Terapia de Inazuma.

Haruna: entonces eso fue lo que paso… ¿Usted que opina?

DawnPanIno: Mira creo que primero antes que nada, debería de conocerlos a cada uno y oír su historia así sabré que pasa en realidad

Haruna: entonces les diré que vengan ¿Vale?

DawnPanIno: esta bien.

Así fue como empezó la historia, mi historia como psicóloga de los personajes de Inazuma eleven ¿Sabe que tan difícil fue?

Capitulo 1: Shirou Fubuki

Un día llegue a mi oficina, mi secretaria Hikari esperaba afuera junto con un chico, él era blanco con su cabello color gris y ojos azul pálido, tenía una bufanda y esperaba pacientemente.

- Bueno días—saludé.

-Buen Día DawnPanIno, aquí esta su primer paciente del día. El chico me saludó

Entré a mi despacho, todo estaba muy bien acomodado, mi silla y mesa estaban al fondo de la habitación y había un sillón verde para que las personas se acostasen y me contaran sus problemas.

El chico entró atrás de mí y yo cerré la puerta. Él se sentó en una silla frente a mi escritorio

-Y bien ¿Cuál es tu nombre?—le pregunte cortésmente.

-Shirou Fubuki – susurró.

-Muy bien Fubuki-kun, dime ¿Qué ocurre?, ¿Tienes algún problema o preocupación?

-Si, bueno yo… -dijo empezando a tartamudear

-No tengas miedo, lo que pasa en este consultorio aquí se queda, yo soy una tumba, ¿Quién más se puede enterar?

-Bien, todo empezó cuando yo era pequeño, una avalancha mató a mis padres y a mi hermano menor y quede huérfano, crecí desarrollando una doble personalidad con la de mi hermano y esa persona jugaba de Delantero y yo – decía el chico

-Fubuki-kun esta terapia es yaoi, querido – el dije como una madre amorosa.

-¿Yaoi? ¿Qué es eso? – dijo con confusión

-Mira te contare la historia de la abejita que depositaba su semillita en una florecita pero un poco distorsionada – le conté mientras pensaba en como explicárselo.

- ¿Ese no es la historia de cómo nacen los bebes? – Preguntó - ¿Eso que tiene que ver con yaoi?

- Mira, digamos que tu eres una… ¿Abejita o florecita?… no definitivamente eres florecita – susurré – bueno, mejor mas fácil el yaoi es un arte.

- Ajá ¿Y…? – preguntó aun confuso.

- ¡Ah! Chico, el yaoi es ¡gays! ¿Entiendes? Relaciones chico por chico – le dije.

Si algo me caracterizaba era mi falta de tacto con las personas y mi gran honestidad y mis directas tan sorprendentes.

- ¿Cómo Haruna-san me mandó aquí? ¡Yo no soy gay! – dijo haciendo un berrinche.

- Querido, ¿Enserio no prácticas yaoi? – le pregunté.

-Claro que no… bueno hay algo hay un chico su nombre es Someoka, era delantero de Raimon cuando lo conocí, estaba dolido por la perdida de su novio Goenji, lo había corrido del equipo el me odiaba, pero después empezamos una amistad, creo que él quería algo conmigo, después se lastimó la pierna y lo sacaron del equipo – me empezó a narrar.

Yo comía palomitas mientras el me contaba su historia, era triste, empezó a narrarme su relación con Someoka eran mas que amigos, hasta que sacaron al otro chico por una lesión, Fubuki-kun se puso muy triste tanto que quería dejar de jugar y blah blah blah.

- ¿Y solo has estado con Someoka? – pregunte indiscreta.

-No – musitó mientras se sonrojaba – hubo alguien más Goenji – dijo mientras sus ojos perdían el brillo

"El llego como un ángel para el equipo ocupó mi lugar de delantero, todos lo admiraban, empezamos una amistad, pero después me fui enamorando de él como un tonto, lo quise estuvimos juntos, nunca olvidare sus besos y aquellas veces en que hicimos el… - cortó su frase".

- Dilo, no tengas miedo – le convencí.

- Cuando hacíamos el amor, tenia marca de el en todo mi ser, yo si estaba realmente enamorado – decía desviando la mirada a punto de ponerse a llorar.

- ¿Qué pasó entonces? – le dije.

-Todo iba perfecto, antes del partido de génesis le íbamos a decir al equipo de lo nuestro, Goenji me pidió que me quitara mi bufanda con la que trataba de esconder cada mordedura o chupetón que me dejaba, así lo hice – dijo él

- Ajá y ¿luego? – pregunte mientras comía cerezas con chocolate.

- Llegó el FFI, Goenji me abandonó, Toramaru… ¿¡Qué tenía él que yo no! Quizá un cuerpo mas joven era un niño, yo confiaba en el y me traicionó, ¿Sabes que es entregarle todo a una persona y esta te deje por un capricho?, ¡yo quería matarlo! Le pedí a Tsunami que me ayudara, en el partido contra los dragones de fuego, le dije que me lastimara para no ir a la isla con él, no creí soportarlo – me contó mientras se levantaba enfadado de su lugar

- Respira, no te entiendo eso de que te abandonen pero creo que sería terrible – le dije mientras lo tranquilizaba.

El chico estaba mal y yo lo único que pude decirle fue que era alguien que no merecía su compañerismo.

Fubuki-kun se fue de mi consultorio y prometió volver para poder hablar mejor ya que le aconseje que se retirara de Goenji y buscara en otros horizontes.