Disclaimer: Todos los personajes y contextos que se presenten en este fanfic le pertenecen a Masashi Kashimoto, sólo me corresponde la licencia de los OC's que encontrarán dentro de la trama, sin fines de lucro. Por lo tanto, se prohíbe la copia y/o adaptación de este drabble.

Advertencias: No hay mucha participación de OC, es como una implicatura para hablar de un encuentro furtivo (angst) con Itachi, el desertor en ese tiempo. Es una especie de drabble que escribí jugando con mis amigas, que tiene una conexión con la canción que presentaré abajo.

¡Espero que lo disfruten!


"Este fuego se ejecuta a través de mi ser... Quema... No estoy acostumbrada a verte.

Estoy viva, estoy viva, estoy viva.

Puedo sentirte todo a mi alrededor. Se hace denso el aire que respiro".

Flyleaf - All around me


Todo lo sentiste cuando lo viste. Creíste estar frente a un fantasma del pasado, creíste que no llegarías al punto de tener que saborear tu sangre para no creerte soñando. Y lo ves en pasado perfecto, muerto, pero te pesa en pretérito, porque ansías que eso continuara, que él continuara vivo. Tarareas, mentalmente, la canción que más te gusta, la que evocas cuando lo recuerdas. Sí, aún estás viva.

La tristeza siguió inmarcesible creando meandros en tu rostro, pero a ti no te importa.

Lo llamaste por su nombre, pensaste que tu corazón se iría con él luego de verlo alejarse huyendo; al que marcaste como un nuevo desconocido dentro de la lista de personas perdidas. No puedes concebir el sentimiento de anhelo cuando sus miradas se amalgamaron, escarlata e índigo, mezcla secular, casi hereje a ojos de extraños.

No puedes, pero quieres escuchar su voz de nuevo; quieres saber qué se siente tocar su piel, si te hace estremecer como antes. No, no estás muerta, el sufrimiento sigue siendo real.

Aún así, antes de caer de rodillas ante su Tsukuyomi, sangrando por la tajada que te dio, rogaste mirar la luz de nuevo. Estás viva.

Miras el techo de aquella habitación ajena, sientes ese colchón en el que muchos, antes que tú, de seguro han muerto. Te hubiese gustado perecer ante su mirada, en aquel lugar sin espacio y tiempo. Pero, no, aquí estás.

Con el aire escaseando en esas cuatro paredes, percibes su fantasma en toda la habitación, vestido con aquella capa negra, entintando nubes bermellón. Sigue macerándose el recuerdo de lo que fue. Aún así lo llamas en el mutismo, en la soledad.

Itachi

Pero no hay respuesta, aún así, sientes que te vuelves a unir al fondo, antes de creer, antes de levantarte, antes de que la fe vuelva a armarte. Te vuelves a quedar en el recuerdo. Ahí lo sientes, ahí sientes que estás viva en esa absurda realidad donde piensas que nada ha cambiado, donde el dolor es real.

—¡Ingenua! Él no te ama, nunca lo hizo ni lo hará.

Las palabras de Kakashi siguen resonando en tu cabeza. Pensó que las había olvidado, pero ahí están, haciendo estragos en tu mente. Las cenizas siguen creando formas. Sólo te queda anhelar y morir en el genjutsu que tú misma creaste, en el que tú y él viviesen juntos. Jugando a la mentira, a la idea de que alguna vez te amó.