¡Hola, hola! Para los que ya me han leído antes, seguro que me matan por haber tardado tanto en publicar pero estaba de exámenes y no tenía inspiración para las otras historias, pero si en esta. Ahora que acabe, me pondré al dia con las otras también!

Es una historia sobre el anime Haikyuu! Este anime es uno de los mejores que he visto, con mucha pasión por el voleibol y grandes personajes. Evidentemente no me pertenece la historia al igual que los personajes salvo los que invente yo. Espero que les guste mucho. Tengo que avisar también que a partir del capítulo 25 de la primera temporada TODO CAMBIA. NO SERA IGUAL QUE EN EL ANIME/MANGA, ALGUNAS COSAS SON DIFERENTES.

El escenario empieza con la derrota del Karasuno ante el Aoba Johsai.

Capítulo 1.

Caia el sudor por las mejillas. Caia por las piernas. Caia por los brazos. Caia por la espalda. Pero no podía dejar caer aquello. Aquello no. La pelota no podía caer. "El equipo que deje la pelota caer, pierde." Esa frase no dejaba de resonar en la cabeza de Kayegama. Pero aun asi, cayó ante sus ojos. Nadie pudo llegar a por ella. El Karasuno se levantó con frustración y fueron a saludar. Habian perdido contra el Aoba Johsai. Se sentía desesperados, llenos de rabia y de ira. Pero no sabían que alguien estaba observando todo el partido desde una de las gradas. Una persona que iba a cambiar su curso en el voleibol. Una persona a la que se le suele llamar "un ángel caído del cielo".

Al dia siguiente entrenaron con regularidad, e hicieron un ejercicio especial que era subir corriendo la colina rompecorazones de Karasuno. En grupos de dos, fueron corriendo hasta una esquina, pero cuando llegó el turno de Kageyama y de Hinata no hicieron caso y compitieron por ver cuál era el que más corria. Acabaron encontrándose a Ushijima y retándole a que la próxima vez que se encontraran no iban a perder.

Se pusieron en marcha de regreso al Karasuno, cuando de repente escucharon una voz en un callejón.

-¡He dicho que no, no se cuántas veces tengo que repetirlo! – se escuchó de una voz femenina.

-Venga, será solo por un rato, salgamos a divertirnos. Una chica tan guapa como tu no puede ir sola por la calle. – se oyó la voz vacilona de un chico.

-Claro, venga si no te vamos a hacer nada malo. – dijo otro chico.

Hinata y Kageyama se habían pegado a la pared de al lado a escuchar.

-Kageyama, ¿podria ser…? – susurró Hinata.

-¡HE DICHO QUE NO, PAR DE MANDRILES! – gritó la chica con fuerza, mientras pasó a su lado dispuesta a marcharse.

-Un momento, a nosotros nadie nos grita y se va de rositas, guapa – dijo otro de los chicos sujetándola de las muñecas.

-Ahora, pagarás por hablarnos asi. – dijo otro.

-¡No, soltad-! – no pudo acabar la chica ya que la taparon la boca.

Los 4 hombres se disponían a atacarla cuando se vislumbró una sombra que les tapaba la luz.

-Vosotros, escoria, soltadla ahora mismo. – dijo Kageyama con la misma cara que le puso a Tsukishima según se conocieron.

-¡E-eso, d-dejadla en paz! – exclamó Hinata.

-Oh, asi que han venido unos niños de primaria a entrometerse.

-¿Primaria? No somos de primaria, estúpido.

-Shosuke, encárgate de ellos, yo voy a probar esta linda flor. – dijo uno de ellos desabrochando la camisa de la chica.

-¡Kyaaaaaaaaa! – dijo la chica mientras le metia una patada en la cara.

-¡Maldita perra!

-Ya me harté.

De repente, Kageyama se acercó al llamado Shosuke. No sabía nada de lucha pero sabia que su cuerpo estaba hecho para eso, no podía dejar que esa chica soltara un grito más. Cerro el puño y le dio un puñetazo en la cara, dejándolo tirado en el suelo. Luego se acercó otro chico, Kageyama se hizo a un lado y antes de que el otro cayera le dio una patada en el estómago.

-¡Serás capullo! Ahora verás – dijo el tercero sacando una navaja.

-¡Kageyama, al suelo! – dijo Hinata tirando uno de los cubos de basura que había al lado a la cabeza del chico, lo cual funciono y se quedó en el suelo agonizando de dolor.

El ultimo seguía sujetando a la chica sin saber que hacer.

-¿Qué pasa? ¿Se te acabaron las ideas? – dijo Kageyama con su cara de terror.

En un descuido la chica le propino un rodillazo al chico y cuando se quedó indefenso una patada en la cara lo que le dejo inconsciente.

-¡Guau! Eso ha sido genial – exclamó Hinata.

-Oye, ¿te encuentras bien? – dijo Kageyama extendiéndole su mano.

Era de noche y ninguno de los dos pudo verle la cara bien hasta que se levantó.

-Tranquilo, estoy bien. – respondió ella.

-Aahhhh… - es lo único que supo decir Hinata al verla.

Tenia la piel muy blanca y bonita, su pelo era negro, aunque se veía también verde oscuro, muy largo, pero lo mas impresionante, eran sus ojos, eran muy grandes y azules. Un azul hielo tan claro, que podía doler. Kageyama también se quedó paralizado. "Q-que guapa…" pensó Kageyama.

-Les agradezco mucho por ayudarme, estos chicos estaban empezando a ser un incordio. – les dedicó una sonrisa.

-De, de, de nada – balbuceo Hinata.

-¡Que gracioso eres! – dijo acariciándolo la cabeza.

Ella cuando de repente, miró de cerca a Kageyama, abrió los ojos y pregunto.

-¿Tobio?

Hinata y Kageyama se sorprendieron mucho y se miraron entre ellos.

-Perdonad, creo que me he equivocado, ya nos veremos, tengo que irme.

Y antes de que Kageyama pudiera abrir la boca ya había desaparecido.

-Que situación más rara, ¿verdad, Kageyama? – dijo Hinata.

-Si…

Pero a Kageyama mas que rara, la situación le parecía familiar…

Continuara! Si les ha gustado comenten, y les prometo que este fiction va a tener muchos vaivenes. Va a tener mucho movimiento. Enjoy and comment!