Hola a todos! Aquí les presento mi primer Fanfic de Free!, realmente estaba con muchas dudas respecto si subía o no esta historia que se me ocurrió de pronto, quizá no sea la gran trama, pero me gustó mucho en un principio. Pensé al principio en hacerlo one-shot, pero como que es una idea de varios capitulos, no creo extender mucho la historia. Espero que lo disfruten.


Capítulo 1

Había sido un día completamente agotador para los nadadores de Iwatobi puesto que Gou decidió seguir un entrenamiento más pesado, aunque el único al que parecía no importarle era a cierto pelinegro que aún seguía sumergido en la cristalina agua de la piscina, con tan sólo estar sumergido en ésta, no importaba más. Los demás chicos descansaban a las orillas recuperando el aliento.

–¡Haru-chan! –la aguda voz del pequeño rubio rompió el reciente silencio que había reinado, Rei, que se encontraba a su lado casi dio un salto y es que, estar al lado del rubio cuando lanzaba uno de sus gritos no era nada grato. Makoto soltó una risa.

Desde el otro lado de la piscina el mencionado dejo de flotar para encarar a sus amigos, se acerco nadando hasta ellos con su típica expresión inmutable, cuando estuvo cerca, Nagisa lo jaló de un brazo, saliendo de la piscina.

–Haru-chan, ya ha sido suficiente agua por hoy. ¡Es hora de irnos! –volvió a gritar ya fuera de la piscina. Gou lo miro curiosa, siempre era el chico castaño que sacaba a su amigo del agua.

–Nagisa-kun ¿Por qué tanta prisa por irse ya? –le preguntó, estando en cuclillas junto a él.

–¡Es que tenemos que prepararnos para el festival y después para la pijamada!

La pelirroja recordó que el pequeño pueblo Iwatobi estaba de fiesta, ella también asistiría con su amiga castaña, a su mente vino que la última vez la habían pasado bien, exceptuando el pequeño detalle de haberse encontrado con el capitán Mikoshiba quien le gano una enorme bolsa llena de peluches en el juego de "Tiro al blanco", acabó regalando algunos a los niños que se encontraba para aligerar su carga y poder regresar a casa.

–¡Oh! Gou-chan esta sonrojada –dijo animado el rubio, sobresaltando a la chica.

–¡Es Kou! –le repitió por enésima vez en el día, suspiró resignada al parecer a Nagisa ese comentario le entraba por un oído y le salía por el otro. Gou miró a los demás –Ahora que mencionas el festival, mi hermano dijo que también iría.

–Iremos con Rin al festival –habló Makoto saliendo del agua –Hace mucho que no salimos todos en grupo –dibujó una de sus hermosas sonrisas, después de todo no había sido tan difícil convencer a Rin, al difícil resultó ser Haru, algunos ruegos de Nagisa junto a sus miradas de cachorro, lograron convencer al pelinegro.

–Quizá nos encontremos en el festival –comentó entusiasmada la pelirroja, ladeó la cabeza un tanto confundida –¿Entonces harán también una pijamada? –rió un poco, los chicos la miraron desconcertados –Eso es cosa de chicas –Gou se cubrió con una mano para intentar calmar su risa al imaginarse a sus compañeros acomodando almohadones y platicando de cosas masculinas, en una atmósfera totalmente rosa.

–Oh… No es verdad, Gou-chan ¡Será muy divertido! –se defendió el rubio haciendo un puchero –Tenemos que preparar todo ¡Apresúrense! –gritó corriendo hacía los vestidores, seguido por Rei.

–¡Nagisa-kun, es peligroso correr así al salir del agua!

–¡Rápido Rei-chan!

Makoto volteó hacia dónde estaba Haru, éste le devolvió la mirada y pareció entender lo que el castaño trataba de decirle. Segundos después ya estaba fuera de la piscina.

–Vamos, Haru. Será divertido –le sonrió amablemente.

No es como si Haruka fuese un amargado o alguien antisocial –aunque así le miraran sus compañeros de clase– Pero muchas veces, las ocurrencias de Nagisa terminaban en la casa del pelinegro como "bodega" o "posada" y, ésta ocasión no era la excepción. No le había sido suficiente con ir todos juntos al festival, sino que ahora quería organizar una "pijamada". Al principio le pareció extraño pues pensó lo mismo que Gou, aquella idea era cosas que las chicas hacían, aunque a su amigo de ojos fucsia no parecía importarle. Había convencido a todos con esas miradas y sonrisas coquetas, lo único que faltaba era la casa. Y por supuesto, los tres chicos voltearon a verlo al mismo tiempo. "No" fue su respuesta a esas miradas cómplices y, en unos segundos ya tenía a su amigo rubio colgado de su cuello con aquella vocecita aguda que usaba para convencer, y que pocas, muy pocas veces le sacaba de quicio.

Ahora estaban los cuatro en un supermercado, con Makoto llevando el carrito y Rei persiguiendo a Nagisa cuidando que no metiera cualquier cosa de colores llamativos a éste, como solía hacer cuando iban a veces de compras puesto que, ya que ambos vivían cerca era fácil surtir sus alimentos juntos. Aunque siempre terminaban comprando cosas innecesarias sólo por los llamativos colores. Esa era la teoría del efecto psicológico de los supermercados, según el chico de gafas.

Compraron lo necesario y se encaminaron a casa de Haruka, el sol ya se estaba poniendo lo cual indicaba que el festival iniciaría en poco tiempo. Ya en casa del pelinegro, los demás chicos dejaron las compras en la mesita del centro y se dedicaron a acomodar los futones, acordaron que dormirían todos en la sala. Nagisa estaba muy entusiasmado y apresuró a todos cuando era la hora de encontrarse con Rin en el festival, acabó jalando a Haruka quien se había mantenido alejado de todo el ajetreo en su hogar.

El móvil de Makoto llamó la atención de los demás, lo sacó de su bolsillo y vió en la pantalla un nuevo mensaje, lo abrió y les sonrió a todos.

–Es Rin, dice que viene para acá, con un amigo.

–¿En serio? Eso es genial, vamos ya. Tenemos que encontrarlos en la estación de tren.

De nuevo Nagisa echo a correr animado, a ese chico parecía nunca agotarse sus energías. No pasaron más de 10 minutos y el de Samezuka los encontró frente a la estación, seguido de su Kouhai que tímidamente se ocultaba detrás de su espalda.

–¡Rin-chan! –reconoció esa vocecita, aún más molesta que la de su desordenado kouhai, suspiró preparándose para lo que vendría, si juntaba a ambos chicos el resultado sería un mar de gritos animados y agudos taladrando sus oídos. Aunque después de todo no se arrepentía de reunirse con sus antiguos compañeros.

–Que hay –comenzó su conversación con ese simple "saludo" –Éste es Nitori –se hizo aún lado para dejar ver a su pequeño acompañante peligris. El mencionado balbuceó un poco e hizo una reverencia.

–M-Me llamo Aiichiro Nitori, mucho gusto en conocerlos.

–Mucho gusto, Ai-chan –el rubio le sonrió amistosamente, después hizo una mueca de duda –"Ai-chan" –volvió a repetir, los demás parecieron entenderle.

–Sí, cuando me llamaban así solían confundirme con una chica –el menor se rascó la cabeza soltando una risita avergonzada.

–¡Nosotros también tenemos nombres de chica siendo varones! –sonrió alegre. El de cabello gris también sonrió y lo tomo como una "coincidencia".

Decidieron entonces comenzar con un paseo por todo el festival aunque pequeño, resultó bastante entretenido y, tal como Rin había imaginado, lleno de gritos agudos y animados por parte de Nagisa y Ai, que corrían de un lado a otro comprando dulces. Rin, Makoto, Haru y Rei les seguían el paso.

La noche por fin había caído y las luces y fuegos artificiales que anunciaban el final del festival se veían con más intensidad por todo el cielo despejado, sentados en la cima de las escaleras de un templo, los chicos observaban la ciudad en un ambiente completamente relajado. Decidieron retirarse y seguir con sus planes en la casa de Haruka dejando atrás aquel hermoso paisaje nocturno.

–¡Fue muy divertido estar en el festival! Deberíamos venir más seguido, Rin-senpai –le comentó animado su pequeño kouhai, el mencionado asintió y miró e regazo del menor.

–¿Está bien que hayas comprado tantos dulces? –el pelirrojo alzó una ceja.

–No hay problema, los guardaré como reserva cuando lleguemos a los dormitorios –sintió la mirada de su senpai sobre sus hombros, trago duro cuando recordó lo molesto que se ponía Rin cada que llenaba de más y más cosas su escritorio –Prometo mantener todo en orden –sonrió el menor tratando de convencer al más alto, después de todo no quería que este cambiara de habitación por su problema de mantener todo desorganizado.

En poco tiempo estaban ya frente a la casa de Haruka, se acomodaron en la sala, sobre los futones, decidieron no encender la luz, pues la luna iluminada tenuemente todo, comieron algunos bocadillos y se sentaron frente al jardín que tenían a un costado, viendo la hermosa luna menguante. Todo el día ajetreado contrastaba con la paz que los chicos sentían en esos momentos, las estrellas se veían especialmente bellas aquella noche.

–Me alegra estar con todos ustedes, chicos –la voz de Makoto llamó la atención de todos, él seguía observando el cielo nocturno, con una de sus características sonrisas en el rostro.

–Lo mismo pienso, Makoto-senpai –le siguió Rei, acomodándose las gafas disfrutando del hermoso paisaje.

–No dejo de pensar que todo esto es el destino –habló esta vez Nagisa –Me pongo muy nostálgico cuando recuerdo nuestra amistad, y el hecho de que todos, siendo varones tengamos nombre de chica –rió mirando a los cuatro chicos que le dirigían miradas sorprendidas.

–Creo que eso es algo que nos distinguirá por toda nuestra vida –comentó en tono aburrido Rin, los demás asintieron levemente,

–Oigan, chicos… a veces he pensado en algo.

–¿Qué sucede Nagisa-kun?

–Hmm… ¿Qué pasaría si le hiciéramos alusión a nuestros nombres? –todos voltearon a verle desconcertados, el rubio estaba bastante entretenido con todas esas ideas –¿Qué pasaría si fuéramos chicas en verdad?

Aquella pregunta tomo por sorpresa a todos que abrieron sus ojos como platos, jamás se habían detenido a pensar en eso ni un solo momento en su vida.

–Oye, Nagisa, ¿En qué estas pensando? –le cuestionó Makoto riendo un poco nervioso.

–Me seguiría gustando la caballa y el agua –todos voltearon a ver a Haru –Nada cambiaría si fuera mujer.

–No creo que Nagisa se refiera a eso, Haru –al de ojos verdes le resbalo una gotita en la frente. Rin comenzó a reír.

–Obviamente sería más hermosa que Haru.

–¡Rin! –se quejo de nuevo el oji verde, los demás comenzaron a reír, imaginando la rivalidad de aquellos dos aún siendo mujeres. Nagisa volteó al cielo nocturno y vió una estrella fugaz pasar.

–¡Ah! ¡Una estrella fugaz! –cerró los ojos e inhalo con fuerza –¡Deseo que nosotros seis seamos chicas por una semana!

–¡Nagisa! –gritaron todos, el rubio comenzó a reír.

–Bueno, bueno, cálmense chicos. Después de todo ha sido una broma –habló Makoto, como queriéndose convencer a él mismo más que a los demás.

–Mi abuela decía, que si pides un deseo a una estrella fugaz éste se cumplirá si lo has deseado con honesta y buena intención –dijo Haruka serio.

–Vamos, Haru. Esas son cosas de cuentos para niños –rió el pelirrojo –No creo que nuestra anatomía cambie así como así solo por una broma.

–Rin-chan, eso es cruel. ¡Claro que los deseos se cumplen! –el menor hizo un puchero agitando sus brazos.

–Nagisa-kun, ha estado muy animado todo el día de hoy.

–Será mejor si nos vamos a dormir, todos estamos cansados –habló Makoto poniéndose de pie.

Así, los seis chicos se acomodaron en los futones que habían acomodado. El primero en caer ante los brazos de Morfeo fue el rubio, había estado muy animado todo el día y sería anormal que no cayera dormido apenas segundos de acostarse en el futón.

Poco a poco, los demás también se rindieron ante el sueño y el silencio relajante de la amplia habitación. Haruka fue el último en cerrar los ojos y dormir, pensando un poco en el deseo algo infantil que Nagisa había pedido, a pesar de que daba la impresión de estar ausente durante la conversación.

"Mi abuela decía, que si pides un deseo a una estrella fugaz éste se cumplirá si lo has deseado con honesta y buena intención"

Se repitió mentalmente y se cobijo con las mantas, ese había sido un día bastante animado.


Y bueno, he aquí el primer capítulo de ésta historia xD lamento si quedó algo ... simple, prometo hacer los siguientes capitulos más entretenidos, gracias por leer y aún más les agradecere comentarios, actualizare lo mas pronto posible. ¡Hasta otra! :3