No importa cuánto me tome, la sacaré de ahí... hime-sama.

Hak estaba blandiendo su quandao 1... 5... 10... 20 veces, pero nada. No podía atravesar esa gran muralla de rocas.

Il heika, por favor, no se la lleve. No se la lleve de mi lado, por favor. Es lo único que pido.

Sabía que no debió haberse separado de ella, pero cuando le pedía algo con tanto determinación... no podía negarle algo, no podía negarle algo ni como su sirviente ni como su amigo.

Espero que la tengan a salvo, Hakuryuu, Yoon...

De repente, Hak sintió que se acercaba una muchedumbre, los aldeanos. Sus hijos estaban atascados ahí dentro. Luego de insistir un poco, Hak logró sacarles información que sabía le estaban ocultando: había una entrada más rápida.

Rápidamente les ordenó que le guien a ese lugar.

Te sacaré de este laberinto, Yona.

Con unos cuántos movimientos más logró destruir el muro. Ella fue a la primera que vio. Estás a salvo. Corrió a darle un abrazo lleno de alivio.

- Perdóneme por haberme apartado de su lado, hime-sama

Estás bien, eso es lo único que me importa ahora.

Se apartó de su lado y todos salieron de aquel lugar. Incluso el seiryuu y su... ardilla. Los aldeanos se encontraron con su tribu, todos se abrazaban.

Como siempre, la princesa logró su objetivo y convenció al dragón azul que los acompañe en el viaje. Solo faltaban 2 dragones ahora y él la seguiría a donde fuera que vaya, siempre la protegería y la ayudaría a volver al castillo, sin importar cuánto tiempo pase, siempre estaría de su lado.


Hime-sama: querida princesa o solo princesa.

Heika: su majestad.