La legenda de zelda no es mío
¿Han sentido ese sentimiento que sientes cuando vez por primera vez a alguien, o lo ves por segunda vez de una perspectiva diferente?, es demasiado confuso pero es la realidad. Es ese sentimiento que sientes en el estómago, son esas condenadas mariposas. Pero es que no puedo dejar de mirarlo, sus facciones, su pelo rubio rebelde y desacomodado, se me ponen los pelos a flor de piel, esos ojos azulinos cual zafiro que me observan mientras yo lo miro atentamente y embobada.
Esperen, ¿¡Está mirándome!? ¡Rayos yo siempre tan obvia! ¡Por Nayru estoy temblando! ¡Por qué me he puesto así! ¿¡Qué hago!? ¿¡Qué hago!? ¿¡QUÉ HAGO!?...
Todo comenzó esta mañana.
Después de unas largas y cómodas vacaciones de casi dos meses, me levanto como es común, a las cinco con cuarenta de la mañana, entro al baño y me doy una buena ducha, a diferencia de muchos que aunque esté haciendo calor se bañan con agua caliente, yo me ducho con agua fría, ella aclara mis ideas me tranquiliza despierta y relaja.
Luego de varios minutos salgo del baño, me acerco al armario que está a un lado de mi cama y de ahí saco mi uniforme, una falda roja cuadriculada, unas mallas largas color negro, una corbata roja rayada y un chaleco de la misma tela de la falda, a un costado tiene bordada de la trifuerza con una "L" y una "H"
Cuando me termino de vestir me miro al espejo.
— "¿Siempre seré así?" — pregunto para mis adentros, hoy comienza un nuevo año para mi, en la preparatoria Hyrule Legends, entrare a segundo, hoy puedo aprovechar y comenzar de nuevo.
Con esto en mente, me quito mis mallas y me pongo un par de calcetas negras, me deshago del fastidioso chaleco y me dejo la camisa de manga corta fajada y la corbata, mi pelo lo amarro con un chongo alto con un par de cabellos que no quieren quedarse en su lugar.
Algo rebelde para mi gusto o para lo que suelo usar, pero, hace demasiado calor, además algo nuevo no me hará mal.
— ¡Zelda baja rápido! — me grita una mujer desde la sala. Como oyeron mi nombre es Zelda, Zelda Harkinian Daphnes, tengo diecisiete años y esa que me hablo es mi nana Impa, ella y mi madre se conocen de casi toda la vida, y son amigas con atañó, mi padre murió un poco antes de que yo naciera, fue asesinado a sangre fría, ya no me duele hablar del tema, pero como nunca lo conocí nunca e dejado que ningún otro hombre se acerque a mi madre .
Desde ese entonces, Impa y mi mama han vivido juntas y me han criado, para mi, Impa es como una segunda madre, o una tía, para mi mama es como la hermana que nunca tubo dado que mi madre la famosa, Alma Harkinian directora de una de las más exitosas revistas del país la revista precisamente "Harkinian" noticias, moda, finanzas, ella no siempre puede estar conmigo así que Impa es la que me cuida.
En ese momento posé mi vista en el collar que e portado desde que vine al mundo, un collar que mi padre me daría cuando el me viera nacer, pero ese momento nunca llego, es un collar muy hermoso en forma de trifuerza, tiene tres piedras de cristal, una roja que abarca el triangulo de arriba, uno azul que abarca al de la izquierda, y una verde que abarca el de la derecha, tiene cadena dorada es un collar frágil por eso siempre lo llevo en el cuello y nunca me lo quito, al reverso tiene una inscripción "No importa que pase, nunca estarás sola" palabras que me llegan al corazón.
Busque mi mochila azul con blanco, solo llevare un par de plumas, un lápiz sacapuntas borrador y un cuaderno, como es el primer día no necesito llevar na da mas. Salí de mi cuarto para ver por qué Impa me llamaba.
Llego a la sala y veo que no hay nadie
— ¿Impa? — Nadie me responde, observo el techo y veo varios globos rosas y serpentinas, lo cual es muy raro hoy no es mi cumpleaños, ni el de Impa, ¿Por que todo esto?.
— ¿Impa, donde estás? — De nuevo el silencio es el único que me oye, me dirijo a la cocina y deslizo la puerta cuando..
— ¡Sorpresa! — Suelto un gritito por el tremendo susto.
Pero mi vista se postra no solo en Impa que acaba de asustarme demasiado y en sus ojos rojos que me miran con alegría, sino también en la persona que la acompaña, una mujer de unos cuarenta y cinco años que aparenta menos, castaña ojos profundos azulinos de piel pálida de buen porte, una versión un poco más grande de mi
— ¿Mamá, que haces aquí? — Pregunto al ver a mi madre, se supone que ella estaría de viaje, lo cual es muy extraño.
— Zel ¿Acaso no estas alegre de verme hija? —
— ¡No!, no es eso es solo que, es raro que estés aquí, se supone que tu deberías estar camino a Labrynna, después de que llegaras de Ordon ¿Sucedió algo? —Pregunto con suma curiosidad y extrañeza.
— Bueno, es que pedí permiso para poder acompañarte en tu primer día de clases — Mi mamá sí que estaba feliz, me extraña su actitud, pero la verdad estoy feliz de que lo haya hecho, es por eso que le respondo con una sonrisa ,se siente bien saber que lo a echo por ti .
— Gracias, aunque no es mucha la cosa, solo pasare del primer grado al segundo no tenías por qué tomarte la molestia — Pero que bueno que lo hizo.
— ¿A, con que solo eso? — Interrumpe Impa— si solo es para pasar de un grado a otro ¿A que se debe este cambio de Look? — me pregunta con sonrisa pícara, esta mujer si que me las pagara.
— Es cierto hija ¿A qué se debe? ¿A quién quieres impresionar? — Estas mujeres si que quieren matarme, si no fuera por Impa les aseguro que mi madre ni cuenta se dá.
— Amm es.. es que te.. tengo ca..lor calor — Y si que en ese momento tenia calor, este tipo de temas siempre hace que la sangre se me suba a la cabeza, aunque no tenga puesto el ojo en nadie, siempre me resulta difícil hablarlos.
— ¡Pero mira que mona! ¡Parece un tomatito! — Se burla la mujer de pelo platinado y piel morena.
— ¡Ya qui.. Quieren dejar..me en paz! — con eso solo hice que sus carcajadas se hicieran más sonoras.
— Ya, ya, mucha risa, mejor aquí le dejamos que recuerda Alma, la que se queda con ella soy yo, y esos ojos azules me están viendo con cara de que quiere asesinarme —
— Tienes razón, hay que desayunar y luego tu y yo muchachita nos vamos, ¡pero antes aviso! yo haré el desayuno. —
— Gracias por la advertencia — Me burlo pero en serio gracias.
Desayunamos rápido, un rico cereal de colores, lo único que mi madre sabe hacer y para acabarla con receta, ¡Aaa pero también me dio un café! con sal en vez de azúcar, lo cual hizo que lo escupiera, creo que la próxima que venga mi mamá le diré a Impa que no la deje "cocinar".
— "Yo soy más de comidas empacadas" — decía mi madre ante las caras que pusimos Impa y yo al probar también un par de sándwiches que nos hizo, creo que uno tenía jabón, y otro una cuchara.
Ahora nos encontramos saliendo de la casa después de despedirnos de Impa.
— Hija, y ¿Que has hecho en estos meses que no estuve aquí? — Me pregunto, rompiendo el silencio que se formó en el ambiente.
— Pues lo mismo, estudiar, divertirme de vez en cuando ayudar a Impa, nada fuera de lo normal — la verdad estas vacaciones no hice mucho.
— ¿Y no has tenido, no sé, un amor de verano? —
— ¿Que? no, no mama tu sabes que yo en esas cosas no soy muy buena que digamos, además no me eh fijado en nadie — le explique lo más normal, es cierto no me e fijado en nadie y la verdad no espero hacerlo.
— Oh, bueno yo.. fíjate... que... yo si — me pare en seco.
Me di la vuelta lentamente y la encare — No te entiendo, ¿Có.. Cómo dijiste? — no sabía si no había escuchado bien o mis oídos me traicionaban.
— Bueno, que .. yo si, mira Zel es que yo.. —
— No es que nada mamá — la interrumpo al momento — ¿Estás loca? ¡Como vas a fijarte en alguien más! No lo comprendo — Le dije con furia y tristeza.
— Zelda no me hables en ese tono — me habló con voz autoritaria — mira hija, yo se que esto es difícil para ti, te explicare, e conocido a un hombre que me valora, que me entiende y me quiere, poco a poco nos conocimos y se dio, solo...
— ¡No me interesa como se conocieron! No me lo digas — exprese dolida y apartando la mirada, realmente no podía creerlo, más bien no quería
— Zel, tú ya eres una joven, ya no eres una niña, y yo espero de ti que me comprendas..—
— ¡Pero es que no entiendo!, ¡Como puedes hacerme esto! — le dije al borde de las lágrimas realmente esta noticia me llego como un balde de agua fría un golpe demasiado duro —.
— Zelda solo escucha..
— ¡No! ¡tú escucha!, ¡sabes que para mí, mi padre es una de las cosas mas sagradas que tengo, no tuve la oportunidad de conocerlo abrazarlo, decirle cuanto lo quiero y verte con alguien más seria el final para mí! ¡Simplemente no puedo aceptarlo! —
— ¡Zelda! — Me tomo por los hombros para que la mirara a los ojos — ¡No lo hago para hacerte daño! ¡Para mi tampoco fue fácil! yo necesito rehacer mi vida, merezco felicidad! ¡No lo que tengo!.—
Me quede como piedra —Eso quiere decir que ¿No eres feliz conmigo? — no pude soportar más las lágrimas, estas empezaron a escurrir sin cesar por mis mejillas.
— ¡No Zelda! ¡es solo que ahora tu ya eres grande, ya no necesito estar al lado de ti!, ni estarte cuidando a cada rato
contigo ya grande ya no necesito venir siempre porque te sientes sola, ¡yo supongo que ya tienes la capacidad de valerte por ti misma, yo ya puedo seguir sin tener que aguantarte ni soportarte..!— Se llevó las manos a la boca.
Me quede paralizada, quería decir algo pero mis labios apenas se movían — Ósea.. que ya.. no piensas que te necesito, ¡Que solo soy una carga para ti!— estaba echa una fiera pero más que nada el dolor me empezó a consumir por dentro.
— No quise decir eso, Zelda yo no..
— Ya entendí, soy un estorbo para tu felicidad, tus palabras fueron muy claras, ¿Sabes que? ¡Quédate con tu felicidad!, de todos modos nunca estás conmigo cuando más te necesito!, solo quiero ir a la escuela en Paz y tu puedes irte tranquila a estar con ese hombre, si te vas o te quedas es lo mismo — Con eso salí corriendo, oía a lo lejos sus gritos que llevaban mi nombre, pero ya era demasiado tarde, las lágrimas hacían que mi vista se nublara, realmente esto había sido demasiado para mí.
Nunca conocí a mi padre, no podía ver a mi madre con alguien más, simplemente no, pero lo que más me dolió fueron sus palabras, sentí que mi corazón se rompió al oír tales expresiones proviniendo de su boca, siempre me imagine que no me quería lo demasiado o que no me ponía mucha atención, porque estaba demasiado ocupada para estar conmigo, pero jamás ¡JAMÁS! imaginé que me tomara como un estorbo en su vida, era demasiado.
Ella misma lo dijo, aunque lo haya dicho sin querer, lo dijo, esas palabras salieron solas, pero salieron de su ser, de sus más profundos pensamientos y sentimientos, son palabras que jamás podré olvidar, palabras que sonaron una y otra vez en mi cabeza mientras trataba de alejarme lo más posible de lo que creí imposible.
Que tu madre te diga eso, realmente es duro, nunca pensé, que llegara a tal grado.
Estaba tan sumida en mis pensamientos, que no me di cuenta que estaba a punto de llegar a la escuela, y que alguien venia caminando enfrente de mi.
No me importaba lo que pasaba a mí alrededor así que no me di cuenta.
— Ey tranquila — sentí como chocaba con alguien y después me tomó por los hombros con fuerza, pero a la vez con suavidad, pose mi vista al portador de esas cálidas manos.
Pude observar como un joven de cabellos dorados y ojos azulinos me miraba, con un gesto de preocupación.
— ¿Estás bien? — me preguntó con voz melodiosa.
— Si — apenas si pude articular la palabra, mi mente deba vueltas en lo que mi madre y yo nos dijimos, así que no le preste demasiada atención al chico aunque, su gesto hizo que me tranquilizara un poco y mi pulso también se calmara.
— ¿Te ocurre algo malo? — me volvió a preguntar.
— No — dije sin pensar a pesar de que mis ojos decían lo contrario.
— Pues nadie llora si no es por una razón, las chicas bonitas no lloran — me dijo en tono tranquilizador, mi corazón se paro en seco por tales palabras.
— Gra...cias — dije a duras penas.
— Recuerda, de nada sirve llorar, solo debes desahogarte, pero nadie se merece tus lágrimas —
Eso me llegó al corazón, y las palabras que decían mi collar retumbaron en mi mente "No importa que pase, nunca estarás sola" no hay luz sin oscuridad siempre decía mi padre, no importa en cuán difícil sea el momento por el que pases, siempre llegara alguien que te anime y proteja. Pero aun así me sentía mal por lo de mi madre, sin embargo bajo esos brazos me sentía más tranquila. Algo vino rápido a mi mente.
— ¿¡Qué hora es!? — dije rompiendo el momento.
— Son las seis con cuarenta y cin.. — ni si quiera lo dejé terminar pues me eche a correr, alguien me esperaba y con ella no podía llegar tarde.
— ¡Gracias! — aunque ese muchacho no haya hecho la gran cosa, me sentí con la necesidad de agradecerle, la verdad jamás olvidare esas palabras y ese encuentro.
Luego de unos cinco minutos, llegué al patio principal de la escuela, la cual estaba sumamente abarrotada de jóvenes, unos emocionados por otro año más, otros estaban que se caían delos nervios, ósea los nuevos, y otros, estaban que se caían, pero del sueño, dos meses de despertarte a las doce de la tarde y de un día para otro levantarte a estas horas, era muy difícil para muchos, entre ese grupo sabia que hallaría persona la persona que busco.
Ella estaba en una banca dormida y recargada, en una persona que no conozco, y les puedo asegurar que ella tampoco, esta se queda dormida donde caiga.
Corrí y llegue a su lado, el muchacho dónde estaba recargado también estaba dormido.
— "Tal para cual" — sonreí para mí misma, a pesar de lo que ocurrió.
Me acerque a su oído y...
— ¡Midna despierta! — la pobre twilight se despertó, al igual que el otro joven y los dos cayeron, uno sobre otro.
— ¡Midna te conseguiste un novio! — le dije divertida con el propósito de hacerla enojar: Misión cumplida. Se puso como tomate lo cual es algo raro en ella teniendo en cuenta como es.
— ¡Quítate! — le dijo rápido al pelirrojo que estaba encima de ella en pose comprometedora. El pobre muchacho solo se levantó y se fue corriendo.
— ¿Te gusta? — le pregunté de forma burlona.
— ¡No, wuera del demonio! — hizo una cara muy divertida lo cual hizo que riera con ganas, ella en momentos difíciles es la que me saca una sonrisa, pero mi gesto cambio a uno sombrío al recordar eso.
— ¿Por qué pones esa cara? —
— Mi peor pesadilla se hizo realidad — mencione desanimada.
— ¿Te casas con Vilán? — quise reírme pero no pude y ella lo noto — Tu mamá...
— Si — dije sin rodeos.
— Ey tranquila, no te acongojes — me consoló en tono dulce — todo estará bien, por ahora hay que divertirnos, habrá caras nuevas quien sabe tal vez salga un galán, anímate, tenemos que vernos bien, no llorando —
Ella tenía razón debía animarme — de acuerdo —
— Oye, creo que ya te me adelantaste a lo de prepararnos para los galanes — me dio una vuelta y me miro con picaría.
— Si, si deja de juzgar —.
— Pero te sienta bien, eso es más estilo mío pero, te hace falta algo — Ella se agacho, mis calcetas que estaban a mis rodillas, las doblo hasta que quedaron a mis tobillos, dejando ver que mi falda me llegaba a un poco arriba de la rodilla,
luego me abrió un poco el cuello de la camisa y me desacomodo algo la corbata, después me desfajo.
— Shauu linda, ¡Que sensual! — La sangre se me subió a las mejillas, parecía un volcán a punto de explotar — Me gusta cómo te vez, ni muy niña buena ni muy ... como te digo.. Ni muy Ilia ósea ni muy igualada. —
Voltee tanto los ojos que les podría jurar que casi se me salen: Ilia
Mi némesis de toda la vida, una joven de nuestra misma edad, egoísta, mala, creída y presumida, piensa que es la gran cosa y que es mejor que los demás.
Y no se diga de Malon, esa pelirroja también me hace la vida imposible, ellas no se llevan para nada bien, mientras Midna y yo somos como el Yin y el yang ellas son como el agua y el aceite, el día y la noche, a veces no soportan ni verse las caras, fingen ser buenas amigas pero tampoco pueden verse ni en pintura, son tan diferentes pero a la vez idénticas: Rubia más pelirroja mala combinación.
Solo hay algo que las une: su odio hacia a mí, tratan de hacerme la vida cuadritos, pero nunca las dejo.
Ellas son tan engreídas que se pelean entre sí para ver quién es la más popular o la mejor, realmente me dan asco, no se cual es peor, probablemente Ilia la cual lleva mas tiempo odiándome. Nunca e entendido por que me odian tanto, nunca hice nada para que se enojaran, e intentado hablar con ellas hace mucho tiempo pero mis esfuerzos han sido en vano.
¡Y no se diga de sus séquitos! un grupo de muchachas sin cerebro que se dejan manipular por ese par de muestra todo, hacen lo que ellas pidan, además ¡son unas salvajes! una vez una me mordió el pie eso no fue bonito.
— Ya mejor vamos adentro — Le dije.
Entramos al instituto, un edificio grande color café y rojo, tiene un gran patio al frente y uno más grande atrás, al lado del también está la secundaria "Hyrule Warriors" ellos tienen el mismo uniforme, solo que el bordado es una "H" y una "W" y del otro lado está la primaria trifuerza de las diosas, su uniforme también es el mismo y su bordado es una "T" y una "D", comparten casi el mismo patio ya que el de la preparatoria es el principal, pero puedes ver un grandísimo campus, así que también puedes ver a niños y adolescentes en todo el lugar, yo estudio en este instituto desde que tengo memoria, son como tres escuelas en una, mencionando que es una de las mejores del país eh aquí la razón por la que estoy aquí.
En la entrada había un gran cartel que decía: Bienvenidos.
Caminábamos por los pasillos, buscando un salón que tuviera nuestro grupo "2: B", siempre hemos sido el mismo grupo.
Mientras caminábamos, todas las mirabas se postraban en mi, lo cual me puso incomoda, ¿Me habrán visto llorar? ¿O acaso será otra cosa?
Preste más atención a sus miradas: los hombres me miraban con picaría y algunas mujeres enojadas, si comprobado miraron como venia vestida.
Subimos dos pisos y al fondo encontramos un salón que decía 2:B.
La puerta estaba abierta, así que decidimos pasar, todavía no eran las siete así que no había ningún profesor. Observe el salón, tenía como veinte asientos, un escritorio café y una pizarra verde, vi a mis compañeros, casi estaban todos : Ilia, Malon, Grusi, Ruto, Cocu, Gruyo, Mikau, Lulu, Shad, Mido, Ashei todos estaban, menos alguien...
— Lana — dije de manera triste casi como un suspiro, Lana Midna y yo estudiamos toda nuestra vida aquí en este instituto, después en cuarto de primaria, llego Grusi, las cuatro nos volvimos inseparables, pero el año pasado sus padre murieron, así que ella y su hermana mayor Cya, tuvieron que irse a su pueblo para estar con su familia.
Ella siempre me apoyaba, en las buenas y en las malas siempre estábamos una para la otra, sin importar que hora o día fuera, siempre nos consolábamos, y dábamos ánimos, realmente me duele que ella ya no esté aquí, no sé cómo aguantare estos dos años más de escuela sin ella, solo saldré viva de aquí gracias a Grusi y Midna, siempre pensé que estaríamos juntas, prometí ir a verla, algún día, y ella prometió que vendría, siempre estamos en contacto pero no es igual, también prometimos que jamás nos olvidaríamos, que a pesar de todo siempre las cuatro seremos las mejores amigas, el cuarteto inseparable "Las comadres" espero que todas cumplamos ese voto.
Sin que me diera cuenta una lágrima estaba escurrierndo por mi mejilla, y cayó al piso, una lagrima llena de nostalgia.
— Oye yo también la extraño — me consoló Midna. Lo único que pude hacer fue una sonrisa medio chueca.
— ¡Midna, Zelda! —Oímos que una voz femenina nos hablaba.
— ¡Grusi! — dijimos al mismo tiempo, Grusi realmente es una gran amiga, es de esas que nunca te abandonan, sin poder evitarlo me eche en sus brazos y empecé a llorar, me llegaba un sentimiento horrible el no poder tener a Lana en esos momentos, mas teniendo en cuenta lo que paso con mi madre.
— Shhh ya tranquila, todo estará bien — Me decía, mientras me acariciaba el pelo, yo solo asentí.
— Oye calma, ella no hubiera querido vernos sufrir anda vamos a sentarnos — me dijo con delicadeza, yo limpie mis lágrimas, y asentí para después irnos a sentar.
En eso sono el timbre.
Una profesora, de pelo rojo como el fuego, vestida con un traje blanco, de piel morena entró.
— Buenos días a todos, yo seré su asesora, mi nombre es Nabooru — Dijo amistosamente la mujer de curvas llamativas y ojos amarillos — También les daré la clase de Física, les daré clase el lunes martes y jueves a las dos primeras horas — Decía la maestra mientras casi todos apuntaban, digo casi por Cooker nada más miraba a la profesora.
— Bien hoy veremos .. — la maestra fue interrumpida, por el sonido de que tocaban la puerta — adelante.
— Profesora Nabooru le traigo a los nuevos alumnos — Dijo una joven pelirroja, por su aspecto yo digo que a de ser de las jóvenes que ayudan en las escuelas — Claro Marin pasa.
La chica pasó con cuatro alumnos, yo no prestaba atención pues estaba sumida en mis más profundos pensamientos.
Entraron tres muchachos y una joven.
— Bien queridos alumnos, bienvenidos a su nuevo grupo y escuela yo soy la profesora Nabooru, su asesora — se presentó amablemente la profesora — ahora dígannos sus nombres, sin pena.
— Yo soy Saria.. Deku Tree — dijo con timidez la joven, ella es de estatura muy pequeña, tanto que podían confundirla con una niña, al parecer es de una raza llamada kokiri, son como niños que nunca crecen Mido también es así, tiene ojos azules y pelo corto de color verde.
—Muy bien Saria, ahora, tu preséntate — le dijo al peli azul.
— Mi nombre es Ivan, Ivan Zuckerverg— el muchacho es alto y de ojos violetas, a muchas se les fue el alma al verlo, parece buen chico, aunque es raro que solo tenga un apellido.
— De acuerdo sigues tú — Señalo al pelirrojo.
— Yo soy Alex Saverin Hugues — a Midna se le fue el aire al ver que era el muchacho con el cual estaba dormido.
— Perfecto, y por ultimo...—
— Link Forester Lost Woods — Por Inercia voltee a ver de quien era esa voz que se me hacía familiar, y melodiosa al oír.
¡Por Nayru Farore y Din! Es el chico que me animo hace un rato, ahora que lo contemplo mejor puedo apreciarlo, sus ojos azules, su pelo rubio todo desordenado, su perfil, me quedo embobada viéndolo, quiero pero no puedo apartar mi vista, y para colmo el me devuelve la mirada sonriéndome, demonios me reconoció, a todas se nos callo la baba, pero a pesar de es el solo me miraba a mi.
Y aquí es donde comenzamos...
Comentarios
Buenoooooo espero que les esté gustando, este fanfic, se me ocurrió ayer, estaba con mi hermana y mi mama en el teatro, donde la escuela de mi hermana (no mi hermana) bailaron baile folclórico, en eso en unos de los bailes salió una pareja, una muchacha que quería a uno y el no, después el le empieza a gustar pero ella lo rechaza, estuvo bonito.
El caso es que de eso, me vino todo esto!
En el camión devuelta a casa me la pase dormida tratando de hacer esto y desarrollarlo y...
BAAAMM
SALIO ESTO aclaro de una vez, primero zelda relata la historia pero después va el povs de link y después yo narro, tal vez de vez en cuando salgan sus puntos de vista, espero que les guste.
Se me hace súper chistoso que Link se llame guardabosque, bosque perdido, jaja pero suena mejor en inglés, NO JUZGUEN ESO!
Sus comentarios son súper bien recibidos lean y dejen. (Me inspire en la canción some like you de adel solo si pongo una cancion que tenga que ver con el sentimiento que le tengo que poner al escrito, solo así sale bien ;)
AS..TA.. LU..EGO!
Att sheika 360
Soy Sheika 360 y apruebo este fic xD
