Primera Publicación: Agosto 2007
Resubida: Septiembre 2017
Debido a que es el favorito de muchos, y que otros nunca terminaron de leerlo. Este fic será resubido o/
Remake de Desafío Este
"El Gran Desafío del Este"
Capítulo 01: ¡El destino de la amistad!
Pueblo Paleta era un pequeño, pero importante, pueblo de la región Kanto. Era mundialmente famoso por tres motivos: El primero porque era el lugar en donde vivía el célebre Profesor Samuel Oak, un hombre mayor, catalogado como el más grande representante en cuanto a investigación y estudio de los Pokémon se refiere, él también era el responsable del segundo motivo del pueblo. Allí año a año se iniciaban entrenadores Pokémon en compañía, de Bulbasaur, un extraño Pokémon celeste con un bulbo cerrado sobre su espalda, del tipo hierba; de Charmander, un lagarto naranja, que llevaba una larga cola terminada en una pequeña llama, representando a los Pokémon del tipo fuego; O bien, podían elegir a una pequeña tortuguita de color celeste con una extraña cola de ardilla, Squirtle, representante de los Pokémons de agua…
Aunque este suceso, tuvo su excepción hace más de diez años, cuando un niño sin opción a elegir, obtuvó un Pikachu de manos del profesor, Pikachu era un Pokémon amarillo de la variedad eléctrica de orejas puntiagudas terminadas en un color negro, mejillas rojas y una cola que recordaba la silueta de los rayos.
Si bien, en un inicio, Pokémon y entrenador no lograban entenderse, eso mejoró muchísimo con el tiempo, dándole a Pueblo Paleta, el origen del tercer motivo de su fama…
Ash Ketchum, un entrenador Pokémon muy respetado en la actualidad. Cabello corto oscuro, pero aun así alborotado oculto debajo de una gorra roja, ojos cafés, y al fin con una altura respetable, se veía parado en la colina de su adorado pueblo. Campeonatos regionales y competencias locales, lo habían catapultado como un gran y experimentado entrenador. Era casi lo que siempre soñó… era prácticamente, un auténtico Maestro Pokémon.
—Échale una última mirada al pueblo, Pikachu —le sugirió el joven a su Pokémon— No volveremos a casa hasta que no me haga de ese desafío —inició su caminata, con sus manos ocultas en su chaqueta y el Pokémon en su hombro— Es hora de comenzar... — había dado pocos pasos cuando una voz a sus espaldas, lo hace detener. «¡Ash!» escuchó, extrañado giró sobre sus pies— ¿Quién será? —se preguntó colocando su mano derecha sobre sus ojos. Una joven mujer se le acercaba corriendo cuesta arriba. Su cabello suelto, se mecía en el viento.
—¡Hola Ash! —saludó apenas llegó frente a él, agitada apoyó sus manos en sus rodillas, tomó aire y luego continuó— ¿Cómo estás?
—Bien… —respondió aún inseguro de quien lo saludaba— ¿Tú? —preguntó observando a la joven de pies a cabeza. La joven frunció su ceño y puso sus manos en la cintura — ¿Qué te pasa?
—¡Debería pegarte por esto Ash Ketchum! — Se quejó— No puede ser que no me reconozcas.
—¡Misty! — gritó sorprendido, al momento que su Pokémon saltó a brazos de la chica.
—¡Al fin! —Suspiró— Te salvaste de que estoy de muy buen humor Ash, porque si no… — apretando su puño derecho frente a ella—, te hubiera dado un buen golpe.
—¡Oye! —exclamó molesto— No es mi culpa —continuó tras observarla de pies a cabeza— Quien te manda a vestirte como una chica normal ahora. —pese al símbolo de furia que se creó en la frente de la muchacha, no contesto nada, su amigo no detenía su habla — ¿Qué haces aquí? — preguntó con mucha curiosidad.
—Pues estoy en un viaje, necesito entrenar más y más a mis pokémon —respondió con una sonrisa— Como estaba cerca de pueblo Paleta, decidí venir a ver a tu mamá. Fue ella la que me avisó que estabas a punto de salir del pueblo.
—Ah… — acomodó su gorra— Ya veo…
—¿Y tú? —preguntó ella inclinando un poco su cabeza para buscar la mirada de su amigo— ¿A dónde vas?
—Yo voy a iniciar un nuevo viaje —elevó su mentón con aires de grandeza— Soy el invitado del Desafío Este — tomó de adentro de su chaqueta una credencial, la cual Misty recorría de punta a punta con sus ojos verdes.
—Increíble… — comentó sorprendida— ¡Felicidades Ash!... Pero bueno, ya no te entretengo más… — le sonrió acomodando el bolso que traía en el hombro derecho — ¡Éxito!
—¡Espera! — La detuvo — ¿A dónde vas tú?
—A seguir entrenando sin rumbo fijo — respondió quitando parte del cabello que cayó a su rostro — Solo busco donde entrenar.
—¡Tengo una idea! — Propuso Ash luego de pensar un poco, sólo un poco; lo que causó sorpresa en su amiga
—¿Cuál?
—¿Por qué no vienes con Pikachu y conmigo al Este?
—¿Qué? — reaccionó espantada, la propuesta dejó mucho más sorprendida a la joven.
—Bueno… — suspiró desanimado —. Era solo una idea…
—¡Acepto! — Soltó sin pensarlo mucho, Ash la miró— Dije que Acepto Ash —sonrió— Hace tiempo que tú y yo no viajamos juntos… —comentó algo nostálgica— Sería divertido… —le extendió la mano.
—Bienvenida de nuevo —agregó con una sonrisa, al momento que estrechó la mano de su amiga, ambos quedaron mirándose fijamente y soltaron de golpe sus manos— Bueno… entonces sigamos — continuó Ash algo nervioso, comenzando la caminata. — Misty sonrió, miró a Pikachu que subió a su hombro y salieron tras Ash.
Al punto donde debían llegar para partir hacia la región del Este, era ciudad Celeste; Como en los viejos tiempos, escuchar ese nombre desanimó mucho a Misty. Ash si bien se percató de esto, no dijo nada hasta que estaba cerca de la estación, y los ánimos de Misty estaban, por decir de alguna forma, por el suelo.
—¿Sucede algo? — preguntó.
—Hace tiempo que no voy a ciudad Celeste…
—¿Cuánto tiempo llevas fuera? — se extrañó, se supone que era la líder local.
—Meses Ash… — respondió mirando el cielo —. Muchos meses.
—Impresionante —el rostro del entrenador se vio invadido por un gesto, mezcla de asombro y confusión.
—Bueno, aunque no es para tanto —sonrió aun mirando hacia el cielo— Aún no es lo suficiente…
—Misty… — por un momento, sintió un escalofrío. Algo raro se notaba en el ambiente desde que se encaminaron a la ciudad. Nervioso pero seguro, decidió preguntarle de una vez por todas, algo que no lo dejaba tranquilo… — ¡Oye Misty! — se detuvo.
—¿Qué? — bajó su mirada y la dirigió a su amigo, deteniendo su marcha.
—¿Tú… — la señaló, parpadeando sucesivamente — Viajas así? —observaba su actual vestimenta y las comparaba con las que él recordaba.
—Sí… ¿Qué tiene? —comentó de manera molesta, tenía una blusa amarilla con mangas acampanadas azules hasta el codo. Una falta tableada también amarilla. Botas largas de color blanco; su cabello naranja estaba suelto, y le llegaba por debajo de los hombros.
—Es que —respondió con miedo, sabía que una palabra de más o una palabra incorrecta haría que su pelirroja acompañante se enojara— Es muy diferente a la despreocupada Misty que yo conocí…
—¡Jaja! —Rió nerviosa— Si lo sé… ahora —dio un giro—. Creo que entiendo porque mis hermanas lo hacen todo el tiempo, te hace sentir un poco mejor contigo misma.
—Bueno… — giró sus ojos hacia otro lado— Si tú lo dices…
—Si —puso sus puños cerrados en su cintura—, lo digo yo —levantó un dedo hacia Ash—. Solo te voy a advertir una cosa Ash Ketchum —el joven aún la miraba confundido—: No puedes enamorarte de mí, ¿Ok?
—¿Qué? — Ash la miró aún más perturbado que antes, sin entender la frase de Misty.
—¡Ay Ash! —lo chocó con su cuerpo— Veo que sigues igualito a cómo te dejé hace años…
—No entiendo nada de lo que dices, ¿A qué te refieres? —interrogó molesto.
—A nada Ash —apoyó la mano derecha en el hombro izquierdo de su amigo— Mejor sigamos viaje, ¿Vale?
«Yo si cambié» se dijo para sí mismo indignado «Te lo voy a demostrar»
Ash siguió molesto hasta la estación, actualmente la región Kanto se comunicaba fácilmente gracias a una red de metros, en minutos podías llegar a la ciudad que deseabas…
Cuando llegaron a ciudad Celeste, lo hicieron en total silencio. Misty dio el primer paso para salir de la estación, pero una vez afuera su rostro se puso pálido. Ash había comentado que quería ir al gimnasio Pokémon a saludar a sus hermanas…
—¿Qué pasa? ¿Por qué no quieres que vayamos al gimnasio? —se preocupó bastante, pero Misty solo le tomó las manos.
—Por favor Ash… —su mirada lucía muy triste, y no le quedo de otra, más que contarle lo que estaba sucediendo— Ya entiendo —comentó Ash al terminar de escucharla—, ¿por eso viajas?
—Así es, necesito recuperar mi gimnasio Pokémon —con rabia en sus palabras —. Todo fue un descuido de mis hermanas, ellas debieron defenderlo...
—¿Y ahora dónde están? — preguntó tratando de calmarla
—En Isla Espuma, tenemos una casa allá… —suspiró— Bueno, mejor sigamos…
—Misty —dijo serio, por lo que detuvo la marcha de su amiga—. Acabo de pensar en algo…
—¿En algo?
—Si —afirmó con la cabeza—, pero necesito tu ayuda primero.
—¿Qué necesitas de mí?
—Ayúdame a derrotar los ochos gimnasio y la élite del Este…
—¿Y cómo me ayudara eso a mí? — arqueó ambas cejas confundida
—Si venzo el desafío Este, me darán el título de campeón; según me informaron el titulo tiene cierto poder sobre Johto y Kanto.
—¿En serio? — la sorpresa de Misty fue total.
—Claro… Entonces —golpeó su nariz con el dedo pulgar—, siendo el campeón, vendré a desafiar a esos que cometieron el error de quitarte el gimnasio familiar.
—Ash… — estaba emocionada, no podía contenerse— ¿De verdad harías eso por mí?
—Por supuesto Amiga —le sonrió—. Claro está, que primero me tienes que ayudar tú a mí.
—Que no te quepa la menor duda… — amagó abrazarlo, pero le volvió a extender su mano — Muchas gracias.
—De nada… — quedándose con las ganas del frustrado abrazo.
—Entonces… — comentó la pelirroja poniéndose en marcha— ¡Sigamos!
—De acuerdo…
Pasaron aun así por delante del gimnasio Pokémon, estaba cerrado, descolorido y se notaba que no estaba bien cuidado, Misty no soporto lo que vio y salió corriendo hacia el puerto. Ash hecho una última mirada al lugar, sin poder creer lo que había pasado, miró a su amiga alejarse y se prometió a si mismo ayudarla.
Cuando Ash llegó al puerto, Misty estaba sentada en uno de los bancos, con su mirada en el piso, lágrimas brotaban sin control de sus ojos. Ash se le paró enfrente con sus manos en su cintura.
—¡Misty! —gritó llamando la atención completa de la chica.
—¿Qué? —levantó su mirada hacia él— ¿Qué pasa?
—¡Arriba el ánimo!
—¿Qué?
—¡Sí! ¡Vamos! —con su puño en alto— ¡Tú no eres así, debes pelear!
—Si lo sé… —volvió a bajar su mirada.
—Parece que no… —comentó irónicamente.
—Ash… —el joven puso su puño cerca del rostro de Misty— ¿Qué?
—Vamos a hacer una promesa…
—¿Sobre qué?
—Vamos a prometer, pelear por recuperar el gimnasio Celeste
—Pero… Ash…
—¡Promételo! —le volvió a alzar la voz— ¡Anda!
—Está bien… —mirándolo de reojo, mas le sonrió y chocó su puño con el de Ash—. Te lo prometo… Lo haremos juntos.
—Así me gusta Misty —tomó la mano de su amiga y la jaló—. Ven, vamos llegó el barco
—Está bien… ya voy, ya voy… —poniéndose de pie.
—Una nueva aventura nos está esperando en el horizonte —señalando hacia delante— ¡Es hora de comenzar!
¿Qué aventuras les espera a nuestros amigos? ¿Podrá Ash cumplir con su misión en la región del Este? ¿Qué le habrá pasado al gimnasio de Misty?
Todas las respuestas y más interrogante en el próximo capítulo de "El Gran Desafío Este"
Esta historia continuará
