Título: Un giro de 180º

Autor: Harriett Malfoy

Beta: kamikaze, Mitsuki

-Alguien hablando-

"alguien pensando"

Estaba aburrido, llevaba esperando desde las 7 de la tarde para que me dejaran bañarme. Mire el reloj, que ya marcaba las 11:54, y suspire por lo que sería la enésima vez ese día.

Me habían puesto a limpiar todo el día, aunque Dudley quiso ayudarme, con toda la tarea que me habían dado recién logré terminar como a las 7 de la tarde y antes de que pudiera irme, mi querido tío Vernon me encerró en lo que ellos llamaban mi habitación; poniendo los ojos al recuerdo de su tío, volvió a mirar el reloj y antes de que pudiera volver a pensar, el ruido del desbloqueo de la puerta hizo que su mirada fuera hacia ella. Su tío apareció por allí, como siempre para gritarme algo, aunque apenas escuche lo que dijo, centrándome mas, en la parte de ya puedes entrar al baño. Recogí mis ropas ya listos y me fui al baño sin molestarme en mirar a mi tío, entre rápidamente y puse a llenar la bañera; para luego desvestirme y entrar en el agua. Apenas entré en contacto con el agua mi cuerpo empezó a brillar, mis piernas se empezaron a transformar en una cola de sirena que tenía hermosas escamas de color verde en ellas, y para mi sorpresa mis pechos crecieron y fueron cubiertos con una especie de top de escamas. Mi pelo creció y cambió a un color verde claro que ahora flotaba por toda el agua de la bañera. Mis rasgos se hicieron más delicados; mis ojos, nariz y boca ahora eran el de una mujer y donde antes no veía nada por no tener puestos mis lentes, ahora veía mejor que con ellos puestos. Estaba tan asombrado que apenas pude reprimir el grito que quiso escapar de mis labios cuando un dolor insoportable me recorrió el cuerpo. "podría ser esto mi herencia, pero porque ahora…" fue mi último pensamiento consciente mientras la oscuridad me trago.

"¿pero qué paso y como mierda llegue aquí?" fue mi primer pensamiento al despertar en mi cuarto. Me levante y revise todo mi cuerpo viendo que no había ninguna evidencia de lo que pensé que había ocurrido en el baño ayer, era real.

-chico, levántate tienes que hacer el desayuno para mi querido hijo Duddinkins y Vernon. Esa frase, seguido de fuertes golpes en la puerta fue lo que me distrajo efectivamente de mis pensamientos.

-ahí voy tía petunia- le contesté mientras me iba a la puerta para llegar a la cocina. Para cuando termine de hacer el desayuno toda la familia estaba sentada en la mesa. Serví la comida de manera rápida y apenas terminaron la levanté y me fui al lavaplatos. Tan concentrado estaba que no me di cuenta de Dudley tratando de decirme que no me acercara al agua. Y apenas entré en contacto con esta, mi cuerpo empezó a cambiar, sorprendido por el cambio caí al suelo sin poder hacer nada.

Y ahí tirado en el medio de la cocina ya no era más un humano, sino una sirena.

PERO QUÉ HAS HECHO!- fue el grito que pego Petunia apenas vio a Harry tirado en la cocina.

yo...yo no sé, ayer mientras me bañaba me paso lo mismo, pero hoy cuando me levante y estaba normal, asi que pense que habia sido un sueño, realmente no tengo ni idea de lo que está pasando-.

y tú quieres que te crea fenom...- pero no termino la frase al ver a su hijo pararse y hacer su camino hasta la peli verde, para luego recogerla y empezar a llevársela para arriba.

pero hijo qué estás haciendo, no ves que ya no es humano, ahora es mitad pez-.

pero nada mamá, ya es hora de que te comportes como la señora que eres y no una adolescente frustrada-

Al llegar a la habitación, lo primero que Harry se dio cuenta era que Dudley no parecía sorprendido por el cambio de apariencia.

Tu ya sabias esto, verdad Dudley-

Por supuesto que ya lo sabía, cómo crees que llegaste a tu cama esta mañana.

Así que vos fuiste el que me transporto eh, debí suponerlo. Al ver que su primo no contestaba le preocupo, pero al ver la mirada en su rostro se relajo, sabiendo lo que ya estaba pensando " así que vuelves a pensar en ese día, Dudley"

-flash back (hace 3 años) -

Había terminado la intimidación de un nuevo chico en el barrio y me dirigía a mi casa, cuando vi al bicho raro caminar, iba ir a molestarlo pero su expresión triste me hizo dudar, normalmente siempre tenía esa mirada de desafío que me hacía admirar a él, a pesar de lo que diría mi madre si me descubriera, pero yo nunca se lo diría. Tan profundo en mis pensamientos iba que no me di cuenta del hombre detrás de mí, hasta que fue demasiado tarde, lo último que escuche fue el grito de mi primo que decía mi nombre antes de que la oscuridad me trago.

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Hoy no había sido un buen día tía Petunia estaba, por alguna razón desconocida, muy enojada con él. Normalmente nunca dejo que me afecte, pero hoy baje un poco más la guardia de lo normal. Una risa seca salió de mis labios al pensar en la forma en que era tratado en el mundo mágico y como era tratado en mi propia casa; de seguro al profesor Snape le agarre un infarto por la sorpresa.

Di vuelta la cabeza para ver a mi primo ser atacado por un adolescente que parecía tener no más de 16 años, tenía el pelo castaño claro y unos ojos marrones muy oscuros. El nombre de mi primo salió de mis labios y corrí hacia ellos antes de que me diera cuenta de lo que estaba haciendo.

Parado al frente de mi primo pensé en lo estúpido que había sido por saltar a proteger al que más me odiaba después de tía petunia. Y me prepare para la batalla, al principio tenía la ventaja por ser muy pequeño para alguien de mi edad, pero una vez se fue acostumbrado me logró golpear en la panza que por la fuerza del golpe me tiró al piso. Viendo como se dirigía a pegarle a Dudley, hice lo último que pensé que alguna haría por mi primo, use mi cuerpo como escudo.

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Desperté desorientado y con un gran dolor de cabeza; y lo primero que me di cuenta fue el cuerpo tirado encima mío, asustado lo quise mover hasta que vi que me estaba protegiendo de un adolescente de 16 años, no lo podía creer, mi primo, al que yo llamaba bicho raro, me estaba protegiendo con su cuerpo de los golpes que iban dirigidos hacia mí. Vi al hombre mover los labios pero mi primo no le contesto en cambio se levantó y se paró enfrente mío para que luego el hombre le diera una patada en las costillas que lo mandó al suelo, el hombre volvió a hablar, pero esta vez sí lo escuche.

No lo entiendo porque lo proteges, estuve investigando y yo se que en esa casa te tratan como basura, especialmente al que estás protegiendo allí.

No, tu eres el que no entiende, yo que me quedé huérfano cuando era un bebé, no veo porque permitiría que le hicieran daño a la única familia de sangre que me queda, aunque me traten tan mal como tu dice

Como quieras mocoso pero me debes una

Y así como había venido se fue

-fin del flashback-

- hey, Dudley, DUDLEY.

- ¿qué pasa? que pasa dices.- Empezó diciendo con una vena palpitando en la sien- Quieres escucharme te he estado hablando desde hace rato y ni reaccionas.

- Esta bien no te enojes, ahora dime lo que estabas diciendo.

Suspiro para tratar de calmarse y repitió lo que antes había dicho,

Ayúdame a secar la aleta, y antes de que se te ocurra, no acerques tu mano en donde no debes.- la sonrisa en la cara de Harry mientras dijo lo último, hizo que a Dudley le diera un escalofrío.

No te preocupes yo nunca haría algo así, - respondió mientras le caía una gota de sudor de la frente - al menos si quiero vivir... murmuró

¿Que dijiste? - El brillo en los ojos de la peli-verde casi hace que Dudley saliera corriendo.

Nada, no dije nada - mientras sacudía la cabeza con desesperación

Uh, te convenía- Así como la sonrisa vino se fue, nos quedamos en silencio, yo ya sintiendo la culpa de la pelea de tía Petunia y Dudley. Este último al ver la cara de su prima, suspiro.

Tu sabes que no es tu culpa.

Yo… yo sé pero no puedo dejar de sentirme así, además estoy preocupada si cambio cada vez que toco el agua estaría en serios problemas en Hogwarts.

No te preocupes ya se nos ocurrirá algo.