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Summary:
«Hinata tras morir regresa en algo diferente, y sus ojos blancos son muestra clara de que ella pertenece al mundo de la muerte… pero ahora ha retornado en busca de la persona que causó su tragedia»
Sí, sé que debería estar haciendo la continuación de mis fanfics, pero esta historia es algo que no puedo sacarme de la cabeza, ya que Kataomoi va a terminar, me puse a escribir esta; se supone que esto será algo "sobrenatural" y tratare de meterle romance, también hablare sobre fantasmas.
Basado en el manga "Vampir" de Natsumi Itsuki y de mi otro fanfic "Konoha Oscura" (pero sólo me ayudaron en la idea).
Disclaimer:
"Los personajes de Naruto, así como su mundo, son propiedad de Masashi Kishimoto; yo sólo los tomé prestados para hacer este fanfic"
Título: Vampyr
Autora: Antifashion19
Género: Sobrenatural | Horror | Misterio | Suspenso | Romance
Personaje(s)/pareja(s) principales: Hinata H. | Sasuke U. | Ino Y. | Naruto U. | Sakura H.
Advertencias: Sasuke x Hinata. Sakura x Naruto x Ino. Universo Alterno. Posible OoC. Palabras soeces.
Leve Yuri. Violencia y muertes.
Sobre aviso no hay engaño.
Si eres anti de estas parejas, no leas y ya; pero si eres un lector de gustos variados, y sólo te importa el contenido de la historia… ¡Bienvenido seas!
Créditos: La imagen que he usado para la portada le pertenece a 1090506, cuyo link a su DeviantART se encuentra en mi profile.
Edición: 05 de Enero de 2017. Con la perdida de todos mis escritos de mi laptop, he vuelto a editar.
Aclaraciones sobre la historia:
No tengo nada que decir, sólo que "el culpable" estará entre varios candidatos de los personajes de Naruto; así que si pensaron rápidamente que sería Naruto o Sasuke, puede que estén equivocados… o quizás tengan razón.
Capítulo I. Antes de partir al Infierno
吸血鬼
La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno
Walter Scott
Las sombras oscuras se arrastraban sigilosamente por las baldosas grises de aquel pasillo aterrador y desértico; observó como las hojas secas de algunos árboles se colaban a través de las ventanas a causa del aire frío de otoño, acomodó la bufanda lila que le ayudaba a conservar el calor en su cuello y frotó sus manos temblorosas para calentarlas mientras esperaba al joven que caminaba hacia ella.
Mordió su labio inferior, jugó con el sobre que llevaba en sus manos y sonrió como una tonta a la vez que sus mejillas se sonrojaban; luego se atravesó entre el pasillo y él para evitar que siguiera avanzando. El joven la miró encrespado, se cruzó de brazos y chasqueó la lengua; la chica sólo cerró los ojos, inclinándose levemente, levantó sus manos para que él lograra recibir ese sobre arrugado por su nerviosismo…
—¡Me gustas! —alzó su voz temblorosa—. Po-por favor, acepta esto de mi parte.
El joven tomó el sobre. Su rostro no cambió de expresión mientras lo abría, sacaba la hoja de papel del interior y la leía detenidamente; la chica lo miraba de reojo, jugando con sus dedos y mordiendo su labio inferior en espera de su respuesta.
—¿Una carta de amor? —preguntó molesto—. ¿Estás confesándote con esta… porquería?
Ella se sorprendió ante aquellas palabras; luego colocó una de sus manos en su pecho para apaciguar el dolor, mientras sus ojos negros se nublaban a causa de las lágrimas que estaban a punto de brotar. La mirada profunda de aquel joven la hacía tambalearse y sentirse pequeña.
—Lo-lo siento —bajó la vista—. No era mi i-intención mo-molestarle.
No soportaba el dolor, quería llorar ahí mismo. Mientras otro joven los observaba a la lejanía, y esperaba que su amigo…
—¡Pero lo hiciste tonta! —gruñó fastidiado—. Deja de joderme con esto.
…le rompiera el corazón a aquella joven.
—No vo-volverá a su-suceder —tartamudeó.
De pronto, el joven sujetó el brazo de la chica y lo torció un poco, mientras ella lo miraba aterrada y se quejaba a causa del dolor.
—Y no me hagas perder el tiempo… —la soltó bruscamente. Se giró hacia la puerta donde el otro joven lo esperaba—, Hinata.
Y después de eso, ella sólo se dejó caer hincada sobre el piso frío, observando como el joven de cabello azabache se marchaba sin alguna contemplación.
—Ah —se volteó de nueva cuenta hacia ella, arrojándole la hoja de papel estrujada hacia su cara—, y ten tu estúpida carta.
La risa malvada de ese hombre recorrió todo el pasillo e hizo eco en su cabeza. La campana de la escuela sonó y los alumnos que se encontraban en sus respectivos salones salieron a toda prisa; algunos de ellos se percataron de su presencia y la miraron curiosos, pero Hinata sólo se levantó y caminó hacia la puerta principal. Comenzó a correr vertiginosamente, causando que la bufanda que llevaba volara por los aires hasta caer en el pasto verde de la preparatoria. El rechazo y las crueles palabras de aquel joven -que amó por mucho tiempo en secreto- no la dejaban en paz.
La risa socarrona y burlona seguía martillando su cabeza…
Siguió avanzando entre los cuerpos de sus compañeros para llegar a la calle, escuchando como algunos le gritaban y la insultaban, pero ella jamás se detuvo; incluso, hizo caso omiso a la voz de una joven que le gritó que tuviera cuidado. Y entonces, Hinata paró en seco sólo para contemplar la parte delantera de una camioneta que arrojó su cuerpo a varios metros.
El tiempo se detuvo cuando su cuerpo se quedó tirado en el piso, bañado en sangre.
Observó que el conductor de aquella camioneta se bajó horrorizado, y los gritos de algunos alumnos no se hicieron esperar; unos llamaban a la ambulancia, otros lloraban frenéticamente y otros tomaban fotos con su celular. Una mujer rubia trataba de acercarse, haciendo a un lado a los alumnos que se arremolinaban para ver el cuerpo casi mutilado de Hinata.
La mujer se hincó en el suelo, tomó su mano y trató de parar la sangre que brotaba de su estómago.
—Todo estará bien, Hinata —susurró—. Ya viene la ambulancia… estarás bien.
Pero Hinata no le creyó; porque aunque siempre fuera despistada, tartamudeara por cualquier cosa, no fuera popular, ni mucho menos inteligente… ella sabía cuándo alguien mentía, y aquella rubia de pechos exuberantes no le decía la verdad.
—E-estoy mu-muriendo —sonrió al darse cuenta de las cosas que notó del cuerpo de la mujer rubia—. No mienta.
—Shh —trató de callarla cuando notó que la sangre emanaba de su boca—, todo estará bien.
Y después de escuchar tal mentira, prestó atención a los alumnos que hacían un círculo a su alrededor, observando como ella moría. Entonces se preguntó si él estaría ahí viéndola morir. "Él, tenía la culpa", de pronto aquel pensamiento surgió dentro de su cabeza; "Sí, él tenía la culpa", volvió a repetirse aquello una y otra vez, hasta que notó como las sombras de los árboles se arrastraban con sus garras afiladas en dirección a ella. Las vio y quiso gritar aterrada, sin embargo, en lugar de voz fue sangre lo que salió de su boca.
"¿Son demonios, fantasmas o ángeles tal vez?", se cuestionó.
Empero, fueran lo que fueran se estaban acercando, asechándola como un león a su presa… así que trató de moverse, no obstante, su cuerpo roto no la dejó. Estaba a merced de esa cosa y nadie ni nada podría salvarla.
Era su final.
Aterrada, vio como aquella sombra adquirió forma viscosa y cuando se acercó lo suficiente, se metió por su boca. Hinata pudo sentir como eso le rompía y le rasgaba la tráquea mientras se introducía, dejándole un sabor metálico y nauseabundo; también apreció como la cosa dentro de ella se movía de un lado a otro, y mordía cada uno de sus órganos.
De pronto sus ojos azabaches se voltearon y el corazón dejó de latirle...
Murió.
. . .
—Cof, cof —tosió desesperada a la vez que trataba de tomar aire—. ¡Mi-mierda!
Se sentó bruscamente en la cama y sus pies tocaron el frío piso de la habitación; observó todo a su alrededor, como una suave luz se colaba a través de su ventana, rebotando en los cristales que colgaban del techo. Aclaró su garganta y se levantó de un sólo brinco.
Rascó su nuca mientras caminaba al tocador. Y al llegar, se detuvo unos instantes para observar su reflejo en el espejo: su cabello azabache con toques azules, su piel pálida, su rostro hermoso. Sonrió arrogantemente hasta que notó el nuevo color de sus ojos… blancos.
De repente, el ruido de algo arrastrándose la sacó de sus pensamientos; bajó la vista hasta toparse con una mujer en el suelo, con el cabello enmarañado, la piel azulosa, y largas uñas. Se hizo a un lado pero aquel ser le sujetó la pierna, sin embargo, tiró de ésta y siguió avanzando…
Ya se había acostumbrado, ver esas cosas fue el precio de regresar a la vida, y eso era algo que le haría pagar al culpable de su muerte.
Era una nueva Hinata, que ahora pertenecía al mundo de los muertos.
Continuará…
Notas de la autora:
¿Cómo están?
Sé que me van a regañar por no tener la continuación de Konoha Oscura o de Eterno Resplandor, o de Kataomoi o de Shippuden Yaoi, etc., etc. Pero esta idea no me la podía sacar de la cabeza… de hecho son varias; pero ya pronto estará la continuación de Konoha Oscura y de Eterno Resplandor.
Espero que les guste esta nueva. Quejas, sugerencias, comentarios, patadas voladoras estilo Chuck Norris, etc., aquí abajo.
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Antifashion19
No permito que nadie tome mis fanfics sin mi autorización, y mucho menos que lo publiquen en esta o en cualquier otra página diciendo que él/ella son los autores de dicha historia.
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