Hola chicos, bueno al fin me arriesgo subiendo mi propia historia de khr, como ya sabemos u.u sus personajes no me pertenecen solo los tomo prestados.

Sin más, comenzamos, espero sea de su agrado la historia.

Prologo:

Este era un panorama, que ni en sus peores temores habría imaginado…

Un joven de aproximadamente 22 años de cabellera rubia alborotada , tez clara y ojos color celeste se encontraba corriendo con una mirada llena de pánico en dirección al castillo de aquel lugar, acompañado de un su amigo de aproximadamente 25 años de cabellera rubia-platinada igual de tez clara con ojos de color gris-metálico; ambos jóvenes estaban regresando al reino después de un viaje de negocios para entablar una alianza con el reino vecino, pero al acercarse se percataron del humo que había presente en todo el reino.

Al llegar notaron todas las casas destruidas, así como un montón de cuerpos tirados por las calles, gente gritando y otras más agonizando entre la vida y la muerte…

Ambos jóvenes estaban en shock pues su reino era uno de los más poderosos y al mismo tiempo de los más pacíficos, como para que hayan sufrido daños de esa magnitud.

- Guardias encárguense de ayudar a los sobrevivientes – ordeno el chico de cabellera – Alaude… - le dijo a su acompañante el cual solo asintió, sabiendo la petición silencio que le hacia su amigo y ambos empezaron a correr hacia el palacio.

Al llegar a las puertas, todo pensamiento alentador fue descartado ya que se toparon con los guardias mutilados, entraron solo para seguir contemplando la masacre que ahí tuvo lugar, pues se encontraban mas cuerpos de guardias y de la servidumbre todos asesinados de toda forma sádica posible…

Tras avanzar con cautela buscando algún sobreviviente, un enemigo rezagado o una simple pista sobre el culpable, llegaron a la sala del trono. Se supone que era un hermoso salón que brindaba paz y armonía a todo aquel que entraba, pero en ese instante solo mostraba la desolación y la masacre que vivió el mismo reino pues ahí en medio del lugar estaban sin vida los cuerpos de los que fueron reyes del lugar junto con sus guardianes. Ante tal paisaje el rubio quedo en shock al llegar al lugar donde estaba el cuerpo de su padre y madre simplemente se dejó caer de rodillas, dejando escapar lágrimas silenciosas.

- Es-esto… no tiene sentido… - empezó a decir el rubio

- Giotto… - le llamo Alaude, el cual todo el tiempo miro los movimientos de su acompañante en silencio pues el también experimentaba el mismo dolor de ver en ruinas su hogar – te juro que no descansare hasta encontrar al culpable y hacerle pagar – le dijo mientras se inclinaba hasta quedar a su altura para poder abrazarle.

- Desearía que esto fuera un mal sueño…, ¿Cómo…?, ¿Por qué…?,¿Quién…? – empezó a decir Giotto escondiendo su rostro en el pecho de su amigo, torturándose con cada imagen que había visto desde que llego al reino… fue entonces que noto que algo faltaba, por lo que se separó un poco de Alaude y lo miro a los ojos, este rápidamente capto la interrogante que atormentaba en su cabeza del otro por lo que se pusieron de pie, se separaron y empezaron a inspeccionar de forma rápida todo el castillo.

Alaude dirigió sus pasos a los pisos superiores para buscar en todas las habitaciones, mientras que Giotto salió del castillo para buscar por los jardines y sus alrededores. Tras unos quince minutos de búsqueda, Alaude encontró algo o más bien empezó a escuchar un leve llanto proveniente de una habbitacion especial: la del tesoro real, sin pensarlo dos veces saco su fieles esposas y preparándose mentalmente para una batalla a muerte de una patada derribo la puerta; al entrar espero ver algún enemigo con algún rehén… pero en su lugar encontró algo que jamás creyó ver y de la sorpresa dejo caer su arma quedando por un momento en shock…

- Kyoya… - fue lo único que atino a decir, ya que su hermanito le estaba dando la espalda pero la escena frente a el era irreal… su hermanito estaba llorando, es verdad, a pesar de tener nueve años siempre fue un chico serio y casi inexpresivo… otra cosa que le llamo la atención es que este estaba inclinado sobre un gran charco de sangre y por lo visto estaba abrazando a una persona de la cual solo podía verse las piernas desde la posición donde se encontraba en ese momento, por lo que decidió avanzar hasta el lugar donde estaban. Al acercarse un poco más pudo notar que a el mismo lo invadía la tristeza y sus fuerzas se iban, ya que la persona que abrazaba con tanta desesperación su hermanito era el hermano gemelo de Giotto, un joven de cabellos castaños y tez ligeramente bronceada con una horrible herida que atravesaba su corazón.

Alaude se dejó caer de rodillas y con esa acción Kyoya noto su presencia mirándole a ver, sus ojos de este los cuales normalmente tenían una mirada algo fría de un hermoso azul-metálico estaban rojos y aun con lágrimas acumuladas las cuales traicionaban a su dueño y salían libremente marcando su camino en su rostro.

En eso, unos pasos rápidos llamaron la atención de ambos y miraron a la puerta, donde estaba apareciendo Giotto, pues en la búsqueda de su hermano estuvo corriendo, ya que al no ver su cuerpo junto al de sus padres albergo la esperanza de que este hubiera escapado o estuviera escondido en algún lugar cercano al palacio.

- No encontré a Tsunayoshi por ningún… - pero interrumpió sus palabras al entrar a la habitación y fijar su vista en su compañero o mas bien en los que estaban en dicho lugar.

Giotto corrió y sin importarle mucho empujo al pequeño pelinegro para arrebatarle el cuerpo de su gemelo, el cual apretó contra si, empezando a llorar de forma ruidosa y deseando que esto fuera una maldita pesadilla y que el no estuviera muerto.

- … - Alaude, no sabía que decir o hacer para consolar a su amigo y amante, pues sentía un nudo en la garganta por lo que solo atino a tomar a su hermanito en un abrazo pues al parecer él seguía aturdido ya que no se quejó ante la acción de Giotto.

Los mayores solo estaban sumidos en sus pensamientos, pero en ambos eran los mismos: ¿Quién fue?, ¿Cuál fue la razón?, ¿Por qué no están ellos aquí para evitar todo esto?, ¿hubiera habido alguna diferencia si ellos estaban presentes?; por ahora esas solo eran incógnitas que no serían respondidas, la única esperanza parecía ser el mismo Kyoya, ya que parecía ser el único sobreviviente del castillo, él podría ayudarles pero en el estado en el que estaba en esos momentos no sería de ayuda y tampoco sería recomendable hacer algo en ese preciso momento, tendrían que esperar a que regresen sus demás amigos y guardianes del rubio que también se encontraban fuera del reino y eran ajenos a los hechos.

Mientras del otro lado del reino casi a las afueras del mismo se encontraba un sujeto encapuchado, contemplando el panorama tétrico que ofrecía el anterior reino lleno de vida, sonriendo con malicia, mientras se relamía los dedos de su mano derecha de la cual se podía notar un anillo peculiar que brillaba en esos instantes, solo para después desaparecer tras una niebla misteriosa.

Hai bueno, aquí empezando esta historia que se me ocurrió en la mañana, por ahora obviamente solo dejare muchas intrigas sobre los hechos que han pasado.

Bueno espero sus comentarios e igual estoy abierta a quejas y sugerencias, solo no sean muy crueles conmigo hace mucho que no escribía y es la primera en siglos y más la primera que hago de estos personajes.

Bueno sin mas por ahora, me despido ., ciao ciao.