Todos los capítulos que escriba se titularán con el nombre de una canción. Más abajo he dejado un "link" por si a alguien le interesa ;)

Muchas gracias por leer!

Light of a Fireflight

Temari no podía dejar de llorar. Las lágrimas, enormes y abundantes, caían por sus mejillas sin contención. Subida a la torre más alta de la Aldea de La Arena, los sollozos eran atenuados por el viento. No sabía cuánto tiempo llevaba ahí. Tenía la sensación de que algo punzante se había clavado en su interior: un extraño vacío le presionaba el estómago, y jamás se había sentido tan deshecha.

Habían encontrado el cuerpo muerto de su padre muy lejos de la aldea, casi en la frontera con el País del Fuego. El entierro había sido aquella misma tarde, breve y cordial. Nada más terminar Temari se escaqueó, dejando atrás a un sorprendido Kankuro. Seguramente a aquellas alturas la estarían buscando; se imaginaba a su hermano preocupado, pero ella no tenía ánimos como para volver. Sentía vergüenza al pensar en pedirle consejo a él que era más joven… siendo ahora Temari la cabeza de familia.

Pensó en su padre y en las consecuencias de su muerte. No es que le quiera y le vaya a echar de menos… Es que soy demasiado joven. Temari sintió que sus ojos volvían a derramarse y se le escapó otro sollozo. Tenía quince años… A esa edad una kunoichi de su calibre ya estaba preparada para matar y poner en riesgo su vida, y sin embargo se sentía terriblemente inmadura. El maldito entrenamiento emocional era estúpido en cuanto a problemas de adolescencia: sí, era perfecta en la batalla, era bonita y temida… pero nadie le había enseñado a resolver sus dudas existenciales. Se sentía una herramienta, pero no una mujer. Las hijas de los señores feudales a esa edad casi parecían treintañeras… y ella todavía no sabía siquiera qué papel de mujer tomar. Era la hija del Kazekage, no le estarían permitida una vía fácil. Tengo demasiado miedo, se dijo a sí misma. Tanto miedo que casi prefería antes dejarlo todo atrás. Pero, ¿qué haría? ¿Acaso había posibilidades de otra vida en otro lugar? En Suna nadie se lo permitiría. Huir… huir sería peor que quedarse. Le daba más respeto ser doblegada que asesinada. ¿Qué va a ocurrir con Kankuro y Gaara? ¿Tendré que ser ahora el padre también, no sólo la madre? Es demasiado peso sobre mis hombros… Y tampoco quiero equivocarme con ellos… Encima estaba aquel maldito examen Chunnin. Había ganado el combate, sí, pero su orgullo se había visto terriblemente dañado encima a manos de un niñato con una técnica muy floja. Vago cabrón, pensó rechinando los dientes. Mirase donde mirase, únicamente tenía detalles desesperanzadores.

-Temari…

Se dio la vuelta sobresaltada, pero en seguida se calmó al ver a Kankuro. Seguía sin ponerse su capucha de gato, y el maquillaje se le había estropeado a lo largo de la tarde. A Temari le gustaba más así: parecía más un hermano…

Kankuro se sentó junto a ella y se quedó mirando el infinito. Los ojos le brillaban.

-No está mal el sitio. ¿Aquí es donde sueles esconderte?-se paró a escuchar el aullido del viento y sonrió –Ya veo, aquí estás en tu elemento.

Le devolvió una tímida sonrisa. –Competimos a ver quien grita más fuerte.

Se aproximaron y se abrazaron tratando de hacer calor, la noche en el desierto era dura y fría. Temari sintió los labios de su hermano besando su mejilla con cariño. Estaba llorando en silencio. Le siguió abrazando pensativa, sus dedos acariciando el pelo castaño de su nuca. Perdóname, Kankuro… No sé cómo me he podido plantear dejarte atrás. Había estado a punto de abandonarle a él y a Gaara aquella misma noche, sí… pero él la había buscado para llorar en sus brazos. La necesitaba. De repente se sintió mejor. Ahora lo veo más claro. Nunca más me derrumbaré así. Toca volver a ser la kunoichi más peligrosa de la Arena… Por él… Por ellos…

-No te preocupes. Todo nos irá bien. A los tres.

Aquella misma noche se presentó la ocasión perfecta para reafirmar su fiereza. A la vuelta, mientras caminaban por las estrechas callejuelas del casco antiguo de la ciudad, unos pobres desgraciados que deambulaban borrachos tuvieron la mala suerte de cruzarse con ellos. Uno de ellos, en medio de un ataque de risa, se tambaleó y se chocó contra Temari, quien protestó. En seguida los hombres les rodearon en actitud amenazante.

Realmente, si ellos hubiesen sabido con quién se metían, aquello no hubiese pasado. Y es que es difícil identificar a dos ninjas de élite –por muy genin que sean –si no llevan sus respectivas bandas ninja, ni sus armas a la espalda. No tuvieron la culpa de confundirlos con dos adolescentes cualesquiera.

Pero a Temari le importaban un comino las razones, sobre todo porque aquellos tipos no tardaron en fijarse en que era una chica bien desarrollada, y en seguida uno se acercó a tocar.

-¡Temari! –alertó Kankuro a su espalda.

Pero ella elevó un kunai apotando una postura defensiva, la sonrisa maliciosa extendiéndose por su rostro. El viento comenzó a silbar.

-Tranquilo… Sabes que no necesito el abanico para hacer daño…


Muajajaja, mi primer fanfic publicado. Se agradecerá cualquier review, incluso si es una crítica o consejo (siempre y cuando sean constructivos).

Aquí podéis escuchar la canción de este capi: (link para el youtube) /watch?v=PhLeigxTFd0&feature=BFa&list=ULeOEIWXPWohg&lf=mfu_in_order

Hasta el próximo cap!

Y.L.