Cuando Levi me trajo a esta casa, yo sabía perfectamente que nunca más vería saldría de allí. No tenía mucho para ofrecer ni tampoco era el niño más lindo que había en esa casa llena de huérfanos, pero sabía que para Levi yo era algo más que solo un juguete al que recoger una vez que te aburres de vivir solo.

Mamá me dejó solo en esa casa cuando tenía 7 años. Dijo que un día iba a volver por mí, pero por más que esperé, ella jamás regreso. Ahora que lo pienso, era más consciente de la realidad que cualquier otro niño a esa edad. Detrás de la puerta en el sucio departamento en donde vivíamos, mi mamá lloraba todas las noches mientras gritaba y maldecía a mi padre: "¡¿Por qué me hiciste esto Grisha?! ¡¿Por qué te fuiste sin decir adiós?! ¡¿Por qué me dejaste sola con un niño al que no pensabas mantener?! ¡¿Por qué?!". Al principio pensaba que mi madre tenía muy mala suerte por ser muy bonita. Mi padre la vio en aquel cabaret y no pudo evitar querer volverla su amante, incluso si ya tenía cinco o seis más, y una bellísima esposa que lo esperaba en casa con el hijo perfecto, él no parecía satisfecho con una sola mujer. Hizo promesas a mi madre que no planeaba cumplir, también a esas otras mujeres a las que veía a menudo en el cabaret, pero cuando aparecí mágicamente en el vientre de mi madre, él solo se preocupó por darle todo el dinero necesario a cambio de su silencio. Ella fue despedida del cabaret y no tenía otra fuente de ingresos más que ese doctor, al menos hasta el escándalo que surgió cuando una de sus muchas otras amantes se apareció en la casa principal con un bulto en los brazos. Manchó su reputación, arruinó su carrera, lo enterraron en deudas y finalmente se suicidó, dejando a mi madre y a otras mujeres en la calle. Sin mi padre, yo no le servía a mi madre, y las cosas que no sirven se desechan, así fue como criaron a mi madre y así me educó a mí, fue por eso que cuando me dejó en aquel orfanato, supe de inmediato que ella nunca más iba a volver, aunque por dentro tenía la pequeña esperanza de equivocarme y verla de nuevo.

Pasaron solo dos años en aquel infierno donde los niños me molestaban y me llamaban cerdo para que en la puerta del orfanato apareciera el doctor Levi Ackerman. No se molestó en mirar a los otros niños, fue directamente a por mí y cuando me vio, sostuvo mi cara y me miró a los ojos con una devoción ciega.

"A partir de ahora me perteneces mocoso, empaca tus cosas y ven conmigo"

Mentiría si dijera que no me asusté por su presencia, pero luego de ver su ancha espalda y escuchar su voz decir aquellas palabras, no pude evitar sentirme bendecido por ser un niño abandonado.

Levi me llevó hasta su casa tan grande como un castillo y me mostró los alrededores de lo que sería mi nuevo hogar: una cama grande en el segundo piso, un patio enorme para correr, una cocina inmensa comparada con la del orfanato, una bañera tan grande como una piscina, y una sala de estar con una chimenea enorme. Todo eso conformaba el humilde hogar de Levi, si es que así se le podía llamar, y ahora también era mío.

Él me trató como un hermano menor. Me mandaba a la escuela como los demás niños, me alimentaba en casa con hamburguesas y otras cosas que pedía, me consentía con juguetes y ropas muy bonitas. Con el tiempo, mis sentimientos por él fueron desarrollándose hasta volverse algo más que un simple amor fraternal, ahora lo quería como algo más, no entendía porqué o cómo pasó solo sabía que no quería ser un simple hermano para Levi, yo quería ser algo mucho más importante, quería que me diera besos y abrazos como las personas de la tele o las novelas que me hacía leer antes de dormir, y por un instante pensé que él nunca me vería así, hasta que entré al único cuarto que tenía prohibido siquiera mirar. Al final del pasillo, al lado de su alcoba, había una puerta de madera muy vieja y destartalada, llena con el polvo de los años y una perilla dorada. Era raro ver un lugar en ese estado dentro de la casa si consideras la obsesión de Levi por las cosas limpias, pero él nunca se atrevía a tocar esa puerta en mi presencia, y a mí tampoco me permitía acercarme a ella.

"Nunca jamás entres a ese cuarto, ¿entendiste? Sino pasarán cosas malas"

Tal vez debí hacer caso, tal vez debí ignorarlo, no sé qué debí haber hecho, solo sabía que Levi no me quería en ese cuarto, que era por mi propio bien y el de nuestra pacífica vida. Pero yo solo tenía 11 años cuando Levi me dejó solo en casa por primera vez. Dijo que tenía reunión en el hospital y que debía ir o sino sería molestado de nuevo. No podía llevarme con él y tampoco podía llamar a mi nana porque estaba enferma, solo le quedaba confiar en mí y en mi capacidad diminuta de no meterme en problemas.

"Pórtate bien Eren, no te vayas a meter en problemas"

Yo nunca me metía en problemas, yo era un niño bueno, pero también era curioso como cualquier niño.

Ni bien Levi se marchó por la puerta principal y su carro dejó el garaje, agarré el juego de llaves extra que tenía escondido por detrás de la puerta de la cocina y fui al cuarto viejo. Me tomó sólo tres intentos para encontrar la llave que daba con la cerradura: la llave más pequeña y oxidada pero también la más vieja de todo el juego fue la correcta.

Lentamente abrí la puerta y en el interior vi una colección muy rara: ropas de muñeca, overoles mullidos y algunos listones. El cuarto estaba lleno de cosas de niña, y en el centro de todo había una muñeca sentada sobre una especie de altar. Tenía la mirada fija en la puerta, sus ojos color miel como los míos y una piel morena, casi de mi estatura salvo por ser un poco más grande y sus extremidades eran muy delgadas, casi como las mías. Me atrevería a jurar que esa muñeca era un calco mío o quizás yo era una copia suya, no sabía la diferencia, sólo sabía que a simple vista se notaba lo bien cuidada que estaba, lo limpias que eran sus ropas y lo bien hechas que estaban sus facciones. Leví entraba a esta habitación muy a menudo, pero solo cuando yo me iba o no estaba en casa. Si no tenía clases, la puerta se quedaba abandonada, si no tenía sueño, entraba únicamente cuando me quedaba "dormido", ¿será porque se siente culpable de ver a esta muñeca teniéndome cerca? ¿Era porque nos parecíamos? Tal vez me quiere ver usando estas cosas pero le da miedo decirlo.

"Solo eres un mocoso Eren, así que está bien decir lo que piensas ahora antes de tener que guardarlo de adulto"

Yo nunca le guardé secretos a Levi, ¿por qué él si me puede ocultar cosas? ¿Tan poco confías en mi Levi? Tengo solo 11 años pero estoy seguro de que puedo hacerte más feliz que esa muñeca. Sus ropas seguro me quedarán mejor que a ella, seguro mi piel más sonrosada y cálida te dará mejores sensaciones, estoy seguro que mi cuerpecito te parecerá más atractivo que el de este juguete sin corazón, porque el mío solo sabe latir por ti.

Este sentimiento que hacia arder mi pecho me llevó a cruzar la única barrera que se supone no debía romper, no estaba pensando en nada más que Levi y en su deseo por esa muñeca, en cómo quería romper a esa muñeca y quedarme solo con Levi, solo podía pensar en mi deseo egoísta por quitarle su vestido lleno de volantes y la diadema estilo princesa que tenía en su cabello para ponérmela y hacerme pasar por ella. Me quité la ropa y me puse ese vestido de niña, me miré al espejo y vi que en efecto era casi mi medida, solo me quedaba un poco grande por el pecho y las medias de seda color blanco que se resbalaban por mis rodillas. Tal vez no era la muñeca, pero al menos yo sí respiraba y tenía un corazón que latía por Levi, no como ese juguete que ahora reposaba en el suelo mirándome con odio y resentimiento.

- Levi solo me necesita a mí, zorra….

Agarré la muñeca y la puse debajo en la cama de mi cuarto para despistar a mi amado Levi, me senté en la misma posición en que la encontré y cerré la puerta. Ahora solo debía esperar a Levi y sorprenderlo, porque sé que a Levi le iba a gustar como me quedaba las ropas de esa impostora, porque sé que a Levi solo le intereso yo y nadie más.

Escucho a Levi llegar por la puerta del garaje, las llaves de la casa y la cerradura comienzan a sonar, ahora Levi seguro ira a verme a mi cuarto para asegurarse de que estoy dormido, aunque en realidad es la impostora esperando por un momento que nunca llegara. Ahora Levi está abriendo la puerta lentamente y me mira con ojos lastimeros.

- Ojalá fueras el real…

Soy el real Levi, ¿por qué no vienes y lo compruebas tú mismo? Ven, vamos, tócame como siempre haces con ella. Como si me hubiera escuchado, Levi se acerca y acaricia mi rostro, tal vez sea el cansancio o la falta de percepción que tiene ahora, pero no se inmuta cuando siente la extraña e inusual suavidad de mi piel.

Ahora está yendo a un armario de dónde saca una botella de whisky y un vaso para beber, ¿no vas a tocarme aún Levi? ¿No ves lo impaciente que estoy por darte mi sorpresa?

- Y pensar que ese padre idiota y mujeriego tendría un hijo bastardo tan lindo. A pesar de ser un cerdo, si sabe escoger bien los genes que quiere…

¿Padre? ¿Hijo? Levi, ¿sabes quién es mi padre? ¿Sabes la historia de mi madre? Tú… ¿Sabes quién soy realmente?

- Fue difícil encontrarlo, de veras que lo ocultaste bien Grisha, el hecho de que querías protegerlo de mí y de la venganza de mi madre fue lo único bueno que hiciste por aquel mocoso. Qué lástima que mi madre era una mujer demasiado testaruda y cruel como para permitir que tu amante favorita se saliera con la suya….

¿De qué estás hablando Levi? ¿Quién era la amante favorita de ese tal Grisha? Ese hombre hizo sufrir tanto a mi madre y ahora dices que la alejó para protegerla, a nosotros… Debes de estar loco.

- El orfanato y el nombre del hijo de esa mujer fueron la parte fácil para mi madre, nada que acostarse con el dueño del viejo cabaret no pudiera arreglar, pero que me diera una foto del niño más lindo que alguna vez vi… Al final no pude cumplir con mi deber y hacerlo sufrir, no cuando encajaba tan bien con mis demandas para un amante.

Levi, ¿estás diciendo lo que creo que dices? ¿Significa eso que yo encajo perfectamente con el perfil de un amante aceptable para ti? ¿Quiere decir que me amas con la misma locura que yo te amo desde que nos conocimos?

- Bueno, ahora que ese mocoso ha crecido tan bellamente y está en el albor de su pubertad, debería estar bien el poder tocarlo ¿no? Ya no necesito de esa vieja muñeca. No es verdad ¿Eren?

Levi se acerca a mí y me mira a los ojos. Toca mi rostro y me da un beso fugaz en los labios. No debería ser tan ingenuo, por supuesto que sabía que era yo.

- A partir de este momento, tú ya no eres mi hermano menor. Ahora eres mi amante hasta que uno de los dos desaparezca. ¿Lo entiendes mocoso?

Rodeo su cuello con mis delgados brazos y asiento con la cabeza, ahora soy el amante de Levi, ahora él no necesita de esa estúpida muñeca impostora. Él me carga con suavidad y me recuesta en la cama mullida que hay cerca, poco a poco desabotona el vestido de encajes mientras chupa mi cuello y me besa en los labios. Uno que otro gemido se me escapa y me da vergüenza, pero a Levi parece gustarle, tal vez no deba contenerme después de todo.

- Te amo tanto… Eren…

Enredo mis dedos en su cabello azabache y beso su frente, es mi forma de decirle lo mucho que lo quiero.

- Yo también te amo… Levi…

El cuarto se oscurece por la luna ocultándose entre las nubes y solo me quedo con la sensación de las caricias de Levi. Ahora que finalmente es mío, no se lo daré a nadie más, ni a esa muñeca ni a nadie más. Gracias por dejarme mamá, porque ahora tengo algo que tú nunca jamás vas a tener, yo si tengo la atención de mi amante.