Hola ^^

Aquí os dejo un nuevo fic, este será corto. Solo serán 3 capítulos. Espero que os guste :)

Misaki se encontraba sentado en el sofá junto con su pareja, él estaba viendo un concurso de cocina mientras que Usagi-san se encontraba leyendo un libro. Misaki jamás lo diría en voz alta pero le encantaban esos momentos en los que podía estar al lado de su novio simplemente sin hacer nada, era muy agradable disfrutar de la compañía del escritor. El momento fue interrumpido por el sonido del teléfono móvil de Misaki. Frunció un poco el ceño al ver de quien se trataba, era bastante inusual que su hermano le llamara a él y no a Usagi-san.

- Nii-chan, ¿cómo estás?- Saludó el universitario.

- Misaki, por aquí todo bien. ¿Tú como vas? Ya estás de vacaciones, ¿no?

- Sí, las clases acabaron ayer.

- ¿Y tienes algún plan?

- ¿Eh? No, no tengo ningún plan…¿por qué lo preguntas?

- Misaki, tengo que pedirte un favor enorme.

- Claro, nii-chan, ¿de qué se trata?

- Me acaban de llamar del trabajo para decirme que tengo que ir a Australia, mi empresa está interesada en asociarse con una empresa de ahí, si todo va bien es posible que me ofrezcan un ascenso muy importante.- Explicó Takahiro mientras Misaki escuchaba atentamente. Usagi-san había parado de leer y estaba intentado escuchar lo que decía su amigo.- Tengo que irme mañana mismo y Manami vendrá conmigo, no quiere que vaya solo. El problema es que no tenemos con quien dejar a Mahiro y no creo que sea posible que nos acompañe. ¿Te importaría cuidar de Mahiro mientras estamos fuera? Antes de que respondas he de decirte que no sé cuando volveré, yo calculo que las negociaciones nos llevarán unas dos semanas. Sé que es mucho tiempo y que son tus vacaciones y necesitas descansar.

- Nii-chan, no te preocupes por Mahiro, estaré encantado de cuidar de él.- Dijo Misaki.

- ¿De verdad? No quiero que te sientas presionado o algo, otra opción sería contratar a una niñera.

- No, esa no es una opción.- Dijo Misaki tajante.- Una cosa es que Mahiro se quede unas horas al cuidado de una niñera y otra que se pase dos semanas con una desconocida. No, ni hablar, para algo soy su tío, ¿no?

- ¡Muchas gracias, Misaki, eres el mejor hermano del mundo. No te imaginas el peso que me acabas de quitar de encima!- Exclamó Takahiro alegremente.- Oye, ¿y a Usagi-san no le importará que Mahiro se quede tanto tiempo con vosotros?

- Claro que a Usagi-san no le importará, adora a Mahiro, es más, para él es como si fuera su propio sobrino.- Mintió Misaki ganándose una mirada muy sorprendida por parte del escritor.

- En ese caso en un par de horas os llevaré a Mahiro. Manami y yo aún tenemos muchas cosas que preparar y el avión sale mañana muy temprano.

- De acuerdo, le iré preparando la habitación.

- Muchas gracias, Misaki, os veo en un rato.- Dijo Takahiro para después colgar.

- Misaki, ¿qué ocurre?¿Por qué le has mentido a Takahiro?- Preguntó el escritor.

- Mi nii-chan y su mujer deben irse mañana mismo a Australia por motivos de trabajo y me ha preguntado si Mahiro se puede quedar con nosotros y evidentemente le he dicho que sí.- Le dijo sabiendo que eso no le iba a hacer nada de gracia al escritor.- Nii-chan me ha dicho que es posible que tarde unas dos semanas en volver.- Akihiko puso mala cara y abrió la boca para decir algo pero Misaki comenzó a hablar muy rápidamente.- Antes de que digas nada ya sé que esto es un fastidio para ti, no te gustan los niños, soy consciente de eso, pero de verdad que me haría muy feliz que le cogieras un poquito de cariño a Mahiro, al fin y al cabo nosotros no podemos tener hijos y él es lo más parecido a un hijo que vamos a tener. Por favor, sé amable con Mahiro el tiempo que esté aquí, no te pido que juegues con él ni que te pongas cariñoso ni nada por el estilo, solo quiero que no le pongas mala cara ni te enfades porque pase más tiempo con él que contigo. ¿Está bien?¿Podrías hacer eso por mí?

- Está bien, intentaré ser amable con el niño.- Suspiró Akihiko.- Pero que no se le ocurra acercarse a Suzuki-san.

- Muchas gracias, Usagi-san.- Dijo Misaki sonriendo y dándole un abrazo.

Una hora después Takahiro llegó cargando en brazos a Mahiro, junto con una gran maleta. Misaki acababa de preparar el cuarto de invitados para el pequeño y Usagi-san se encontraba aún sentado en el sofá.

- Takahiro, ¿ya lo tienes todo listo?- Preguntó el escritor levantándose del sofá y acercándose a la entrada donde estaban Misaki y Takahiro, quien todavía sujetaba en sus brazos a Mahiro.

- Manami está acabando de prepararlo todo, por eso no ha podido venir a despedirse. Me ha pedido que os envíe saludos.- Dijo Takahiro soltando la maleta y llevando la mano que tenía libre a la espalda de Mahiro, quien tenía su cara escondida en el cuello de su padre.- Mahiro, ¿no saludas? Di hola a Misaki y a Usagi-san.- No obtuvo respuesta y el niño se abrazó más a Takahiro.- ¿No quieres ir con Misaki? Siempre estás preguntando por él.

- Mahiro, ¿quieres jugar conmigo?- Preguntó Misaki intentando mirar al niño a los ojos, pero Mahiro continuaba escondiendo su cara en el cuello de Takahiro.

- Lleva así desde que le hemos dicho que estaríamos un par de semanas sin vernos.- Explicó Takahiro.

- Papá y mamá volverán pronto, ya verás como el tiempo pasa muy rápido.- Le dijo Misaki.- Además estarás con nosotros y haremos muchas cosas.

- ¿Qué cosas?- Preguntó Mahiro sin levantar la cabeza.

- Iremos al zoo, por ejemplo.- Dijo Misaki.

- El acuario es mejor…- Murmuró Akihiko.

- Y también iremos al acuario.- Le dijo Misaki y consiguió que Mahiro le mirara.

- ¿Qué te parece, Mahiro? Te lo vas a pasar muy bien con los tíos.- Dijo Takahiro.

- ¿Y al parque?- Preguntó Mahiro.

- Claro, también iremos a jugar al parque.

- Mahiro, papá se tiene que ir ya.- Dijo Takahiro dándole un beso en la mejilla. Lo bajó al suelo y le acarició suavemente la cabeza.- Pórtate bien y haz caso de todo lo que te digan.

- ¿Me traerás un regalo de Australia?- Preguntó el niño.

- Si te portas bien.- Dijo Takahiro y se agachó para estar a la altura de su hijo. Le dio un abrazo y después se incorporó para dirigirse a Misaki.- En la maleta hay un montón de ropa de Mahiro, algunos juguetes y medicamentos por si se pone enfermo. Creo que está todo lo que necesita.

- De acuerdo.- Asintió Misaki.

- Por cierto, últimamente le cuesta un poco dormir solo, por eso también he metido una lamparita en la maleta.- Informó Takahiro y se quedó un momento pensativo.- Y creo que eso es todo.

- Nii-chan, vete tranquilo.- Dijo Misaki sonriendo.- Cuidaremos muy bien de Mahiro.

- ¿No puedo ir a Australia?- Preguntó Mahiro poniéndole a su padre su mejor cara triste.

- No, lo siento, no puede ser. Pero te prometo que hablaremos todos los días, ¿está bien?

- Sí, papi.- Asintió Mahiro aún triste.

- Debo irme ya.- Dijo Takahiro mirando su reloj.

- Avisad cuando lleguéis a Australia.- Le dijo Akihiko.

- De acuerdo.

- No te vayas…- Dijo Mahiro abrazándose a las piernas de su padre y echándose a llorar.

- Mahiro, ya lo hemos hablado. Papá se tiene que ir, pero te quedas con los tíos que van a cuidar de ti.- Le dijo Takahiro.- Siempre estás hablando de Misaki, ¿no quieres pasar unos días con él? Le puedes enseñar el cuento que te gusta tanto, lo he metido en tu maleta para que te lo lea antes de dormir.

- ¿El de la ranita?- Preguntó el niño aún con los ojos llorosos pero ya más tranquilo.

- Sí y también he metido el del soldadito de plomo. Ese también te gusta mucho, ¿no?

- Sí.

- Bueno, me marcho ya. Nos vemos pronto.- Dijo Takahiro y se fue rápidamente antes de que su hijo volviera a llorar.

- Misaki, ¿papá volverá?- Preguntó Mahiro llorando un poco y acercándose a su tío.

- Por supuesto que volverá. Tus padres no podrían estar separados de ti nunca, te quieren muchísimo.- Le dijo Misaki cogiéndolo en brazos y secándole las lágrimas.- Aún es pronto para cenar, ¿qué te apetece hacer?

- Ver una peli.- Respondió el niño ya más animado.

- ¿Qué peli quieres ver, Mahiro?- Preguntó Akihiko en un intento de ganarse el afecto de aquel niño solo con la esperanza de que Misaki le recompensara por ello.

- De Disney.

- Vale, eso es muy amplio.- Murmuró el escritor.

- Cualquiera vale, Usagi-san.- Dijo Misaki.- Yo voy a ir a dejar sus cosas en su habitación, no tardo.

- La Bella y la Bestia.- Dijo Mahiro sentándose en el sofá.

- Está bien, ahora la pongo.- Respondió el escritor encendiendo la tele.

- ¿Eres mi tío?- Preguntó de repente el niño.

- ¿Qué?

- Papá ha dicho que eres mi tío, ¿también eres hermano de mi papá?

- No, no soy hermano de tu papá.- Respondió Akihiko mientras ponía la película y se sentaba al lado de Mahiro.- Pero soy su mejor amigo y vivo con tu tío Misaki.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué qué?

- ¿Por qué vives con el tío Misaki?

- Porque sí.- Dijo el escritor.

- ¿Y por qué sí?

- Oye, ¿no querías ver la película?- Le dijo Akihiko y Mahiro se concentró en verla. Pocos minutos después bajó Misaki y comenzó a preparar la cena.

- Tío Usagi.- Llamó el pequeño después de estar un rato en silencio.

- ¿Qué?

- ¿Bestia puede tener piojos?- Preguntó Mahiro sin apartar los ojos de la pantalla.

- ¿Pero en qué estás pensando?- Murmuró Akihiko sorprendido.- Sí, supongo que sí, con esa cantidad de pelo...aunque más bien serían pulgas, ¿no?

- ¿Por qué no cambiáis de tema de conversación?- Preguntó Misaki desde la cocina.- Me está empezando a picar todo…

- ¿Quieres que te rasque?- Le dijo el escritor sonriendo de lado. Misaki optó por ignorarle y seguir cocinando. Akihiko se levantó del sofá y se acercó a donde estaba su pareja.- ¿Has visto que bien nos llevamos Mahiro y yo? Ya somos uña y carne.

- Usagi-san, no lleva aquí ni una hora.

- Pues se me está haciendo muy largo. ¿Falta mucho para cenar?

- Unos veinte minutos.- Respondió Misaki y el escritor asintió. Observaron al niño que se encontraba sentado en el sofá sin despegar la vista de la tele.

- Es bueno saberlo.- Dijo de repente el escritor.

- ¿El qué?

- Que si le ponemos una película al niño le da igual todo lo demás.- Le susurró al oído acercándose más a él.- Podremos tener sexo sin que nos moleste.

- Siempre pensando en lo mismo…

- No te hagas el santo que estoy seguro que tú también lo habías pensado.

- ¿Cómo iba a pensar yo en eso?- Dijo Misaki mientras vigilaba el fuego.

- Vamos a tener un niño en casa durante dos semanas, sin ningún tipo de descanso porque no tiene colegio, ¿de verdad que no habías pensado cuándo follaríamos?- No, Usagi-san, ni me lo había planteado.- Respondió sonrojado.

- Mentiroso. Bueno, voy a seguir viendo la película que ahora viene mi canción favorita.- Dijo el escritor sonriendo. Le dio un rápido beso en los labios a Misaki y volvió al sofá donde estaba Mahiro.

Ya habían acabado de cenar, Misaki se encontraba recogiendo los platos, Akihiko se había ido a su estudio supuestamente a trabajar y Mahiro estaba entretenido dibujando. Misaki acabó de limpiar todo y miró la hora.

- Mahiro, es la hora del baño. Ve a por tu pijama mientras yo voy llenando la bañera.

- ¿Te bañarás conmigo?- Le preguntó el niño con una sonrisa.

- Claro.- Respondió Misaki y Mahiro subió las escaleras para coger su pijama. El niño no tardó mucho en llegar al baño donde la bañera ya estaba casi llena.

- ¿Y el tío Usagi?- Trabajando.

- ¿No quiere bañarse con nosotros?

- Es mejor que no.- Dijo rápidamente Misaki con un sonrojo que trató de ocultar.- Cuando está trabajando no hay que molestarle, ¿de acuerdo?

- ¡De acuerdo!

- ¿Y tu ropa interior?- Le preguntó Misaki al observar la ropa que su sobrino había dejado sobre un taburete.

- Tú solo habías dicho que cogiera el pijama…

- Cierto, culpa mía. Bueno, no pasa nada, ya te cambiarás en la habitación.- Dijo Misaki y comenzó a desvestirse. El niño se quitó la ropa rápidamente y la dejó tirada en el suelo.- Mahiro, ese no es el sitio de la ropa.

- ¿Y dónde la dejo?

- En el cesto que está al lado de la puerta.

- Vale.

- ¿Quieres que te ayude a enjabonarte o ya eres mayor para hacerlo solito?

- Ya soy mayor pero te dejo que me enjabones.- Respondió Mahiro provocando que su tío riera.

- Está bien.

Cuando acabaron de bañarse Misaki acompañó a su sobrino hasta la habitación en la que se iba a quedar y ahí le ayudó a ponerse el pijama, luego el niño se metió en la cama y Misaki le leyó uno de los cuentos que había traído. Mahiro no tardó mucho en dormirse y, antes de salir de la habitación, Misaki encendió la lucecita que había puesto Takahiro en la maleta por si el niño tenía miedo por la noche. Misaki se puso a limpiar la cocina para así no tener que hacerlo al día siguiente, pero fue interrumpido por unos enormes brazos que le rodearon la cintura. Misaki suspiró sabiendo que no iba a terminar de limpiar en ese momento, ya llevaba cuatro años viviendo con el escritor y le conocía perfectamente.

- ¿El mocoso ya está acostado?- Preguntó Akihiko apoyando su barbilla en la cabeza del menor.

- Sí, se acaba de dormir.

- Te has bañado con él, ¿no?

- Claro.

- Conmigo nunca quieres bañarte.- Dijo el escritor mientras metía una mano por debajo de la camisa de Misaki, haciendo que éste se estremeciera al notar el tacto frío del otro sobre su piel.- Eso está feo, con tu sobrino sí pero con tu novio no…

- Es un niño, no le podía decir que no...Además, es muy común que los niños se bañen con sus padres.- Dijo Misaki intentando apartar la mano de su pareja.

- ¿Por qué me rechazas? Si te encanta que te toque.- Murmuró Akihiko en su oreja.

- Aquí no, nos puede ver Mahiro.- Respondió Misaki sonrojado.

- Está durmiendo.

- Nii-chan ha dicho que últimamente le costaba dormir solo.

- Tiene la luz esa siniestra.- Dijo el escritor comenzando a besar y morder su cuello.- Venga, vamos a la cama.

- Usagi-san, ¿y si se despierta?- Dijo Misaki preocupado.

- No se despertará, con el coñazo de cuento que le has contado…

- A él le gusta.- Respondió Misaki mientras el escritor deslizaba su mano por debajo del pantalón y mordía suavemente su oreja, haciendo que se le escapara un gemido.- Está bien, vayamos a la habitación, pero tendrá que ser rápido y sin ruido.

- Durará lo que tenga que durar y el que más ruido hace sueles ser tú, no yo.- Dijo Akihiko cargándole sobre su hombro para llevarle hasta la habitación.

- Sabes que puedo andar, ¿no?

- Eres demasiado patoso como para dejarte subir esta escalera tan peligrosa.

- Tío Misaki.- Un susurro le despertó. Entreabrió los ojos para ver quien le había despertado. Su sobrino estaba de pie junto a la cama llamándole. Se encontraba en la habitación de Usagi-san, quien dormía desnudo a su lado y abrazándole. Misaki abrió los ojos por completo al darse cuenta de la situación en la que se encontraba. Se tapó bien con las sabanas en un intento de que su sobrino no se diera cuenta de que ambos hombres estaban desnudos y comenzara a hacer preguntas. Nunca se había alegrado tanto de que estuviera oscuro.

- ¿Qué ocurre, Mahiro?- Preguntó Misaki suavemente, tratando de no despertar al escritor.

- Tengo miedo.- Murmuró el niño.- No quiero dormir solo, ¿puedo dormir con vosotros?

- Claro.- Asintió Misaki, no era capaz de decirle que no.- Oye, ¿no tenías un peluche de un patito?¿Por qué no lo traes? Así no se sentirá tan solito.

- Vale, ahora vengo.- Respondió Mahiro más animado y salió de la habitación para ir a por aquel peluche. Misaki miró la hora en su despertador, eran las dos de la mañana. Suspiró y comenzó a zarandear al escritor.

- Mmm…

- Usagi-san, despierta.- Le dijo Misaki.- Necesito que te pongas algo de ropa, aunque sean solo los calzoncillos.

- ¿Qué?- Murmuró el escritor abriendo un ojo y observando como Misaki se ponía los pantalones del pijama.

- Mahiro tiene miedo y va a dormir con nosotros, así que por favor ponte algo.- Akihiko suspiró frustrado y sin moverse de la cama buscó a tientas su ropa interior que se encontraba en el suelo, se la puso y sin decir nada más volvió a cerrar los ojos justo en el momento en que entraba Mahiro.

- Ya tengo a Don Pato.- Dijo el niño abrazando el peluche.

- Muy bien, ahora a dormir.- Dijo Misaki acercándose más hacia el lado de Akihiko para hacer sitio a su sobrino.

- ¿Puedo ponerme yo al medio?- Preguntó el niño con un puchero.- Es que me dan miedo las esquinas.

- Joder…- Murmuró el escritor sin abrir los ojos, ganándose un codazo de su novio.

- Claro, puedes dormir al medio.- Asintió Misaki y el niño se metió entre los dos amantes.

A la mañana siguiente Misaki fue el primero en despertarse. Se levantó, fue al baño y al volver a la habitación no pudo evitar sonreír a su novio y a su sobrino durmiendo abrazados. Cogió su móvil de la mesita de noche y les hizo una foto. Quería enviarle la foto a su hermano, pero él todavía no sabía de la relación que tenía con Usagi-san y prefería no tentar a la suerte, lo último que quería era que su hermano comenzara a hacerle preguntas sobre por qué Mahiro está durmiendo con Usagi-san y no con él. Decidió ponerse esa foto de fondo de pantalla y después se dirigió a la cocina a preparar el desayuno. Mahiro no tardó ni diez minutos en bajar, saludó a su tío con un abrazo y se fue directo a ver unos dibujos en la tele. Akihiko no bajó hasta que olió el olor a comida.

- Buenos días, Usagi-san, ya casi está el desayuno.- Dijo Misaki sonriendo.

- ¡Tío Usagi!- Gritó Mahiro al ver al escritor y corrió hacia él para abrazarle las piernas, Akihiko se limitó a darle dos golpecitos en la cabeza a modo de saludo.

- Misaki, no me ha gustado dormir lejos de ti.- Dijo Akihiko acercándose a la cocina.

- Estábamos en la misma cama…

- Pero teníamos un obstáculo en medio.

- Esta mañana cuando me he despertado no parecía importarte.- Le dijo Misaki con una sonrisa y sacando su móvil del bolsillo para enseñarle la foto.- Mira que monos estabais.

- Me jode mucho que haya tenido que venir el mocoso para que te pongas una foto mía de fondo de pantalla.- Le dijo el escritor muy serio.

- Me la he puesto por Mahiro…

- Sí, claro, el más mono de esa foto soy yo y lo sabes.

- Venga, todos a la mesa a desayunar.- Dijo Misaki y los tres se sentaron en la mesa.

- ¿Qué vamos a hacer hoy?- Preguntó Mahiro.

- ¿Te apetece ir al parque?- Preguntó Misaki.- Puedo preparar un pícnic y comer allí.

- ¡Sí!- Gritó el niño emocionado.

- Usagi-san, no te preocupes que te dejaré la comida preparada.- Le dijo Misaki.

- Iré con vosotros.- Dijo el escritor.

- ¿No tienes que trabajar?- Preguntó Misaki.

- Sí, pero ya lo haré luego.

- ¡Sé responsable, Usagi-san!- Le riñó el castaño y en ese momento sonó el teléfono. Akihiko se levantó para cogerlo, ignorando a su novio.

- Mahiro, es para ti.- Le dijo el escritor cuando hubo atendido la llamada.

- ¿Es papá?- Preguntó el pequeño y corrió hacia el teléfono.

- Sí, es tú papá.- Respondió Akihiko entregándole el aparato.

- ¡Papi!...Muy bien, ayer vimos La Bella y la Bestia...Sí, me estoy portando muy bien...Un poco, pero los tíos me han dejado dormir con ellos.- Dijo el niño y ante eso tanto Misaki como Akihiko abrieron los ojos como platos.- Sí, en la misma cama, como mami y tú…Sí, vale...¿me has comprado ya algo? ...Vale, adiós papi.- Dijo el niño y sin colgar se dirigió a su tío.- Misaki, papi quiere hablar contigo.

- ¿Nii-chan?- Dijo Misaki nervioso.

- Misaki, ¿cómo va todo por ahí?

- Bien, Mahiro es un niño muy bueno.- Respondió el estudiante con una risa nerviosa.

- Me alegro. Oye, Mahiro me ha dicho que esta noche no ha podido dormir solo y que ha dormido con vosotros dos. ¿Cómo es que dormís juntos? ¿No es un poco raro?

- Bueno...no sé, yo no diría que es raro.- Murmuró Misaki con un nudo en la garganta, bajo la atenta mirada de Usagi-san.

- Sí que lo es, Misaki. Teniendo camas suficientes no entiendo por qué dormís juntos...eso solo lo hacen las parejas.

- Ya, eso es verdad, nii-chan. Oye, ¿qué tal es el tiempo por ahí?- Intentó cambiar de tema Misaki pero Takahiro no quería dejarlo pasar.

- Misaki, ¿por qué estabas durmiendo con Usagi-san?

- Bueno, nii-chan, creo que sería mejor que lo habláramos cuando vuelvas.- Dijo Misaki y sus manos empezaron a sudar considerablemente.- H-hay algo que hace tiempo que quiero contarte, pero creo que es mejor hacerlo en persona.

- Está bien, Misaki, aunque empiezo a sospechar que tiene algo que ver con que durmáis juntos, ¿no?- Dijo Takahiro con un suspiro.- ¿Puedo preguntar desde cuando o tampoco me lo vas a decir por teléfono?

- Desde que me mudé.- Respondió Misaki.- ¿Estás enfadado, nii-chan?

- No, no estoy enfadado...pero tampoco estoy dando saltos de alegría, no te voy a mentir. Es que me ha pillado muy por sorpresa, no me lo esperaba. Pero claro, cómo me iba a esperar tal cosa.- Dijo Takahiro y Misaki comenzó a llorar.

- Lo siento…

- No lo sientas, Misaki, ya te he dicho que no estoy enfadado, es solo que necesito tiempo para hacerme a la idea, ¿lo entiendes?

- Sí, nii-chan, claro que lo entiendo, me imagino que debe ser un poco chocante.- Dijo Misaki aún llorando. Akihiko al verle llorar le quitó el teléfono de la mano.

- Takahiro, soy yo.- Dijo el escritor también nervioso.- Ya lo sabes, ¿no?

- Sí, Usagi-san.

- Siento que te hayas enterado de esta manera. Ya sé que no es escusa pero hace mucho tiempo que queríamos contártelo, pero no sabíamos cómo...a Misaki le preocupaba mucho decepcionarte, ¿sabes?

- Jamás me decepcionaría mi hermanito.- Dijo Takahiro.- Ya le he dicho que no estoy enfadado, pero necesito hacerme a la idea porque ahora mismo en mi cabeza...es decir, no consigo visualizaros de esa manera, ¿entiendes lo que te quiero decir? Para mi es algo muy difícil de comprender, pero os prometo que lo haré, de verdad.

- Es totalmente comprensible, Takahiro.- Hubo un breve silencio que cortó Akihiko.- Yo le amo, más que a nada ni nadie. Solo quería que supieras eso.

- Eso me deja un poco más tranquilo, pero aún así...creo que hasta que no vuelva mi cabeza no podrá aceptarlo del todo.- Dijo Takahiro.- Tengo que colgar ya, cuídalos.

- Por supuesto. Ya hablamos.

- Misaki, ¿por qué lloras?- Preguntó el niño.

- No es nada, es que echo de menos a tu padre.- Respondió Misaki limpiándose las lágrimas mientras era abrazado por Usagi-san.

- Ya está, ya lo sabe y todo está bien, ¿vale?- Le dijo el escritor al oído.- No se ha enfadado, no te ha gritado, no odia a nadie...está todo bien, Misaki.

- Cuando vuelva…- Comenzó a decir el estudiante intentando parar de llorar.

- Cuando vuelva todo seguirá estando bien. Takahiro seguirá queriéndote como siempre te ha querido porque eres su hermano pequeño y jamás dejará de quererte.- Dijo Akihiko dándole un beso.

- ¿Sois novios?- Preguntó Mahiro al ver que se besaban.

- Sí.- Respondió Misaki riendo suavemente, aún abrazado al escritor.

- ¿Y no os pincháis con las barbas?- Preguntó el niño arqueando una ceja.

- Misaki es imberbe.- Dijo Akihiko ganándose una mirada furiosa por parte de su pareja.

Hola :)

Bueno, pues ese ha sido el primer capítulo. Espero que os haya gustado.

No, no me he olvidado de mis otros fics (incluido el de Nuevos vecinos), los actualizaré en breve y este también (espero).

Muchas gracias por leer y por vuestro tiempo.

¡Un saludo!