El zorro era el chivo expiatorio. Estaba trabajando en una misión encubierta desde hace unas semanas con la intención de dejar en evidencia a unos mapaches que traficaban drogas y armas.
Ya todo estaba listo y el lugar como el horario de una nueva transacción estaba avisado. Los policías ya estaban en posición para entrar, solo faltaba el comprador.
Cuando llegó. Sonidos de llantas chirriando agudamente, comenzaron a escucharse en el galpón mientras aparecían varios vehículos pertenecientes a la estación de policía. Al bajar los oficiales comenzaron a imposibilitar y a neutralizar a los sospechosos, empezando una lluvia de balas, ya que los sospechosos todavía no atrapados comenzaron a disparar.
El zorro que estaba de su lado, hace unos momentos y en medio de la confrontación, comenzó a noquear a varios narcotraficantes antes de que escapen. Al rato Judy había disparado en la pata aun mapache que estaba a punto de disiparle a Nick. Al darse cuenta quien le había ayudado, le dio una mirada severa.
— ¡Ocúltate debajo de un auto! —Repuso Nick en medio de la redada. La coneja se cruzó de brazos en una evidente posición de negación.
— Soy una policía, no me voy a ocultar —El zorro no discutió.
— Como quieras, Zanahorias, después no te asustes si salto sobre ti —Termino de hablar para seguir imposibilitando a los delincuentes tratando de acercarse a la coneja mientras Judy disparaba a quien quiera que tenía intención de dañar a su compañero.
Al rato de estar intentando atrapar la mayor cantidad de sospechosos antes de que escapen. Una bala fue a parar cerca de Judy tan cerca que Nick por reflejo y reaccionando rápidamente la tiro al suelo cubriendo su cuerpo con el suyo. Entretanto el observaba a su alrededor para saber dónde provenían los disparos y dispárale.
Los dos estaban alarmados como indicaba su pelo erizado y sus orejas levantadas. En esa posición, Nick, disparo varias veces. Hiriendo a algunos de los bandidos.
Al momento en que el ultimo disparo se efectuó escuchándose como un sonido lejano y distante. La coneja pudo respirar al fin. Viendo esos ojos verdes que la miraban fijamente haciendo que su corazón latiera mas rápido, aunque, pensaba que era por lo peligrosa que se había puesto la situación.
Al instante en que el zorro hizo un gesto de dolor. La coneja se asustó. Una señal de alarma atravesó su cuerpo. ¿Le habían disparado? Judy pasó sus patas por sus omoplatos bajándolo hasta la cintura y rozando brevemente su cola.
No había sangre.
— ¿Estas bien?
Nick la miro sonriendo ladeadamente.
— ¿Preocupada, Zanahorias? o ¿Manoseándome? —Al decir eso un color rojizo se apodero de su rostro— Si es lo último, siéntete libre de seguir haciéndolo —Sonriendo traviesamente.
La coneja alejo rápidamente las patas de su cola con la cara rojiza.
— ¡Ya quítate! —Él lo hizo, sonriendo divertidamente. Brindándole una mano en señal de ayuda. Ella lo acepto viendo como los demás policías estaban arrestando a los restantes malhechores.
Él rio, mientras observaba a Judy, quien estaba completamente bien, para su alivio.
— Ya no hagas mas eso —Espeto la coneja sonando enojada por la preocupación que sentía si el zorro le pasaba algo malo— ¡No eres mi guardaespaldas!
— Cariño... —Expresó en un tono que la coneja odiaba— Ya deberías saber que no voy a dejar que te lastimen. Aun si tengo que usar mi propio cuerpo como chaleco antibalas.
— Torpe zorro.
Solo expreso, dándose la vuelta para evitar que se viera su sonrojo e iba donde se encontraban los restantes policías. Entretanto Nick la observaba marcharse con una sonrisa ladeada y un pensamiento resonando en su mente...
"Torpe coneja, siempre te protegeré"
