcione Yil de Cfiro / RinKo InuKaiNupcial: Oportunidad para amar Capitulo 1: Comprometidos en Matrimonio
Tokio, Japón , 25 de Enero del 2005
Un chico alto de cabello corto color negro azabache acompañado de traviesos mechones que caían en su frente escondiendo unos hermosos ojos azul hielo miraba fijamente por un enorme ventanal del último piso de un moderno edificio, le abría la vista a la ciudad de Tokio, capital de su país natal, pensaba en las palabras que hacia unos momentos su abuelo le había comunicado.
- ¿ Cuantos años tenía ? – se preguntó a sí mismo mentalmente , sí, exactamente 24 años de edad cumplidos en ese mismo mes, el año acababa de iniciar y con éste sorpresa tras sorpresa.
- Acaso mi abuelo ha perdido la razón – pensó el joven de cabellos azabache dirigiendo su mirada a la persona que se encontraba sentada en el sofá negro ubicado al lado derecho de donde estaba el joven de pie.
- Primero me dice que he cumplido la edad necesaria para estar al frente de la empresa de la Familia "ONIS corporación" y lo aceptó, debo hacerme cargo del patrimonio familiar después de todo el 50 de la compañía es nuestra y seguirá pasando a manos de la descendencia Shinomori por muchas generaciones más – dijo el joven a su acompañante.
- Eso ya lo habías pensado Aoshi, tú mismo me dijiste que tu mayor meta en esta vida era llegar a ocupar la presidencia de la empresa que tu abuelo y el señor Makimashi dirigen, ¿ Cual es el problema ? – dijo un hombre de la misma edad que el joven Shinomori, un caballero de ojos oscuros, unos cabellos plateados algo desordenados y unos curiosos anteojos sostenidos gracias a su nariz.
- Lo se, pero no hay como la segunda sorpresa de este año que empieza a cursar, mi abuelo me ha dicho que me encuentro comprometido con la única hija del señor Makimashi, la heredera universal del resto del 50 de la empresa, nuestros bisabuelos se unieron para fundar esta corporación que es de las más sólidas que se ha establecido en Japón, la amistad que se ha iniciado hace más 70 años ha sido duradera, tanto que sin nuestro consentimiento los padres de la señorita Makimashi y mi abuelo nos han comprometido en Matrimonio – Dijo el joven Shinomori a su amigo.
- No veo cual sea el problema, he escuchado que la Señorita Misao es un ángel, una preciosa señorita que cualquier hombre querría a su lado – afirmó el joven de cabello plateado.
- Misao Makimashi, ahora recuerdo su nombre, tiene más de 5 años que no la veo, mi abuelo me ha dicho que estudiaba fuera del país, regresa a Japón el próximo mes – dijo Aoshi dirigiendo su mirada a la ventana ubicada frente a él, que le permitía contemplar la Torre de Tokio.
- mmm... tengo un vago recuerda de ella, de cuando éramos niños, jugábamos en el jardín de la mansión de los Makimashi, una niña dulce, simpática y no olvidemos que era muy linda, vamos Aoshi acaso no la recuerdas, supe que cuando cumplio 10 años la enviaron a un internado en Inglaterra para que fuera instruida por las monjas para que haga un papel perfecto como Dama frente a la sociedad, eres afortunado amigo, ya quisiera verla para confirmar que lo que se dice de ella es cierto – dijo el Joven a Aoshi.
- De que locura hablas Enishi, debe ser una niña aún, es más pequeña que yo por algunos años... – dijo Aoshi con un tono molesto en su voz.
- No debe tener menos de 19 años Aoshi no exageres, suficiente edad para contraer matrimonio con un chico de tu edad, formar una familia, te dará una docena de niños saludables y fuertes, solo imagínate algunos pequeños Aoshis corriendo por los pasillos de la mansión Shinomori y algunas pequeñas damitas sentadas tomando el té – dijo Enishi dibujando una sonrisa en su rostro, tratando de convencer a Aoshi de que su padre hacia lo correcto, sin duda alguna no se iba arrepentir.
- Siempre pensé que me casaría cuando tuviera la suficiente edad y madurez para asumir la responsabilidad de formar una familia, aún me falta por vivir muchas cosas tengo escasos 24 años , recién egresado de una maestría en Economía de la universidad de Harvard, llegue hace un par de meses a Japón, después de haber vivido como estudiante en Estados Unidos por 3 años, estudie Economía en la Universidad de Tokio para así hacerme cargo del negocio de la familia y mi abuelo me dice que necesito casarme y sentar cabeza cuidando de una mujer que será mi esposa y que después vendrán los hijos los cuales querrán seguir mi ejemplo como una vez lo hice yo – dijo Aoshi sin quitar la mirada a la Torre de Tokio.
- ¿ Y ? ... Tú admiras a tu abuelo, él te ha cuidado desde que tus padres sufrieran ese terrible accidente y murieran, siempre lo has dicho , no te cansas de repetirlo... ¿ no ? – preguntó el joven que seguía sentado en el sofá.
- No puedo negarlo admiró a mi abuelo, su fortaleza, su habilidad en los negocios, un hombre digno de ser admirado, Okina Shinomori, si señor, ese es mi abuelo y mi mayor orgullo, tengo mucho que agradecerle, entre todas esas cosas, esta el que se haya hecho cargo de mí después que quedará huérfano, me ha dado estudios en los mejores colegios, nunca me ha faltado nada... pero estarás de acuerdo conmigo que algunas veces pierde el juicio, realiza compromisos en mi nombre de los cuales debo responder, no me molesta, significa que confía en mi, pero de eso a comprometerme en matrimonio con alguien a quien no recuerdo y lo más importante no Amo – terminó por decir el joven Shinomori dirigiéndose al sofá donde se encontraba sentado su amigo, dejó caer su cuerpo a éste para relajarse, deshizo el nudo de la corbata respirando profundamente cerró sus ojos.
- Ya entiendo el problema, te preocupa el que la señorita Makimashi este perdidamente enamorada de un ingles – dijo Enishi mirando de reojo a su amigo.
- Te equivocas, esa señorita debe ser un robot para haber obedecido a sus padres, sin reclamarles por haberla encadenado el resto de su vida con un hombre como yo, sabes que no soy expresivo, esa fue la razón por la que rompí con la mujer con la que mantenía una relación sentimental en Nueva York – dijo Aoshi sin abrir sus ojos, necesitaba relajarse.
- No puedes estar seguro de ello Aoshi, talvez la señorita Misao se encuentra igual o más molesta que tú por este matrimonio arreglado, después de todo quien en su sano Juicio se comprometería con un Iceberg , ahora que lo pienso pobre de Misao, tan joven, tan bella, toda una vida por delante y la aprisionarán a tu lado, eso si que será un martirio – dijo Enishi con el objetivo de que Aoshi se diera cuenta de lo que acababa de decir, la razón palpable era una sola, no cabía duda su amigo de infancia se encontraba aterrado, no por el compromiso, sabía que era un caballero y le gustase o no la idea cumpliría con la palabra de los Shinomori, así fuera una idea irracional de su abuelo, la única explicación que podía encontrar oculta en las palabras de Aoshi, era su confusión y preocupación por la señorita Misao, a que ella fuera obligada por sus padres y tal vez... a no ser amado por la joven Makimashi.
Aoshi Shinomori aparentaba ser un hombre frío, pero tras de esa coraza se escondía un joven necesitado de afecto suplicante a ser amado sinceramente , no había mejor compañera para él que Misao, una joven tierna, dulce, sincera , pura en sus sentimientos, de algo si estaba seguro, la joven Makimashi jamás haría algo que lastimará a los demás, rogaba a kami por que la chica estuviera dispuesta a unir su vida a un joven que tenía casi trece años de no ver.
- Eso es lo de menos, es problema de la señorita Makimashi si quiere ser Títere de sus padres – dijo Aoshi.
- Igual que tú, siguiendo las ordenes de tu abuelo, tal para cual, ambos obedecen al pie de la letra lo que les ordenan, su matrimonio tiene futuro... – dijo Enishi extendiendo sus brazos echándolos hacia atrás.
- No digas tonterías, ya te dije que no me interesa lo que ocurra con la joven, me limitaré a cumplir con lo que mi abuelo a dicho, no puedo dejar en mal la palabra de los Shinomori, ni mucho menos humillar de esa manera a la joven - dijo Aoshi abriendo sus ojos, clavando su mirada al mural que se encontraba dibujado en el techo de la oficina.
Allí estaba nuevamente la preocupación en su voz, definitivamente Aoshi estaba preocupado por Misao, negarlo era su mejor forma de decirle a él su mejor amigo ayúdame a acomodar mis ideas... ¿estoy tomando una buena decisión?
- Eso quiere decir que no te preocupa la chica, sigues enamorado de la rubia de ojos azules que conociste en Nueva York – dijo Enishi dejando caer hacia tras su cabeza recostándola en sus brazos que al mismo tiempo cruzaba bajo su nuca .
- Sigues dando argumentos erróneos amigo, ya te dije que no le exprese mis sentimientos a Dominica, al contrario jamás le dije que la quería o que la amaba, rara vez le abrazaba o besaba, y para serte sincero me alegro que ella terminará la relación, yo no sabía como hacerlo, ella estaba muy enamorada de mí, una relación corta de 3 meses. – dijo Aoshi sin moverse de la pose que había tomado.
- Pues tratándose de ti tres meses es mucho ... ahora empiezo a entender – dijo Enishi que seguía relajándose, encendió un cigarrillo.
- Quise decir que la señorita Makimashi no obtendrá de mi más que respeto y frialdad – dijo Aoshi desviando su mirada hacia las bocanadas de humo que hacia Enishi, quien disfrutaba de su cigarrillo.
- Ya imagino sus diálogos, ella te dirá: " Buenos días amor " y tú con tu voz grave, seca y Respetuosa: " Buenos días señorita Makimashi Shinomori ", no olvides agregar el Shinomori, ya que aunque no tengan una relación como todas las parejas de matrimonio al casarse ante la ley ella será la mujer de Aoshi Shinomori, no lo olvides amigo – Dijo Enishi con sarcasmo, se incorporó en el asiento, poniéndose de pie dejo en un cenicero la colilla del cigarrillo.
- No lo olvidaré Enishi despreocúpate – dijo Aoshi mirando hacia donde se encontraba Enishi.
- De eso estoy seguro no lo olvidarás, lo que me preocupa es que la señorita Misao Makimashi, si desee contraer matrimonio con Aoshi Shinomori, ahora que recuerdo cuando éramos niños y jugábamos juntos, ella siempre quería estar a tu lado , no dejaba de decir que Aoshi era un niño guapo y callado ... – fue lo último dicho por el joven de curiosos anteojos antes de girar la perilla, abrir la puerta y salir de la oficina.
Palabras que llegaron al centro de los pensamientos de Aoshi, se encontraba sumido en sí mismo en lo que le afectaría estar unido a alguien a quien no amaba, no recordaba y que no sabía si llegaría a preciar un poco, Enishi le había abierto los ojos solo pensando en sí mismo, pero ella, que pasaba con la señorita Makimashi, su prometida, las palabras de su abuelo azotaron su mente.
– Hijo debo comunicarte algo – dijo un hombre de cabello canoso y singular barba que caía de su barbilla.
- Dime abuelo, que es eso tan importante que quieres decirme desde hace días – dijo Aoshi a su abuelo.
- Toma asiento Hijo – dijo el hombre con voz firme a su nieto, el joven obedeció a la petición de su abuelo.
- Estoy listo abuelo – dijo Aoshi con fría voz, no había ni una pizca de vacilación en sus palabras, su rostro se encontraba sereno esperando escuchar aquello que su abuelo venía diciéndole desde hacia un par de días
- ... Debo comunicarte algo que cambiará tu vida Aoshi , algo muy importante para mi , también lo será para ti sin duda alguna ... - esas habían sido las palabras de Okina Shinomori días atrás cuando por primera vez había tocado un tema del cual su nieto no conocía.
Paris, Francia, 25 de Enero del 2005
El sol se ocultaba tras nubes esponjosas como bolas de algodón, grisáceas eran las sabanas que amoldaban su extensa figura al cielo. No había mejor vista que la apreciada desde la Torre Eiffel, la silueta de una linda mujer se reflejaba en los cristales de las ventanas del restauran del lugar, observaba con detenimiento el cambio de los colores que jugaban en las nubes, era un panorama hermoso, había recorrido Europa durante 10 años desde su llegada a Inglaterra, solo se había dedicado a estudiar y a conocer las hermosas ciudades de Europa, París, Roma, Berlin, Madrid y como olvidar Londres, que por más de una década había sido su hogar, el momento de regresar a su verdadero hogar con su familia había llegado, ¿Qué le esperaba en su querido Japón, en la ciudad de Tokio, aquel lugar que la había visto nacer y crecer cuando niña...
- mmm... ¿ Que podrá ser aquello que mi padre me tiene que decir, debe ser algo delicado, ya que no me quiso decir por teléfono, me dijo que debía ser en persona – pensó la linda chica que observaba el cielo.
- Buenas noches Missi – se escucho una voz masculina detrás de la jovencita.
- ¿ Buenas noches ? ... – dijo dudando la joven girando sobre sus talones para encontrarse con la persona que le saludaba.
- ¿ Cómo esta mi preciosa princesa ? – preguntó el hombre que se encontraba detrás de ella, una vez que sus miradas se encontraron al estar frente a frente.
- Papi que sorpresa¡! me encuentro de maravilla, gracias – dijo la joven dibujando una sonrisa en sus labios, lanzándose a los brazos de su padre, rodeo su cuello con sus finos brazos y le beso su mejilla .
- Te extrañe tanto mi niña linda, pero por Dios ¡, si eres una mujer ¿ dónde quedo mi pequeña niña ? - dijo el hombre abrazando a su hija.
- Papi me apenas – dijo Misao sonrojándose.
- Pero si es verdad Misao, eres una mujer preciosa, lo heredaste de ambas familias – dijo el hombre sonriendo.
- Los extrañe mucho, casi fueron 7 meses sin vernos... casi muero – dijo Misao poniendo una carita triste.
- Pues ya no habrá nada que nos separe, nos veremos todos los días, mi pequeña Misao papá esta aquí – dijo el papá de la joven para dar ánimos a su hija.
- ¿ Y dónde esta mamá ? – preguntó Misao soltándose del abrazo de su padre.
- Ella se encuentra con la abuela, pero me dijo que te diera muchos besos y abrazos de su parte – dijo el apuesto hombre.
- ¿Acaso la abuela sigue enferma? – preguntó Misao mirando a su padre.
- Oh no, la abuela goza de buena salud, de hecho quería venir a verte, pero el doctor le ha recomendado estar en reposo y tu madre se quedo a su lado para cerciorarse de que cumpliría con lo dicho por el médico – dijo el hombre tomando del brazo a Misao.
- Ya veo, empezaba a sospechar que la señora Okon Makimashi se había enfadado con el señor Seijuro Makimashi – dijo Misao sonriendo aceptando el gesto de su padre le tomo del brazo.
- Ni lo digas en broma, no soporto estar molesto con tu madre, la adoró – dijo Seijuro separando una silla de una de las mesas del centro del restaurante cerca de donde se encontraban los músicos.
- Lo se papá , algún día me casaré ¿ y sabes , deseo que mi matrimonio sea igual que el suyo, tan lleno de amor, confianza y comunicación – dijo Misao tomando asiento en la silla que su padre había separado de la mesa para ella.
- Así será hija, por cierto... no has pensado en casarte aún ¿ o si ? – preguntó Seijuro mirando directamente a los ojos a Misao.
- No papi , aún no... pero no te voy a negar que el casarme esta dentro de mis planes, quiero pasar el resto de mi vida con un apuesto chico y formar una familia – dijo la joven bajando la mirada al sonrojarse por las palabras que expresaba a su padre por su deseo de contraer matrimonio.
- Entiendo... y dime Misao, ¿ has pensado en alguien para ser tu marido ? – dijo Seijuro tomando asiento, no quitaba la vista de Misao, incluso al verla bajar su rostro y clavar su mirada a la tela del vestido verde turquesa que cubría sus piernas el siguió con el tema.
- Papá... – dijo Misao en un susurro, sorprendida al escuchar la pregunta de su padre.
- Responde Misao, te hice una pregunta – dijo con voz firme Seijuro.
- Aún no... pero... – dijo Misao levantando su rostro tímidamente, sus mejillas se encontraban ligeramente ruborizadas.
- Pero... ¿ qué significa ese silencio hija ? – dijo Seijuro sin quitar la mirada del lugar donde estaba Misao.
- No es nada papá – dijo Misao sonriendo, disimulando su sorpresa a causa de las preguntas de su padre, después de todo ella había iniciado el tema, era normal que como única hija, su papá debía sentirse celoso por sentir que alguien podría alejarle de su lado después de años de mantenerse lejos de su familia.
- mmm... Misao, mi niña, sabes que no hay secretos entre nosotros, puedes decirme lo que sea, ya que lo que tengo que decirte esta relacionado con tu futuro marido, pero antes quiero saber que opinas, no quiero cometer un error que dañe tu vida; cariño antes que nada están tus sentimientos – dijo en tono serio Seijuro tomando entre sus manos la mano de su pequeña Misao.
- ¿ Mi futuro marido , no entiendo papá – dijo Misao abriendo sus ojos como platos por la sorpresa de las palabras dichas por su padre.
- Antes de proseguir con el asunto que debemos tratar; te haré unas preguntas y quiero que me las respondas con la mayor sinceridad posible, por favor hija debes ser honesta – dijo Seijuro mirando a los ojos a Misao.
- Hai – dijo Misao asintiendo.
- ¿ Estas enamorada Misao? - preguntó Seijuro interesado en escuchar una respuesta negativa de los labios de su hija
- No ... que yo sepa – dijo Misao a su padre sin vacilar, mostraba la seguridad en sus palabras, sin embargo una sensación extraña se apoderaba de su estómago.
- Por Dios ... ¿ qué es esto que siento? ... Papá me preguntó que si estaba enamorada, no si me sentía atraída por alguien... y ... bueno eso fue hace muchos años, yo era una niña... ¿aún vivirá en Japón? ... mmm ... tal vez ya hasta contrajo matrimonio... recuerdo que era mayor que yo por algunos años , debe tener una bella esposa, una familia ... y yo seguiré siendo una niña para él ... aún así me gustaría volver a verlo, no puedo olvidar sus ojos Azul hielo, los contemplaba cuando jugábamos, él estaba a mi lado protegiéndome de la lluvia... nunca podré olvidarlo ... ¿ y si eso es amor ? ... cielos que daría por verlo ahora que estoy de regrese a Tokio... – pensaba Misao, desconectada de la realidad, sus pensamientos vagaron recordando unos enigmáticos ojos azul hielo.
- Misao... hija... ¿ estás aquí ? – llamó su atención su padre disipando sus pensamientos.
- Si papá , dime – dijo Misao mirando con curiosidad a su padre.
- Bien..., dime otra cosa más, ¿Te gustaría casarte pronto, ¿qué te parecería en 5 meses ? – preguntó Seijuro esperando la respuesta de su hija los minutos eran eternos.
- ¿ Casarme , ¿ en 5 meses ? ... papá a que viene tanta pregunta... me estas asustando ... ¿ Acaso me has comprometido en matrimonio sin mi consentimiento? – preguntó Misao, tembló al escucharse a si misma decir en una pregunta las palabras matrimonio y consentimiento, por lo que su padre le había estado diciendo, todo indicaba que le estaba comunicando que se casaría en 5 meses con un hombre que no conocía y como en las novelas románticas con el tiempo se enamoraría de él... pero y su sueño de encontrarse con aquel niño ... que ahora debía ser todo hombre.
- No puede ser, que debo hacer ... tengo miedo ... regreso a casa ... y lo primero que me entero es que volveré a estar lejos de mi familia con un desconocido ... – pensó Misao movió su cabeza de un lado a otro espantando sus pensamientos, debía escuchar lo que su padre tenía que decirle, él había dicho que sus sentimientos estaban primero, estaba segura que no haría nada que ella no quisiera.
- Y si le digo a papá sobre mis sentimientos de la infancia por aquel niño, el nieto del amigo del abuelo – pensó nuevamente Misao, la preocupación se apodero de su ser.
- Tranquila Misao, vamos por partes, soy malo dando noticias, lo mejor hubiera sido que Okon te lo explicará – dijo Seijuro tratando de dar seguridad y tranquilidad a su hija.
- Te escucho papá, confío en ti ciegamente – dijo Misao , ahora era ella quien daba seguridad a su padre.
- Mira Misao debes saber que la empresa "ONIS", nos pertenece en un 50 a la familia Makimashi y el otro 50 le pertenece a los Shinomori, bueno a raíz de esto he pensado que ambos porcentajes deben unirse por el bien de ambas familias, así nos evitaremos problemas en un futuro en caso de que ... – dijo Seijuro guardando silencio antes de dar termino a lo que le decía a su hija.
- Entiendo, los Shinomori han decidido vender su parte de las accione, y piensas que lo mejor es que contraiga matrimonio con el comprador para así no perder la empresa y que siga siendo heredar para nuestra familia – dijo Misao segura de sus palabras.
- Pues... ¿ tanto así como vender , ninguna de las partes quiere vender – dijo Seijuro tomando un trago del whisky que tenía frente a él.
- ¿ Entonces ? ... no entiendo que tiene que ver que yo me case en 5 meses con el 100 de la empresa para ambas familias – dijo Misao con un tono curioso en su voz.
- Hija tienes 19 años próximamente cumplirás los 20 años ... si comparamos tu vida con la de tu madre pues ya estas lista para ser comprometida en matrimonio, tomando en cuenta que tu madre tenía 18 años cuando acepto casarse conmigo y yo tenía 20 años, éramos muy jóvenes, sin embargo hemos logrado muchas cosas juntos, entre esas cosas criarte como toda una dama y conservar nuestras acciones a la altura de las acciones Shinomori, estamos al mismo nivel , somos la empresa más sólida del país y no podemos perderla, arriesgando que te cases con un hombre que no aprecie y valore nuestro patrimonio, una empresa fundada hace más de 70 años por mi abuelo y el padre del Señor Okina Shinomori, así que después de mucho pensarlo tome una decisión que para mi fue la mejor y créeme tu madre no se quejo, dijo que no había mejor partido para ti en todo Japón que este joven... – dijo Seijuro dando otro trago que dio por terminada la bebida.
- Bien, si mamá y tú creen que es lo mejor para mi, debe serlo, nunca se han equivocado en las decisiones que han tomado por mi, siempre han sido para mi bien y dudo que esta vez haya excepción , si quieres que me case en 5 meses , lo haré – dijo Misao segura de cada palabra mencionada, obsequio una sonrisa a su padre y tomó con ambas manos la taza frente a ella para tomar té.
- Tampoco es para que lo tomes como orden, deja que termine, debes saber quien es el candidato – dijo Seijuro observando las reacciones de Misao.
- Te escucho con atención papá, dime ¿ quién es el príncipe azul ? – dijo Misao soltando una risita traviesa.
- ¿ Recuerdas a Aoshi Shinomori, el nieto de Okina Shinomori ? – preguntó con interés Seijuro a Misao.
- HAI ¡! – dijo Misao con sorpresa en su voz asintiendo.
- Como no recordar a Aoshi Shinomori, si es el niño de los ojos Azul Hielo, por Dios, ¿ acaso papá intenta decirme que el será mi prometido ? – pensó Misao, un brillo se apodero de la cálida mirada de la joven al preguntarse en silencio si había la posibilidad de que se convirtiera en la mujer del Joven Shinomori.
- Por lo que escucho, te ha tomado por sorpresa la mención del nombre del joven Shinomori – dijo Seijuro
- Solo un poco papá, pero... ¿ qué tiene que ver el joven Aoshi en todo esto ? – preguntó con mucho interés Misao, que no pudo disimular, su padre sonrió al darse cuenta que su hija estaba de acuerdo con su decisión, la conocía muy bien para ser engañado por una pregunta de despiste como las llamaba su querida Okon, definitivamente aquella habilidad la había aprendido de su madre, cualquier otra persona se hubiera creído que no había entendido aún, pero él no.
- Eres muy lista Misao, sin embargo mi pequeña niña a papá no le puedes engañar, así que sin perder el tiempo te diré lo que cambiará tu vida en unos cuantos meses – Dijo Seijuro mirando a su hija no pensaba perderse ninguno de sus gestos, algo le decía que su hija tenía un interés más allá que simple amistad con el joven Shinomori.
- Hai, soy toda oídos – dijo Misao una sonrisa picara se apodero de sus labios, su corazón empezaba a latir con más rapidez, los nervios la invadían.
- Le he dicho al señor Okina Shinomori, que debemos comprometer a los herederos de nuestras familias en matrimonio para que el 100 de la empresa sea dirigido por Aoshi Shinomori, y te pertenezca de la misma manera, así sus hijos seguirán preservando el apellido Shinomori, para beneficio de Okina y yo estaré seguro que tu patrimonio estará en progreso , estarás en las mejores manos, Aoshi se encargará de cuidar y satisfacer la necesidades de mi pequeña y mis nietos, así que si no tienes inconveniente seguiremos en marcha con el compromiso; el día de tu regreso se ha organizado una fiesta en la cual se hará público su compromiso, hemos calculado que lo mejor es que se casen en 5 meses , ¿qué opinas? - dijo Seijuro tomando la delicada mano de su hija entre las suyas y la besó al hacerle la pregunta.
- Yo ... pues ... si ya lo han decidido obedeceré – dijo Misao con el corazón en la garganta del impacto, sus sospechas eran ciertas, sería la Señora Shinomori, pero había algo que le rondaba por sus pensamientos, sin vacilar lo pregunto a su padre.
- Misao, esto no es una orden, tampoco eres una esclava, eres mi hija y si no te parece estas en tu derecho de decir que no , antes que nada esta lo que tú sientes hija, no quiero que te veas obligada a nada, es tu felicidad – dijo Seijuro mirando fijamente a los ojos a su hija.
- ¿ Quiero saber algo? – preguntó Misao
- Dime – dijo Seijuro.
- ¿ Qué opina el joven Shinomori sobre la decisión tomada por ustedes ? – preguntó con seguridad Misao, no debía flaquear.
- Siendo sincero, no lo se, Okina Shinomori esta de acuerdo , igual que yo piensa que eres la mujer indicada para su nieto y para preservar la descendencia Shinomori, me aseguro que hablaría con Aoshi y que no habría problema, que todo dependía de tu decisión, si aceptabas o no – dijo Seijuro.
- Esta bien, aceptó comprometerme en matrimonio con el Joven Shinomori – dijo Misao disimulando una sonrisa, su corazón no cabía de felicidad, su padre lo sabía y sonrió para darle ánimos.
- Perfecto, muchas felicidades , ya quiero ver la cara de tu madre cuando le demos la noticia... – dijo Seijuro.
- Solo una cosa más papá - dijo Misao interrumpiendo a su padre.
- ¿Hai? – dijo Seijuro
- Antes de que se anuncie el compromiso, quiero hablar con el joven Aoshi a solas, ¿si? – dijo Misao mirando a su padre a los ojos con seguridad.
- Claro hija, tus deseos son ordenes, lo sabes – dijo Seijuro poniéndose de pie, se acerco al asiento de Misao y besó su frente.
Aoshi seguía sumido en sus recuerdos, nuevamente el joven que estaba de pie frente a la ventana pasaba en su mente lentamente cada frase y palabra dicha por su abuelo algunas horas antes de encontrarse conversando y compartiendo a su mejor amigo de infancia, Enishi Yukishiro la sorpresa que el patriarca de los Shinomori le había dado en su Oficina, ahora comprendía con amplitud la razón por la que el Señor Seijuro se encontraba fuera del país, tenía que haber ido por su hija a Londres para traerla de regreso , para hacer publico su compromiso, en presencia de ambos, tanto Aoshi como la señorita Misao debían hacer Oficial su compromiso, no todos los días se comprometían en matrimonio dos figuras como ellos, herederos de la empresa más importante de todo Japón.
- Aoshi, debes saber que todo lo que tengo es tuyo desde el momento en que tus padres nos comunicaron a tu abuela y a mí que vendrías al mundo, fui el hombre más feliz de la Tierra cuando supe que serías varón, Dios nos sonreía, eso significaba que la familia Shinomori tendría otra generación más para preservar el apellido, quise mucho a tu padre hasta el día de su muerte y le prometí que cuidaría de ti si algo llegaba a pasarle y lo he cumplido, me siento orgullos de ver en lo que te has convertido hijo... – El anciano fue interrumpido por su nieto, Aoshi no entendía aún el significado de las palabras de su abuelo, era un discurso largo, le llevaría toda la mañana el asunto de suma importancia, sentía curiosidad por saber de que se trataba.
- Abuelo sabes que estoy profundamente agradecido por todo lo que has hecho por mi, eso no lo dudes – dijo el joven respetuosamente al anciano.
- No he terminado Aoshi, por favor guarda silencio, escucha con atención, después de lo que te diré el día de hoy talvez pierda ese respeto con el que me dices las palabras, las cuales te agradezco muchacho, después de la muerte de tu abuela, lo único que tengo en este mundo cercano a mí, eres tú – dijo Okina haciendo una pausa, miró al joven que se encontraba sentado frente a él, este también le observaba sin perder detalle del movimiento de sus labios.
- ... ¿ Por que mi abuelo me dice todo esto ? ... – pregunta formulada en la mente de Aoshi, pensamiento que no paso desapercibido por su abuelo, era sabio, su experiencia le decía que el muchacho aunque no lo expresará se sentía inquieto al escuchar sus palabras.
- Te preguntarás por que te digo toda esta palabrería, que para ti ahora no tiene sentido, descuida Aoshi la tendrá, muestra la paciencia que te caracteriza, no pienses en lo peor, aún no voy a morir, a mis escasos 65 años me falta por conocer el mundo – el anciano suspiro, se puso de pie y se paro a un lado del sillón donde momentos antes se encontraba sentado, miro el paisaje que le mostraba el ventanal desde su oficina , la ciudad de Tokio era extensa.
- Disculpa la interrupción Abuelo, pero sigo sin entender- un dejó de preocupación se vio mezclado en el frió de las palabras del joven.
- No te asustes Aoshi, es simple, eres un Shinomori, para ser exacto el heredero universal de todo lo que pertenece a la familia, eres un chico inteligente, paciente, reservado, hábil en los negocios y por supuesto muy apuesto, todo esto heredado por los ancestros de la familia, debemos dejar la modestia para quienes realmente la necesitan, no pongas esa cara hijo – Dijo Okina aún mirando hacia la ventana, conocía también a su nieto que podía imaginar que después de escuchar describir las cualidades enlistadas por él, Aoshi por fin cambiaría su expresión y así fue , Aoshi había hecho una mueca en sus labios, su abuelo no tenía remedio cuando de vanidad y mujeres se trataba.
- Hai – se escucho decir a Aoshi, seguía las palabras de su abuelo al pie de la letra, buscaba algo relevante en sus palabras, algo que pudiera decirle realmente cual era la esencia de la charla.
- Acabas de cumplir hace dos semanas 24 años, tienes estudios en licenciatura de Economía, Comercio y relaciones exteriores, un postgrado en economía, un currículum envidiable para un joven de tu edad, pero bien escucha bien muchacho lo que te voy a decir, que no lo repetiré dos veces, debes saber de sobra que las acciones de la empresa ONIS no son completamente nuestras, un 50 pertenece a los Shinomori y el otro 50 es de los Makimashi, quiero que sepas que esta decisión no fue fácil para ninguna de las dos familias, Seijuro lo pensó tanto como yo, después de todo la idea fue de él, yo solo acepte, me pareció que después de miles de argumentos dados por él , eso es lo mejor...- dijo Okina guardando dos minutos de silencio, fue eterno ese poco tiempo para Aoshi fue como si fueran dos horas.
- Abuelo, acaso han decidido vender las acciones, no lo hagan yo puedo hacerme cargo – dijo el joven con voz preocupada, sin embargo evitaba que la expresión de su rostro tuviera un cambio, seguía su gélida mirada en su ojos azul Hielo.
- Por supuesto que no Aoshi, que tonterías dices muchacho, lo que trato de decirte es que Seujiro me ha hecho una propuesta , y yo he decidido aceptarla, más bien ya he aceptado, solo falta comunicarte para que lo sepas, no quiero ver tú expresión serena cambiar a una sorpresa o enojo cuando se anuncie a todas las personas, antes de que tú sepas, no es digno de nuestra familia así que te lo diré sin rodeos, Aoshi Shinomori, como representante de la familia Shinomori, te corresponde hacerte cargo del 50 de las acciones, sin embargo la cabeza de los Makimashi, Seijuro Makimashi me ha dicho que lo mejor es que unamos ambos porcentajes formando un 100, y que tu dirijas la compañía como representante de ambas familias, claro que nosotros dos te seguiremos apoyando mientras te acostumbras al sistema, recuerda que Japón es una potencia a Nivel mundial que opera diferente a los países Europeos y Anglosajones de América – dijo Okina con firmeza dando vuelta para mirar a los ojos a su nieto.
- Es un honor abuelo, no los defraudaré daré lo mejor de mi – dijo fríamente Aoshi poniéndose de pie su interior se sentía satisfecho él sería el próximo presidente de la compañía de su familia.
- No he terminado Aoshi, ahora viene el por que serás el presidente y representante de ambas familias, vuelve a tomar a siento hijo – dijo Okina, respiro y le hablo con seriedad.
- Hai- dijo Aoshi tomando asiento nuevamente, ¿ Aún había más?... que más podría haber aparte de lo ya dicho, no encontraba algo más importante que eso, su abuelo le había dicho que le comunicaría las cosas sin rodeos, y las cosas no eran así, llevaba más de dos horas dentro de la oficina de su abuelo.
- La familia Makimashi y yo como representante de los Shinomori, hemos decidido que lo mejor es que ambas familias unan lazos más allá que amistad, Te encuentras comprometido en matrimonio con la Señorita Makimashi, llegará dentro de dos semanas , se llevará acabo una fiesta en honor a su regreso, en ese momento haremos publicó su compromiso – Dijo Okina sin respirar, esperando la respuesta de su nieto, sin duda alguna ya no era un niño no sería fácil hacer que obedeciera.
Así había ocurrido, de una manera rápida e inesperada, una noticia llena de rodeos, sin embargo en cuestión de segundos había sido dicha, le costó trabajo asimilar cada palabra que su abuelo le había dicho.
- ... Te encuentras comprometido en matrimonio ... – fueron las palabras que se presentaron en la mente de Aoshi una vez que terminó de recordar como había recibido la importante noticia, preferiría seguir siendo un Shinomori trabajando en construir su propia empresa o realmente la idea de ser el presidente y accionista universal de la empresa de la familia era lo que el necesitaba, ¿ que sería mejor, como diría su amigo Enishi, era hora de ver las ventajas y desventajas.
- Si trabajo por mi cuenta, tendré que vivir solo, ofenderé el nombre de la familia Makimashi, la empresa puede irse a la quiebra por el escándalo por la división de la familia Shinomori ... mmm... pero ... – se dijo en silencio Aoshi, se encontraba meditando en tomar la mejor decisión.
- Si decido tomar la presidencia, viviré unido a una persona que no recuerdo ... mi esposa..., habrá una comunión más estrecha entre ambas familias, aprenderé de la experiencia de mi abuelo y del señor Makimashi – Aoshi seguía sumido en sus pensamientos, no era una decisión fácil , pero debía aceptar que era una buena alternativa para sus planes de vida.
- Lo mejor será esperar la llegada de la señorita Makimashi, de ella dependerá mi respuesta, la joven decidirá nuestro futuro... - Aoshi pensó en voz alta, intentaba inútilmente recordar el rostro de Misao, como sería ahora después de casi 10 años de ausencia ...
Hola a todos, seré breve... me alegra estar de regreso, espero que a ustedes también, espero que lean mis historias y dejen sus reviews, esta historia es un regalo de cumpleaños para mi Ne-Chan Catty... Feliz Cumpleaños Linda , también esta dedicada a todos mis lectores , en especial a Yuli Chan y a Marion Chan, amigas espero les guste.
Pd. Si quieren saber un poco más sobre la historia o mis demás historias, pasen a mi perfil, allí daré mayor explicación.
Les quiere Alis Chan.
