Una sonriente Mirajane atendía la barra de Fairy tail. La albina se encontraba limpiando una de las tazas de vidrio mientras miraba con dulzura la escena ante sus ojos
El pequeño Romeo se encontraba ofreciéndole u encantador ramo de rosas a la pequeña Wendy. Esta se encontraba totalmente avergonzada y luego de tartamudear un gracias, recibió el ramo.
Mirajane sonrió. El amor juvenil era tan lindo. Pensó.
Tarareo suavemente una canción mientras acomodaba las tazas en sus respectivos estantes. El ruido de una silla siendo arrastrada la saco de su trance. Mirajane se dio vuelta y vio a Gajeel sentado en una esquina de la barra.
Ella sonrió.
—Bienvenido de vuelta Gajeel. — Saludo cordialmente— ¿Cómo estuvo tu misión?
Gajeel gruño
—Fue una pérdida de tiempo—dijo secamente. — tráeme una cerveza camarera.
Mirajane asistió con la cabeza y se dirigió a los estantes para buscar la bebida. De repente las puestas del gremio se abrieron, revelando a una silueta femenina.
— ¡Hola a todos!
Levy saludo alegremente, siendo respondida por la gran mayoría. Esta sonrió y se encamino suavemente hacia la barra.
— ¡Buenos días Mira!
— ¡Buenos días Levy! —Mirajane sonrió ampliamente al observarla. — Ohhh, Levy… ¿es un nuevo traje?
La peliazul sonrió y afirmó con la cabeza mientras daba una vuelta.
— ¿Te gusta?
Levy llevaba un pequeño vestido de encaje, sin mangas, color rosa suave. La tela superior tenia bordados pequeñas flores, un poco más abajo se encontraba un cinturón negro ancho que se ajustaba firmemente a su cintura; mientras que la falda rosa caia suavemente sobre sus glúteos torneados. Por último, el pañuelo que usaba normalmente, había sido remplazado por uno de color negro. Era casual pero atractivo. Lo suficiente como llamar la atención del sexo masculino.
Ideal para las altas temperaturas de Magnolia.
La albina sonrió y afirmo con la cabeza tras examinarla por segunda vez.
—Te ves bellísima.
Cana, que estaba sentada en una de las mesas cercanas, se acercó hacia ellas y rodeo con un brazo los hombros de Levy.
—¿Intentando impresionar a alguien? — susurro Cana, mientras acariciaba gentilmente los cabellos de la peliazul.
Levy abrió los ojos sorprendidas, su rostro se tiño de un ligero carmín.
—¿Q-que? Y-yo solo….
Cana dejo salir una pequeña carcajada al ver la incomodidad de Levy. Miraje por su parte observo como cierto mago miraba disimuladamente a la maga.
Sonrió para sus adentros mientras le hacía señas con la mirada a Cana, la cual entendió en el acto y sonrió con complicidad.
—Nee, Levy…Date vuelta.
— ¿Para qué?
—Solo quiero ver algo
Mientras tanto Gajeel estaba oyendo la conversación de las tres magas.
Vendita sea su audición súper desarrollada. Pensó.
Tenía que admitir que ese vestido se le veía aún mejor que el otro vestido naranja que usaba usualmente.
Le encantaba la forma en que la falda del vestido caía suavemente sobre su trasero. Oh como le gustaba
Le hacía ver mucho más grande de lo que era.
Y si, la maga podría considerarse "plana"…pero su trasero.
Dios la compenso con eso. Pensó.
Gajeel estuvo a punto de quejarse sobre la tardanza de su bebido pero algo lo detuvo.
Fue un chillido de Levy.
—La falda es muy corta.
— ¿Tú crees?
Levy se encontraba de espalda de las dos magas, mientras que Cana agarraba la falda y tiraba de ambos lados.
Conclusión: dejaba muy buena visión para el mirón del Dragon Slanyer de hierro.
—Oh bueno, se te ve bastante bien. —dijo la morena. —Aunque te quedarían aun mejor las faldas de tubo, te ajustaría más a tu trasero…ya sabes.
—Para mí está bien. —la albina agrego. —Además, he visto a Lucy usar cosas más cortas que esa falda.
Cana sonrió ante su próxima travesura.
—Serian por aquí las faldas de Lucy… ¿No?
Cana le pregunto a Mirajane mientras levantaba un poco más la falda. La albina sonrió con complicidad y negó con la cabeza.
—Creo que es un poco más arriba
Levy sintió como la tela subía lentamente por sus muslos. Sus mejillas empezaron a arder al darse cuenta de que algunos magos la empezaban a observar con curiosidad. Ella sonrió y trato de opacar la situación.
Si seguían así podrían ver sus bra….
Oh… esas arpías.
Levy chillo enojada y se dio la vuelta.
— ¡Cana deten…!
Un gran golpe contra el suelo la interrumpió. Cana rápidamente soltó la falda, antes de que alguien pudiese darse cuenta.
Gajeel empezó a reclinarse cobre la silla. Él se había dado cuenta de las intenciones de Cana, pero dios… ¿Cómo no ceder ante esas vistas?
Empezó a reclinar la silla hacia atrás en busca de poder ver a lo que sería su perdición.
Las bragas de Levy.
Se mordió el labio con frustración y maldijo por primera vez su altura.
Se reclino un poco más.
¿De qué color serian? Se preguntó.
Sintió algo caliente salir por su nariz. Se limpió con el puño y observo que era sangre.
Entonces el empezó a caer.
Espera… ¿A caer?
¡Oh dios!... ¡Él se había olvidado que estaba reclinado en su silla!
Lo próximo que sintió fue el duro suelo del gremio contra su espalda.
Mierda.
