Adrien y Marinette ya hace tiempo que descubrieron sus identidades y confesaron sus sentimientos. Por esa razón, ellos en ese momento se encontraban en medio de una cita en el parque, tomando un helado, sentados en una banca.
El ambiente que irradiaban era tan romántico que parecía que había corazones alrededor. Y ni hablar de la conversación que tenían, la cual era más aduladora que otra cosa, todo por parte de Adrien que de forma natural le decía lo increíble que era, sin un atisbo de vergüenza.
Entretanto Marinette con un sonrojo que le cubría hasta las orejas y su corazón que en ese momento parecía querer estallar, se dispuso a comer su helado quien observo de reojo a Adrien cuando empezó a hacer lo mismo con el suyo, se quedó estática con un rubor en las mejillas al observar sus labios y por ese motivo, a causa de su torpeza, esta le hizo chocar su nariz con el helado, ensuciándose.
Adrien lo noto y tomando unas de las servilletas que se encontraban en la banca, se acercó a Marinette y le limpio suavemente su nariz como sus labios que fueron tambien afectados. Marinette ante esa acción se quedó paralizada, no pudiendo creer que había hecho eso. Entonces miro a Adrien, lo que provoco que se perdiera en esos ojos verdes, y este al sentir que lo observaban, también la miro.
Con eso se dio cuenta lo que estaba haciendo y se apartó avergonzado. Y ellos quienes se encontraban a una distancia prudente, sosteniendo sus helados que en muy poco tiempo se derretirían, hicieron contacto visual sin decir ni una palabra.
— ¡Ah! no lo aguanto más seductor de primera —Exclamo Tikki saliendo del bolso de Marinette y con su mano señalaba a un Adrien colorado— ¡Ya bésala!
Al escuchar esos los aludidos se quedaron ahí con los ojos abiertos enormemente, sin respirar, sintiendo como su corazón palpitaba con más fuerza, con la quijada un poco abierta y con un sonrojo que cubría todo su cuerpo.
— ¡No! —Intervino Plagg— Si lo haces no lo voy a poder soportar y voy a vomitar, te aviso que no van a ser bolas de pelo.
Los individuos, se quedaron mudos de la vergüenza, los dos se habían olvidado de la presencia de sus Kwamis.
—Nos vamos a ir, así que no se queden ahí sin hacer nada —Dijo luego de unos segundos Tikki mientras con Plagg, se estaban yendo.
No obstante esa acción se detuvo cuando el celular de Adrien sonó.
— ¿Quién era? —Pregunto Marinette cuando Adrien cortó y notaba como él se tocaba con su mano la nuca, y ella sabía que cuando lo hacía estaba nervioso.
—Lo siento me tengo que ir, tengo una sesión de fotos—Le explico con una mirada apenada.
—Dijiste que tenías todo el día —Repuso Marinette triste, le dio pena decirlo, pero no quería que se vaya, no habían pasado mucho tiempo juntos.
—Lo siento, te mentí —Se disculpó bajando la cabeza avergonzado— Pero es porque quería verte —Le dijo levantado su mirada, ocasionando que Tikki y Marinette sintieran su cara arder al instalarse ese sonrojo en sus mejillas y por la parte de Plagg que este tuviera arcadas de lo tan cursi que era eso.
Con eso dicho, Adrien se despidió de Marinette, brindándole su helado, para correr hacia el lugar donde hace una hora tenía que presentarse, seguido por Plagg.
En ese momento Tikki lo sabía, Adrien era un seductor de forma natural, como Marinette lo era en lo de pervertida.
Y eso lo era al notar como Marinette al ya irse Adrien, quien sostenía el helado, este lo veía con un extraño brillo en su mirada y lo acabo de confirmar al oir las palabras que pronuncio que fueron...
"Tengo el helado que estaba comiendo"
Si, esas cualidades de seductor por parte de Adrien y pervertida de parte de Marinette no solo la tenían cuando eran sus alter-ego porque eso formaba parte de ellos, provenían naturalmente.
Y eso Tikki lo sabía más que nadie.
