Butterfly and Butler

Un mayordomo vestido completamente de negro, de cabellos azabache y ojos carmín, se encontraba mirando a un joven niño de no más de 13 años que dormía apoyado en su escritorio, con un rostro pacifico que no mostraba esa maldad, facilidad al actuar, ni tristeza que solo su fiel sirviente notaba. Ahora en esos instantes Ciel Phantomhive dejaba de ser un Conde, para pasar a ser un simple y tierno niño.

Y el Gran Demonio, Sebastian Michaelis, dejaba de ser esa criatura salida del Infierno, para ser un pedofilo bajo la fachada de mayordomo. Ahora era cuando cada barrera levantada, tanto por el protocolo como por las ordenes dadas, se olvidaba, al menos por parte del Shitsuji.

Si vieras la mirada que este le dirijía a la frágil y bella mariposa durmiente, notarías, que aún cuando, al final Sebastian se llevaría el alma de Ciel. Estos tenían una conexión aún mayor. Una conexión más allá del contrato... una conexión que solo un sentimiento lográ. El amor.

Si bien uno pensaría, no... de hecho un demonio no siente, este pequeño Conde logró lo imposible. Enamorar al orgulloso demonio.

Esos ojos zafiro que ahora le miraban, llevaban al mayordomo al borde de la cordura. Tan inocentes y puros, a pesar de su pasado.

No era diferente para la azulina mariposa. Los ojos carmín que le velaban, lo llevaban al punto en que ni siquiera su autocontrol le dominaba. Ese punto donde es imposible negar el sentir.

Llegados a ese punto la bella y azulina mariposa no aguanta más y actúa sin pensar. Besa al shockeado Mayordomo, quien una vez despierto, corresponde.

Está es la manera en que una mariposa frágil e inocente, se enamora de un condenado y manipulador mayordomo, y viceversa.

Por eso, Butterfly and Butler, en la eternidad juntos estarán.

Mi historia señores y señoras. Esto es para que sepan que no estoy muerta, y que ando de parranda (?).

No, verán el viernes operan a su querida escritora, por lo que... estando nerviosa ni siquiera las palabras salen.

Esperando que me disculpen si el relato no es de su agrado, se despide.

AkaiAndAoi