Bien, desde hace mucho que quería escribir una historia así. ¡Y ahora aprovecho que no tengo tantas obligaciones! Cabe decir que me esforcé bastante y puede que esté un poco OoC (Out of character)… pero es que quería que el narrador fuera él, y en mi mente no se leía bien con alguien más. También intente crear la narración de aquel entonces, me apoye de textos e intente borrar rastro de modernidad en mi mente al escribirlo… Pero creo que no lo logre TOT así que es algo como antiguo-moderno (?)
Aclaraciones: AU un fanfic Usamex y la narración es en primera persona (dígase cuando se narra lo que se vio), el narrador no lo diré y no lo pude colocar ;n; en characters pero creo que será bastante obvio conforme avance el fic. Las demás dudas son respondidas en este Prologo.
Advertencias: Shotacon, torturas, visión de la iglesia como la "mala" (¡No pude evitarlo!) y demás cosas que aparezcan.
Disclairmer: El anime y el manga no me pertenecen, pertenecen a Estudio deen y a Hidekaz, respectivamente. Y no lo hago con fines de lucro, es solo para diversión… que no es sana ¿Pero qué le vamos a hacer?
Prologo.
Aturdido y desconsolado por los recientes acontecimientos me he permitido a mí mismo, aquí y ahora, contaros la triste historia de un amor sincero y puro atrofiado por los demonios de la lujuria y avaricia.
Yo os debo contar todas las etapas de esta atrocidad que seguramente no va a ser recordada en la historia y como es el futuro incierto, los casos estarán en grandes cantidades.
Aquí en Sevilla España se aprecian las buenas costumbres y la buena fe. Yo me dedico a enseñar la palabra de Dios Todopoderoso con ánimo pues siempre he sabido que era mi destino puesto que desde infante tome el hábito y se me enseñó a adorar a dios como lo que es: lo más grande y poderoso en el mundo, la razón y el bien y a todos aquellos que no pensaran lo mismo y se rebelan serian acosados y atrapados para limpiar sus pecados por la Santa inquisición.
A vosotros os puedo decir que nunca me gusto el Santo Oficio, puesto que siempre había varios fallos y agarraban y maltrataban a gente de bien que fue acusada injustamente. Y horriblemente yo padecí al presenciar eso e inclusive a juzgar a mi adorado niño.
Siempre que lo veo me evita o aleja la mirada ¡Oh mi niño querido! ¿Por qué sufrió de las penalidades al amar? Ahora que lo veo con esposa e hijos siempre tiene la expresión de querer estar muerto o añorando algo, mas bien y dicho de mejor manera, a alguien. ¡Qué destino tan cruel!
Siempre me encuentro rezándole a la imagen de Jesús: "Decidme tu, hijo del Dios benevolente, ¿Por qué al amor lascivo entre hombres y mujeres se le perdona y al de mi querido niño no? ¿Aun cuando era un amor tan puro y casto que yo, religioso de alma y corazón, me enternecía como si viera el acto más milagroso?"
Cuando hube acabado mis estudios eclesiásticos recibí una carta de mi buen amigo Antonio: hombre digno pero débil a los placeres. Cuando la hube recibido con alegría la leí tantas veces que incluso hasta la fecha la conservo en la memoria:
"A Vuestra Merced mi querido amigo.
Os he querido enviar estar carta porque me he traído a un infante sufrido entre tribus paganas cuando hube realizado mi viaje a Nueva España. Cuando por obra del destino con todas las gracias me entere que vos sois un estudioso y profesas la religión y las buenas costumbres que se aprenden en esta, he decidido aceros esta oferta:
Cuidad y guiar la educación de este pobre niño pagano para liberar su alma y entregarlo a las manos de Dios y todos los santos, ofreciéndote una buena cantidad de monedas y oro hasta que alcance la edad para comprometerse."
Con todo el honor del mundo yo acepte la propuesta, y no por dinero, había enseñado a distintos niños como apreciar los regalos y divinidad de Dios y su hijo, así que con emoción me dirigí a España con la dirección que me había dado Antonio en la carta. Esperanzado y sintiéndome libre de tener que estar en una iglesia con tan estrictos horarios y camas incomodas, rogándole a Dios que me perdonase por aquel pensamiento ¡Pero no había nada malo en la tarea que se me había sido acomedida! Después de todo, con el descubrimiento de las colonias hacia dos siglos en mil quinientos, había paganos y herejes que al desconocer al único y verdadero dios tenían la oportunidad de salvar sus almas sin pasar por la santa inquisición.
Me sentía aliviado por ayudar a una inocente criatura que había estado a punto de caer en las manos del demonio.
Cuando llegue a España busque la dirección y me encamine, era un trayecto largo ya que me encontraba en la frontera de España y Francia muy lejos de mi destino así que fue un viaje muy largo donde termine agotado.
Al final llegue a Madrid, la capital impuesta por Felipe II así que ya os debéis imaginar todo el tramo que recorrí desde la frontera con Francia. Busque a mi amigo Antonio con un poco de desesperación por su ya sabida torpeza. Lo encontré comprando en el mercado local, me llevo a su hogar que no tenía nada de humilde y me dijo en latín:
– Tenéis que pensar que esta morada es, desde ahora, vuestra casa.
– Lo aseguro estimado amigo mío – dije, igualmente en latín, encantado por la decoración.
Él se limitó a sonreír y dirigirme a la sala de estar avisándome que iría por el infante que había dejado al cuidado de las criadas en la habitación que era del chiquillo.
Una criada me atendió con humildad y me sentí como en mi juventud, respirando las rosas del jardín mientras de la misma manera una criada me atendía solemnemente. Entonces empezó a llenarme de preguntas como si tenía que aprender Español y cuánto tiempo me costaría, puesto que se me apetecía una lengua difícil con distintos compases, acentos y miles de palabras.
Suspire comiendo una galleta de trigo y al mismo tiempo Antonio llego con el niño tomado de su manita.
Grande fue mi sorpresa al verlo, tanta que no me moleste en ocultarla, y la galleta que sostenía cayó al suelo al levantarme: el niño era, de manera obvia, de estatura baja a sus cinco años y eso no era lo más sorprendente puesto que tenía la piel morena de aquel tono que se parecía al de los indios (refiriéndome a los habitantes de la India) pero a la vez más claro y se veía resistente sin embargo el mismo tono de esta la hacía ver suave. Mire su cabeza y tenía cabellos castaños, pero de un castaño tan obscuro que, de no haber estado a contraluz, hubiese confundido con negro; entonces mire su cara, era hermosa y mi sorpresa fue muchísimo más grande pues lo que me esperaba de alguien con ese tono de piel eran facciones toscas pero este niño… las tenía finas como europeo incluso sus cejas parecían delineadas con fino pincel y las pestañas eran largas.
El niño era un mestizo de la Nueva España.
Mi asombro se acrecentó al chocar sus ojos con los míos de manera contrastante: rojo y azul. Sus ojos eran de un rojo carmesí, anormal en un ser humano que no era albino, sin embargo el color era tan hermoso y hasta entonces comprendí porque en la iglesia era uno de los colores sagrados.
Cuando salí de la sorpresa vi a Antonio que sonreía orgulloso… orgulloso de encontrar a un espécimen tan exótico.
El niño por su parte me miraba con recelo y miedo, tirando de su mano discretamente para apartarse de mi amigo. Seguramente le incomodaba mi presencia o creía que le haría algo malo por llevar el atuendo eclesiástico. ¿Pero que estarían haciendo los religiosos barbaros en esa colonia?
Antonio me presento al infante, cuyo nombre era Alejandro y Antonio le había dado sus apellidos, y este solo se asustó más al yo extenderle la mano, cerrando sus ojos con fuerza como si fuese a recibir un golpe. Me hinque en una rodilla y la otra la mantuve arriba, acaricie su cabeza que ya quedaba un poco a mi altura en esa pose y me miro con inocencia y curiosidad. Entonces dijo algo que no entendí mientras se dejaba acariciar el cabello que tenía largo hasta la mitad del cuello.
Antonio solo suspiro y lo interrogue con la mirada.
– Es una lengua del Nuevo mundo – dijo en latín por lo que el infante lo vio confundido –. Lo que os dijo fue que sois muy amable.
– ¿Podrías decirle entonces que es un niño muy lindo? – cuestione.
– Por supuesto, creo que también le debo decir quien sois y cuál es tu misión para con él. Perdonadme si te dejo fuera de la conversación, espero que vosotros dos aprendáis el español rápido. – entonces se puso a hablar con Alejandro con gesto serio y el niño solo asintió.
¿Quién pensaría que tal encuentro cambiaria mi modo de ver la vida? Debía haberlo supuesto en aquel entonces ya que las cosas que no esperas siempre cambian tu destino.
Aunque en ese momento no advertí un destino cruel si no prometedor y de todas maneras jamás hubiera pensado que aquel destino seria cruel y que empezaría en unos cuantos años. Cuando aquel barco ingles partiera desde Bretaña hasta la costa española al norte…
Si, jamás hubiera pensado algo así.
Random (que no se vería bien en el inicio (?): Las cosas de la Iglesia y eso lo he sacado después de discutir con mi amiga gringa (que no lo es pero le decimos así) el por qué la religión e iglesia eran hipócritas, ella es muy fiel y yo muy arreligiosa. Al final llego mi novia de chocolate (?) y nos separó diciéndonos "Son unas inmaduras y tu Manuela (esa soy yo) no tendrías que ponerte a discutir de eso con la gringa ya sabes como es y lo mismo va para ti por seguirle la corriente" solo le dijimos que había dicho algo inteligente a pesar de ser una boluda, sobrenombre que salió al hacer un unicornio explosivo (?)
Random2: De los colores me entere porque, otra vez, la gringa me decía que los pitufos no eran diabólicos por esto y lo otro(los ama). Estaba por reírme pero la profesora en turno la apoyo diciendo: "Es verdad, papa pitufo no puede ser representado como el diablo por el simple hecho de ser representado con rojo, es un color usado en ceremonias católicas y es un color de la iglesia". Pero aun así molesto a mi amiga diciendo que "Son unos loquillos ¿Cómo aguantaron tanto sin una mujer?"
Si hay alguna duda no respondida la recibiré con brazos abiertos~
Eiki-san fuera (/;u;)/
