Muy bien hace un mes que termine sengoku basara y como vi que no había fics de la serie, así que me puse a trabajar…

Sengoku Basara no me pertenece a mi; pertenece a su respectivo autor.

Lo que pasa en medio de una guerra

Cap. 1. ¿Peleamos o nos amamos?

Aquellos tiempos eran los de una guerra interminable, una lucha dentro del periodo Sengoku; donde todos buscaban la unificación de Japón y un nuevo futuro para todos. Siguiendo todas estas reglas, dos hombres se batían en duelo.

Date Masamune y Sanada Yukimura… son enemigos declarados…

O algo así.

-¡Vamos Yukimura hoy estas muy distraído!- Alzo sus seis espadas sobre su hombros y comenzó a correr hacia su enemigo, nada lo iba detener esta vez; ni siquiera esos absurdos sentimientos que habían comenzado a pulular por su mente ultimadamente. El era un samurai y este era su deber.

Sin embargo su castaño contrincante no podía ignorar su propio corazón que le gritaba abiertamente-Masamune… - Suspiro fuertemente y tiro sus lanzas al suelo negándose a seguir con el combate…

Date detuvo su ataque y se acerco a Yukimura con sumo silencio, pero el estaba tan sumido en sus pensamientos que ni siquiera lo noto. -¿Qué te pasa?.- Pregunto directamente Masamune mirándolo fijamente. Este chico estaba molestándolo en gran medida, su corazón latía muy fuerte solo estando frente suyo y el no podía explicarse el porque.

-Date-san… perdone mi insulto.- Yukimura se armo de valor y corto el espacio restante entre ellos dos… uniendo sus labios con los de su enemigo en un beso, uno que ambos habían deseado tanto pero ninguno entendía.

Date Masamune en estos momento se enfrentaba en un dilema entre alejarlo o seguir lo que su corazón dictaba y corresponderle… El no era tonto y sabia de ante mano que lo mas probable era que Kojuro o bien el propio Sasuke estuvieran observándolos en ese momento. Sin embargo a el dejaron de importarle esos dos así que correspondió ferozmente a lo que Yukimura comenzó…

Y lo que solo era un roce de labios se volvió lucha por quien dominaba a quien; un húmedo sueño en el que ambos comenzaron a perderse lentamente. Yukimura abrazo por el cuello a Masamune tratando de hacer el beso mas profundo y este a su vez lo abrazo por la cintura pegándolo con fuerza a su cuerpo. Hasta que la falta de aire les obligo a separarse…

-Masamune.- El pequeño tigre estaba sobre mas confundido, no esperaba esa clase de reacción de su enemigo; creía que ese iba a ser su fin, pero… nunca obtuvo respuesta pues el dragón tuerto había empezado a devorar su cuello…

-Sabes delicioso.- Le susurro al oído mientras lamía lentamente la oreja del mas bajo.

-Date-San- El castaño parpadeo incesantemente, nervioso y sin saber que hacer pues todo su cuerpo comenzó arder por el contacto; estaba dejándose llevar lentamente por el sendero de sus propias emociones. Dejaría que su dragón lo degustara tanto como quisiera

-Eso… di mi nombre.- Lo miro con su único ojo con una sonrisa de superioridad, mientras le quitaba poco a poco la chamarra; se iba divertir mucho en este momento.

-Masamune… ¡Alto!- Grito, apartándolo bruscamente, despertando rápidamente del trance en el que había entrado sin darse cuenta. -¡¿Qué te pasa?!- Pregunto el dragón ante su reacción ¿no le había gustado?, o es que ¿acaso estaba yendo muy rápido?

No tuvo tiempo de preguntarse mas, pues Yukimura se tiro en el suelo y se abrazo de si mismo comenzando a llorar. -Lo siento Masamune- Gimoteo mientras lagrimas silenciosas bajaban por sus mejillas, se sentía traidor; no sabia que estaba pasando… tenia mucho miedo, algo estaba muy podrido en su interior y el se sentía horrible por ello.

-Yukimura.- El dragón de un solo ojo, suspiro… este chico realmente iba volverlo loco. Ignoro todo su libido momentáneamente y se sentó a su lado. No podía hacerle daño a este niño, definitivamente no.

-Sabes que no puede ser.- Finas lagrimas aun rodaban por sus mejillas y Date Masamune de nuevo se enfrento a un dilema muy grande.

-Lo siento.- Se posiciono detrás suyo y lo abrazo con fuerza por la cintura haciendo que dejara caer su cabeza en su pecho - Pero… es algo que no puedo evitar.- Y era cierto, aquel pequeño tigre había despertado sus instintos desde el primer instante; aquellos ojos que brillaban como fuego ardiente y ese cuerpo que el menor no se molestaba en cubrir demasiado… hacían ruido en su cabeza todo el tiempo.

-Te amo…-Susurro apenas audible el castaño, dejando correr libremente sus lagrimas; el había comenzado todo y ahora tenia miedo… ¿donde estaba todo su orgullo de Samurai?

-Yo también.- Masamune abrazo con mas fuerza a Yukimura. La verdad es que no le había dado nombre a sus sentimientos hasta justo este momento, el nunca pensaba en cosas que no fueran el futuro de su nación, hasta que conoció a este chico impertinente que rivalizaba en fuerzas contra el- De verdad te amo…

Después de estar un tiempo considerable así, ambos se pusieron de pie lentamente; no querían separarse pero era hora de partir…

-Es casi hora de irnos…- Susurro el castaño, mirando el atardecer; el sol ocultándose dando paso a la oscuridad de la noche. Por un momento pensó en que seria un gran momento para huir… lejos de sus misiones, de su dolor; de su miedo.

Masamune observo a su alrededor, estaba seguro de que era imposible que nadie hubiera venido cuando sus armas rugieron con la batalla; aquello era sumamente extraño. -Bueno vamos.- Sacudió sus ropas un poco y volvió a envainar todas sus espadas que habían quedado regadas por el campo.- ¿Dónde esta tu ninja?- Pregunto pues el no encontrarlo, no era particularmente una buena señal.

-La verdad es que no lo se… pero espero que no este por aquí.- El pequeño tigre parecía estar seguro de sus palabras; había algo extraño, algo que a Date no le gustaba y entonces reacciono.- ¿Quieres decir que pudo habernos estado vigilando?- El chico hasta hace poco estaba llorando, y ahora no le importaba que su ninja los viera; Raro.

-No me preocupa Sasuke…el no lo diría.- Realmente parecía estar convencido y aquello no era bueno, pero el dragón confiaría en el; por lo menos por ahora. -Si tu confías en el… creo que yo también lo haré.- No diría nada sobre lo extraño del asunto hasta estar seguro.- Bueno hasta la siguiente luna.- Se despidió tomándolo por el mentón robándole un beso fugaz.

-Si.- El castaño lo miro irse fugazmente en su caballo, desparecer entre lo amplio de aquel campo dejando un ligero rastro de polvo tras de si. Realmente estaba enamorado y aquello, no era bueno.


En su templo, el gran líder "el tigre de Kai" descansaba sobre su trono, frente a el su querido alumno lo miraba atentamente arrodillado frente a el. -¡YUKIMURA!- Rugió fuertemente llamando su atención; finalmente iba decirle porque lo llamo.

-Si Oyakata-Sama.- El castaño hizo una sutil reverencia hacia su maestro y lo miro interrogante.- ¿Por qué estoy aquí? –Se atrevió a rebatir.

-Yukimura… ¿Cómo vas con tu misión?- Pregunto el mayor; había mando a su mejor hombre a una misión peligrosa, pero el sabia que la cumpliría.- Recuerda cortarle la cabeza.- Takeda Shingen era un hombre bastante piadoso; pero aquel entupido chiquillo no merecía su compasión. Y por eso había enviado a su precioso alumno, sabiendo que el dragón de Oshu no se resistirá a el.

-Bastante bien mi señor.- Su alumno le regalo una sonrisa.- Como usted pensaba…-Una pequeña risa escapo de sus labios.- el lo cree todo.- Finalizo, pues el plan de su maestro era bastante bueno; casi había funcionado de no ser porque…

-Bien… puedes retirarte.- Al menor esas palabras le bastaron para salir lo mas rápido posible. Hizo una reverencia, se dio media vuelta y corrió tanto como le fue posible; huyendo de todo… no quería esta misión; no la quería.

Y después de que era seguro que estuviera suficientemente lejos de donde se encontraba su maestro, llego al bosque donde era seguro nadie lo vería; y así se dejo caer sobre sus piernas… y sin poder contenerlo comenzó a llorar.

-¿Por que me obligan ha hacerte esto?- Se cuestiono mientras rompía en un llanto descontrolado, se estaba rompiendo; todo esto iba acabar con el… y no podía hacer nada, un samurai no desobedece a su señor.

Y justo cuando creía que no seria encontrado, de entre un pequeño remolino de hojas salio Sasuke. El ninja lo miro un rato, pero el no se dio cuenta así que tocio sutilmente y luego decidió hablarle -¿Y ahora que pasa?- Pregunto, ya sabia la respuesta… y le molestaba enormemente.

-Sasuke.- El pequeño tigre sobresaltado se limpio las lagrimas, no debía permitir que lo viera así; pero sabia que podía confiar en el.

El ninja se le acerco, mirándolo atentamente. - Date.- Con algo de aburrimiento y obviedad; se dio cuenta de los sentimientos de su compañero y no le gustaban.

Yukimura se puso de pie. -Yo… ya no puedo seguir con esto.- Confeso llorando en su hombro.- Oyakata-sama me dijo que tengo que matarlo…- Comenzó a llorar aun mas fuerte soltando aullidos de autentico dolor y Sasuke le sostuvo con fuerza para que no perdiera el control.- ¿Por qué tenia que enamorarme?- Se preguntaba que error tan grande había cometido para tener que hacerse tanto daño, mientras lloraba mas y mas fuerte.

El shinobi sintió una gran molestia que podía verse en sus ojos y suspiro -No te preocupes.- Pero mirada se trasformo en una pacifica cuando Yukimura lo miro con sus ojos cristalinos y tristes.- Yo are que lo olvides.- Y cambio su semblante a uno drásticamente diferente… uno lleno de con furia y malicia.

-Sasuk…- No pudo terminar pues Sasuke lo callo con un rudo beso. Lo tomo a por las muñecas y lo apreso contra un árbol.-Te juro que no sabrás nunca mas ni quien es…-Susurro cerca su oído.- Y solo serás mío.

-Sasuke.- Salio de sus pensamientos para reaccionar enérgicamente- ¡Basta!- Grito mientras trataba de liberarse. Pero Sasuke parecía hacer caso omiso de lo que el decía y entonces se dio cuenta de que por alguna razón no podía mover su cuerpo.

-Es obra mía.- Susurro una vez mas, mientras comenzaba devorar descaradamente su cuello, dejándole muchas marcas en el proceso. Bajando lenta y tortuosamente de el. Y todo podría seguir así… de no ser.

-Detente… Sasuke.- Sus ojos habían perdido brillo, pero estaban desesperados y aterrados.- Por favor.- En ese momento volvieron a caer lágrimas de sus mejillas, pero esta vez eran porque su mejor amigo ahora mismo, lo estaba traicionando.

Pero de entre la oscuridad el ruido de los cascos corriendo a toda velocidad pudo escucharse-¡YUKIMURA!- Ese grito se acompaño con el relinchar de un caballo. El dragón tuerto, como todo un héroe buscaba a su amor en aquel bosque desesperadamente.

-Valla… miren lo que trajo el viento.- Sasuke aun teniendo a Yukimura sujetado por los brazos, miro a quien le interrumpía; molesto como nunca.

Pero aquello no podía importarle menos al furioso dragón-¡Tu!- Levanto su primera espada y la apunto directamente a su cabeza.- ¿Como te atreves?- Pregunto con furia.- El confiaba en ti… ¡Eres un maldito!-Bajo rápidamente de su caballo y se preparo para enfrentar aquel shinobi. Sabía que algo estaba mal… y ahora casi todo estaba claro.

Sasuke soltó una fuerte carcajada que inundo el bosque.- Tu no me asustas.- Se levanto dejando aun inmóvil Yukimura confundido sobre el suelo; tan asustado y perturbado que no podía moverse.

Ambos, el ninja y el Samurai se batieron en duelo; furiosos sin mucho éxito para ninguno durante varios minutos; hasta que las seis garras del dragón se posicionaron sobre Sasuke, aprisionándolo completamente. Entonces el tuvo que jugar su ultima carta -Así que aun crees en lo que el te dice.- Miro al chico que aun yacía en el piso aturdido.

Masamune se detuvo repentinamente, bajando sus armas. -¿Qué dices?- Pregunto confundido.

-Lo que escuchaste, solo esta contigo por una misión- Sonrío con malicia, había sembrado la duda necesaria y además esto había distraído al dragón.- Solo esta a tu lado porque es su deber.- Dijo Sasuke.

El Ninja había dado en un punto en el cual no había retorno; ¿Yukimura le había mentido?, ¿realmente no le amaba? ¿El solo había estado jugando con el? ¡No! eso no podía ser cierto. Todo debió ser plan de ese Shinobi, no podía ser cierto; mas bien…. No debía ser cierto. -Mientes.- Volvió alzar sus espadas, aun mas furioso que antes.

-No lo hago, pregúntaselo tu mismo…- Sasuke comenzo alejarse, para que viera a Yukimura quien aun seguía mirando un punto en el infinito mientras lagrimas silenciosas rodaban por sus ojos.

Masamune temió esos instantes-Yukimura.- Hablo sutilmente, casi en susurro solo para que Yukimura volteara a mirarlo confundido y después reaccionara abrazándose fuertemente hundiendo su cara en su pecho para sollozar con fuerza. -Gracias por salvarme….- Se escucho entre lamentos.- Masamune.- Dijo mientras se hundía mas en el.

En ese momento no hubo más palabras, no hubo más dudas, no hubo más Sasuke, no hubo mas pensamientos… en ese mundo solo existían ellos dos. Masamune abrazo fuertemente a Yukimura y por un momento ambos muy dentro de su mente desearon estar tan juntos que casi pudieran ser uno y nunca más tuvieran que separarse.

Así se quedaron hasta que las lagrimas del pequeño tigre cesaron y ambos pudieron al fin separarse sin temor, pero para ese momento el maldito ninja ya había desaparecido al ver saber que su plan fracaso. Separarlos era imposible.

-Yo debo contarte la verdad- Finalmente el tigre decidió hablar; le contaría todo y también le diría que huiría con el a cualquier lado con tal de cumplir su misión; aunque fuera considerado traidor… eso ya no le importaba.

-Yo ya se que tu señor te envío con migo.- Contesto con seriedad, no era cierto; pero eso lo haría estar mas tranquilo.- Pero yo también se que me amas.- Masamune miraba al cielo y luego bajo a verlo directamente a los ojos, pensando con ello que no había nada mas hermoso que esas orbes rubís.- Y también se que te amo… demasiado.-Aseguro con una pequeña sonrisa completamente limpia y sincera.

Yukimura lo miro un largo rato y para Masamune no hubo mas dudas, lo tomo por la barbilla y para luego volver a sentir ese dulce sabor que inconfundiblemente solo podían tener aquellos labios. Esta noche borrar todas esas marcas, emocionales y físicas que aquel maldito ninja se había atrevido a dejar sobre su pequeño tigre.


Sobre la copa de un árbol un poco lejano al escenario anterior… dos Shinobis miran la escena.

-¿Y que harás ahora?.- Pregunto Kasuga mientras miraba a Sasuke, ultimadamente se había desquiciado bastante y ella talvez solo trataba de molestarlo mas que de ayudarlo.

-¿Quién le habrá advertido al dragón tuerto?- Se pregunto el mientras los miraba cada vez mas molesto, no podía entenderlo todavía. Hasta que Kasuga río y luego se dio cuenta de que Sasuke no bromeaba.

-Es solo mi idea o ya perdiste el toque.- Pregunto refiriéndose a sus don como Ninja.- No pudiste pensar que tal vez pudo se alguien que esta a tu lado.- Pregunto ella jugando con sus rubios cabellos.

Sasuke reacciono, saliendo de toda su ira-Fuiste tú.- Afirmo.

-Si…- Ella salto sobre el siguiente árbol y se fue sin mirar atrás.


-Realmente hay paz aquí.- Masamune aun estaba alerta mirando hacia todos lados.- En especial contigo a mi lado.- Sonrió haciendo que Yukimura tuviera un ligero rubor en las mejillas ante ese comentario.- Eres lindo.- Fue una palabra que Masamune solo compartiría con el. Quien como siempre que estaba con el olvidaba toda su misión.


Por la mañana Yukimura como siempre desde muy temprano estaba practicando con sus lanzas, se esforzaba mucho porque no quería decepcionar a la persona que lo había criado y además ser un buen rival… para el.

Interrumpiendo su entrenamiento pudo escuchar una voz-¿Cómo estas?- Era Sasuke quien lo saludaba pero el ni siquiera se digno a mirarlo-Estoy aquí por algo importante…- Volvió a intentar captar la atención del menor sin existo. Entonces el realmente se molesto, ni siquiera Kasuga lo había hecho sentirse tan ofendido. -¡Adivina quien morirá hoy!- Grito para ser escuchado pero no funciono, entonces su venenosa lengua pronuncio palabras que el otro simplemente no podría ignorar.- Date Masamune.- Al fin captaba su atención. -Resulta que si yo no puedo tenerte…- Se le acerco peligrosamente, apunto de tocarlo.- Nadie lo hará.- Y desapareció tras una nube de humo dejando a un impactado Yukimura atónito

-¡No!- Grito y salio corriendo… a buscar a su dragón; esperaba llegar a tiempo; Sasuke de repente había comenzado a darle un poco de miedo.

Continuara…

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