Aclaración.- Los personajes de esta historia pertenecen a Stephenie Meyer, a mi sólo me pertenece la trama. Lo hago sin fines de lucro, sólo con la esperanza de recibir un review. Es la saga de Twilight una historia tan maravillosa que no puedo permitir que termine para mí con el punto final de un libro, sino que deseo continuarla en mis delirios a fin de mantenerla fresca en mi mente.

Hola Hola!!!!!!!!

Este es mi primer fanfic, y aunque no estoy muy segura de que sea bueno, espero que por lo menos los entretenga un rato.

Prologo

La Despedida

Era una mañana húmeda en el pequeño poblado de Forks, Washington. Una joven de piel tan blanca como la tiza y ojos color chocolate desenredaba su larga cabellera de rizos castaños frente al espejo de su destartalado tocador, mientras su pié derecho se movía instintivamente de un lado a otro a efecto de los nervios. Toda su vida estaba ahí, en ese insignificante pueblito, después de tantos años se le hacía increíble el tener que partir dejando atrás a todos sus amigos, las personas que ama. Y es que es turbadora la idea de tener que abandonar todo cuanto ella conoce para seguir con su propósito de estudiar literatura. Eso, por supuesto aunado a la reciente reconciliación de sus padres; ellos se habían casado y divorciado en muy poco tiempo, cuando ella era prácticamente un bebé. Había vivido con su padre desde los diez años y ahora que habían decidido intentarlo de nuevo debían ir a vivir con su madre en la ciudad de Seattle.

Una vez que hubo decidido que su cabello era causa perdida, lo recogió en una cola alta y se encaminó rápidamente a las puertas de su armario. Contempló detenidamente cada una de sus prendas y se decidió por unos sencillos jeans y una blusa blanca. Después de haberse vestido echó una rápida mirada al reloj de pared y se dio cuenta de que el tiempo se la había comido de nuevo, y siempre era así, por muy temprano que se levantara sus divagaciones siempre la hacían caer en el terreno de la impuntualidad.

Bajó a trompicones los dos pequeños tramos de escalera que la separaban de la cocina, tomó una barra de cereal y comenzó a comerla al tiempo que revisaba que todas sus maletas estuvieran listas en la sala. Apurando un trago de jugo directo del cartón inspeccionó por la ventana y descubrió que todos sus amigos estaban ahí. Corrió a abrir la puerta y se encontró de frente con un pintoresco grupo de personas. Justo en el marco de la puerta se encontraba Mike contemplándola con sus enormes ojos azules, rascando desconcertado su enmarañado cabello rubio.

Bella, puedo preguntarte algo?- dijo Mike sin quitar la sonrisa de su rostro.

Si, claro Mike, qué sucede?

En Seattle usan zapatos, cierto?- Y sin poder resistirlo más se apoderó de él una sonora carcajada.

Bella, siendo víctima de su habitual sonrojo, lentamente volvió su vista hacia sus pies y descubrió con horror que, efectivamente, había salido descalza. Azotó la puerta en las narices de un confundido Mike y corrió a su habitación en busca de sus zapatos. Cuando volvió a la sala ya todos estaban instalados en ella.

Bella, es hora de irnos, nos esperan en Port Angeles y ya vamos con retrazo.- dijo un chico de piel bronceada, casi rojiza, y largos cabellos negros como la noche.

Vamos Jake, no seas tan neurótico, aún queda tiempo suficiente.- le contradijo otro de los chicos que parecía una miniatura de Jake.

No Seth, Jacob tiene razón, es hora de irnos, y Charlie no me perdonará que perdamos el a vión.

Uno por uno se acercaron a Bella y entre abrazos, promesas y palabras de aliento observaron el auto de Jacob perderse en la lejanía, alejándolos así de su mejor amiga, su hermana… una de ellos.

… … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …

Bella, yo…- dijo Jacob de forma atropellada.

Si?.- interrumpió ella mirando el paisaje por la ventana del auto.

Lo nuestro…

Jake, eso ya lo hablamos, lo nuestro solo es amitad, ya no puede ser otra cosa.- interrumpió bella con la voz un poco más dura.

Lo se, pero puedes pensarlo mejor, tal vez todo fue un error y podemos comenzar de nuevo.

Claro que todo fue un error, enamorarme de mi mejor amigo, darnos un tiempo y después descubrir que te metiste con otra, si, tienes razón, todo fue un completo error.

Jake miraba fijamente la carretera, como si de ahí pudiese sacar sus respuestas; meditando en todo lo que había pasado, y había que reconocer que el hecho de que Bella hubiese aceptado ser su amiga era mil veces más de lo que podría haber esperado. Habían empezado a salir a principios de enero, después de una larga amistad que se remontaba hasta la niñez, las cosas habían sido maravillosas, hasta que decidieron dejar la relación por un tiempo, hasta que Bella ingresara a la universidad, se adaptara y después pudieran encontrar el tiempo para estar juntos. Pero después esa maldita de Leah se le había metido hasta por los ojos, acosándolo, persiguiéndolo, insinuándosele, y en un momento de estupidez el cayó como cualquier niño ingenuo. Leah fue muy hábil, lo presionó hasta que él aceptó iniciar una relación formal. Todo fue caos, Bella se enteró por la misma Leah de su nueva relación, fue un gran golpe pues se odiaban a muerte. Luego de intentar arreglar las cosas con su Bella, lo más que pudo conseguir fue su amistad, pero él jamás perdería las esperanzas.

Lo siento Jake.- dijo Bella luego de algunos momentos.- es sólo que me duele tanto como a ti, pero yo no fui la que escogió esto. Aún así , lo mejor es terminarlo y ya. Sin rencores?

Claro, Bella, lo siento.

Al paso de los siguientes cuarenta y cinco minutos llegaron al aeropuerto de Port Angeles, donde ya los esperaba un sonriente y empapado Charlie.

Bella, hija, sube a la avioneta, Jake y yo nos encargaremos del equipaje.- dijo Charlie al momento en que recibía a su querida niña en el hangar.

Subió a la pequeña avioneta plateada que ya la esperaba con la escotilla abierta; se acomodó en un asiento junto a la ventana y enredándose entre mantas dispersas se perdió en sus sueños deseando no pensar.

Luego de cuatro horas de viaje, un cálido rayo de sol la sacó de sus ensoñaciones, y descubrió que sobrevolaban una enorme ciudad. Su nuevo hogar.