Este es mi primer fic por favor no sean malos conmigo, amo el Gruvia por esta razón me encanta escribir sobre esto y bueno sin más acá la historia.
-Impresionante como siempre Juvia-sama.
-¿Usted cree Kokuran-san?
-Acabo con los blancos en 45 segundos eso es un nuevo récord sin lugar a dudas.
-¿45 segundos? Ese hombre acaba con sus adversarios en menos de 30 segundos. Acomoden más blancos y suban la dificultad por favor.
-A sus órdenes, tome sus espadas por favor.
Cada mañana como ya le era por costumbre la joven Juvia Loxar entrenaba hasta las horas de la tarde para mejorar sus habilidades, la chica era toda una experta en el uso de las espadas ya que desde que tenía 5 años descubrieron su talento innato cuando defendió a su padre de un espía que había entrado en su mansión para asesinarlo. Sus padres no dudaron en explotar sus habilidades dejándola a cargo de su maestra Erza Scarlet que le enseño todo lo que sabía hasta que la pequeña cumplió los 10 años de edad, desde ahí Juvia se volvió la mujer más temible de Tokio pertenecía a una organización secreta en Japón que tan solo los elite tenían acceso. ¿El chico al que se refirió? Nada más ni nada menos que Gray Fullbaster, Juvia no soportaba el ser comparada con ese hombre, aunque nunca había tenido la oportunidad de conocerlo sentía cierta rivalidad hacía el joven algo raro en ella debido a su corazón amable y tierna personalidad, el chico era comparado con un legendario guerrero gracias a su impresionante habilidad con la espada, poseían la misma edad, la misma pasión sin embargo el joven superaba en todos los aspectos posibles a la hermosa "princesa" como la apodaban debido a ser la hija del dueño de la empresa más relevante de investigaciones en todo Tokio. La princesa aludía a su sobrenombre ya que su belleza superaba a las flores de primavera en todo su esplendor, poseía un cuerpo esbelto y voluptuoso, su cabello del color del mar llegaba hasta su marcada cintura el cual traía recogido con una coleta para que no le estorbara al pelear.
- Señorita su baño está listo, es hora de terminar su entrenamiento.
-Gracias Kokuran-san.
-La cena esta lista, estará servida cuando salga señorita.
-Está bien.
-Por cierto le ha llegado una misión, deje la respectiva información sobre su cama.
Aunque en esos tiempos estaba penalizado por la ley asesinar a alguien, los practicantes de este arte eran los únicos que tenían permitido acabar con la vida de todos aquellos que osaban revelarse ante las normas estipuladas por el país. Ellos se encargaban de la basura y aunque no era nada fácil debido a que en ocasiones numerosas personas protegían a los "clientes" Juvia siempre había salido victoriosa finalizando sus misiones exitosamente. Era la persona más fuerte en este aspecto a excepción de él.
-Juvia jura que te superará Gray Fullbaster – Dijo la joven mientras se acomodaba más en su tina, amaba el agua y esos baños le parecían uno de los placeres más insuperables de la vida. Además obtuvo el habito de hablar en tercera persona desde que su madre murió.
-¿Otra vez fantaseando con el susodicho Gray? Sal rápido estoy muriendo del hambre tonta – Se escucharon uno golpes en la puerta, era su amigo de la infancia Gajeel Redfox un hombre rebelde y ex convicto que se salvó de estar en la lista negra de los de la organización solamente gracias a la joven Juvia.
-¿Gajeel-kun? Juvia no está fantaseando con él!
-Deberías aceptar que lo amas y ya mujer – Así era Gajeel amaba molestar a su amiga.
-¿Cómo puede amar Juvia a una persona que no conoce? – Se defendió imaginando como podría ser el hombre que le quitaba la paz.
-Juvia está enamorada na na na
-A veces puedes ser tan infantil Gajeel-kun
-¿Qué dices? Soy el hombre más temido de todo Tokio. - La joven se rió tiernamente.
-Tu tonto mayordomo dice que no me servirá hasta que estés en la mesa! Apúrate tengo hambre!
Juvia se alisto rápidamente debido a que su amigo la estaba molestando a cada segundo! Se vistió con un lindo vestido que mostraba que a pesar de ser tan fuerte y habilidosa también era una mujer que dejaba boquiabierto a cualquiera. Siempre se vestía hermoso para la hora de cenar con la esperanza de que su padre apareciera en la mesa, aunque trabajaba en sus investigaciones en la mansión Loxar, nunca tenía tiempo para ella ni para él mismo, había cambiado demasiado desde la muerte de la madre de Juvia, simplemente había renunciado a todo por sus investigaciones. Esa noche no fue la excepción el gran señor Loxar no asistió a la comida dejando a Juvia y Gajeel comiendo los manjares que su cocinera sabía que le encantaban al joven Redfox mientras estaban hablando de tonterías y de cosas de la infancia de pronto la conversación se tornó seria.
-Mujer voy a irme lejos de Tokio por un tiempo, necesito tu ayuda.
-¿Ahora qué hiciste Gajeel-kun?
-Nada que esos idiotas no se merecieran Juvia, necesito que me prestes uno de tus autos y una casa ya estaba advertido por la organización no quiero saber qué pasará cuando se enteren.
-Gajeel-kun! ¿Y si mandan a Juvia a asesinarte? Sabes que ella no podría con eso!
-Esos idiotas iban a violar a una chica estaba indefensa! Se me paso la mano los mate Juvia.
La joven suspiro profundamente-¿Escuchaste no es así Kokuran-san? Préstale el auto más rápido que este en la cochera y las llaves de la casa de Hiroshima. Es un poco lejos pero nadie te buscará allá Gajeel-kun.
-Gracias Juvia! No sé cuánto te debo ya!
-No te preocupes por nada Gajeel-kun ¿Necesitas dinero?
-Y…..y…yo no necesito.
-Toma – Le dio un bolso lleno de billetes.
-No puedo aceptarlo Juvia.
-Sabes que Juvia gana mucho dinero, además tiene la compañía de su padre, esto no es nada vete.
Gajeel abrazó a su amiga fuertemente era verdad ella lo había salvado muchas veces y él ya no quería ser un criminal pero no iba a dejar que hicieran eso a esa pequeña joven. –Adiós gracias por la comida. – El chico se alejó de la escena como alma que lleva el diablo
-Nunca cambiara ¿no es así Juvia-sama?
-Él no es malo Kokuran-san sabes bien que tras la desaparición de su padre Metalicana tuvo que arreglárselas para vivir.
-Es cierto señorita, mire le llego una carta esta mañana. Creo que debería leerla. – El joven mayordomo le entrego la carta que claramente era de la organización por su estilo.
Después de leerla Juvia se horrorizo - ¿Qué dice señorita? ¿Todo está bien? –Es la organización! Quieren que mate al padre de Juvia. -¿Qu…..qué? – Dice que su padre está experimentando con seres humanos y que lo que está tratando de inventar puede llevar a la destrucción de Japón, más grave aún de todo el mundo. Dice que lo mate está noche Kokuran-san.
-Tiene que ser un error Juvia-sama.
-Es cierto el padre de Juvia quiere descubrir la cura de las enfermedades como el cáncer y el sida, tiene que ser una mentira.
-Es mejor que hable con él primero señorita.
-Si en seguida va Juvia.
El mayordomo cogió a Juvia del brazo -Espere debería cambiarse y andar con sus espadas señorita.
-P….pero Kokuran-san es el padre de Juvia nada malo pasará.
-Hágalo por precaución, usted es una joven inteligente no ignore lo que le digo.
Juvia fue a su habitación busco un traje limpió, su pantalón negro de cuero que le quedaba perfectamente tallado al cuerpo, su blusa que apretaba sus grandes pechos, sus botas y sus guantes que dejaban ver sus dedos. Se rehusaba a vestirse con su ropa de trabajo, tenía miedo de matar a su padre pero los de la sociedad jamás se equivocaban no mataban por diversión mataban por la seguridad de los japoneses. –No puede ser cierto debe ser un error padre – Y colocando sus dos espadas en su espalada se dispuso a bajar al laboratorio de su padre.
Bajo las enormes escaleras como pudo, sus piernas le temblaban y tenía miedo de enfrentarlo, se dirigió diligentemente hacia el sótano donde su padre tenía el enorme laboratorio -Padre, padre! – golpeó la puerta que conectaba con el laboratorio. Juvia no tenía permitido entrar en ese lugar, de hecho solo los del equipo de investigación tenían acceso al lugar. –Padre! – repitió de nuevo, Juvia desobedeciendo las órdenes de su padre abrió la puerta y entró. Al caminar sigilosamente por un pasillo quedo petrificada al ver la clase de investigaciones de su padre. Algo se encontraba moviéndose, eran humanos, no esa blasfemia en contra de Dios no podía ser ya un humano. Eran monstruos deformes que les faltaban partes de su cuerpo con filosos dientes encerrados en habitaciones de alta seguridad. -¿Qu…..Qué es eso?
-Así que ellos te enviaron por mí ¿No es así pequeña? – Asusto a Juvia haciendo que sacara ambas espadas.
-Padre ¿Qué es esto?
-¿Esto? Juvia por fin puedo revivir a tu madre! Todos pensaban que estaba loco pero mira les di vida a estas personas que fallecieron hace mucho, este líquido que invente pudo hacerlo.
-Padre esto está mal! No puedes tener a estas personas acá ellos ya cumplieron su ciclo de vida en la tierra, además ¿sabes qué pasaría si la gente los ve?
-Lo menos importante hija es la reacción de las personas, hace 1 año un hombre entro imprudentemente a una jaula siendo mordido por uno sujeto de prueba son altamente agresivos. El hombre en 30 minutos se convirtió en uno de ellos, son efectos secundarios pero créeme que podré solucionarlo.
-¿Padre te das cuenta lo que has creado? ¿Qué ocurriría si escapan? Sería el fin de la humanidad!
-La humanidad no importa ¿No quieres volver a ver a tu madre?
-Has enloquecido! La madre de Juvia se encuentra en el cielo y allá debe permanecer, Perdona a Juvia pero tiene que hacerlo. – Juvia agarró fuerte sus espadas.
-No permitiré que me alejes de la posibilidad de verla de nuevo – El padre de la joven con una risa macabra y su mirada desorbitada apretó un botón que estaba en la pared abriendo todas las jaulas de alta seguridad.
-¿Qué hiciste? -Más de doscientos monstruos salieron de sus jaulas a una velocidad humana a pesar de que les faltaban partes de su cuerpo, hambrientos atacaron a los demás trabajadores devorándolos y los que ya estaban satisfechos solo mordían a los humanos para que no quedara rastro de la humanidad. Juvia mataba a los que la enfrentaban pero eran demasiados no podía en contra de todos ellos. Se devolvió por el camino por el cual había llegado, cerró la puerta por la que había entrado pero era inútil los monstruos destrozaron la puerta y lograron escapar.
-Tenemos que salir! Todos los empleados escapen, no hay tiempo de explicaciones.
-¿Juvia-sama?
-El padre de Juvia si estaba creando una conspiración! – Seguido a esto agarró a Kokuran para salir pero los monstruos se dispusieron a atacarla, los trabajadores de Juvia debido a que no se podían defender habían sido mordidos, ya no los podía salvar, en 30 minutos serían monstruos iguales que los verdaderos zombies que su padre había creado. La cocinera, el jardinero, su aseadora ya no había esperanza para ellos. Juvia rodeada por los monstruos lucho acabando con los blancos en 45 segundos pero del laboratorio venían más y más no podían quedarse lo único que paso por su mente por primera vez en su vida fue huir. - Señorita tenemos que llegar a los autos! –Grito su mayordomo - Juvia se estaba haciendo un camino para huir y tomar un auto pero cada vez más aparecían más adversarios. Pasaron por la sala, el comedor el patio todo estaba lleno de restos de personas sangre de zombies, gritos desgarradores y desesperanza, la chica solo evito verlos era muy doloroso ver todo destruido en un segundo, corrió al jardín y al fin habían llegado hasta la camioneta de la peli azul.
-Abre rápido.
Kokuran-san abrió la puerta de Juvia haciendo que la joven entrara exitosamente pero cuando él iba a ingresar al vehículo fue mordido por uno de los monstruos que había llegado sin ser notado. Juvia estiro su brazo y le corto la cabeza al monstruo en un instinto desesperado por salvar a su mayordomo empujando con el pie la cabeza que había quedado incrustada en el brazo de Kokuran. Cerraron la puertas y en el instante que Juvia estaba encendiendo el auto muchos monstruos llegaron y quebraron el vidrió frontal de la camioneta. Al acelerar muchos monstruos cayeron pero uno de los que quebró el vidrio seguía ahí. Kokuran sacó su pistola con su brazo izquierdo y le apunto destruyendo su cabeza.
-Señorita tiene que matarme, me arde mucho.
-No! Tiene que haber otra solución, en la corporación hay un helicóptero, se puede escapar.
-Señorita ya no hay esperanza para mí, sálvese usted.
Juvia manejo a toda velocidad, las calles ya habían comenzado a caer en el caos, incendios, avenidas embotelladas y mucha gente tratando de huir era lo que se podía observar por el camino - 30 minutos, 30 minutos Juvia tiene que hacer algo en 30 minutos o si no Kokuran se convertirá en zombie – Pensaba la joven.
-Llegamos. – Bajaron de la camioneta y la aseguraron, la chica rompió el vidrio de la puerta accionando la alarma, no le importó y rápidamente subieron a la azotea pero cuando un empleado de su padre estaba enciendo el helicóptero vieron como los aviones, los barcos y todos aquellos transportes que trataban de salir de Japón eran derribados. -Señorita no nos dejaran salir de Japón! Es igual que en la guerra preferirán explotar la isla para que el virus no se extienda.- Dijo alterado
-¿Pero cómo se enteraron?
-La organización señorita! ellos hablaron para pedir ayuda a otros países pero por lo que veo nos mataran a todos con tal de salvarse.
-¿No hay una cura?
-No señorita solo tenemos las investigaciones de su padre que fueron enviados a los países cercanos para encontrar una cura y salvarnos.
El reloj de Juvia había sonado ya habían pasado 30 minutos, con lágrimas en sus ojos saco la espada de su espalda y apunto a Kokuran. – No se preocupe por mi señorita haga todo lo posible para sobrevivir, váyase al campo antes de que Tokio se vuelva un caos trate de conectar con Gajeel-kun él la ayudara. –Juvia lo siente, gracias por todo Kokuran-san. –Fue un placer servirle – Dijo el mayordomo cerrando sus ojos cambiando su forma natural a la de esos horrendos monstruos. Juvia acabo con la vida de su mayordomo degollándolo con su espada.
Desde ahí se podía ver todo el caos. estaba muy cerca. –Vamos acompañe a Juvia –Le dijo al empleado de su padre. – No señorita ya no hay esperanza además sería un estorbo para usted. – La joven entendió el deseo del hombre y bajo lo más rápido posible saliendo del establecimiento, entro a su camioneta y manejó hacia el campo a donde se encontraba Gajeel como su mayordomo le había indicado. Fue difícil escapar pero cuando vio que estaba lejos de Tokio se dirigió a un supermercado abasteciéndose de alimentos, productos de aseo y demás cosas aunque ya todos estaban advertidos y no había suficientes recursos, busco además ropa de cuero como le gustaba vestirse.
-Señorita no encontrará combustible para su camioneta – Le dijo un hombre que estaba en la tienda –Además si no se cuida se la robarán para huir. -Juvia vio una escopeta y al igual que con la comida la hurto porque no traía dinero igualmente tomo un pequeño radio de pilas que la informaría de los eventos y cual camino debería tomar. Trato desesperadamente de contactar a Gajeel pero no contestaba ella le dejo un mensaje advirtiéndole la situación y esperando que se encontrará bien antes de que su batería se agotara por completo.
Ciertamente no había combustible en ninguna parte, Juvia logró alejarse de Tokio pero tarde o temprano los monstruos llegarían hasta donde estaba ella ya que se encontraba en una isla y las posibilidades de salir eran nulas. Al notar que no había combustible bajo de la camioneta con sus espadas, la escopeta y lo único que pudo cargar de elementos necesarios. Caminaba en el día y en la noche buscaba un lugar donde quedarse pasando así tres largas semanas. La joven ya no tenía a nadie no sabía si Gajeel estaba vivo y el miedo se apoderaba de ella cada segundo que pasaba sola. El día 25 de la tragedia estaba cayendo la noche y se resguardo en una finca abandonada, se sorprendió al notar que había agua, se dio un baño relajante aseándose en todos los sentidos. Encendió el radio recordando lo que hace una semana habían dicho por ese medio "Japoneses este es un mensaje de emergencia. Desafortunadamente aún no se sabe cómo detener a los monstruos, según las investigaciones de la compañía Loxar se puede salvar a las personas que han sido mordidas en menos de 30 minutos con una relación sexual, sí escucharon bien, los fluidos evitan que el virus se extienda y la persona se convierta en los ahora denominados zombies, sé que sueña extraño pero es cierto, por otra parte los zombies han avanzado hacia el norte, cuídense y hasta una próxima transmisión". –Juvia solo tiene que evitar ser mordida – Se repitió mientras se colocaba la ropa de cuero del almacén que le quedaba mucho mejor que su ropa anterior.
La joven bajo a la sala, puso las sillas de madera en la chimenea y le prendió fuego para evitar congelarse, la muchacha no quería aceptarlo pero se sentía como un cachorro abandonado con ganas de llorar haciéndosele un nudo en la garganta. –Juvia los extraña a todos. – De repente escuchó un ruido bajo el piso de madera. –Ayudenme! – La joven hizo silencio para escuchar mejor –Ayudenme! – había alguien ahí abajo, quito el tapete que cubría el piso, y se dio cuenta de la existencia de una especie de entrada, como un pasadizo secreto. Juvia dudo en abrir hasta que volvió a escuchar "Ayúdenme por favor, sé que hay alguien". La joven tomo una espada y quito el seguro subiendo la tabla, era un joven con unos cuantos rasguños que se encontraban en su pecho trabajado y tonificado, su cabello era negro y sus ojos eran grises. El chico subió a donde estaba la chica. Juvia no dejaba de amenazarlo con su espada que se encontraba a centímetros del cuello del chico bajando de nuevo la tabla al asegurarse que el chico venia solo.
-Tienes que ayudarme, fui mordido por un zombie. – La chica se alarmo
-¿Hace cuánto te mordió? ¿Ya están acá?
-Alguien trajo a un infectado en su carro sin darse cuenta, liberando el virus por esta zona, yo solo quería salvar a una niña, me descuide y un estúpido zombie que creí que había matado me mordió, Salí corriendo para evitar ser devorado metiéndome a una alcantarilla logrando perderlos luego llegue hasta acá, eso paso hace 10 minutos aproximadamente. Sálvame por favor, esto arde demasiado.
Juvia recordó cómo se salvaba a una persona según la transmisión que había escuchado en la radio.
-P…p….pero ella ni siquiera sabe quién es usted, no puede hacerlo!. – Soy Gray Fullbaster, si me salvas te seré de gran ayuda.
-¿G…..Gr…Gray Fullbaster? - No podía creer lo que el destino le estaba jugando era él, su rival, no habían dudas, en su espalda cargaba su legendaria espada, su frente tenía la cicatriz de la que tanto le habían hablado, era más guapo de lo que pensaba, no eso no era importante le estaba pidiendo ayuda y ese tipo de ayuda que solo ella podía brindarle (era la única mujer cerca).
-Solo tú me puedes ayudar Juvia.
-¿Cómo sabe su nombre?
-¿Cómo no iba a reconocer a la chica más fuerte de la organización?
-Pero jamás se han conocido.
-Tú físico es algo que hasta un tonto reconocería, he odio mucho de ti es imposible confundirte Juvia además eres la única mujer en Tokio que habla en tercera persona. – Le dijo fríamente - Me habían advertido que era hermosa, "la princesa de cabello azul de Japón" pero jamás pensé que fuera cierto – Pensó el joven.
Si hubiera matado a su padre rápidamente tal vez esto nunca hubiera pasado, en cierta parte es su culpa por haber permitido que ese maniático hubiera liberado a los zombies, él esta así por culpa de Juvia!. – La chica pensaba mientras esquivaba la mirada suplicante del joven Fullbaster.
-J…ju…juv…...Juvia es virgen – Tartamudeo con sus mejillas sonrojadas y con un hilito de voz.
-Y….yo no le contare a nadie lo que pasará Juvia, prometo que seré gentil, ya no tengo mucho tiempo.
El chico agarró de las muñecas a Juvia y acerco su rostro al de ella, sus labios se encontraban a unos milímetros de los de la princesa, - Perdóname por lo que voy a hacerte –Le dijo.-Juvia sintió como si el oxígeno se hubiera extinguido, no podía respirar, la voz del joven le produjo un corrientazo en todo su cuerpo que no pudo evitar que su corazón se detuviera por un segundo. El chico en un movimiento rápido la llevo al lado de la chimenea, haciendo a un lado sus armas y la recostó en la parte del tapete que no había sido retirado por la peli azul, por algo era tan respetado, fue tan veloz su movimiento que la princesa no lo noto –Confía en mi – Le susurró finalmente muy cerca en el oído, la joven se estremeció al entender el contenido de las palabras que había acabado de escuchar. Su rival, al que quería superar desesperadamente al que con tan solo escuchar su nombre se le revolvía el estómago le iba a ganar de nuevo reclamando como premio algo que Juvia había guardado celosamente, algo tan valioso para ella que nunca imagino que él le pudiera hurtar. El joven volvió a susurrarle algo en el oído que no fue entendible para ella sin embargo hizo que su cuerpo entero se erizara. Le dio un beso es su oído y bajo lentamente por su cuello rozándolo con sus labios, la chica involuntariamente estiro más su cuello, acto que el chico entendió perfectamente usando su lengua para que la excitara. Gray no pudo evitar perderse en el olor a lavanda y flores de su piel, la tomo de la cabeza delicadamente para seguir besando su cuello mientras que con su otra mano rompió el elástico que sostenía el cabello de Juvia, la cabellera larga de una mujer era su debilidad y al ver su largo cabello sonrió tomando un mechón para comprobar que también poseía ese olor a lavanda que le había encantado segundos antes al percibirlo. Volvió a su cuello dejando una pequeña marca que al día siguiente iba a formar un moretón. La chica observaba al joven maldiciéndose mentalmente por gustarle lo que ese hombre le estaba haciendo, el chico bajo lentamente la cremallera de su blusa que se encontraba en la mitad de sus pechos quitándole también ese molesto sostén. Gray se detuvo para mirar sus enormes pechos pero Juvia con un color rojizo en sus mejillas intento totalmente avergonzada cubrirlos con sus brazos. –Hoy eres mía –Le susurró ya que se había dado cuenta que al hablarle cerca del oído la chica caía a sus encantos. Le tomo las muñecas y aparto sus brazos aprisionándola contra el suelo. –No..espe..…-Fue interrumpida cuando sintió suavemente los dientes del chico que mordían uno de sus pezones.
–Aaaahhh – se escapó de la chica, a Gray le había encantado ese sonido e hizo más fuerte su trabajo haciéndola gemir más frecuente, le encantaba verla mientras se mordía su labio inferior para impedir que esos sonidos salieran de su boca. Besaba, Succionaba, lamia y mordía su pecho mientras que con su mano le daba masajes al otro y lo halaba también cuando quería. –Esto no es posible, esté hombre es al que detestas Juvia ¿Por qué lo disfrutas? Pensaba la muchacha apenas, su mente no funcionaba del todo bien. La joven toco la herida en el pecho de Gray, por esto lo está haciendo, Juvia está tratando de salvarle la vida, bajo un poco sus manos tocando los cuadritos del estomago del joven y finalmente bajo más sus manos hasta toparse con su pantalón. Juvia desabrocho el pantalón del chico actuando por mero instinto -¿Quién iba a decir que fueras tan curiosa princesa? – Juvia se avergonzó un poco bajando la mirada. -No te preocupes puedes tocarme todo lo que quieras -Le dijo picaramente a la chica. Gray le hizo lo mismo a la joven quitándole su pantalón dejándole su pequeña braga. La tocó aún no estaba mojada. El muchacho separo sus piernas he hizo a un lado su tanga. El empezó a lamber su intimidad
-No ¿Qué haces? Ahí no
-Necesito que estés mojada para que no te duela demasiado Juvia. La chica cerró sus ojos y se dejó llevar por el placer indescriptible que el joven Fullbaster le estaba proporcionando. Cuando los abrió lo vio completamente desnudo se había desecho de las últimas prendas que le quedaban, no pudo evitar asustarse al ver su miembro, le dolería de eso estaba segura. Gray le quitó su ropa interior y le dijo que se relajara frotando su intimidad en la de ella. Él lo pudo notar estaba tan asustada como nunca lo había estado, se acercó miro fijamente sus ojos azules y la beso tiernamente por unos segundos – Su boca tenía un leve sabor a sangre pero ella le correspondió inconscientemente, su voluntad había muerto ese día. - al despegar sus labios le preguntó -¿Estas lista? –Sí –respondió la joven no muy convencida. Gray entró en ella lentamente hasta toparse con una barrera que le impedía el paso, aplicó más fuerza hasta meterlo totalmente, la peli azul tenía unas cuantas lágrimas en sus ojos que estaban fuertemente cerrados, era más doloroso de lo que había imaginado, pensó que el la había roto, preocupándose no soltaba el tapete que tenía es su mano. -¿Estas bien? –Le preguntó con un tono de preocupación el chico. – Si, continúa por favor -¿Se había vuelto masoquista? Eso era peor que tortura china pero ella quería más. El joven comenzó a moverse dentro de ella, él gimió un poco era demasiado estrecha, pero el dolor en su pecho que le producía la mordedura estaba desapareciendo, la chica se estaba acostumbrando a ese movimiento, ya no le dolía tanto por el contrario lo estaba gozando. Gray se sentó halándola hacía él haciendo que ella lo abrazara y pudiera sentir sus enormes pechos, la chica gimió al sentir la hombria de Gray más grande dentro de ella, se sincronizó a él moviendo sus caderas automáticamente, ambos estaban agitados sus respiraciones estaban entre cortadas, él la volvió a besar haciendo que ella deseará sus labios, las embestidas de Gray eran cada vez más rápidas haciendo que la chica se aferrara fuertemente a su espalda clavandole un poco las uñas, Juvia lo miró a los ojos, recordo como Gajeel la molestaba diciendo que ella fantaseaba con él, eso sin lugar a dudas era mejor que cualquier fantasia que hubiera podido pensar su tierna cabecita - Te odio - Le dijo el joven - ¿Gray-sa...aahhh-La chica ni siquiera podía terminar sus frases ya que el placer se lo impedia - Sí te odio, jamás pense que la mujer que tenía que evitar que me superará me haga sentir así. Juvia no entendió lo que dijo ya que en ese momento sintió un líquido caliente dentro de ella que provoco que arqueara su espalda y finalmente cayera encima del joven.
La chica estiro su brazo y alcanzó su espada amenazando nuevamente el cuello del joven. –Juvia te matará Gray Fullbaster
Fin del capítulo, si tienen algo que agregar una corrección como lo dije anteriormente o algún comentario solo háganmelo saber. Sí lo sé me salió algo largo el capítulo pero no podía detenerme al escribirlo. Espero que lo hayan disfrutado los quiero!
