Título: Eclipse Lunar
Summary: ¿comentarista¿Luna Lovegood? Tal vez Harry si tuvo que ver con esta decisión, una conversación sin importancia, que desencadena una divertida solución. Harry X Luna.
Discleimer: Hogwarts, los personajes y demás, le pertenece a la mujer más rica de Gran Bretaña (J.K. Rowling)
Nota. Ubicado en el sexto libro. trilogía.
Cuando se interpone la Luna
Caminaba, por los pasillos rápidamente, sus pasos resonaban por todo el castillo. Acababa de tener una clase más con Dumbledore, y se sentía más agotado que nunca. Su cerebro funcionaba con toda su capacidad. Los pensamientos se apresuraban, confundiendo su ya exhausta cabeza. Voldemort, Slughorn, Snape, Malfoy...Ginny. Aparecían sucesivamente, su cabeza explotaría si seguía así, solo quería dormir… Hermione, Ron, ellos también se unieron a su lista de problemas, parecía que no podía estar tranquilo con ninguna persona.
Acababa de doblar un pasillo, cuando un ruido seco se escuchó en todo el lugar. Harry, salió a la superficie, sus ojos tardaron unos segundos en ubicarse. Parecía estar en el cuarto piso. Realmente estaba lejos del retrato de la señora gorda, con el torbellino de ideas que invadía su mente, no había podido fijarse en todos sus pasos. Miró al final del pasillo, agudizando sus oídos, mientras caminaba, silenciosamente. Un par de sombras se reflejaron en la pared, era imposible distinguirlas con tan poca luz.
Levantó por inercia su varita, su curiosidad podía más que su agotamiento. Snape y Malfoy eran sus principales sospechosos. Se iba acercando y unas voces cada vez más fuertes se escuchaban doblando la esquina.
- regrésamelo, Nott- decía calmadamente
- ¿para que? Realmente estas chiflada, colgarte esto en el cuello- dijo con burla.
- Es un recuerdo, devuélvemelo – esta vez su voz sonaba más decidida.
- ¿O si no que?- preguntó una desagradable voz- piensas llamar a tus amigos imaginarios.
Los dos se echaron a reír, mientras jugaban con el collar
- estas realmente Loca, Lovegood, no te preocupes, no lo vamos a romper.
- que otros disparates, tendrás en ese bolso, Lunática….
- ¡déjala en paz, Nott!- gritó Harry, apareciendo sorpresivamente. Había escuchado suficiente, no dejaría que lastimaran a su amiga.
Nott y Zabini, ambos estaban sorprendidos por la repentina entrada de Harry. Tenían el collar de corchos, y el bolso de Luna, esta estaba parada frente a ellos con una expresión somnolienta y aburrida.
- devuélvanlos- volvió a gritar, apuntándolos con la varita. Nott y Zabini, no parecían dispuestos a pelear con él, arrojaron el collar y el bolso, y después de dirigirle una profunda mirada de odio, se fueron murmurando blasfemias.
Harry los miro irse. Luna estaba aun en el mismo sitio, viendo con una cara inexpresiva las cosas desparramadas en el suelo. Realmente parecía consternada, incluso le pareció ver un reflejo inusual en sus grises ojos, pero solo por unos instantes, después desapareció.
- ¿estas bien, Luna?- preguntó Harry, apresurándose en recoger los libros y el collar del suelo.
- ya estoy acostumbrada – dijo Luna con una voz muy suave, ayudando a Harry con sus cosas.
Esos imbéciles. No debes dejar que te hagan eso, Luna.- comentó Harry, mientras colocaba los libros en el bolso.
- Siempre lo hacen. – confirmó Luna con una voz extrañamente calmada, poniéndose el collar de corchos.
- Pero no esta bien- insistió Harry- tu...eres diferente, pero no estas loca.- terminó Harry firmemente, no muy seguro de que decir.
- desearía que todos fueran buenos conmigo, como tu, Harry- dijo Luna, incorporándose con una gran sonrisa- eres un buen amigo, desearía tener más amigos como tú y Ginny.
- Puedes hacer más amigos- indicó. La peculiaridad de Luna de decir siempre lo que piensa, le hacía sentir incómodo, pero esta vez le hicieron sentir complacido consigo mismo. Conversar con Luna, siempre era un viaje a lo desconocido.
- ¿Cómo?- preguntó Luna vagamente, acercándose a Harry. Sus hermosos ojos grises, reflejaban el fuego de las antorchas.
- Bueno… solo debes hablar de cosas más normales- respondió Harry, retrocediendo unos pasos disimuladamente. Era la verdad. Luna siempre hablaba de cosas un poco descabelladas. Pero eso era lo que hacía a Luna tan especial. Se sentía bastante nervioso, no sabía como se lo tomaría Luna. ¿Por qué le importaría tanto? Tal vez no quería que se alejara de él.
- Cosas más normales...- repitió Luna, con la mirada perdida- ¿Cómo que?- preguntó, estaba realmente interesada.
- No se…- contestó Harry, sorprendido por la inesperada pregunta - podrías hablar sobre Quiditch, a todos les gusta el quiditch- terminó Harry, que acababa de decir lo primero que se le vino a la mente.
- ¿Quiditch?- preguntó Luna, intentando recordar aquel deporte de escobas.- si, a mi también me gusta el quiditch, auque…no soy muy buena volando- respondió, alegremente. Parecía muy emocionada.
- Yo te puedo enseñar a volar- respondió Harry. Como en la vez que la había invitado al baile, las palabras salieron sin que él las pudiera detener, pero esta vez tenía miedo de su respuesta, estaba nervioso. – si tu quieres, claro- se apresuro a decir, pues Luna lo miraba sin una expresión fija.
- ¡claro que quiero!- respondió Luna, estaba muy feliz. Esto a Harry le hizo sentirse bien, y liberarse del peso que tenía.
- Eres muy buena amiga, Luna. Estas bien, como estas- dijo Harry sintiéndose torpe, tal como se había sentido hace un año, hablando con Cho.
Harry, miraba sus zapatos con sumo interés. Debido a esto no pudo ver, como Luna se acercaba lentamente a él. Su cuerpo tembló al sentir un suave aroma, y unos rubios cabellos que le hacían cosquillas. Miles de hormigas parecían recorrer su cuerpo, haciéndolo sentir feliz. Luna estaba de puntillas, rodeando sus brazos en su cuello, y dándole el mejor abrazo de su vida. Una reconfortable sensación de calma y tranquilidad lo invadió, muy diferente a la bestia que aparecía cuando veía a Ginny. Esto era mucho mejor.
- gracias, Harry. – dijo Luna musitando en su oído, terminando el abrazo que, para él había durado una eternidad, pero que fue por unos instantes.
Un silencio incómodo, invadió el lugar. Ambos estaban mirándose a los ojos esperando que el otro dijera algo, Luna con una mirada curiosa, y Harry con un leve sonrojo que esperaba que pasara inadvertido por la ravenclaw.
¡PLOP!. Ambos retrocedieron unos pasos. Justo arriba de sus cabezas se encontraba peeves, el postergeist, quien había huido de Filch, mirando a todos lados, sin fijarse en su presencia
- ya es tarde- dijo Luna en un susurro, sin mirar a peeves- adiós Harry.
-¿no quieres que te acompañe?- preguntó Harry un poco molesto por la interrupción de Peeves que aún no parecía haberlos visto.
- No te preocupes, cuídate Harry- musitó Luna, antes de doblar el pasillo. Y perderse de vista.
Peeves bajo la mirada y sonrió abiertamente, los pasos de Luna lo habían advertido de su presencia.
¡PoTtEr AmA a LuNáTicA!- comenzó a gritar, su voz resonaba en todos los pasillos.
Harry comenzó a caminar. Mucho más tranquilo, que hace unos minutos.
PoTtEr AmA a LuNáTicA
Luna siempre lo hacía sentir mejor, su cerebro parecía normal de nuevo, podría dormir tranquilo.
PoTtEr AmA a LuNáTicA
Peeves seguía flotando encima de su cabeza, gritando lo más fuerte que podía. Pero Harry no se molesto en callarlo, una sonrisa se dibujo en su rostro y antes que se diera cuenta, repetía, cada vez más convencido, las mismas palabras en su mente.
