Pues después de varios intentos de escribir algo, por fin puedo decir que me estreno con este fic de Pandora Hearts. Me ha costado bastante sacar la historia adelante, ya que siempre suelo dejarlo todo a medias, pero quiero dejar en constancia que con esfuerzo y cariño, lo he conseguido.

Espero que os guste a todos aquellos que lo leáis y sed libres de darme vuestro punto de vista para así poder mejorar poco a poco. Y ya no me enrollo más... Aquí os deja Rinny el prólogo!

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¿Qué habría pasado si ella no hubiera interferido en aquel entonces? Las cosas habrían sido diferentes, todo iría bien ahora, de eso estoy segura, Alice estaría aquí y yo… bueno, el desenlace de aquello no sería lo que es hoy. Otra vez en mi mundo, como siempre. Desde el fatídico día en el que Alice… ¿murió? ¿Desapareció? Mi cabeza solo se centraba en lo sucedido.

Hace ocho años estábamos las dos en los jardines de la mansión, cuando de repente una de las estatuas de decoración hizo ademán de caer sobre Alice. Por suerte fui mucho más rápida y conseguí empujarla, siendo yo la que quedó sepultada por las piedras.

-¡Abys! ¡Abys, háblame! ¿Por qué? Despierta albina tonta. ¡Despiértate!

Recordaba sus palabras como si aquello hiciera escasos días que ocurrió. Después de aquello, solo recuerdo ver su rostro feliz, prometiendo que iba a estar bien, que ella iba a hacerlo posible. Mis ojos pesaban en aquel momento, me quedé dormida, sentía cómo mi fuerza se iba, pero desperté y entonces…

-¡Alice! Por el amor de un dios, llevo rato llamándote.

-¿Oz? ¿Cuánto rato llevas aquí?

-Te lo acabo de decir, mema…

Miré a mi amigo directamente a los ojos con una mirada fulminante. Siempre que me propinaba un insulto era lo que hacía, o bueno, más bien dicho lo que Alice hubiera hecho. Ella siempre había sido espontánea y escandalosa, era inevitable.

Como estaba a punto de mencionar… cuando me desperté tras el incidente lo primero que vi fue a mi amiga Sharon dormida a mi lado. Enseguida se dio cuenta de que estaba despierta y, de forma fugaz, se abalanzó sobre mí.

-¡Alice, qué alegría, estás despierta! Pensé que te perdía también, tras lo que le pasó a Abys…

-¿Qué? Sharon, pero si yo no…

No logré terminar la frase, el reflejo que podía ver en el espejo no me lo permitió. Vi a mi hermana, su cabello castaño, largo y peinado al igual que el mío, con la diferencia de que era blanco. Puse una mano sobre mi mejilla, pellizqué con fuerza y noté molestia. Era yo, ciertamente, pero… en el cuerpo de Alice.

Sharon me contó que encontraron el cuerpo de Abys (mi cuerpo) sin vida junto al de Alice, la cual pensaron que por el impacto se había desmayado. Pero… ¿qué hacía yo en el cuerpo de Alice? Se supone que me metí por el medio y era yo quien debería estar… muerta, en mi cuerpo… A partir de ahí actué como Alice, no fui capaz de decir la verdad. Lo peor de todo es que hoy en día ni siquiera logro entender lo que sucedió. Llevo ocho años investigando y todas las pistas que he logrado encontrar me han llevado siempre de nuevo al principio.