Todo es tu culpa, Potter
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.
Este fic participa en el minireto de febrero de "La Copa de las Casas 2014-15" del Foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
—¡Todo esto es tu maldita culpa, Potter!
—¿Mi culpa? —pregunta incrédulo—. No recuerdo que haya existido alguna objeción de tu parte.
—Es tu culpa por haberme persuadido para tener un polvo rápido en la ducha y sin protección —se cubre el rostro con las manos—. ¿Cómo es posible que me haya olvidado de poner un hechizo de protección?
—Cuando estás excitado no consigues pensar con claridad, Draco.
—Sobre todo cuando tengo tu polla enterrada en mi trasero —Harry no puede evitar sonrojarse—. De todos modos sigue siendo tu culpa. ¡Tu maldita culpa, Potter!
—¿Quieres dejar de gritar? No es nada del otro mundo, Draco.
—¿Nada del otro mundo? ¡Estoy embarazado! ¿Tengo qué deletrearlo para que lo entiendas? ¡Embarazado, Potter!
—¿Y el bebé es mío?
El rostro de Draco se congestiona por la ira. Comienza a golpear a Harry en el pecho y con los puños cerrados.
—¿Cómo te atreves a dudarlo, Potter? ¡Por supuesto que el bebé es tuyo! Y no pienses en escapar de la situación. Tienes que hacerte cargo de tus acciones. De lo contrario, iniciaré una demanda de paternidad.
—¿Existe eso en el mundo mágico?
—Tiene que existir. Y no intentes cambiar de tema. Exista o no, tendrás que hacerte cargo del bebé que colocaste aquí adentro —dice señalándose el vientre—. Pero mi apellido irá antes que el tuyo.
—¿Y eso por qué? Yo fui quien lo engendré.
—Pero yo soy quien va a gestar el bebé por unos largos nueve meses. Por lo que mi apellido irá antes en el acta de nacimiento.
—Yo seré quien cumpla cada uno de tus antojos.
—¿Te estás quejando de tener que cumplir con mis caprichos? Tú fuiste quien nos metió a los dos en está situación. Lo menos que puedes hacer es complacerme y ayudarme a no engordar durante los nueve meses.
—Draco, es imposible que no engordes con el embarazo. La piel se estira casi nueve centímetros en la gestación.
—No me interesa, Potter. Vas a tener que idear algo para que no engorde y para no pasar por los múltiples estados de ánimo.
—No hay solución para eso. Ya eres inestable emocionalmente.
—¿Me estás llamando inestable? —dice furioso—. ¡Todo es tu culpa, Potter! ¡Y no te atrevas a negarlo de nuevo!
Harry rueda los ojos.
Los nueve meses de embarazo le van a resultar eternos. Está seguro de eso.
