¡Hola a todos!
El día de hoy les traigo otro fan fic de la serie de videojuegos Sengoku Basara centrado en la pareja de ChousokabexMotonari. Aquí les dejo las notas:
*Tanto la historia original y los personajes son propiedad de la Compañía Capcom.
*El género de la historia es yaoi, es decir, relación amorosa entre hombres con alto contenido sexual. Esto es, lemon.
*La historia está inspirada en la película de La Laguna Azul o conocida en España como El Lago Azul, la cual está basada en la novela de Henry De Vere Stacpoole.
Bueno, sin más que decir, espero que les guste n.n
Pasión en el paraíso
Capitulo I
Naufragio
Una suave brisa acompañada de un ligero olor a salitre comenzó a soplar en el ambiente, en compañía de tenues y cálidos rayos de luz que provenían del horizonte. Esta sensación hizo que un joven de cabello castaño y ojos color miel despertara, quien con mucha pereza levantó la cabeza para contemplar aquel espectáculo natural de cada día.
—Que hermoso…—Susurró aún con pereza, pero con una pequeña sonrisa surcando su rostro. No obstante, dicho gesto se desvaneció cuando escuchó la voz de otra persona.
—Veo que ya te despertaste. —Expresó un joven de cabello plateado y ojos azules entrando a lo que parecía una pequeña cabaña hecha a base de palos de bambú y ramas de palmera.
—¿Qué quieres? —Preguntó con seriedad volteando su cabeza al otro lado para evitar verlo.
—Te traje el desayuno, desde que quedamos varados en esta isla, no has comido otra cosa más que pura fruta y nada de carne, así que traje pescado para que comas algo más sustancioso. —Respondió dejando sobre una especie de mesa hecha con palos de bambú, un pescado asado en una hoja de platanal.
—No necesito de tu compasión Chousokabe, así que lárgate y déjame en paz.
Ante la actitud del castaño, Chousokabe dejó salir un suspiro de fastidio, diciéndole:
—Haz lo que quieras.
— Eso haré. —Respondió el ojo miel tras virar su mirada hacia el pirata, quien ya se había retirado.
Por su parte, el hombre del parche se encontraba parado en una roca mirando el paisaje, buscando con un telescopio en el horizonte algún barco que pudiera ayudarlos a salir de aquella isla.
-Flash Back-
—¡Mori-sama el barco de Chousokabe está acercándose! —Exclamó el vigía del navío del daimio de Aki.
—¡Preparen los cañones! ¡Arqueros a sus posiciones! —Ordenó el daimio de armadura verde.
—¡Sí señor!—Respondieron los soldados acatando las órdenes del estratega.
Por su parte, Chousokabe les ordenaba a sus colegas que prepararan el cañón Fugoku para iniciar la ofensiva contra la flota de Motonari, quien al igual que el pirata dio la orden de abrir fuego, lo cual levantó una enorme cortina de humo con flechas y olor a pólvora en el aire.
—¡Siglos sin vernos, Mori Motonari! —Expresó el pirata sin dejar de mostrar su arrogante sonrisa, mientras que el castaño no decía palabra alguna, ni mostraba una mínima expresión en su rostro.
—…..—
—Escuché que fuiste derrotado por el cachorro del clan Takeda, dime ¿qué se siente ser derrotado por un mocoso de diecisiete años?
—…..—
— ¡Hey! ¿Acaso el cachorro de Kai te cortó la lengua?
—¿Por qué no mejor te callas y me respondes con tu lanza? —Respondió con serenidad y seriedad el señor de la provincia de Aki al mismo tiempo que sacaba su espada circular.
—¡Esa es la actitud, Mori! —Gritó al mismo tiempo que se lanzaba al ataque con su ancla emitiendo llamas, iniciando de ese modo el encuentro entre ellos.
De repente, el cielo empezó a nublarse, lo cual trajo consigo vientos agresivos que provocaron un fuerte oleaje desatando una evidente tormenta.
—Wow… parece ser que el clima se ha puesto en nuestra contra ¿no lo crees Mori?
—Cállate y pelea—Contestó el castaño esquivando los ataques del pirata que no paraba de sonreír, cosa que le estaba irritando al notar que Chousokabe veía aquel encuentro como un juego de niños.
—No deberías ser tan amargado, o de lo contrario tu lindo rostro se arrugará rápido. —Comentó con picardía el daimio de Shikoku, descolocando al que se autonombraba "hijo del sol", cuya arma salió volando por los aires.
—Per-dis-te…—Deletreó de forma burlona el dueño de Fugoku. —Yo gano…
—Desgraciado…. —Murmuró el estratega de armadura color esmeralda con saña.
¡Cuidado! —Gritaron algunos de los hombres de Chousokabe y de Motonari, al ver como la verga del navío de éste último había sido partida a la mitad por un rayo e iba a caer sobre ambos señores feudales.
Inesperadamente, Chousokabe cubrió con su cuerpo a Motonari, quien sorprendido por la acción de éste se quedó inmóvil viendo como aquel pirata caía al mar para evitar el impacto de aquel mástil, perdiéndose en medio del bravo oleaje junto a él.
¡Aniki! ¡Mori-sama! —Gritaron ambos bandos al ver tal escena.
-Fin del Flash Back-
— ¿Hasta cuando piensas quedarte ahí?
—Vaya, al fin te dignas a levantarte, Mori. —Comentó con una sonrisa el pirata viendo al joven de piel blanca recargado en el tronco de una palmera. —Dime, ¿qué tal estuvo el desayuno?
—… Delicioso….la verdad… es que tenía tanta hambre que ni me di cuenta de lo rápido que comí.
—¡Ja, ja! ¡Ya me imagino lo aprisa que has de haber comido ¿verdad?
—…..—
—Hey Mori, ¿por qué no vamos a nadar un rato para matar el tiempo y refrescarnos un poco del calor? Hay unos hermosos arrecifes que valen la pena ver.
—Ve tu solo, yo paso.
—Aguado, tú te lo pierdes —Respondió moviendo los hombros al ver como el castaño regresaba a la cabaña, quien una vez adentro se acostó en una hamaca que el pirata había confeccionado con hojas de palma, especialmente para él.
—Tonto… —Susurró al mismo tiempo que veía como el dueño de la fortaleza Fukoku exhibía su abdomen desnudo antes de entrar al agua, a la vez que recordaba el día en que habían arribado a este paraíso paradisiaco.
-Flash Back-
—¡Hey Mori! ¿Estás bien? —Preguntó el peliplateado un tanto preocupado.
—¿D… dónde estoy? —Susurró al mismo tiempo que abría los ojos.
—Aún no lo sé, todo parece indicar que hemos naufragado en una isla desierta.
—¿Q….? ¡¿Qué?
—Lo que escuchaste.
—Esto no puede estar pasando. —Dijo evidentemente preocupado e incrédulo.
—Pues aunque no quieras y yo tampoco, está pasando. —Le contestó el pirata rascándose la cabeza.
—¡Tengo que salir de aquí! ¡No pienso pasar ni un minuto cerca de ti!—Se levantó rápidamente al mismo tiempo que se alejaba del parchado, quien divertido le preguntó:
—Aja… ¿y tienes idea de cómo hacerlo? Porque yo no conozco este lugar, así que habría que explorarlo para averiguar donde estamos y cómo pedir ayuda, así que si quieres sobrevivir, tendrás que permanecer a mi lado.
—¡¿Qué? ¡Ni en sueños haré algo así! ¡Primero muerto antes de tener que estar junto a ti!
—Bueno, en ese caso haz lo que te plazca, sólo que al rato no me vengas a chillar de que tienes hambre o se te apareció un tiburón cerca de la playa.
—¿D… dijiste tiburón?
—Ah, es verdad, como estabas inconsciente no te conté ese detallito, pero bueno, como no quieres mi ayuda, entonces suerte. —Respondió el peliplateado dándole la espalda.
—¡Bien! ¡No necesito tu ayuda ni la de nadie!—Gritaba el chico de armadura esmeralda al mismo tiempo que veía como Chousokabe se alejaba de su vista.
-Fin del Flash Back-
—Hey Mori ¿estás despierto?
—¿Qué quieres?—Respondió sin verlo a la cara.
—¿Sigues de amargado? Tú si que no tienes remedio.
—….—
—¿A dónde vas?
—Eso no te incumbe, así que ni se te ocurra seguirme ¿entendiste?
—Sí, sí, lo que diga su "alteza". —Le respondió con sarcasmo.
Mori no le respondió, estaba cansado de estar peleando con él, o al menos eso era lo que quería darle a entender al pirata de Shikoku, a quien vio de reojo para asegurarse de que no lo siguiera y al ver que no lo hacía, siguió su camino hasta llegar a lo que parecía ser una pequeña cascada para darse un baño.
—¿Por qué es tan bueno conmigo? — Susurró tras meterse desnudo al agua. —No lo entiendo… pudo haberme dejado morir, sabiendo que desconozco como sobrevivir en un territorio como este…. —Cavilaba mientras se lavaba el cuerpo y el cabello.
No tardó mucho en bañarse, ya que por alguna extraña razón se sentía inseguro al no tener de cerca al daimio de Shikoku, dándose prisa en regresar a la cabaña. Para esto ya era medio día, por lo que el calor era simplemente insoportable, a pesar del baño que se había dado.
—Hace demasiado calor…. —Susurró el castaño entrando a la cabaña, en la que encontró a Chousokabe profundamente dormido en el suelo.
—No tiene remedio… —Expresó entre dientes contemplando aquel hombre que le había salvado la vida varias veces, lo cual provocó un ligero rubor en sus mejillas, el cual se disipó cuando el daimio de Aki sacudió su cabeza.
Al hacerlo, notó algo raro en la pared de bambúes: era una especie de calendario, lo cual llamó su atención. Su sorpresa fue grande al ver que dicho papel marcaba el tiempo que había transcurrido desde el naufragio.
—Esto… debe ser una broma…. —Expresó con incredulidad al ver que el transcurso que llevaban en la isla era de cuatro meses. —No…. Esto es una pesadilla….
¿Mori? —Cuestionó entre bostezos el pirata de Shikoku, quien se extrañó al ver la cara del castaño llena de pánico.
¿Y ahora por qué pones esa cara?
—…. Es una broma ¿verdad?
—¿Eh? ¿Qué cosa?
—¡Esto!—Respondió al mismo tiempo que le enseñaba el calendario con tachas en cada cuadro que marcaba el día de un determinado mes.
—Ah… eso…. Ya tiene rato que lo puse ahí, pero como me mandas a la jodida a cada rato, pues ya ni te digo nada.
—¡Lo hago porque eres un idiota! ¡Pero ¿por qué nunca me dijiste que han transcurrido cuatro meses desde que llegamos a esta estúpida isla desierta?
—Ya te lo dije, como siempre me mandas a la jodida, entonces también tengo el derecho de hacerte lo mismo, ya sabes "ojo por ojo y diente por diente". —Respondió con una sonrisa. —Además, considera esto como un pequeño escape de tus deberes como soberano de Aki.
—¡Pues no pienso quedarme ni un minuto más en esta tonta isla y menos junto a ti! — Bramó sumamente enojado y tirando el mapa salió de aquel sitio.
—¿Por qué me odias tanto? Que yo sepa no te hecho nada, descartando los asuntos del control de nuestras tierras. —Preguntó el ojiazul logrando alcanzar al castaño, quien viró su cabeza para contestarle de forma tajante.
—¡Porque eres mi enemigo!
—Tienes razón al decir eso, pero déjame decirte que de momento nuestra prioridad es permanecer con vida y salir de aquí.
—¡Ya te dije que prefiero morir antes de pedir tu ayuda!
—¡Entonces muérete si así lo deseas porque yo ya estoy harto de tus rabietas de niño malcriado!
De repente, el pirata cesó de gritonearle a Motonari, debido a que éste lo había callado con un fuerte puñetazo al grado de dejarle un hilo de sangre en la comisura izquierda. No obstante, el daimio de Shikoku no se quedó atrás y le devolvió el golpe, pero con más fuerza, lo cual provocó que el castaño saliera volando hacia la orilla de la playa.
Un silencio sepulcral se levantó en el ambiente de inmediato, el cual fue cortado por Motochika, quien arrepentido corrió hacia el castaño para decirle:
—L…. lo siento…. yo….
— ¡Jamás te me vuelvas a acercar…. y mucho menos te atrevas a tocarme O juro que te mato…!—Amenazó el samurai poco después de que se limpiara el rastro de sangre que le había dejado en la comisura.
—E… espera… ¡Mori!—Dijo el peliplateado tomándolo de la muñeca derecha.
—¡Te dije que no me tocaras! —Respondió al mismo tiempo que le daba un manotazo con la mano que tenía libre, para así echarse a correr por la orilla de la playa, aunque fue inútil ya que Chousukabe logró alcanzarlo y agarrarlo del antebrazo.
—¡Suéltame animal! —Gritaba el estratega, quien al dar un paso atrás a causa del forcejeo pisó un erizo de mar que había cerca de la orilla.
— ¡Ahhh! —Gritó sin poder contener el dolor por el pinchazo en su pie derecho.
—¡Mori!—Exclamó preocupado ante el grito del daimio, quien exteriorizó unas lágrimas a causa del dolor punzante de las púas del equinodermo.
El mencionado no le respondió nada, debido a que el dolor lo privaba de cualquier cosa o sonido a su alredor. Por lo que Motochika optó por llevarlo en sus brazos de vuelta a la cabaña.
Continuará….
Bueno, por el momento no estoy segura de que si la historia terminará en el siguiente capítulo o habrá un tercer capítulo, no lo sé; todo dependerá de cómo esté de humor mi imaginación.
Espero que les haya gustado este pequeño comienzo de la relación entre Chousukabe y Motonari, con quien creo que me pasé de la raya un poquito por el accidente que tuvo, en fin.
Ojala y no tarde mucho en actualizar. En caso contrario, espero que puedan tenerme un poquito de paciencia.
Sayonara!
ChiKaon
