DISCLAIRMER: LOS NOMBRES DE LOS PERSONAJES PERTENECEN A NAOKO TAKEUCHI

¡HOLA! LES TRAIGO ESTE NUEVO FIC. ES UNA HISTORIA ROMANTICA CON TOQUES DE HUMOR (ESPERO…)

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PRÓLOGO

"Selene que nació en la Luna, digna hija de Hiperión y Tea, heredera al trono, futura Reina de la Luna. De piel nacarada propia de los selenitas, sus ojos celestes con un leve tono grisáceo, que denotaban su increíble bondad y su cabello formado por hermosas hebras de plata que confirmaban su fino linaje, era de increíble belleza, tanto así que los Dioses la nombraron la Diosa de la Luna. Y una noche clara, Selene paseaba en su carruaje. La luz de la Luna entró en la cueva, y así Selene pudo ver al joven dormido, ella vio a un joven de cabellos oscuros, tan oscuros como las noches que sólo se veían en el planeta Tierra, su piel levemente sonrojada por el calor de verano y desde el momento en que la diosa lo miró se enamoró de él. Ella descendió entonces del Cielo, y Endimión fue despertado por el roce de los labios de Selene sobre los suyos. Toda la caverna estaba iluminada por la luz plateada de la Luna. Ante él vio a la diosa brillante, y entre los dos nació una gran pasión.

Selene quien se había enamorado de un humano decidió lo que tenía que hacer, y entonces, subió al Olimpo y rogó a Zeus que le concediera a su amado la realización de un deseo, y el Señor del Olimpo aceptó. Endimión, pidió el don de la eterna juventud para poder estar para siempre con su amada, y Zeus le concedió su petición, no sin antes ponerle un precio al favor…"

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CAPÍTULO -1-

La joven de cabellos rubios no había alcanzado a cerrar los ojos, cuando tuvo que saltar de la cama.

-"¡Selene!"

-"Madre, mamá o simplemente ma…es como me deberías llamar, Serenity." La hermosa mujer sonrió pícaramente, apartando el libro que sostenía en sus manos.

-"Se-re-na" se acercó para tomar en sus manos el libro que su madre había dejado de lado. -"¿Conque leyendo mi diario?"- preguntó en un tono severo.

-"Sólo el tomo uno, y te debo decir que no le haces justicia al buen parecido de tu padre, aunque me halaga como me has descripto"

Serena gruñó suavemente con cansancio –"Lo escribí cuando tenia sólo setenta años"

-"Y eras una niña adorable" Selene suspiró con añoranza.

-"Y bien… ¿a qué has venido?"

-"Oh, estoy muy bien. No me ha ocurrido nada y no tengo ningún problema. Gracias por preguntar"-Selene se cruzaba de brazos, no entendía porqué su hija últimamente era tan ruda.

-"Oh, y yo estaba esperándote, porque no tengo nada que hacer y me encanta que entren a mi departamento sin aviso y hurguen mis cosas a mitad de la noche" Serena se puso de pie y se dispuso a preparar café, sabia de antemano que a su madre le encantaba y no dudaba que también le pediría que le hiciese uno.

Su madre rió, para distender el ambiente-"Serenity estoy preocupada, no me gusta esto de que vivas en la gran manzana, demasiada gente, sabes que esta época es mejor pasarla en el campo"- echó aire por la nariz-"Me gustaba mucho la época medieval, nadie sabia lo que uno hacia o dejaba de hacer, ni cuanto envejecía…mejor dicho que no envejecíamos al ritmo de ellos"

-"No deberías preocuparte, ahora la gente envejece más lento" -sonrió positivamente- "Soy nueva en esta ciudad, además dentro de unos años puedo echar mano a una mentirita y decir que me hice un lifting o botox, o quizá a alguna crema…algo pueden inventar para ese entonces, créeme que los humanos a pesar de ser despreciables, tienen sus mañas"

-"¿Serena? Así te gusta que te llamen ahora ¿es verdad?"- la rubia rió afirmativamente. -"Serena, ¿tu amas a tú padre?"

-"¿Qué cosas preguntas?, por su puesto que sí. Es el no-humano más fantástico que existe."

-"Él es humano" -Selene frunció su ceño con seriedad.

-"¿Quieres café?"-la mujer asintió.-"No es humano, mamá. Él no envejece. Tampoco es un, un…bueno tampoco es como sus hijas. Yo lo llamo no-humano"-sirvió el café y se sentó frente a su madre.-"Los humanos son inferiores"

-"Serena, sé que te disgusta la humanidad, pero creo que en el fondo de tu ser los envidias"

-"¿Envidiar qué? Yo no envejezco, puedo leer sus mentes, tengo más fuerza y soy más resistente"

-"Pero tienes que vivir cambiando de ciudad, no has tenido un amigo desde que Molly murió, y sabes que si sientes afecto por un humano no lo podrás conservar por siempre a tu lado, y probablemente sostener su mano en el lecho de muerte"

-"¡Ja! ¿Quién desea estar con un humano?"

-"Sin mencionar el hecho de que debes alimentarte de ellos de tanto en tanto. ¿Es esa la razón por la que los desprecias?" – Selene sorbió un poco de café.

Serena bajó la cabeza. Sí, odiaba haber matado y actualmente odiaba tener que quitarles su sangre para sobrevivir y que el alimento que comía no fuera suficiente como para tenerla en pie más de un mes.

-"No quiero que te aflijas, hija mía. Quiero que encuentres un buen humano algún día"

-"Espero que no tengas razón"-masculló mientras se atoraba con un donut.

-"Ya verás que sí"-

Selene desapareció tan súbitamente como había aparecido.

"¡Ya veras que no!"- retrucó Serena al aire.

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Antes que nada colocó su bloqueador solar de fórmula inorgánica que era el único que rechazaba esa horrible luz visible además de las radiaciones ultravioletas que la obligaban a consumir más sangre y arregló su cabello esa mañana en un suave rodete, sus labios estaban rojos y se puso un traje negro compuesto de una falda y su respectivo saco, una camisa tan roja como sus labios, al igual que sus zapatos de taco afilado y de gran altura.

Caminó por las agitadas aceras neoyorquinas. Se distrajo escuchando el pensamiento de un hombre que caminaba delante de ella. Y se sumergió en las escaleras hacia el subterráneo. Cuando pisó el pie de una mujer por descuido, escuchó que la llamo "estúpida". Serena sonrió de lado sin la más mínima intención de disculparse, "me han llamado peor. Nosferatu fue sin dudas el peor apodo que me podrían haber dado ¡no soy una enferma!, hoy en día soy una vampiresa" Serena río ante el apodo ante la mirada atónita de la gente que compartía el vagón "hasta nos consideran agradables" miró de reojo a la gente que tenia alrededor "supongo que es porque piensan que no existimos".

Llegó a la lujosa torre que pertenecía a la revista Elite. Hoy era el gran día. Había estado en el consejo de editores por dos años y hacia exactamente tres que era la editora ejecutiva, y hoy quizás hoy, la nombrarían editora en jefe o directora editorial…no sabia aún que nombre le quedaba mejor para el puesto. "Serena Tsukino editora en jefe…uhm, lindo. Serena Tsukino directora editorial…uhm". Entró al edificio dando pasos seguros pero apresurados para alcanzar el ascensor, cierto es que podría haber subido las escaleras aún más rápido que lo que el ascensor hubiera llegado al piso veintinueve, pero eso habría consumido mayor energía que la que se podía dar el gusto de gastar en su vida diaria tendría que tomar aún más sangre fresca si usaba sus facultades físicas.

-"Liz, no me pases llamadas hasta entradas las diez. Quiero un jugo de limón, sin azúcar y un pastel de arándanos, ¡ah! Y no te olvides del cappuccino."

-"Como todos los días"-le escuchó pensar a Liz-." Le dejé en su escritorio las llamadas, tiene una de el Sr. Hewlett"

-"¡Oh, esa es una muy buena noticia Liz!"- entró corriendo a su oficina y disco a toda prisa el número de la dirección general.

-"Sam, buenos días. Habla Serena"

-"Serena, buenos días, el Sr. Hewlett dejó un recado para ti: quiere que a las once lleves a todos tus editores en la oficinas de reuniones, va a haber un gran anuncio."

-"Gracias, Sam. Te llamo luego para que vayamos a almorzar"

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Serena sonreía alegremente y el pastel de arándanos le supo más dulce que nunca. Estaba inquieta, repasaba mentalmente una a una las palabras que usaría al asumir el nuevo puesto y se regodeaba pensando en la cara que pondría Kakyuu cuando escuchase la gran noticia. No, lo que más le divertía era saber exactamente que pensaría ella.

Las horas pasaron rápido y cuando había reunido a Kakyuu, Michiru, Setsuna y a Haruka, ya era la hora exacta.

Todos tomaron su asiento, seguidas de Hewlett un hombre añoso y no por eso menos atractivo, rondaba los cincuenta años y tenia los ojos verdes y el cabello gris. Serena oía los pensamientos libidinosos de sus compañeras, excepto por Michiru quien parecía absorta en Haruka, y él parecía perdido en ella. "Algún día se tendrían que confesar sus verdaderos sentimientos, ¡ah! Estos humanos si que son complicados" pensó en algún momento Serena.

Lo que no pudo adivinar Serena fue qué hacia ese hombre siguiendo los pasos de Hewlett, se veía alto, delgado pero atlético, cabello negro tomado con una cinta. "Wild-chic" lo calificó Serena instantáneamente. Y cuando lo tuvo frente a ella no pasó por alto sus ojos azules, misteriosos, con un brillo que delataba picardía y astucia a la vez. "Déjame ver que estas pensando" ordenó Serena clavando su mirada en la de él. Él hizo una mueca, pero Serena no pudo oír ningún pensamiento. Le tendió la mano a ambos hombres que la saludaron educadamente al igual que a sus colegas.

Cuando todos hubieron tomado asiento, luego de la presentación, Hewlett, el director general de la revista Elite, tomó la palabra.-" Serena quise que reunieras a todo el equipo de edición, porque, como todos ya saben Mckey nos ha abandonado por motivos de salud y alguien tiene que ocupar el puesto de editor en jefe"- Serena infló su pecho.-"En fin, sin más preámbulos aquí - Hewlett ensanchó una sonrisa y poso su mano derecha en el hombro del chico con coleta.-" El Señor Seiya Kou será quien ocupe ese cargo"-

Serena se sintió desvanecerse "seguramente no escuche bien" se dijo.-"¿Disculpe?"- interrumpió ella pero se detuvo al ver como todos saludaban al hombre aquel que ahora se veía más arrogante que nunca. –

"¿Si Serena?"- amablemente preguntó el director. Serena contó hasta diez y soltó- "Quiero decir, que me pongo a total disposición y para lo que sea que necesite, al igual que mi equipo"-Serena dicho esto se arrepintió instantáneamente. ¡No quería estar a disposición de él!… ¡ella quería ese puesto!-

"Le agradezco mucho señorita Tsukino" – y vio la sonrisa seductora de él, cosa que la hizo enfurecer un poco mas. "Haré lo posible y lo imposible para demostrarles a todos que eres un inútil" pensó mientras le devolvía la sonrisa y clavó nuevamente la mirada en él pero lo único que escuchó fue un zumbido que no pudo distinguir qué era, ¿qué demonios pensaba? No podía escucharlo.

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MISS-ODANGO.

Quiero agradecerle a una personita que me ayudó a tomar coraje para subir este fic y además me ayudo a corregirlo-Asha-. Dejen muchos comentarios ya tengo el segundo capítulo y lo subiré pronto…jaja prometo actualizar pronto este fic.

Pd: Yaten no te he olvidado (kiss)-ESPERO QUE LO HAYAN DISFRUTADO. =)