Halo

Capítulo 1

Shaoran

Ya por fin acá de manera definitiva al fin mi madre decidió darme el control de la sucursal en Tokio. La verdad es que estaba cansado de ir de aquí para allá cada quince días, o aquí en Japón o allá en China no en los dos… además estaba cansado de vivir en un avión, mi mejor amiga era la computadora y las únicas conversaciones que tenía eran cuando le pedía algo de comer o beber a la azafata, sí sólo una, para que más si solo tenía que atenderme a mi… pero bueno todo eso al fin acabo, ya estoy instalado aquí en Tokio y le voy a dar verdadero uso al apartamento que compré hace un año, creí que tendría que venderlo, porque me quedó allá aproximadamente 5-7 días al mes, parecía una buena inversión al inicio pero eso de viajar cada rato y pasar la mayor parte del tiempo en mi casa de China o en un avión pues no me hacía pensar que era una buena compra. Lo bueno fue que lo elegí con tres habitaciones porque mi prima siempre quiere viajar conmigo y así lo hizo… las primeras tres veces; ya no viene a Tokio, ya se lo conoce mejor que yo, porque mientras trabajo ella hace compras, paseos, cenas, o va a fiestas con sus amigas; por eso una tercera habitación, porque Meiling no viaja sin una amiga –mínimo-. Pero bueno ya al fin puedo usar ese apartamento que estuve a punto de vender ja.

Al entrar me detuve un momento para apreciarlo verdaderamente, al comprarlo contraté un decorador de interiores para que lo dejara justo como lo quería y lo hizo, recuerdo que me sentí satisfecho al momento de ver MI apartamento, porque nunca he vivido propiamente fuera de casa, loco ¿no? Tengo 25 años y a pesar de ser un hombre exitoso e independiente aún vivo con mi madre, y es que siempre hay un tipo de yugo con ella y el clan, entiéndase mi familia china que se rige por reglas y costumbres de hace siglos, en donde no te mudas de casa sino hasta que te has casado y puedes crear tu propia familia, pero pues eso ni siquiera lo he considerado, no está en mis planes casarme pronto, mucho menos luego de pasar tanto tiempo con Eriol Hiraguizawa.

Eriol es buen amigo que conocí cuando estudie con él en Oxford, Negocios y Administración de Proyectos. En la universidad fue mi compañero de cuarto y he de confesar que aunque sus costumbres al principio me parecían inapropiadas me deje influenciar por él y seguí (y sigo) su estilo de vida.

A mí siempre me inculcaron la idea de ser responsable y honestamente era un idiota a la hora de hablar con las mujeres, pues mi infancia y adolescencia me dediqué a estudiar, aprender artes marciales y complacer a mi madre cumpliendo las responsabilidades y tareas que me dejaba, la verdad para mí las relaciones no eran importantes, entre una chica y practicar definitivamente elegía practicar con Wei, que es quien me enseño lo que sé de combate. Participe en torneos de carreras, de matemáticas, de artes marciales; bueno se puede decir que fui un excelente estudiante, de ahí que fuera tímido con las chicas, pues apenas y hablaba o pasaba tiempo con una.

Pero al llegar a la universidad y ver que Eriol disfrutaba su vida de manera distinta a la mía me intrigó, él al igual que yo era una estudiante modelo pero a diferencia mía tenía 10.000 chicas tras él, no había día que no lo viera con una chica al lado y fue gracias a él, y sus amigas, que me di cuenta que había más de una chica enamorada de mí. Al principio fue algo raro pues a mí no me interesaban las chicas tanto como a él, es decir yo había tenido dos relaciones y habían sido largas y aburridas, pero cuando Eriol "me mostró el camino a seguir" pues descubrí verdaderamente el mundo.

Me di cuenta que las chicas gustaban de mi físico; mis ojos avellana, mi altura, mi cabello café, mis músculos (que sin saberlo contaban como un extra, pues yo no me esforzaba por mi físico, no me fijaba en eso, sino que entrenaba para las batallas y los deportes), mi acento (bueno eso las inglesas), hasta mi indiferencia les gustaba y bueno Eriol siendo inglés me enseñó a disfrutar la vida a su estilo, porque confieso que me gustan los deportes y las artes marciales pero eso no se compara con mi gusto por las chicas. Y gracias a Eriol aprendí a manejarlas tan bien como él lo hace; aprendí a hablarles sin timidez, a decirles lo que querían oír, encantarlas, hacer que se sonrojen, se sientan halagadas y a romper con ellas, además de hacer que acepten mi naturaleza "casanova" como le llaman en occidente, pues me canso rápidamente de ellas, es decir no son interesantes más que por una o dos semanas, ahí se acaba todo me desencanto y decido comenzar de nuevo con otra persona.

Caminé por el piso de madera del corredor, dejé mi abrigo en el perchero de metal y las llaves sobre una mesa auxiliar al lado cerca a la puerta, me dirigí con la maleta en mano a la sala un lugar amplio con 2 ventanas grandes que dejaban entrar la luz del día e iluminaba el lugar, de paredes blancas, al lado izquierdo habían tres cuadros de colores ocres y rojizos que le daban color al lugar, los muebles negros, grandes, largos y cómodos y la mesa de centro en vidrio sobre una alfombra blanca, si la verdad que al igual que antes me sentí satisfecho con el lugar. Mire a la derecha y vi la cocina, moderna, sabía que tenía todo lo que se necesita para cocinar aunque debería hacer algo de mercado pues estaba seguro de que no habría más que una botella de agua que fue lo último que compré la última vez que estuve aquí, cerca de la cocina a aproximadamente un metro y medio estaba el comedor, una mesa cuadrada de color café oscuro con un centro de mesa de frutas falsas de madera sobre un plato parecido a un wok y 4 sillas con espaldares altos alrededor . Al lado izquierdo bajo los cuadros había un bar así que acerqué a él para servirme un trago, bajé la maleta y mientras me servía algo de brandy volteé la mirada, las escaleras que daban paso a las habitaciones y un baño, pues la habitación principal contaba con uno propio, deje el vaso en la barra y tome nuevamente la maleta para subir a mi habitación.

Al igual que la sala mi habitación tenía una ventana que la iluminaba completamente con la luz del sol, la cama que dominaba el lugar se veía tan cómoda, con una la colcha beige y cuatro almohadones grandes en la cabecera, a un lado el closet, con algo de mi ropa y al final del closet el baño, con tina, ducha, y estantes llenos de productos que solía usar. La verdad es que estaba muy cansado por el viaje y además iba a salir con Eriol y su novia Tomoyo -irónicamente ahora él cambio; es un hombre fiel y con una sola chica en la mente Tomoyo Daidouji, heredera de Empresas Daidouji, está loco por ella y de hecho fue difícil convencerla pero al final él logró que estuviera a su lado y han salido por 8 meses ya- al restaurante que había él había abierto en Tokio, la verdad ya he ido a su restaurante en Inglaterra y pues en esencia es lo mismo, pero él quería que lo viera aunque tengo que esperar a Meiling y sus amigas que decidió viajar, seguramente para ver el restaurante de Eriol, y ella se demora dos horas en llegar pues no la esperé, más bien no supe que iba a venir, así que tuvo que tomar un vuelo después. Y bueno como al fin y al cabo tengo que esperarla creo que puedo dormir al menos dos horas. Solté la maleta al lado de la cama y me recosté en la mitad de la cama, tan cómoda como se veía pues había olvidado que tan buena era esta cama, resultado: muy buena y así mientras esperaba a mi prima me quedé dormido.

Cuando desperté ya Meiling estaba arreglada, creo que dormí más de lo esperado porque no las oí llegar, me despertó el secador prendido del ¿baño?, eso pensaba. Me pare miré el reloj de mi muñeca y me di cuenta que todavía faltaba para la cena, así que decidí tomar una ducha y colocarme algo más cómodo para la cena.

Al llegar al restaurante el anfritión me dirigió a la mesa de Eriol, mi prima y sus amigas decidieron pasar primero por el tocador – ¡raro!- vi a Eriol con su novia, por influencia de ella él ha invertido en negocios varios ¿cómo cuales? Como libros para niños, joyas y restaurantes, ellos han expandido sus acciones invirtiendo en lugares como estos, tanto que los libros ya van a ser una nueva vertiente de la empresa de ella, que se especializa en juguetes para niños, así que la adición de libros infantiles no es una rama tan extraña al portafolio de productos de la empresa. Las inversiones que ha hecho mi amigo han sido muy buenas, por ejemplo los restaurantes se han expandido en varios países de Europa (Inglaterra, Francia, Italia y España) y ahora aquí en Japón. En realidad estoy pensando en pedirle consejos de inversión a Tomoyo para las Industrias Li, dedicada a la tecnología doméstica, a ver qué nuevas cosas salen.

-Hola chicos –dije

-¡Shaoran! –dijeron ambos, Eriol se levantó para darme un saludo de mano y Tomoyo de saludó con una sonrisa - ¿no dijiste que Meiling te acompañaría? Su prima –dijo lo último para Tomoyo.

-Si ella y sus dos amigas están aquí, en el tocador. –expliqué cuando estuve sentado y ahí fue cuando la vi, la chica más hermosa que había visto jamás, alta –tal vez me llegara al mentón-, cabello castaño claro, figura estilizada –opacada por su ropa no muy favorecedora aunque no le quitaba encanto-, piel clara, labios delicado y rosados y ojos hermosos, de pestañas largas que parecían delinearlos, cejas perfectas y color verde, mi favorito, preciosos aunque sin brillo en ellos. Me quedé con la boca abierta, bueno no literalmente pero sí pasmado por unos segundos, vi que se dirigía hacia mí y me emocioné pero al analizarla más a fondo me fijé en su ropa, un uniforme, era mesera del restaurante y nuestra mesera por esta noche.

-Buenas noches soy Sakura y los atenderé esta noche –dijo y nos pasó las cartas de menú.

-Hola Sakura –dijo Tomoyo sonriendo.

-Ah hola Tomoyo, lo siento no me fije –respondió sin responder la sonrisa de la novia de mi amigo.

Bien hace mucho no me tocaba una mesera tan hermosa, más bien nunca me había tocado una mesera tan hermosa. Sin poder evitarlo le sonreí como idiota pero pronto recuperé mi sentido común y decidí comenzar a utilizar mis tácticas, ya compradas por cientos de chicas, con la nueva mesera. Tal vez esta noche tuviera suerte y una buena compañía nocturna.

-De hecho estamos esperando a otras tres personas –le dijo Eriol devolviéndole la carta de menú.

-Muy bien – dijo la mesera, Sakura, suavemente y se retiro para que pudiéramos esperar a las demás, me molestó que se fuera sin siquiera verme, pero no fue por mucho pues Meiling y sus amigas hicieron acto de presencia rápidamente y Sakura volvió con nostros.

Recibí la carta de su mano y la rocé suavemente, como algo normal e inocente, lo extraño es que me pareció que ni se inmutó de mi acción, de hecho no me miro, ni me sonrió, reacción común a mi descuido. Se volvió a apartar para que pudiéramos elegir nuestra cena. Al volver tomó las ordenes de todos y al llegar mi turno me tomé mi tiempo, como si no supiera realmente qué quería, el menú era de platos ingleses y ya había probado la mayoría en el restaurante de Inglaterra pero aún así me tomé mi tiempo para que ella me notara, algo que me parecía imposible que no hubiera hecho ya pero bueno…

-Yo quiero… unos mejillones avinagrados –le dije sonriéndole, esperaba que me sonriera de nuevo, o se pusiera un poco nerviosa –ya he conquistado a una que otra mesea antes y eso hacen- pero anotó la orden sin problema y luego miró a Kumumi a mi lado. La verdad estaba perplejo ¿cómo podía ella no sentir nada? Bien no tiene que derretirse de una vez pero pues ¿ignorarme? ¿Cómo se atrevía? Bien es un tanto tonto, pero creo que después de descubrir mis "encantos" no es normal que alguien se resista a ellos y me molestaba.

Eriol se me acercó y murmuró.

-Ni lo intentes, no tienes la más mínima oportunidad de anotar con ella, además es amiga de Tomoyo así que ¡déjalo en paz!

¿Cómo que no tengo oportunidad con ella? A qué se refiere Eriol, nadie es inalcanzable, nadie excepto.

-¿Así que esta con alguien serio? ¿Prometido, esposo? –indague.

-No –me dijo con su risita idiota en la cara- pero ni lo intentes.

¿Qué YO Shaoran Li no tengo oportunidad con ella? ¡Está loco, nadie está fuera de mi alcance! YO SOY QUIEN PONGO LOS LIMITES, NADIE ME LOS PONE A MÍ.

La chica… Sakura, Sakura, regresó con los puestos de mesa y comenzó a acomodarlos, vi cómo Meiling se molestó con la chica, obviamente se fijo en la belleza de la mesera.

-Este cubierto está sucio –dijo en tono despectivo, no soportaba que alguien de menor categoría fuera más hermosa que ella, y Sakura le ganaba por kilómetros de ventaja. Meiling en realidad no es fea es na mujer hermosa, con una figura envidiable, unos ojos de un tono rojizos rasgados marcadamente, piel clara, muy blanca y con un gran estilo de la moda, pero la belleza de Sakura era fresca, sencilla y arrebatadora al mismo tiempo. Esta chica era impresionante e impactante y ni se inmutaba por la atención que causaba.

La chica cambió el cubierto sin prestar atención al tono de mi prima.

-¡Ah esto se cae! –de nuevo mi prima, tirando el puesto base que le había dado la chica. Ella de nuevo y sin atisbo de molestia o desagrado recogió el puesto y lo acomodó apropiadamente, estaba ignorando a mi prima, buena manera de ofenderla, pero también me estaba ignorando a mí.

¿Qué le pasa? No pude evitar preguntarme por qué me ignoraba, por mucho que conociera "mi fama" nadie se resiste a mi atención y a tener sus 15 minutos de fama con una foto mía publicada con ella a mi lado.

El hecho me molestó bastante.

EL postre se acercaba y vi como la chica esperaba en la barra de postres por nuestros pedidos, o por otros, en realidad no importaba, si las sutilezas no funcionaban lo haría de forma directa. Me levanté de la mesa y me dirigí a la barra, por un momento me hice el desentendido, medité el hecho de preguntarle en dónde quedaba el baño de caballeros, decidí hacer que le preguntaba como si ella fuera cualquier mesera no la mesera que me atendida, que viera que no me había fijado en ella realmente. Pero fue ella la que me ignoró, ni advirtió mi presencia.

-Oh lo siento no te vi- dije tratando de sonar sorprendido. Ella me miró directamente a los ojos, por primera vez en la noche, así que asumí que por fin me había notado. No supe que decirle así que solté lo primero que se me vino a la mente- lamento la actitud de mi prima –eso dejaba clara nuestra relación- no lo tome a mal, ella siempre es así en especial con una mujer hermosa– ¡bien! Me felicité pues aunque sin pensar me salió un galantería hacía ella, además que es como si la defendiera así que todo sumaba. Extrañamente ella me miró confundida, parecía como si le estuviera hablando en chino, cosa que estaba seguro no hacía –ella es así- intenté seguir pero su mirada sólo empeoró.

-¿Disculpe? –dijo moviéndose un poco hacía atrás ¿es que acaso pensaba que le iba a hacer algo?- creo que me confunde con alguien más- dijo y volvió a poner un rostro serio, en donde no pasaba emoción alguna.

-Mi prima… -creo que me puse nervioso- usted es nuestra mesera –le dije tratando a ver si reaccionaba.

Silencio.

-Ah claro –me ubicó- disculpe señor… ¿necesita algo, no le han tomado su pedido?- no, no me ubico. Ni siquiera se había dado cuenta que me estaba atendiendo. Me sentí furioso, ¿cómo podía ignorarme A MÍ? Al ver que me seguía mirando me di cuenta de que no había contestado su pregunta.

-No en realidad es que… no… quería… cambiar mi pedido, sino es problema claro –dije sin saber qué más decir- usted es mi mesera así que quería cambiar mi pedido.

-Pues ya iba a llevar los platos.

-Bien, no hay problema, disculpe –me sentí estúpido, no supe que decir y decía lo primero que se me ocurría.

Me dirigí de nuevo a mi mesa y Eriol se volvió a inclinar para hablarme.

-No te dije, ella está fuera de tu alcance –se burló.

-¡Nadie está fuera de mi alcance! –le respondí aún algo enfadado.

-Ella sí –esta vez fue Tomoyo quien habló- Y no es por ti, es por ella ya no es la misma –se entristeció- y te agradecería que no intentaras ninguno de tus jueguitos con ella.

Fruncí el ceño, me molestaba que me prohibieran –de alguna manera- conquistar a la chi… Sakura pero me molestaba aún más que ella me ignorara.

Meiling llamó mi atención y no pude seguir pensando en Sakura o Tomoyo que seguía algo triste, mi prima ya quería irse así que accedí y salí pronto del restaurante acompañado de ella y sus amigas.

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¡Dos días! Llevo dos días pensando en Sakura, y no solo en lo hermosa que es sino en la manera que me trató. Fui un cero a la izquierda para ella, yo nunca era un cero a la izquierda las chicas eran mi cero a la izquierda. Será capricho o lo que sea pero decidí llamar a Eriol para saber algo más de ella.

-Que ¿no entendiste? –Me preguntó jocosamente del otra lado de la línea- ella no le va a hacer caso. Mira si quieres te digo todo lo que sé de ella pero ni con eso vas a ganar algo. ¡Eso sí no le digas a Tomoyo que te dije! –me advirtió.

-Bien hable –le espeté.

-Hace ya dos meses que trabaja en el restaurante de mesera, a veces toma horas extras al parecer no le interesa mucho el dinero. No vive muy lejos del restaurante, se hospeda en una de las residencias estudiantiles de Yamasaki ¿lo recuerdas? –Claro que lo recordaba fue nuestro compañero en la universidad, hace ya un año que no hablaba con él, le dije algo parecido a un mmm sonido para que supiera que lo recordaba- bien se queda en una de sus propiedades, en realidad es cerca al campus de la universidad. Está terminando marketing o mercadeo y ventas no recuerda bien y para ayudarte aún más te digo que eso de ignorarte –era imposible que no lo hubiera notado- no sólo es a ti, ella es así con todos, hasta con Tomoyo, ella dice que es por algo que le pasó con su familia pero no sé bien qué es, generalmente con quien habla, y eso sólo monosílabos, es con Tomoyo. Nunca sale con nosotros, siempre salen ellas dos cuando quieren hablar, cuando Tomoyo quiere hablar.

-Así que la chica es un problema –concluí luego de tener toda la información.

-Sí y un caso perdido, yo te aconsejaría que no perdieras tu tiempo.

-Ni lo pienses, Shaoran Li no renuncia. Mañana la voy a visitar.

-Mañana no trabaja.

-Bien entonces creo iré a ver a nuestro viejo amigo. Colgué pero pude escuchar la burla de Eriol antes de colgar.

Al día siguiente me estacioné frente al edificio, con las indicaciones de Eriol no fue difícil encontrarlo, entré preguntando por Kinomoto-san, ese es su apellido. Comencé a subir las escaleras pero la vi detrás de mí subiendo con una canasta de ropa en las manos, seguramente era su día de lavandería y tareas domésticas.

-Ah hola –le dije y de nuevo esa mirada confundida- que bien ver a alguien conocido, estoy un poco perdido- la confusión se intensificó.

-¿Lo conozco?

-Sí, bueno no –técnicamente no- pero el otro día me atendiste en el restaurante de Eriol.

-Creo que me confunde –respondió y volvió a poner la cara seria.

-Eso es imposible –le dije-No lo creo, recuerda que fui a la barra a cambiar mi pedido –nada, no recordaba nada, era como hablar con un bebe que nunca recuerda absolutamente nada, realmente frustrante- Su nombre es Sakura.

-Ah claro la verdad es que siempre hay mucha gente –reconoció, aunque aún no sabía si en realidad me recordaba.

-Si entiendo.

-¿Necesita algo? Preguntó y trató de pasar a mi lado, supongo que era simple cortesía y no esperaba un problema de mi parte.

-Sí, sí quisiera saber si me puede ayudar –se detuvo al escuchar mi objeción- busco a un amigo es el dueño del edificio Yamasaki Takashi.

-Él casi nunca viene –me aclaró.

-Qué mal, esperaba verlo llevo algún tiempo buscándolo.

-Bueno si él lo conoce creo que lo podría contactar en la agencia inmobiliaria, es decir si son amigos.

Buen punto pensé –Sí bueno es que hace poco me mude acá y no conozco nada, Eriol fue quien me dijo que este edificio le pertenecía.

-Si quiere le puedo dar el teléfono.

-Se lo agradecería

-Venga conmigo – ¿perder mi tiempo? Sí claro. Bien ahora sólo necesito una excusa para quedarme y poder hablar por largo tiempo jajaja.

Llegamos a su piso y al abrir la puerta pude ver el lugar, no parecía que una chica viviera allí, no tenía decoración o algo parecido, me disponía a entrar cuando me dijo.

-Ya se lo traigo –y me cerró la puerta en la cara.

Quede algo sorprendido de que me dejara por fuera, un momento después apareció de nuevo.

-Tome –dijo cuando volvió y me dio un papel.

-Gracias –le respondí y comencé a pensar cuál sería la mejor manera de invitarla a salir, dos segundos y apenas iba a decir algo me dijo.

-Bueno espero le pueda hablar con él, hasta luego.

Y me cerró la puerta en la cara de nuevo.

Esa chica era mal educada, despistada y lo peor hermosa, algo que me hacía quererla más.

Creo que tendré que intentar una técnica, estrategia o algo porque no voy a permitir que nadie me ignore.

Continuara:

Comentarios de la autora: Bueno traigo esta nueva historia con Shaoran y Sakura como protagonistas. Supuestamente debí haber publicado el Domingo, pues sólo tenía que transcribir pero al final terminé cambiando algunas cosas además voy a intentar publicar un capi cada semana junto con un nuevo fic de Eriol y Meiling del cual estaré publicando el primer capítulo en estos días.

Espero les guste la historia y me dejen sus opiniones.