Disclaimer: Estos personajes no me pertenecen y por lo tanto no gano dinero haciendo esto, solo la satisfacción de recibir sus comentarios, quejas o sugerencias…
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Resumen: Esta es una versión alternativa del universo de Naruto en donde Obito sobrevivió a la fatídica misión que cambio la vida de Kakashi para siempre, él esta transitando su camino para convertirse en un gran ninja y está enamorado loca y perdidamente de Kakashi Hatake.
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Avisos: Este fic es Slash, si no te gustan las relaciones homoeróticas no seas grosero, simplemente no lo leas.
Segundo aviso: Este es un universo alterno como ya lo mencione antes, es un one-shot e intenta ser una historia no muy oscura, más bien un tanto divertida=) a ver cómo me sale la comedia.
Tercer aviso: Como Obito está vivo Kakashi no tiene el sharingan, pero aun así es muy poderoso, lamentablemente Rin murió en la misión.
Cuarto aviso: Esta historia está dedicada a las personas que les gusta el ObitoxKakashi, y tal vez esta acompañada con un NarutoxSasuke.
Por último: Como siempre espero recibir sus comentarios que me animan a seguir publicando mis historias.
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Cierta historia de amor.
Capitulo 1: el principio del fin.
A Obito Uchiha no le gustaban los chicos, no, para nada, no le gustaba Asuma, mucho menos Gai, no, a él le gustaban las chicas hermosas con grandes curvas, voces seductoras y cabelleras rubias, por eso cuando se daba cuenta que observaba fijamente a Kakashi cuando pensaba que no lo veía obviamente no era porque le gustaba, ni sentía celos de los constantes retos que la bestia verde de cejotas desproporcionadas y peinado ridículo infligía en él y mucho menos había pensado en dejarse crecer un poco la barba para verse tan varonil como el descendiente del tercer Hokage, el que fumaba como chimenea y tenía barbilla de puercoespín, con el que aparentemente Kakashi hablaba demasiado para su gusto, ha no, claro que no lo hacía.
Su interés en su antiguo compañero de equipo era completamente natural, sólo se preocupaba por su salud y bienestar, ¿No era su deber como su amigo protegerlo del peligro? ¿No acaso Rin con su ultimo aliente le suplico que lo cuidara por ella? ¡Por supuesto que sí! Por eso cuando sentía unos deseos incontenibles de retorcer los cuellos de todos los nombres de su pequeña e imaginaria lista negra era completamente normal y no por culpa de los celos que sentía cuando lo veía charlando con ellos o ellas, le daba igual.
Anko era la última adición a esa interminable lista de ninjas peligrosos, taimados y traicioneros de los que debía proteger a Kakashi Hatake, la manera en la cual se colgaba de su brazo cuando los veía hablando era una perfecta muestra de aquello, ella trataba de enredarlo en su telaraña y cuando menos lo pensara perdería su libertad encerrado en una vida marital llena de hijos de cabelleras oscuras.
Obito trataba de ignorar con el mismo fervor las mariposas que sentía en su estomago cada vez que hablaban o sus ojos se encontraban concentrados en su persona, Kakashi había cambiado tanto que si a sus doce años le hubieran dicho que compartirían su forma de ver el mundo ninja no lo creería, pero así era, Kakashi compartía su forma de ver el mundo.
Aun seguía siendo un misterio en la aldea, nadie había visto su rostro jamás y si tenía algo que decir jamás lo harían, de por sí, con su máscara siempre puesta llamaba demasiado la atención permitiendo que observaran su rostro de ángel jamás podría dormir presa de las serenatas nocturnas que recibiría.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando groseramente dejaron caer un niño de tres años sobre sus piernas, al mismo tiempo que otro más de ocho años seguía a un adolecente de cabello plateado que parecía tener cara de pocos amigos — Obito…
Kakashi no comprendería sus esfuerzos por protegerle jamás, aun recordaba su último agradecimiento con dolor en las costillas y una cicatriz en el brazo izquierdo, aun así seguiría con su misión, proteger al inocente Hatake de los pervertidos de la aldea, que por cierto eran muchos de ellos — ¿Qué quieres?
Kakashi señalando a Itachi y Sasuke le respondió tan serio que cualquier otro ninja hubiera retrocedido presa de pánico—Estas cosas son tuyas…
Obito cargo a Sasuke entre sus brazos para después entregárselo a su hermano mayor, quien, si no tuviera ocho años de edad y no fuera su primo, ya estaría en su lista negra de los pervertidos de Konoha—¿Sabes donde las encontré?
Obito recordaba haberles encargado interrumpir el reto que Gai le propusiera en la mañana a Kakashi y por la tarde los mandaría a destruir la cita que la tramposa Anko había planeado para su amigo de la infancia.
Kakashi esperaba paciente por la respuesta del otro adolecente, cruzado de brazos y arqueando una ceja de color plateado —No… para nada.
El actual colmillo blanco de Konoha suspiro recercándose en sus caderas diciéndole observándolo de cerca un poco menos molesto — Gai tuvo otra de sus "geniales" ideas para los retos cuando esos pequeños monstruos aparecieron y provocaron que perdiera.
De todas las personas que conocía Gai era el peor, siempre estaba tratando de ganarse la atención de Kakashi con extrañas pruebas de fuerza, su antiguo amigo pensaba que se trataba de ver quién era el mejor, pero Obito podía ver a través de sus extrañas formas de cortejo, Maito Gai trataba de mostrarle que tan fuerte era y que tan buen proveedor sería.
El muchacho de los lentes sobre su cabeza le respondió cruzándose de brazos, ignorando el enojo de Kakashi, burlándose de los retos de Gai —Gai teniendo buenas ideas… eso quiero verlo.
Kakashi se alejo de Obito, parecía impasible a simple vista, pero su compañero lo conocía mejor, estaba furioso por haber recibido esa mella en su orgullo del tamaño del universo — Además… ¿Que pudiste perder Kakashi? no creo que vayas a dar vueltas alrededor de Konoha de cabeza o algo igualmente ridículo.
Kakashi inmediatamente se sonrojo diciéndole — Eso no te importa…
Obito imaginándose el espectáculo que Kakashi haría caminando de manos alrededor de la aldea suprimió una gran sonrisa — Se que lo haces apropósito…
Por supuesto que sí, de que otra forma lograría arruinar toda esa cantidad de citas disimuladas, no pensaba que saliendo con el propio Kakashi, además, a él le gustaban las chicas hermosas, no los chicos hermosos de piernas bonitas. — ¿Me creerías capaz de hacerte algo como eso?
Kakashi inmediatamente se dio la media vuelta y comenzó a alejarse, decidiendo que lo mejor era terminar con la tarea impuesta por Jiraiya, leer su libro naranja para después criticar su trabajo, trataría de no ser muy duro con él.
Itachi aun seguía cargando a Sasuke cuando le dijo asustando un poco a su primo, quien se felicitaba interiormente por arruinar otro de los retos de la bestia verde — Kakashi Sempai no te dijo cual era su castigo por perder su reto…
Obito le miro de reojo recuperándose del susto sin comprender como su primo podía ser tan sigiloso, ni tan serio para ser un niño de ocho años de edad —No… ¿Cuál fue el castigo?
Itachi parecía molesto por eso y le respondió mirándolo fijamente como si pensara que el peor de los castigos había sido impuesto a su Sempai, como le llamaba inocentemente, por su culpa — Gai dijo que Kakashi saldría con él si lograba derrotarlo esta vez… y perdió…
Obito comenzó a farfullar levantándose inmediatamente del suelo en donde había estado sentado disfrutando de ser él — Ese tramposo, como se atreve a pedirle algo como eso a Kakashi…
Itachi le miro fijamente con su inexpresiva carita diciéndole — Fue culpa tuya…
Obito abandonando a sus primos comenzó a refunfuñar en un idioma incomprensible del cual apenas podían entenderse las palabras tramposo, Gai, pervertido y venganza, concluyendo que correría sangre esa noche.
El joven Uchiha buscaría a Gai, le retorcería el pescuezo y luego incineraría los restos de su cuerpo para que nadie pudiera encontrarlo, o mejor aún, buscaría a Gai, le rasuraría sus cejotas, le clavaria cientos de Kunais para inmovilizarlo y después besaría apasionadamente a Kakashi frente a sus ojos.
Pero primero debía cerciorarse que las palabras de Itachi fueran ciertas, a veces su pequeño primero era un manipulador, sino lo conociera como lo hacía pensaría que su destino era convertirse en un ninja fugitivo.
Kakashi caminaba leyendo el primer libro de Jiraiya, parecía cautivado por alguna razón que no llegaba a comprender, esos libros eran basura literaria, sus mejillas estaban sonrojadas incrementando su atractivo delante de los ojos de cualquiera, menos los suyos a los que les gustaban las chicas hermosas, con cuerpos esbeltos y cabelleras platinadas.
Las rubias eran demasiado exigentes y muchos decían que sus cabezas estaban huecas, aunque nunca había salido con una de ellas para averiguarlo — Mi querido rival…
Allí estaba la bestia verde con su enervante sonrisa y postura oficial, seguía vestido con su ridículo uniforme que no dejaba demasiado a la imaginación, quien fuera que hubiera creado su atuendo merecía que lo enjuiciaran por crímenes contra el buen gusto.
Kakashi cerró el libro con lentitud y suspirando de manera abnegada le pregunto — ¿Qué hora es?
Gai le respondió invadiendo de manera inapropiada su espacio personal que debería ser de varios metros a la redonda — La hora de encontrar el amor mi más preciado rival, este es el momento de caminar juntos por el sendero de los enamorados y que derrotemos las nubes que obscurecen tu corazón.
Obito respondió — en tus sueños — desde las sombras en donde estaba agazapado encontrando que de no estar interesado profundamente en cumplir la promesa que le hiciera a Rin en su lecho de muerte el rostro de Kakashi hubiera provocado una sonora carcajada.
Kakashi se cubrió el rostro con una de sus manos diciéndole sonrojado, deseando que la tierra se lo tragara por las miradas de divertida sorpresa que estaba recibiendo —No Gai, quiero saber qué hora del día es…
Gai observándolo con ojos atónitos le respondió — ¿Para qué quieres saberlo mi más querido rival?
Kakashi sujetándolo de la muñeca comenzó a alejarse de los chismosos que comenzaban a reírse, alejándose al mismo tiempo de Obito, quien los siguió de cerca sobre los tejados de la aldea.
Obito había entrenado rígidamente durante todos esos años, olvidándose de sus bromas de juventud, enfocándose en ser el ninja que su familia deseaba que fuera, la clase de ninja que siempre quiso ser, por eso ahora le parecía sencillo seguirlos de cerca, escuchado las tonterías que Gai estaba diciendo.
Se preguntaba si acaso deseaba que los escuchara toda la aldea y tal vez, no era que le gustara, como se vería el rostro de Kakashi sonrojado sin esa horrible mascara que siempre llevaba puesta.
Kakashi se detuvo debajo de un árbol pensando que por fin estaban a salvo de los mirones, diciéndole a Gai con toda la seriedad de la cual era capaz de mostrar — Según mi apuesta yo saldría contigo pero no dijimos por cuánto tiempo…
Gai parecía realmente emocionado, aunque era difícil decirlo, siempre tenía la misma postura sin importar el tema del que hablaran — Esta cita durara dos horas, no me dirás rival ni mencionaras nada que tenga que ver con la juventud… y trataras de ser discreto.
Kakashi había dicho sus condiciones porque no esperaba que Gai fuera discreto durante esa cita y le gustaba que sus asuntos privados fueran exactamente eso, no le gustaba que su pareja momentánea fuera un experto en llamar la atención de las peores maneras.
Obito al escuchar esas condiciones le parecieron ridículas, dos horas era demasiado tiempo, Gai no podría ser discreto ni aunque su vida dependiera de ello y esa apuesta ni siquiera debería llamarse una cita.
Las palabras Kakashi, cita y Gai no deberían pronunciarse juntas, era un crimen contra la naturaleza.
Gai asintió preguntándole ligeramente sonrojado cuando Kakashi no dijo nada acerca de abrazos, o besos en la primera cita — Eso quiere decir que puedo darte un beso en la mejilla cuando finalice nuestra primera cita…
Kakashi estaba a punto de quejarse cuando escucho o creyó escuchar que pronunciaban — Sobre mi cadáver.
Inmediatamente trato de localizar a la persona que había dicho eso sin encontrarla, dándole esperanzas a Gai de finalizar su cita con un beso que sellaría sus destinos — ¿Te ocurre algo Kakashi?
Kakashi al no encontrar a quien pronuncio esas palabras volvió a centrar su atención en Gai, parecía muy emocionado con esa cita y él no sabía exactamente porque — No… terminemos con esto.
Kakashi no estaba interesado en Gai de la forma en la que su autoproclamado rival lo estaba, su apuesta lo tomó por sorpresa en cuanto fue pronunciada y su arrojo durante su combate mucho más, no se hubiera permitido perder no importando que ocurriera y por culpa de los sobrinos de Obito se encontraba en esa situación, escuchando como le decían ignorando sus condiciones — Muy bien mi querido rival, marchemos rumbo a la felicidad…
Obito los observo alejarse furioso, tratando de comprender el porqué de aquella molestia que sentía al verlos juntos, no le gustaban los muchachos y aun así se encontraba observando a Kakashi cada vez que tenía la oportunidad de hacerlo, adoraba sus sesiones diarias de entrenamiento, las cuales siempre trataba de hacerlas durar tanto como pudiera.
Kakashi era hermoso o lo suponía por la expresión que los dueños de la tienda de ramen siempre tenían cuando terminaba de comer, tal vez la única imperfección que podría tener era la marca sobre su ojo izquierdo y la pérdida del mismo, aun así no pensaba que eso fuera suficiente para que pudieran considerarlo desagradable a la vista.
Su comportamiento aun seguía siendo casi hermético y al mismo tiempo parecía tener cierto compañerismo con la mayoría de los Jounin y Chuunin que se habían graduado en su generación, por lo que se preguntaba si Kakashi estaba interesado en cualquiera de ellos o en nadie en especial.
Maito y Kakashi se detuvieron en un prado en donde la bestia verde de Konoha comenzó a conversar con su compañero de equipo, preguntándole por lo que le gustaba, sus hobbies y los planes que tenía para el futuro, conociéndolo como lo hacía no respondería esa sencilla pregunta —Que me gusta y que no me gusta… no quiero hablar de eso… tengo muchos hobbies y nunca he pensado en mi futuro…
La expresión de Gai al escuchar esa respuesta era brillante, tan cómica que tuvo que morderse el labio para no reírse de su cara de perrito apaleado, acaso esperaba que le contara todo cuanto quisiera saber sin guardarse nada para sí mismo.
Kakashi Hatake no sería él si sus respuestas no fueran misteriosas o simplemente no fueran lo que muchos esperaban —Yo quiero ser un maestro de las futuras generaciones… quiero ayudarle a los Genin a superar las pruebas que se les interpongan y estoy seguro que tu también serías un gran maestro…
Kakashi recargándose en un árbol, cruzando las piernas al estilo budista le respondió negando con la cabeza — Darle clases a Genin que solo se preocupen por ellos mismos no es lo que me imagino sería una vida agradable…
Gai no pensaba lo mismo ni tampoco Obito, ayudarle a las nuevas generaciones era una tarea noble y pensaba que Kakashi también lo hacía en el fondo — Tal vez deberías pensarlo Kakashi, abandonar ANBU…
Kakashi le respondió ligeramente molesto entonces — No quiero hablar de esto Gai.
Gai se sentó inmediatamente enfrente de Kakashi preguntándole con seriedad ignorando que Obito estaba observándolos fijamente escondido entre los arbustos — Dime una cosa… ¿Hubieras salido conmigo de no haber ganado nuestra competencia el día de hoy?
Kakashi le respondió sinceramente, tranquilo, sin la necesidad de esconder sus sentimientos — No lo sé… no veo porque quieres salir conmigo de todas formas…
Gai le respondió sonrojándose, con esa postura y ese tono que siempre utilizaba para hablar de la juventud, acercándose ligeramente a Kakashi — Me gustas mucho…
Kakashi le respondió colocando casi inmediatamente una de sus manos donde estaba señalada la mayor muestra de su fracaso como compañero de equipo, escuchando al mismo tiempo como una de las ramas de los arboles comenzaba a quebrarse por culpa del peso de Obito — No soy atractivo…
Gai le respondió entonces alejando la mano que cubría su ojo izquierdo susurrándole — Eres hermoso mi querido rival… demasiado hermoso.
Kakashi no supo cómo responder al principio y permaneció petrificado durante varios segundos, presintiendo que Gai trataría de besarlo si no se movía o intentaba evitarlo, sin embargo, cuando sus labios estaban a punto de tocar los suyos sobre la máscara una piedra del tamaño de un puño fue lanzada en contra de la bestia verde.
Golpeándolo en la cabeza, provocando que ambos voltearan en dirección de donde pudieron ver como una sombra se alejaba entre las copas de los arboles, Gai sangraba ligeramente y Kakashi decidió que aquella era la oportunidad perfecta para terminar esa cita, además, tenían que llevar a su proclamado rival para ser revisado en el hospital. — Ven Gai… Tenemos que llevarte al hospital.
Obito se alejo tan rápido como pudo dándose cuenta que había ignorado por mucho tiempo varios detalles sobre él mismo, el primero le gustaba Kakashi Hatake, el segundo deseaba que salieran juntos y el tercero lo que sentía cuando lo veía con otras personas eran nada menos que celos.
Aun le gustaban las rubias, las mujeres con cabellera platinada y los muchachos de piel pálida, con un solo ojo y platinado cabello alborotado, con piernas bonitas, rostros bonitos y algo bajitos.
Podía vivir con la adición de Kakashi a su lista de las personas con las cuales saldría sin pensarlo dos veces, en realidad su antiguo compañero ya estaba encabezando esa terna justo como Gai había elevado su posición como el peor de los pervertidos de la aldea oculta de la hoja.
Gai abandono el hospital una hora después en compañía de Kakashi, quien estaba diciéndole algo divertido — Lamento mucho lo de la cita Gai pero ya se acabo el tiempo…
La bestia verde le pregunto esperanzada conociendo de antemano la respuesta que le daría, al igual que Obito quien comenzaba a sentirle ligeramente culpable con la piedra que choco en contra de la dura cabeza de Maito Gai — ¿Podríamos salir otra vez?
Sin embargo, Gai no cabía en sí de la felicidad que sentía y Obito casi cae al suelo a causa de la sorpresa cuando Kakashi le respondió seriamente, encogiéndose de hombros como si no fuera la gran cosa — No veo porque no.
Obito podría haber enumerado un millón de razones del porque no debía salir con Gai una segunda ocasión, la más importante era que no podría salir con él si seguía viendo a la llamativa bestia verde de Konoha — ¿Qué? No puedo creerlo… ¿Estás hablando en serio?
Ya eran dos pensó Obito al escuchar la respuesta de Gai, quien parecía o tratar de asegurarse de no estar soñando o de hacer cambiar de opinión a Kakashi, quien le dijo levantando las manos, tratando inútilmente de hacerlo silenciar — No grites Gai…
Maito Gai no lo escucho y comenzó a pronunciar con aun más emoción en su voz, tan entusiasta que parecía ser el dirigente de un equipo de porristas — ¡Me has hecho el hombre más feliz de la aldea mi querido rival!
Kakashi se cubrió los oídos diciéndole al observar nuevamente como todos los ojos de la aldea estaban sobre él y su cita — Gai tengo que irme… Obito me espera para entrenar…
Gai asintió con enormes lagrimas cayendo de sus ojos, era el hombre más feliz del mundo y nada en esa tierra podría cambiarlo, Kakashi por fin se fijaba en él después de tantos meses luchando por ganarse su atención — ¡Nos veremos luego mi querido rival!
Kakashi se alejo tan rápido como podía sintiendo que sus mejillas estaban calientes, Gai era demasiado ruidoso y no importaba cuantas veces se lo dijera no podía guardar silencio, o comportarse discretamente, tal parecía que aquella palabra no estaba escrita en su diccionario.
Obito estaba furioso con el mundo, no era justo, cuando se daba cuenta que Kakashi le gustaba otro ya le había invitado a salir, no sólo eso, se trataba de la bestia verde de Konoha, quien era el peor prospecto de la aldea y sus declaraciones comenzaban a hacerse famosas por lo ruidosas que eran.
Kakashi comenzó a buscar a Obito después de su cita, pensaba haber escuchado su voz y haberlo visto alejarse entre las copas de los arboles, pero que ganaría Obito arruinando su cita con Gai.
Al encontrarlo pudo verlo sentado enfrente de la piedra memorial, su rostro estaba oculto debajo de sus lentes anaranjados y estaba cruzado de brazos, al observarlo fijamente pudo percibir que estaba furioso por alguna razón que no comprendía del todo.
Obito había regresado a la piedra memorial en donde nuevamente le pedía consejo a su querida amiga, tratando de descifrar sus sentimientos por Kakashi Hatake antes de que lo encontrara y comenzaran a entrenar para que pudiera perfeccionar el Chidori, su técnica especial.
Cuando Kakashi por fin llego a la piedra memorial escucho como le preguntaba a su espalda con tranquilidad, ignorando su molestia — ¿Llegaste temprano?
Obito se levanto con la imagen de los dos aun en su cabeza, tratando de ignorar sus celos — Sí… eso parece.
Kakashi observo a Obito de pies a cabeza y le pregunto tratando de comprender lo que pasaba por la mente del Uchiha — ¿Golpeaste la cabeza de Gai con una piedra?
Obito no lo oculto, porque para él había hecho lo correcto, Gai obviamente se estaba propasando con su inocente compañero de equipo, aunque tampoco deseaba que su furia se concentrara en su persona durante un entrenamiento — Puede ser…
¿Puede ser? ¿Qué clase de respuesta era esa? No importando que tan ruidosa fuera una persona no se le aventaban piedras a la cabeza, aunque momentáneamente silenciaron a Maito Gai — ¿Puede ser? ¿Lo hiciste o no?
Obito se acerco a Kakashi y se detuvo apenas unos centímetros de su cuerpo preguntándole — ¿Qué importa si lo hice?
Kakashi ignorando la respuesta de Obito volvió a preguntarle tratando de entender lo que pasaba por la mente de su compañero de entrenamiento — ¿Por qué lo hiciste?
Obito le dijo cruzándose de brazos, dejándose puestos los lentes para evitar que Kakashi se diera cuenta que había llorado por su culpa — Intentó besarte… además, no veo porque sales con ese bufón…
Ese era un comportamiento que no correspondía a Obito, el nunca había atacado a uno de sus compañeros de la aldea y sus respuestas eran mucho más confusas de lo habitual — ¿Qué hay de malo en eso?
Kakashi trataba de ocultar su rostro por el asombroso parecido que tenía con su padre, por la derrota que había provocado la muerte de Rin tantos años atrás y porque en el fondo pensaba que se trataba de una persona poco atractiva. — ¿Cómo qué hay de malo en eso, Kakashi?
Al no escuchar una pronta respuesta Obito le respondió — Podrías estar con alguien mejor, mucho más atractivo… alguien que si te merezca… no ese ninja que no puede realizar ninjutsus.
La respuesta de Kakashi no fue lo que hubiera pensado ya que le pregunto llevando una mano a su rostro, presa de la vergüenza que sentía por la pérdida de Rin y el suicidio de su padre — ¿Quién podría fijarse en un ninja tuerto?
Obito no pensaba que nadie fuera tan superficial, a quien le importaría que Kakashi estuviera tuerto, a él no, tampoco a Gai — ¿Qué hay de malo con eso?
Kakashi le respondió mostrándole su rostro — ¡Esto!
Al ver que Obito no comprendía lo que pensaba le dijo cubriendo su rostro nuevamente — Ya era malo que fuera una copia de mi padre… pero ahora también llevo la marca de mi fracaso como compañero de equipo…
Así que eso era, la muerte de Rin, ambos habían tenido la culpa, no sólo Kakashi pero se imaginaba que su herida siempre le recordaba que no habían logrado hacer nada para defenderla — ¡Sí hubiera sido un mejor compañero ella no hubiera muerto! ¡De haberte escuchado, si tan solo… si tan solo no hubiera seguido las reglas Rin seguiría con vida!
Obito sin comprender el motivo rodeo a Kakashi con sus brazos diciéndole la conclusión a la que había llegado tras meditar la muerte de Rin en su cabeza una y otra vez — No había nada que pudiéramos hacer Kakashi…
Kakashi se alejo de Obito bruscamente, parecía furioso, tal vez dolido por su respuesta — Pudimos salvarla… tú lo sabes tan bien como yo…
Obito suspiro, era extraño que Kakashi fuera la parte emocional en una discusión y sin embargo aquí estaba, culpándose por la muerte de Rin como si hubiera sido su culpa — Yo pensé lo mismo muchas veces… trate de repasar lo que hicimos mal y no creo que siguiendo o no las reglas algo hubiera sido diferente…
Kakashi esta vez pronuncio sin mirarlo a los ojos, tratando de oscurecer su mirada — De haber ignorado las reglas ella seguiría con vida… yo lo sé…
Obito le respondió tratando de calmarlo con algunas caricias en su cabellera plateada — No sé qué hubiera pasado de haber podido salvarla… tal vez habría muerto yo… o peor aún, tu Kakashi…
Kakashi se alejo de Obito diciéndole — Eso hubiera sido mejor… así no me sentiría culpable cada vez que me miro al espejo y no sabrían simplemente con ver mi rostro mi vergüenza…
Obito también había pensado en lo que hubiera pasado si Kakashi hubiera muerto en vez de su compañera y no se imaginaba un mundo sin él — Yo… yo no habría podido soportarlo… no me imagino una vida sin ti, Kakashi…
Kakashi guardo silencio al escuchar las palabras de Obito, no comprendía porque pero pensaba que sabía la respuesta antes de formular su pregunta — ¿Por qué?
Obito le respondió acariciando su mejilla, descubriendo el rostro de Kakashi con delicadeza para después besarlo en los labios — Creo que me he enamorado de ti…
Kakashi respondió al beso al principio y después alejándose todo lo que pudo de Obito le dio una bofetada, la única respuesta en la que pudo pensar — ¿Kakashi?
Kakashi se cubrió el rostro tan rápido como pudo preguntándole furioso — ¿Esto es una broma? ¿Me odias tanto que deseas confundirme?
Obito se sobo la mejilla diciéndole molesto — ¿Quién diablos bromearía con esto?
Al no encontrar una respuesta que sonara convincente Kakashi se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección de su casa, no estaba dispuesto a seguir con esa discusión, mucho menos cuando Obito no parecía tomar en serio lo que le había dicho.
Obito al ver como Kakashi se alejaba sin decirle más por un momento pensó en seguirlo, sin embargo, el joven Hatake necesitaría un poco de espacio para poder tranquilizarse por lo que le dejo ir, pensando que podría arreglar ese malentendido cuando se calmara un poco.
Lo que Obito no conocía, y de haberlo hecho le hubiera seguido hasta el fin del mundo, era que durante los siguientes diez años se arrepentiría profundamente por haberlo dejado ir, alejándose de su vida por siempre.
Mucho más cuando su vida repentinamente tomó un camino en la dirección equivocada la noche que no pudo evitar la masacre de su clan en manos de Itachi, quien se había convertido en un criminal fugitivo, dejando a Sasuke con graves problemas psicológicos.
Haciendo imposible que pudiera acercarse a Kakashi, el cual parecía sumido en su eterna soledad.
Decían que Gai aun frecuentaba a Kakashi, sin embargo, su intento por ser su novio fracaso mucho antes de comenzar, ya que una persona que no puede vivir consigo misma tampoco puede vivir en compañía de los demás.
