¡Hola, hola, hola! Bueno, aquí estoy para comenzar con una nueva aventura (?).
Desde que tengo uso de razón, (o sea, desde que vi Digimon) he amado con mi alma y corazón a los hermanitos Takaishida. Sigo haciéndolo, los quiero más que a cualquier ship (más que el Sorato, que es uno de los que más amo). Así que haré esta serie de drabbles. No son en línea temporal.
Digimon no me pertenece, si así fuera, hubiera puro amor fraternal Takaishida por doquier.
I
Efímero
El mundo es un lugar lleno de sorpresas, de miedos, de emociones y sentimientos. Estar atrapado en un lugar conocido y desconocido a la vez porque, aunque tú pienses que lo que te rodea lo conoces, no es verdad. Nada se conoce y al mismo tiempo lo sabemos todo. Es como cuando un niño pregunta "¿por qué el cielo es azul?" y tú no sabes qué contestar al principio, pues, te agarró de sorpresa la pregunta porque no la esperabas, fue algo desconocido.
Pero, para Takeru, lo desconocido lo rodeaba siempre. Estando en la casa de su padre, la luz se había cortado de repente y las velas tuvieron que hacer presencia de inmediato. La batería de su celular moría mientras el calefactor eléctrico no funcionaba.
Bajo las sábanas, pensaba en el pasado. Recordaba que antes, cuando todos eran una familia, al cortarse la luz se escondían bajo la mesa y contaban historias. Las de su padre les fascinaba, las de su madre les asustaban y las de su hermano mayor les asombraban.
«Pero alguna vez todo acaba, algo siempre tiene un final, sea bueno o malo…»
—¿Takeru? ¿Estás aquí?
La voz de su hermano hizo que todo pensamiento malo se esfume de su mente y lo obligó a destaparse. El mayor se encontraba viéndolo con confusión y, a la vez, con diversión.
—¿Qué haces ahí? —sonrió—. ¿Acaso quieres jugar a las escondidas?
La pregunta provocó que el menor parpadee. Las ganas de decir "sí" lo devoraban, como cuando Taichi tiene hambre y devora la comida.
—No… —suspiró, ocultando sus ganas bajo las sábanas nuevamente.
Yamato frunció el entrecejo y se acercó a la cama. Destapó al menor, este lo miró con confusión.
—¿Por qué no? —preguntó el mayor haciéndose el ofendido.
Los ojos azulados de Takeru brillaron, sus zafiros parecían gotas de agua reflejadas con la luz. Se levanto con velocidad y rió alegre, provocando que le contagiara la risa al mayor.
Comenzaron a jugar, como dos pequeñas almas de niños caprichosos. Uno se escondía y el otro buscaba y luego, intercambiaban los roles. Poco duró al escucharse los golpes en la puerta, anunciando que alguien se encontraba esperando. Seguramente el señor de la casa: Hiroaki.
Yamato gritó para que el juego parara y fue a ver quién venía. Takeru maldijo por dentro al notar que el juego había durado muy poco tiempo pero suspiró, diciendo que no tenía que preocuparse o ponerse mal por aquellas cosas.
—¿Mamá? —murmuró sorprendido al ver que ella era la que estaba en la entrada y no su padre.
La señora de cabellos rubios sonrió nerviosa mientras Yamato miraba al techo, incómodo por la situación en que se encontraba. Natsuko se acercó a su hijo mayor para saludarlo y luego al menor.
Al comparar ambos saludos, Takeru se dio cuenta de algo: el saludo entre su madre y su hermano era de corta duración, como aquel juego de niños de hace rato. Suspiró al ver que siempre fue así. Los saludos, los momentos, las escenas y los encuentros entre familia eran de ese modo. Duraba poco, a veces más que poco y la mayoría casi nada.
Pero jamás se quejaría de eso, porque al menos compartían un mínimo momento, a veces pequeñas charlas con los cuatro presentes o las deliciosas cenas que su hermano preparaba. Las Navidades la pasaban en familia, siempre. La mayoría de las veces, más de uno se sumaba, como sus abuelos.
Sonrió por un momento corto para luego regresar a la habitación y recoger sus cosas con cuidado para volver a su hogar, junto a su madre. La visita en casa de su padre había durado tres horas. Para él no había sido suficiente, pero tampoco se quejaría de su corta duración.
¡Esta es la primera parte! Quise redactarlo desde el punto de vista de Takeru, porque se me hace más cómodo pero no será solo desde su punto :D
AMOR AL TAKAISHIDA, YEAH (?)
¡Gracias por leer!
