Hola!!!
Bien, como saben, este es mi primer fic. Ya lo había olvidado, si no fuera por un review que me llegó hace un tiempo, seguiría en el olvido. Me he propuesto continuarlo... y terminarlo.
Quiero hacerlo mejor…así que he reescrito el primer y segundo capitulo (si cambiar mucho las ideas) En cuanto a la trama…no la cambiare…porque un primer fic no es primer fic si no se trata de lo que este se trata (lo digo así para no arruinarles la lectura del fic XD)
Espero que les guste y ojalá me dejen review
Disclaimer: Todos los personajes son de Tolkien, excepto (hasta ahora) Sabrina
Capítulo 1:
"Amo mi vida""…Cansancio. Ramas y hojas raspando mi cara y mis brazos. Pero si es un bosque. ¿¡Qué hago corriendo por un bosque!? Está mas espeso. Al suelo. Me levanto y sigo corriendo. Al suelo de nuevo, sigo corriendo. Dolor, me duele el hombro, se me nubló la vista. Oscuridad..."
Abrí los ojos sobresaltada.
Me senté en la cama. "¡Que feo sueño! Que bueno que me desperté" Me volví a acostar, pero una duda asaltaba mi cabeza "¿Qué hora es? …No importa, de seguro es temprano. Pero, no está oscuro". Para salir de la duda, me senté nuevamente y miré la hora.
"Horror. ¡Son un cuarto para las ocho! No llego a la universidad. ¡Me muero, ¿porqué hoy?!" Salí disparada de la cama. Me duché y me vestí en menos de diez minutos, cosa que nunca antes había logrado, tomé mi mochila y me fui corriendo por el patio trasero, que se conecta con el bosque que da a los patios de la universidad. Es mi atajo.
No desayuné, para desgracia mía.
Yo soy chilena, pero me vine acá a España a estudiar arquitectura, desde pequeña soñaba con venir. Me vine sola, pero siempre estoy en contacto con mi familia. Me ha ido muy bien, los vecinos me recibieron como a una hija, me encariñé mucho con ellos, estoy terminando mi carrera, después, a trabajar. Luego me iré de viaje por Inglaterra, y después a Estados Unidos, es mi sueño.
También deseo conocer a Orlando Bloom, es mi actor favorito, de hecho, en verano estaba tan ociosa que le envié un e-mail con un millón de cosas cursis, diciéndole cuanto lo admiraba. Ojalá no le haya llegado, o no lo haya leído, pensara que soy patética.
Como ven, tengo mi futuro planeado…
Últimamente, me he estado atrasando mucho, así que tuve que descubrir una manera de ahorrar tiempo, encontré que el bosque que está atrás del patio de mi casa daba con los patios de la universidad, muy cerca del edificio de arquitectura. Es más fácil atravesarlo que rodearlo.
Pero hoy me desperté mucho más tarde, así que tengo que atravesar el bosque corriendo…con tacos.
Mientras corría, noté que el bosque se hizo más espeso, pero no me importó "Sólo debo seguir adelante". Pero a cada paso se hacía mas espeso. Estaba CANSADA. Y me empecé a caer con las raíces "Estúpidas raíces…se me arruina el futuro por su culpa". Seguía corriendo, no me importaba nada, lo único que quería era llegar pronto a la universidad.
De pronto, una fuerte punzada en mi hombro e hizo caer. Se me nubló la vista y creo que me desmayé.
Cuando por fin me desperté estaba encogida en las raíces de un árbol. Me acomodé un poco para ver el hombro que me dolía…
-¡AHHH!- Un grito de horror atravesó el bosque. "¡Pero cómo me pasó esto!". Tenia una fecha dorada en mi hombro. Justo sobre mi pobre corazoncito. Y sangraba. Mucho.
Me da pánico la sangre, es por eso que no quise se doctora, ni dentista. Cuando pequeña, mi tía me dijo que los primeros años una se lo pasaba en la morgue. Nunca mas pensé en esas carreras.
Miré a otro lado, como buscando ayuda. Creo que la encontré, eran tres hombres de rodillas a mi alrededor. Me miraban con cara de preocupados, luego miraban mi hombro, más preocupados aún. Parece que ya llevaban un tiempo ahí, aunque no demostraron mucho interés cuando desperté.
"¿Y estos? ¿De dónde salieron? …Pues la única que conocía este atajo era yo, supongo. Será mejor que me cuide"
El que está a mi derecha, se ve bajo, parece un enano, tiene una espesa barba rojiza y su rostro está lleno de arrugas. El que se encuentra enfrente de mí, perece de unos treinta y tantos, también lleva barba, pero mucha menos que el primero, tiene el pelo castaño oscuro y se ve amable. El de mi izquierda, es bien parecido, se ve como de mi edad (24…no soy TAN vieja) y lleva un arco que grita CULPABLE.
Como ya no sentía dolor, olvidé mi herida y me concentré en observar a los que me rodeaban, preguntándome si me ayudarían o no.
Después caí en la cuenta de todo… Este no era el bosque que yo suelo cruzar. ¿Dónde estoy?¿Qué hago aquí? …¿Quiénes son ellos?
"¿Y si estoy soñando? Sí, eso debe ser. Pero si fuera un sueño, no sentiría nada. Tal vez sea un juego de rol, aunque no creo que lo sea…estarían más preocupados de lo que parecen. ¿Pero que más podría ser?"
Intenté pararme, pero no pude, entonces me puse histérica.
-¡Cómo se les ocurre!¿Es que son tontos?- "Em…¿Estás segura de que quieres insultar a estos tres tipos? No creo que te convenga". Acto seguido, el arquero y el enano apuntaron sus armas hacia mí, mientras que el otro me tapaba la boca.
-Te conviene estar callada, pues debes descansar- Me dijo mientras quitaba su mano de mi boca y me la ponía en mi frente. "Y este, ¿Qué se cree?"Con un manotazo quité su mano de mi frente.
-¡No me toques!- El arquero y el enano, que aún no bajaban sus armas, las acercaron más a mi cuello. "Cálmate niña, o si no terminaras degollada aquí mismo, y eso no es lo que quieres". -¡Tranquilos, no hay para que precipitarse!- Con las manos intente alejar sus armas, cosa que no logré, lo que sí pude hacer es que se me hundieran un poco más en mi cuello.
-Te curaremos esa herida, antes de que mueras desangrada- Me dijo el arquero, bajando el arma, y bajando con la mano el hacha del enano.
"Hay, que dulce, que lindo que te preocupes por mí, después de que casi me mataras, claro. Pero no, me tengo que ir."
-Lo siento, pero me tengo que ir, estoy muy atrasada- Me intenté parar, pero no pude- Además, esto no duele- "¿Cómo va a doler si es obvio que es sangre falsa?" Con un dedo me toqué el hombro, mostrándoles que no duele. "¿Qué es esto? …Esto no es sangre falsa. Y sí duele, mucho"-¿Ven? Nada de dolor- Lo dije lo más tranquila posible, escondiendo mi mueca de sufrimiento.
- Ya sé una forma de ahorrarnos este molesto problema- El enano puso su hacha en mi cuello, con cara de psicópata, los otros intentaron detenerlo, pero no lo consiguieron. "Claro, es simple, si me matan no habrá problema, pensarán que simplemente he desaparecido" Pero mi sarcasmo no me ayudó, así que decidí hablar.
-Se toman muy en serio este juego ¿cierto?- Intenté esbozar una sonrisa. Me miraron con cara de no saber lo que decía.
-Niña, este no es un juego- El arquero puso su mano en mi hombro bueno, como signo deque esté tranquila "¿Niña? ¿A quién le dices niña? …Yo ya estoy grandecita… ¿No es un juego?". Creo que puse una cara de dolor que ni yo sabía que tenía…Después no supe nada más del mundo. Supongo que me desmayé.
Cuando recuperé la conciencia, estaba acurrucada en las raíces de un árbol, abrazada a mi mochila. "¿Eh, qué hago aquí? …Ya recordé, estoy en el medio de un bosque…con tres psicópatas y una flecha en mi hombro. Que frustrante". Intenté acomodarme, pero al final decidí sentarme. Los tres hombres seguían sentados junto a mí, pero ahora, en vez de una flecha, tenía una venda en mi hombro.
-¡¿Qué me han hecho?! ¡Yo tenía una blusa es vez de esto!- Señalé la venda alrededor de todo mi tórax, que cubría también mi hombro herido. "Y más vale que no le hayan hecho nada, pues esa blusa no es una ganga precisamente…Espera, ¿qué haces preocupándote más por el dinero que por tu vida? Tienes razón parece que mis prioridades se han desordenado…Y es obvio que te han sacado la flecha y puesto esa…¿venda? Para que no te mueras desangrada".-¿Dónde la han dejado?-
El arquero se levantó y me entregó una mancha roja.-Ten, creo que es eso lo que buscas- Después de pasármela, se volvió a sentar, creo que para ver qué iba a hacer yo con eso.
-Mmm…- Revisé mi blusa por todos lados "Si no me equivoco, esto era blanco". -¿Sabían ustedes que esto era blanco?- parece que no entendieron mi sarcasmo. "Espera…tú tenías esto puesto cuando te llegó la flecha ¿no? entonces, ¿Cómo es que ahora está en tus manos y no la tienes puesta Sabrinita?" Supongo que mi conciencia es algo dura conmigo. Me enderecé para abofetear a los tres, pero no pude porque una puntada muy dolorosa me hizo volver a mi posición inicial.
-Debes quedarte tranquila de una vezesa venda no resistirá mucho, y debemos llegar pronto al palacio- El tipo castaño se puso de pie después de decir eso, el arquero y el enano lo siguieron.
-¿Piensas llevarla al palacio?- El enano protestó, cruzando sus brazos y poniendo muy mala cara.
-Mira- El arquero bajó la voz y se dio vuelta, como para que yo no lo oyera- Por haberla lastimado, ahora es mi huésped y me siento en deuda con ella, así que en el castillo decidiremos qué se hará con ella.
Yo permanecí callada escuchando la conversación, "Claro, ahora ellos deciden que hacer conmigo sin preguntármelo, no, yo ya estoy bien grande para que me digan qué tengo que hacer, y no lo permitiré"
-No, no iré a ninguna parte si no es a mi casa- Hice un esfuerzo universal para poder pararme, y aún así me tuve que afirmar del árbol para no caerme ¿cómo es posible que esté tan débil?-Ustedes no son nadie para decirme qué hacer.- Me miraron con cara deque no me iban a hacer caso.
-Mira niña, tú ahora estás a nuestro cargo, y NOSOTROS ya decidimos qué hacer contigo- La voz del hombre de los treinta y tantos años sonó autoritaria y algo cansada, así que decidí no reclamarle.
-Te llevaremos al palacio, en el camino nos contarás todo- El enano agarró mi mochila y se puso a caminar.
-¿Todo de qué?- "Qué se creen…pero creo que es mejor hacerles caso, pues llevan armas y parecen peligrosos". "Hoy era mi gran día, y me lo arruinaron, hoy iba a dar el examen de grado. Mi futuro se me escapó corriendo por culpa de ellos, y Orlando Bloom también, está más lejos que nunca.". –Por favor, NO ME PUEDEN LLEVAR, NECESITO volver- Unas lágrimas se escaparon de mis ojos pero por suerte las logré esconder. Miré la hora, ya debía haber dado el examen hace horas. Me resigné, iría con ellos. El enano nos esperaba unos metros más adelante. –Está bien, los acompañaré, pero quiero que me digan quienes son, que hacen aquí y qué hago YO aquí-
Cuando me solté del árbol y di una paso, me fui de boca al piso, no me podía mantener en pie. Ellos me ayudaron a pararme y caminar, El arquero rubio me era repugnante así que rechacé su ayuda.
-Puedo sola- Me solté de ellos bruscamente y por lo menos me pude mantener parada. "No necesito ayuda, puedo sola, no soy un bebé"
-Estás demasiado débil, nosotros te ayudaremos hasta que puedas sola, en todo caso, el viaje no es tan largo- El arquero y el otro me ayudaban a caminar mientras que el enano caminaba adelante.
-Quiero mi mochila- Me detuve, el enano me miro con repugnancia y luego siguió caminando, después dijo que él la llevaría. Seguimos caminando
"Será pues, tendré que esperar para poder llevar yo mi mochila. Y yo qué creía que mi vida era perfecta, tenia todo, mi familia me quería, tenía dinero, una casita y vecinos que me trataban como a una hija…y lo perdí todo porque de una cosa estoy segura, este lugar no es España ni Chile…nunca antes había visto árboles tan gigantes. En conclusión: AMO MI VIDA"
