Junko Kaname había salido con dos compañeras de trabajo las cuales eran una pelinegra de peinado estilo Gaysha ojicarmín y una pelirroja de cabello largo con constantes ojos cerrados. Sakura y Akane como se llamaban estaban yendo a un bar junto a su compañera de juergas pero el rato no duró ni un minuto cuando una castaña bajita se topó frente a frente con el trío de perdedoras.

Ambas la contemplaban con pasmosa tranquilidad, como si fuera algo común verla allí en frente suyo, cuando en verdad no lo era. Junko pestañeó y se acarició un mechón de su cabello, Sakura se rascaba la oreja, mientras Akane, estaba parada como siempre con su sonrisa y sus ojos cerrados cual Buda meditando.

Frente a la comitiva estaba la maestra Kazuko Saotome quién era la maestra de Madoka, o mejor sería decir que ante ellos parecía estar esa maestra de tintes medio feminazi, no obstante esa camiseta, esos anteojos, la figura de una muñeca sobresaliendo del bolsillo del morral y aferrándose un brazo en señal de que era una mujer tímida e insegura… No podía ser otra más que la maestra que tenía como materia en dictar, lo mierda que eran los hombres o bueno lo fracasada que era con los hombres ya que sus relaciones amorosas no pasaban del mes ni siquiera de la semana.

Una completa perdedora como dirían algunas personas, y claro con esas clases tratando de expresar la misma chorrada de siempre, en plan bla bla bla Vagina sagrada que es superior al hombre, bla bla bla Si no fuéramos por los hombres no tendríamos necesidad de hacer lo uno, lo otro, lo esto, lo aquello… En pocas palabras generalizaciones descaradas, cosa que hasta a Sayaka la tenía harta a lo cual se preguntaba si en verdad ella era docente o una feminazi fracasada que andaba como pena en alma en el Tumblr.

-Este… -Saotome dudó al hablar, la mirada tan intensa de los otras tres, o más bien cansina de Sakura, la mirada Buda de Akane y la mirada seria de Junko, no le daba lugar a relajarse- Lamento molestarlas, chicas…

-¿Qué haces aquí, Kazu-chan?- Preguntó Junko con honestidad a su amiga

-Eres la feminazi, ¿Verdad? —Sakura Yazawa, la pelinegra la miró entre ojos, suspirando.

-¿Qué pasó con Miyabe? —Akane a pesar de tener los ojos cerrados no dejaba de mirar fijamente a la docente que estaba frente a ellas.

-Pues…

-No me digas, otra vez cortaste y ahora andas en tu plan de echar pestes cuando la culpa la tienes tú-Esas palabras de la pelirroja sonaron tan duras- No entiendo qué le haces pasar todo esas desgracias si tú no tienes los cojones para abrirte a alguien

-H-Hay una explicación –La maestra levantó las manos y sonrió con nerviosismo

-Como sea, no importa -Junko le cortó el rollo- Ve al punto, ¿A qué vienes?

-Eso es lo que quería explicar -Del bolso sacó un papel que extendió, era un tipo panfleto publicitario que daban en las calles

Las tres mujeres leyeron con desinterés, era un volante promocional de un evento de animé que se celebraría en Mitakihara. Parecía ser muy importante ya que figuraba en letras doradas la importante participación de gente conocida del medio y, además, incluía premios.

-Este es un evento que se organiza una vez por año y bueno…

-No me digas -ironizó Sakura al comprender el panfleto— Y por eso tendremos la fortuna de tenerte una vez por año…

-No me digas que sales con…- Junko temía lo peor cuando se trataba de esos eventos mientras que Saotome sonrió emocionada, llevándose una mano tras la nuca.

-No era un cumplido, idiota -Le aclaró Sakura que estaba con un aire de molestia en su rostro

-Se ve que es un evento importante —Remarcó Akane en un murmullo.

-¿Qué es? -Junko indignada tomó el papel para leerlo más de cerca hasta que su cara expresaba que estaba con un malestar, bueno un término para cubrir lo que en verdad le molestaba

-Genial, es una convención de esa gente rara —Respondió —Allí se reúnen todos los otakus y una vez por año se reúnen así para compartir sus excentricidades y fluidos corporales.

-¿Por qué fluidos corporales? -Akane se espantó con el significado de la frase… De hecho por su "Amor a su hermana" estaba entre esa sub-especie

-¡Ponte a pensar, Akane, solo entre ellos pueden entenderse y reproducirse, es algo así como la migración de las aves o las grandes distancias que recorren las ballenas para llegar a un punto del planeta y poder aparearse! ¡El fin verdadero de las convenciones es esa! ¡Conocer gente que puedan entender su lenguaje!

-O sea que es un rejunte de gente enferma que se reúne para hacer cosas enfermas, como aparearse- Opinó Sakura y más cuando no era un secreto que el grupo idol en el que estaba su hija era popular entre esa gente (Es la madre de Nico-chan)

-No, Sakura —Saotome agitó los brazos—Estás entendiendo mal, ¡No se lo expliques así Jun-chan! -Le regañó a su amiga.

-¿No se reúnen para tener sexo? -Sakura frunció el ceño-¿Entonces para qué lo hacen?

-Para compartir sus gustos, para comprar material de las cosas que le gustan y… -Enumeró la pelimorada, sin saber qué decir—… Eso

-Como…

-Aparearse -Junko alzó los hombros en un gesto de obviedad, para enseguida ir al punto-¿Y qué tenemos que ver nosotras con esta convención?

-Bueno, es que… -La docente se apretó más el brazo-Ustedes son mis únicos amigas…

Sé oyeron unas carcajadas fuertes, era Sakura que se sobaba el estómago ante tales palabras, aparte de fracasada era una tipa sin amigos, eso sí que era chistoso

-¿Amigas? Ni loca lo haría contigo —Dijo Sakura que tomó compostura mientras Junko le hizo una mirada algo intimidante, era obvio que Kazuko siempre terminaría en las mismas pero al menos siempre estaba en las buenas y en las malas con su mejor amiga.

Después de un breve silencio la docente prosiguió

-Y entonces pensé en que… Verán -Jugó con sus dos dedos índices- Necesito pedirles un favor…

-No -Sakura se negó rotundamente, sin siquiera haber escuchado la petición pero se ganó otra mirada fulminante de Junko, ahora la pelimorada decidió tomar la palabra, mientras tanto Akane se cruzó de brazos y plantó una fiera mirada con su mirada estilo Buda, no quería saber nada con esa perdedora, bastantes problemas le había traído en el pasado cuando se trataba de una buena juerga

-Escúchame, Jun-chan… -Rogó, mientras su amiga estaba de pie mientras las otras dos decidieron irse a sus hogares

-Les voy a pagar, si me ayudan- Exclamó la castaña mientras que eso fue suficiente para que Sakura y Akane volvieran a su lugar y le prestaran atención sobretodo Sakura.

-La cuestión es que… Cuando fui a comprar la entrada, en la fila había un chico adelante mío y… nos pusimos a hablar.

-¿Por qué te sonrojas, Kazu-chan?- Preguntó honestamente Junko notando el rubor de su amiga

-Él… -Siguió hablando, indiferente a las caras maliciosas de Sakura y Akane- Y yo… bueno, quedamos en encontrarnos en la convención.

-Genial -Dijo Junko con una alegre emoción pero fingida- Espero que lo encuentres, porque seguramente irá mucha gente y será difícil hallar a alguien en concreto. Ni hablar si va a ir disfrazado.

-Es que… Él me dijo que me iba a estar esperando junto al Gokú gigante, en la entrada… -Especificó- Pero también me dijo que iría con tres amigos

En ese punto, al revelar el meollo del asunto que lo había llevado hasta Junko y compañía, se arrojó al suelo arrodillándose y rindiéndoles pleitesía

-¡Se los ruego, por favor!

-Párate Kazu-chan, tampoco es para tanto — Imploró Junko, mientras las otras dos se divertían y en voz baja contenían la risa, era demasiado gracioso ver a Saotome actuando de forma tan patética—Si él sabe lo que estás haciendo, va a suicidarse con tal de acabar contigo.

-¡Por favor! -Volvió a rogar, poniéndose de pie-¡Acompáñenme a la convención! Yo… -Miró hacia un costado, avergonzada- Le prometí llevar tres amigas, para sus amigos -Explicó.

-Y este chico, ¿Te gusta mucho? -Akane creyó entender acertadamente el quid del asunto. La docente, en respuesta, se tomó de un brazo y, sonrojándose, asintió.

-Se parece mucho a Nobuhiko Watsuki…

(Nota: Nobuhiko Watsuki es el creador de Samurai X, actualmente está en la cárcel por posesión de pornografía infantil)

-¡¿Qué?! ¡¿Ese pedófilo?!- Exclamaron las tres mujeres de las cuales tanto Junko y Sakura le propinaron una lluvia de patadones sobre la espalda de la docente hasta que se cansaron y volvieron a la normalidad, mientras que la pobre Saotome se arrastró por el suelo para llegar a los pies de su amiga

-Es más, le dije que se parecía mucho, y él me dijo que entonces iba a ir cosplayado de Kenshin- En ese punto Saotome se puso de pie y tanto Junko como Sakura la miraron con muy mala cara.

-¿Y tienes dinero para pagarnos? -Preguntó Sakura con suma desconfianza.

- No, pero… En estos días me van a dar el sueldo, así que…

Las dos madres de lolis volvieron a pegarle, por abusona, pero de todos modos aceptaron el trabajo porque el dinero no les vendría mal (Sólo para Sakura en la manutención de sus tres hijos) y en tal caso era un problema de Saotome con sus ya habituales y cotidianos fracasos.

-¿Y cuándo es esta convención de frikis? -Junko tomó de mala gana el papel que había quedado sobre el suelo para fijarse.

-Compré las cuatro entradas para hoy, que es el primer día.

-Ok, entonces… -Suspiró Junko—No tengo tiempo de prepararme mentalmente, ¿Verdad?

-¿Tienen cosplay? -Preguntó Saotome, preocupada por el detalle.

-No, ni pienso conseguirme uno -Aclaró Junko con energía.

-Pero será raro ir a una convención de esta clase sin un cosplay -Se lamentó la doecnte—Hay premios muy lindos, según tengo entendido el primer puesto es un calzón usado por Eiichiro Oda

(Nota 2: Eiichiro Oda es el creador de One Piece)

-Guacala, ¿Y quién quiere eso? -Murmuró Sakura, asqueada.

- Akane no lo necesita, es perver por naturaleza -Apuntó a su amiga de ojos cerrados, en clara referencia a su fantasía enfermiza con Akari

-Así que ella irá disfrazada de Hentai Kamen; Sakura de ella misma, Yo de shinsengumi… Y tú de maestra -Dijo, señalándola- Así que estamos listas para ir.

Junko como sus otras dos mejores amigas no estaban muy convencidas, no les apetecían perder todo un día dentro de un enorme salón que olía a establo para caballos. Estaban entrando al verano y el calor era abrasador y más en plenas horas de la noche.

No, definitivamente rodearse de otakus e hikikomoris y acabar compartiendo fluidos corporales como la transpiración no les agradaban en lo más mínimo, pero allí estaban, siguiendo a Saotome hasta el parqueadero para tomar el vehículo que las dejaría en el corazón de Mitakihara, a escasas cuadras de donde se celebraría la convención.

Pero antes las tres amigas tuvieron que reunirse en círculo ya que después de dar su ayuda a la maestra fracasada irían a su bar favorito pero para eso debían estar dos ebrias y una totalmente sobria

-Bueno, pongan mucha atención chicas- Decía Junko que tomaba la palabra mientras las dos mujeres estaban atentas- La policía está jodiendo ya que últimamente hay más accidentes de tránsito que nunca

-En pocas palabras, están obligando a poner conductores designados, ¿O me equivoco?- Opinó Akane

-Oh bueno, yo no voy a ser conductora designada- Dijo Junko al respecto ya que era obvio que en la mayoría de las veces le agradaba estar ebria hasta altas horas de la noche- ¿Pero ustedes sí?

Sakura: -Yo tampoco

Akane: -Ni yo menos

En eso intervino Saotome para saber cuál era el rollo en que estaban metidas su amiga y sus dos compinches

-¿Qué les parece si jugamos piedra, papel o tijeras?- Las mencionadas la vieron con algo de mala cara, les parecía algo infantil aunque era algo interesante de una manera indirecta- La que gane será la conductora designada

Hubo un pequeño momento de silencio

-Yo sé que ustedes no quieren estar sobrias, así que la que gana será la que aguante como campeona toda la noche

-¿No debería ser al revés?- Indagó Sakura- La que pierda será la conductora designada

-Me parece buena idea- Akane se metió de lleno en el asunto- Ni loca voy a estar sobria

-Entonces mamacitas, ¿Lo hacemos o no?- Exclamó Junko mientras extendía el puño con dar comienzo a la contienda

-Ya rugiste tigresa- Asintió Sakura que extendió su puño lo mismo que Akane y en menos de nada dieron comienzo al ya popular juego de niños y como ocurre en ese tipo de juegos (Si es que han visto Dragon Ball Z) se demoraban unos cinco o diez minutos hasta que una mano sacó tijera mientras las dos tenían papel

-Tijera corta papel- Akane sonrió tranquilamente- Yo gané

-¡Ahg! Que suerte tienes, Akane- Dijo Sakura con una ceja abierta dando a entender que Akane era la primera en emborracharse esta noche

-Bien Jun, vamos a decidirlo

-Si

Ahora la madre de la ama y señora del mahou shoujo y la madre de la idol más sobrevalorada del momento decidieron mirarse frente a frente mientras apuntaban firmemente sus puños, en silencio y sin mover un dedo, bastante digno para comerse las uñas y como siempre se tenían que estar cinco o diez minutos hasta que una mano sacó piedra y otra sacó tijeras

-Piedra daña a tijeras- Sakura alzó el puño- Soy la ganadora

Junko quedó boquiabierta y en menos de dos segundos frunció el ceño, estaba completamente enojada y para remate no debía beber ni una gota de licor toda la noche… En verdad le dio duro, pero muy duro. No tuvieron más opción que montarse en el vehículo de la mamá de Madoka mientras la ahora conductora estaba con una cara de pocos amigos y Saotome estaba como copiloto.

Las otras dos tuvieron que vestirse con un cosplay de Shinsengumi y una braga máscara, Sakura iría de Loba de Mibu y Akane sólo era la Akane que se iba a tirar a su hermanita e incluso trajo su dokimakura consigo

Las cuatro mujeres sabían que estaban cerca, porque a medida que se adentraban más y más sentían que se metían a un universo paralelo, como si alguien hubiera soltado una bomba en plena ciudad.

Los otaku salían de todos lados: de la boca del subterráneo, de las estaciones, de cada escalera. Se reunían y caminaban en un mismo sentido. Era como una manada; solo había que seguirlos para lograr llegar al punto de encuentro.

El nerviosismo en Sakura comenzaba a ser más visible, detalle que llamó la atención de su amiga.

-Tranquila, Yazawa-chan -Akane le palmeó la espalda al adivinar las razones, después de todo su compinche era algo tímida (Es la primera vez que entra a un convención putaku) y sabía que no podía evitar ponerse nerviosa con cualquier suceso que implicase salir con hombres, más si estos no tenían ni una pizca de vida social

-Tú eres la mamá de una idol, así que sabrás relacionarte con el sujeto que te toque.

-Deja de decir algo de mi hija, por favor -Rogó, mirando con inquietud a su alrededor.

Ya estaban en la puerta, haciendo la fila para poder pasar.

Junko contempló con cierto escepticismo la locura de la gente, los otaku podían llegar a ser gente muy animada cuando estaban con los suyos. Uno le había tomado del brazo con extrema confianza, para sacudirlo y preguntarle si estaba cosplayado de algún samurái legendario.

-No, solo soy una secretaria muy hot —Dijo con aspereza para ver si eso lograba ahuyentarlo, pero contrario a lo esperado, el otaku en cuestión se prendió de ella con más emoción y Junko empezó a sentir algo similar al pánico o al rechazo.

No le veía lo divertido, sin embargo los demás se estaban riendo de ella, o con ella… No le quedó claro. La fila avanzaba con lentitud y la gente rara se le seguía pegando.

-Me siento extraña entrando sin ningún cosplay- Decía Saotome algo maravillada

-Oh, pero puedes cosplayarte de cesto de basura, mira -Señaló Sakura con burla- Ahí hay uno, solo tienes que ponértelo en la cabeza.

-Claro -Argumentó Akane- Si ese chico está disfrazado de cartón de leche, ¿Por qué tú no puedes ir de cesto de basura?

-¿Creen que…? -Encima la docente sopesaba esa opción, mirando fijo el tacho en cuestión.

-Ni lo contemples… -La frenó Junko, hablándole entre dientes.

-Dime, Kazu-chan -Junko se llevó una mano dentro del bolsillo para descansar, y se apoyó en la pared- ¿Tienes idea de que si a este chico le gustas?

-Pues… Algo pasó -Rió bajito, de esa manera tan particular.

-¿Algo pasó? –Akane arqueó las cejas, prestando más atención a la conversación, mientras Sakura tomaba uno de los mapas para hojearlo. No entendía nada, había números y colores, pero no conocía las referencias.

-Sí -Saotome se aferró el brazo y bajó la vista al suelo, jugando con la punta del pie, cual bailarina de ballet- Compartimos un refresco…

Una vez más Junko y Sakura empezaron a pegarle una lluvia de patadones a la espalda, pero Akane paró de golpe al recapacitar, entonces eso significaba que habían tenido un beso indirecto.

-Oh, lo entiendo -Junko golpeó la palma de la mano con un puño- Para una chica entre flores eso debe ser orgásmico.

-No se trata de ser una chica entre flores o no –Akane con sus ojos cerrados la fulminó con la mirada- Para muchos, pasar un agradable rato con la persona que nos gusta, es suficiente, no necesitamos compartir fluidos corporales.

-Eso dices ahora, Aka-chan –Junko le palmeó el hombro en son de consuelo, ¿Consuelo de qué?-Pero ya verás cuando… Mi Madoka se folle a tu hermanita- Justo en el punto débil

-A veces tengo ganas de matar a alguien como tú.

-¿De qué hablas, Jun-chan? -Sakura se dio por vencida con el mapa- El otro día te pusiste a llorar porque Nozomi mencionó tu signo como el de tu esposo, y cuando te pregunté por qué te emocionabas tanto por algo así, me dijiste que para una mujer enamorada eso es tocar el cielo con las manos. Si te pones a pensar, es como con el beso indirecto…

-Es distinto -Argumentó Junko- Porque mi Tomo- kun y yo tenemos otro tipo de relación… No es una relación en 2D o con una chica que se parece a un personaje de animé. ¡Mi Tomohisa y yo llegamos más lejos que eso!

-¿Más lejos? -Akane la miró con pena-Tan lejos como obligarlo a ser tu sirvienta personal.

Junko de mala gana decidió cambiar el tema porque, se decía a sí misma, una madre soltera, una lolicón y una maestra perdedora jamás podrían llegar a entender el noble corazón de una mujer enamorada, una mujer trabajadora y luchadora