Skip Beat no me pertenece.
Siempre fue ella.
Algunas veces pecamos de ingenuos. Otras, nos pasamos de listos.
La lista sigue y sigue.
Ni en sus más locos sueños pudo ella imaginar aquello.
Tenerle cerca era demasiado para sus sentimientos.
Los latidos de su corazón resonaban como un tambor...
Sentía el pulso ir a mil.
Otras veces sucedían cosas vergonzosas que no quería ni pensar en ellas.
Sobre esto último, temía preguntárselo a su Moko-san y que esta le dijera algo raro.
No quería que la tacharan de pervertida ni nada de eso.
No sabía lo que a su cuerpo le sucedía y tiempo después sintió nauseas al tenerle cerca...
Su amiga le pregunto que le sucedía y ella ingenuamente pensó que le estaba agarrando una especie de alergia a a cercanía de Tsuruga Ren, pero él era su senpai.
Moko-san le dejó boquiabierta con su conclusión... ¡Ella, Mogami Kyoko deseaba sexualmente a su senpai!
No quería aceptar tal cosa, eso era imposible, pero su cuerpo y toda la suma de sus reacciones le hacían dudar.
Pero de pronto, él estaba besando-le, acariciándola y ella era fuego en sus brazos.
Lo mejor fue que le dijo que esa chica que él tanto amaba era ella, siempre había sido ella.
Y después de eso...
Bueno, una cosa llevó a otra y las cosas sucedieron inevitablemente.
Esa gran y vergonzosa marca que yacía orgullosa en su cuello contaba una porción de lo que había sucedido pero cualquiera podría seguir pensando y sin hacerlo mucho, descubriría el resto.
Lo que vino después fue confuso, pero nada podía hacer ante ello. Había descubierto que aunque su boca dijera que no, su cuerpo era otra historia.
Pero nadie le quitaría esa felicidad que sentía.
No, por supuesto.
Siempre había sido ella.
