¿Por qué yo?
La brisa del invierno refrescaba su cabello, el suave aroma de los arboles tranquilizaba un poco su triste corazón pero aún la agonía la atacaba y como si eso no pudiera empeorar las cosas la lluvia fría le demostró que si era capaz de hacerlo.
Aún después de tanto tiempo de habérselo dicho no ha recibido ni una sola respuesta de su parte. Ella casi muere por protegerlo, por amarlo se sacrificó todo y aún así él ni siquiera se atreve a mirarla ¿será que ella no vale lo suficiente para él?
No podía soportarlo más, necesitaba una respuesta deseaba saberlo fuera buena o malo quería escucharlo de una buena vez.
-¿Por qué Naruto-kun? - la tristeza amargo su alma y dejó caer su cuerpo, de rodillas al suelo que ahora era una mezcla de lodo y agua, que cubrió parte de sus cuerpo pero a ella no le importó.
- Eso quisiera saber ¿por qué yo? - sus voz la asustó y al verlo allí parado frente a ella la hizo retroceder - No, no te vayas - se acerco y acarició sus rostro empapado. Se deslumbró en el brillo de sus ojos - ¿quisiera saber cómo alguien como tú, se fijó en mí? - contestó algo triste pero logró sonreírle.
- Naruto si no quieres contestarme simplemente, olvida lo que te dije - ocultó su rostro tristemente no soportaría verlo a la cara.
Sintió sus manos tomarle el rostro y obligarla a mirarlo - No entiendes Hinata - le suspiro - ¿cómo alguien tan especial como tu puede fijarse en alguien tan miserable como yo? - le pregunto en un murmullo abrazándola.
- porque tú Naruto eres una persona muy especial - ya estaba cansado de que se menospreciara - tu eres quien me salvo de la oscuridad en donde vivía, tu eres quien salvó a toda Konoha, tú , tú...- las lagrimas comenzaron a correr por su rostro - tu eres la persona más hermosa que ha existido puede que antes todos te tenían miedo pero ahora tú - remarcó - lograste cambiar lo que todos pensaban a cerca de ti y te convertiste en la persona más importante de la aldea - ahora ella tomó su rostro - Tu Naruto-kun eres el héroe mas grande del mundo - le sonrió dulcemente
-Hinata - le sorprendió todo lo que ella le acababa de decir y algo en su ser lo carcomió. Se fue acercando poco a poco a ella, la vio cerrar los ojos esperándolo y no logro resistirse a besarla.
Deleitó y recorrió su boca, jugó con su lengua mientras probaba sus labios y cada lugar dentro de su dulce cavidad. Ella logro seguirlo aunque tímidamente hundió sus dedos en su hermoso cabello rubio.
- Naruto-kun - suspiró en vuelta en su boca, se separaron lentamente y al ver su cara de satisfacción ella se sonrojó.
Él se lanzó encima de ella recostando su cuerpo por completo en el húmedo suelo y recostó su cuerpo en el vientre de su dulce acompañante.
- Déjame quedarme así un rato - pidió cansado y ella sonrió alegre. Para ella estar así con él era todo lo que deseaba ahora.
- Hinata - la llamó casi dormida.
- ¿Sí?- respondió esta de la misma forma.
- También te amo - susurró y termino de rendirse al sueño.
- Naruto-kun - una lagrima bajó por su rostro, llena de completa felicidad. No era un sueño era la realidad pero ahora solo quería descansar pues sabía que nada ni nadie podría separarla del amor de su vida
