Natasha intentaba aparentar estar tranquila. No tenía ni teléfono, armas, un mínimo de tecnología conectada a la gran red de SHIELD. Simplemente su ropa. Delante de ella un sonriente Steve Rogers con dos cafés con leche realmente simples. Y sus dos galletas de canela.

- No entiendo la finalidad de todo esto, Rogers

Él no contesto. Simplemente puso aquellos cafés encima de la mesa y se sentó. Él era culpable de esa situación. No estaba conectada a ninguna red, tenía una incomodidad digna de los años 20. Tendría que estar en una misión en cubierto, pero la había llamado alegando una grave urgencia. Resulto ser una mentira. Una mentira de la persona que incapaz de hacer algo incorrecto. No podía mal interpretarlo, quizás era la entrada a un tema de conversación profundo que llevaba a un tema que le daba pura vergüenza u otra misión juntos.

- Aquí hacen un café excelente. Y no le echan canela- alagó él. Ella seguía sin entender, pero igualmente tomo un sorbo. Quemaba como los mil demonios- La próxima vez sopla, cariño

- Dime porque me has traído- le exigió ella después de recuperarse de la quemadura del café

- Estos días no hemos podido vernos, ni conversar, ni un beso me has dado

- Perdona por priorizar patear traseros de Hydra a mimar a mi capitán

- Es en serio. Ni un beso desde la semana pasada a esta hora, Nat

- Yo también lo digo. Tenemos que seguir la pista a los ladrones de Stark. Al parecer, no ha aprendido a guardar bien los prototipos capaces de hacer estallar el mundo. Ni hablar a Hydra y sus ganas de molestar el mundo. Oh, y mañana tengo que meterme en líneas enemigas con un plan de estracción NULO. Mientras que tu solo tienes que hacer de Sandokán y entrar en naves en plenas aguas internacionales realmente peligrosas. Todo pinta muy bien. ¡Y el regalo de Visión por esa fiesta de Tony a su "niño"! Casi se me olvida ese detalle...

- ¿Ves? Necesitamos este "coffee break" muy humano antes de hacer de superhéroes, querida. Tranquilos, en un bar alejado... paz pura

- Steve, somos una espía y un capitán, no humanos normales

- Díselo a este café

Natasha realmente envidiaba esa simplicidad con la que trataba o rompía las cosas. Ella era alguien comprometida a cada misión que imponían, buscando el mejor punto Y no podía negar que cada vez tenía más misiones. Demasiadas. A veces echaba de menos cuando no era una súper espía nivel KGB perfecta. Quizás pedía demasiado cuando decía una cita humana/normal con ese idiota que tenía delante de él, con su taza, bebiendo tranquilo y comentando cosas absurdas como cualquier persona corriente.

- Quizás debamos repetir esto en más de una ocasión, mi capitán.

- Pues déjame prepararte otro día uno de mis cafés especiales en nuestra próxima pausa

Ella solo supo reir ante aquello.


Iepale!

Este one-shot/drabble/lo que sea se me ha ocurrido con un café, literal. La pausa perfecta entre la decepción de Batman vs Superman, el hype por el trailer de The Rogue One (a Star Wars Story), cosquilleo de ver fotos de Doctor Strange y los nervios de Civil War. Además, tenía ganas a escribir un Romanogers (bueno, si se puede decir a esto Romanogers).

Hasta la próxima~