Disclaimer: Percy Jackson y sus personajes no me pertenecen si no a Rick Riordan

Aviso: Este fic participa del desafío de abril de "Captura la bandera 2.0" del foro El Monte Olimpo.


Otoño

Miró a Percy descansar en la cama del gigante Damasen, lo que le daba a sus pensamientos una paz relativa que tanto le hacía falta en ese momento. El remordimiento era lo único que la consumía cada instante, junto al miedo de nunca salir de ese lugar. Había llegado a odiar tanto a las sombras como temerles por los dueños de las mismas. El simple horror de verlas y de pensar que monstruos se toparían con ambos, cuál de ellos podría en un momento; en un instante asesinarlos y devorarlos. Su corazón se estremeció de solo pensarlo, ahogando sus temores en un silencio que la carcomía por dentro.

Si pudiera, se haría bolita y lloraría para desahogar sus penas; un lujo que en el inframundo Annabeth no podía permitirse. Así que no le quedaba más que encerrar sus demonios en un futuro más feliz, un día de otoño; observando las hojas marchitas caer de las ramas, con el viento cálido jugando con sus cabellos rubios; enrredada en los brazos de un Percy jovial y alegre, con los ojos de ambos en un color vívido y animado.

Pero ahora, con los ojos gastados y la locura cada vez más cerca de su mente. Incluso el imaginar una tarde de otoño, no le quitaba el temor a ser absorbida por las sombras que se habían adentrado en sus temores, arrebatando cada vez más, una pizca de luz en sus ojos grises.