Una típica mañana en las alcantarillas, cada una de las tortugas en lo suyo.
Leonardo: meditando
Raphael: golpeando al saco de, pues, golpear.
Michelangelo: leyendo una historieta vieja.
Y... Donatello: que se encontraba en su laboratorio, haciendo cosas no tan científicas.
A menos de que científicas sea escribir una declaración.
_bien... esta idea es mejor - dice tomando el lápiz y el cuaderno y empezó a escribir - pero... si no le gusta... - inmediatamente arranca la hoja y la arroja al pequeño montón de papeles cerca del escritorio. - Mmm... ¡vamos! ¡Piensa Donnie! ¡Eres un científico muy inteligente! ¡Puedes hacer una simple declaración!
Y nuevamente tomo el lápiz y el cuaderno y empezó a escribir:
Querida April, hemos sido amigos desde hace mucho tiempo, y yo quiero que seamos algo más que amigos.
_eso suena estúpido - arranco la hoja y la arrojo como la anterior al montón - esto es más difícil de lo que pensé...
Desde fuera del laboratorio, se encontraban sus hermanos que estaban escuchando cada una de las palabras del genio, sin darle tanta importancia.
Pero fueron muchos gritos y palabrias sin sentido que el más rudo de los 4 tuvo que ir a ver qué pasaba con el genio de la familia.
_ ¡maldición! ¡Maldita declaración imposible! - dando ese grito se tumbó en su asiento que estaba detrás, se llevó ambas manos a la cabeza y dio un largo suspiro.
_ ¿estás bien Donnie? - pregunto el de rojo
_ ¿qué haces en mi laboratorio? - pregunto sin responder a la pregunta de su hermano mayor
_ viendo como estas, nerd
_no me digas nerd.
_okey sabelotodo
_ ¿qué quieres Rapha?
_porque gritabas, molestas a todo el mundo, en especial a April que acaba de llegar
_ ¡¿llego April?! - dijo dando un salto de su silla
_desde hace un buen rato hermano, y escucho cada palabra que decías
_ ¡¿por qué no me lo dijiste?!
_porque no me diste oportunidad - dijo con simpleza
_ ¡sal de aquí Rapha! tengo que prepararme para...
_ ¿tu declaración?
_ ¡mis cosas! - dijo y dando empujones a su hermano lo saco del laboratorio.
_Jajaja, ¡vamos Donnie! ¡No te enojes conmigo por ser sincero!
_ ¡solo cállate Rapha!
_jeje...
_te gusta hacerlo enojar ¿no? - pregunto el pequeño tras llamarle la atención los problemas que estaba causando el de rojo.
_ cállate enano - dijo sin enojo.
Dando como respuesta de parte del anaranjado una trompetilla con su boca
El día siguió su camino, llegando la noche, esta vez April los acompañaría en entrenamiento por el maestro Splinter.
Era la ocasión perfecta para lo que Donnie se tenía guardado.
Cuando ya era hora de volver a las alcantarillas, todos vuelven, menos Donatello y la chica April.
Ellos se quedaron afuera de la entrada para hablar, mientras cerca de ahí se encontraba vigilante el de rojo, y oía cada palabra que se decían.
Pudo escuchar claramente lo que Donnie le confesaba
"te quiero... April"
Dijo el genio con timidez, a lo que cuando el de rojo escucho eso apretó fuertemente su puño.
Pero... la pelirroja no dijo nada, se quedaron en silencio que cada vez se hacía más incómodo y arrebatanté con las esperanzas de Donatello.
Hasta que...
_ Donnie... yo, lo siento, de veras..., no quería que nada de esto ocurriera, perdóname pero... no siento lo mismo que tu...
Raphael que escuchaba atento, tenía ganas de irrumpir en la conversación y sacar a su Donnie de la situación tan lamentable del cual se encontraba, pero no pudo hacer nada.
Solo escuchar como el pobre corazón de Donatello se rompía en mil pedazos.
_ya se hace tarde, Donnie... yo... ya me voy, lo siento...
La pelirroja se va y deja al pobre de Donatello plantado con un corazón roto.
Apenas la pelirroja sale de su vista, este empieza a sollozar... las lágrimas salen, sin poder aguantar más su peso cae de rodillas en el frío pavimento, mientras derrama gruesas lagrimas por la que había sido su primer gran amor.
El que escuchaba oculto no podía soportar oír los sollozos y lamentaciones del más querido de sus hermanos.
Ahora odiaba con todo su corazón a la pelirroja por rechazar a Donatello.
_maldita... tonta... - dijo en susurro el de rojo.
