Yo, Saga de Géminis, detesto tener boca de profeta, pero sabía que nuestra relación estaba destinada a terminarse de la peor manera posible. Tú eras indiferente y yo inmaduro. Tratamos de que funcionara pero el tiempo erosionó nuestras emociones.
Lo presentía, pero no lo quería ver. Lo sabía. Nos dijeron que empezamos mal y terminaríamos peor y tuvieron toda la razón. No escuchamos a nadie y nos introdujimos en esta relación destructiva e impetuosa. Todo para que se desintegrara el amor.
Dejamos de querernos y enamorarnos, quisimos ser fuerte y ahora no nos buscamos, somos un par de cobardes y tontos. Nuestro amor se desintegra, Sarahí. Se desintegra y todo por mi edad e inmadurez.
A pesar de que eres ocho años menor que yo, tú siempre fuiste la adulta, la dura, la insensible…
Yo sabía el final y el dolor no me permite buscarte. No puedo rogarte porque mi orgullo y lo volátil de mi carácter también te dañaron.
