Hola!
Aquí estoy presentándoles una nueva idea loca que se me pasó por la cabeza hace algún tiempo y para evitar que se me olvidara la comencé a escribir. Sé que la idea es algo loca y que no sigue casi para nada la historia original, pero espero poder escribir algo entretenido y por sobre todo que les guste.
Esta es una pequeña introducción a la historia y de acuerdo a la acogida que tenga veré si la continuo escribiendo, así que por fis, por fis, por fis, espero sus cometarios. GRACIAS!
Antes de comenzar como ya saben los personajes no son míos y la historia está escrita sin fines de lucro.
Más que amigo.
Capitulo 1
Conocernos.
Por
Maka Grandchester.
La verdad es que lo conocí hace 7 años atrás, yo en esa época tenía tan solo 15 y el tenia 21. Desde que lo vi por primera vez en el cumpleaños de Annie, no pude quitarle los ojos de encima, su carácter enigmático y arrogante me llamó inmediatamente la atención.
Siempre he pensado que a pesar de lo distintos que somos fuimos hechos el uno para el otro ya que siempre nos complementábamos a la perfección, a pesar de su avasalladora personalidad, yo sabía controlar sus enojos y arrebatos, en un principios pensé que esta capacidad de complementarnos de debía a que el me consideraba una hermana más, ya que el es el hermano mayor de mi mejor amiga, y nunca llegue a imaginar que algún día seriamos MAS QUE AMIGOS
Candy – apresúrate o vas a llegar tarde al cumpleaños de Annie – me llamaba Albert.
Ya voy, solo me falta terminar de peinarme – le respondí en gritos.
Siempre tienes que estar atrasada – escuche que regañaba mientras entraba a su habitación.
Ya estoy lista, no me esperes a cenar, yo te llamo para avisarte a qué hora llegó a casa.
Llevas cargado tu teléfono móvil?
No completo, pero lo cargo en casa de Annie adiós – le dije mientras depositaba en beso en su mejilla.
Adiós, pásalo bien y saludos a Annie – se despidió mi hermano.
Salí corriendo a la parada de buses, si bien la casa de mi amiga quedaba cerca de la mia, ya iba muy retrasada para ir caminando y además la verdad es que estaba emocionada, era la primera vez que vería a la familia de Annie completa. Por años solo habían vivido ella, su hermana Paty y su madre Eleonor, pero desde hace poco su hermano mayor Terrence había llegado desde Londres donde había vivido con su padre para poder estudiar en América Artes Dramáticas. Si bien nunca lo había visto en persona, Annie lo adoraba y era común oírla hablar todos los días maravillas de el, y por lo mismo me moría de ganas de conocerlo.
Por fin llegue a casa de los Grandchester, entre al departamento sin tocar ya que el conserje me conocía, y me dirigí directamente hasta su puerta. Hice sonar el timbre y para sorpresa mía un joven al que nunca había visto me abre la puerta.
Debe ser Terry – pensé-Hola, ¿está Annie? – pregunté en voz alta mientras sonreía.
Lo siento, pero aquí no vive ninguna Annie – me respondió cortante.
¿Perdón? Pero si vengo aquí a diario a ver a mi amiga Annie Grandchester.
Aaahhhhhh, tú debes ser Candy, ¿Cómo no lo vi antes? Es verdad que estas llena de pecas – dijo antes de romper en una estruendosa carcajada.
Mocoso engreídos – le dije enojada.
No me vas a decir que te gustan tus pecas – me dijo aun riéndose
Claro que si, incluso estoy pensado como conseguir más – le dije furiosa
Pero qué carácter, y me dirás también que estas orgullosa de tu naricita
POR SUPUESTO QUE SI. (1)
Hermano ¿quién es? – oí que preguntaba Annie - Candy ya llegaste – exclamó al verme- al parecer ya conociste a mi hermano Terrence, Terry ella es mi amiga Candice White Andrey.
Un gusto pecosa – me dijo galantemente mientras depositaba un corto beso en mi mejilla un poco antes de retirarse
Igualmente – le dije aun un poco enojada - ¿Cómo estas Annie?
Yo estoy bien, pero parece que tu no lo estas tanto ¿no me digas que mi hermano te estuvo embromando?
Al parecer no le gustaron mis pecas
Jajajajaja, no le hagas caso, lo que pasa en que Paty y yo le contamos mucho acerca de ti y se moría de ganas de conocerte.
La verdad no se notó – le dije con el entrecejo fruncido.
Ya olvídalo, dale otra oportunidad y veras lo encantador que puede llegar a ser.
Esta bien - le dije sonriendo – y por cierto, FELIZ CUMPLEAÑOS.
El resto de la tarde transcurrió sin contratiempos y la verdad es que a pesar de la primera impresión Annie tenía razón, Terry era encantador, tenía muchos temas de conversación y hablar con él era muy entretenido, me contó de sus viajes, de las clases que había tomado en Europa y de porque había vuelto a América, pero eso no quiso decir que yo dejara de ser el centro de todas sus bromas pesadas logrando sonrojarme en más de una ocasión.
Cuando ya había anochecido llamé a Albert para decirle que me iría pronto a casa, ya que no me gustaba caminar de noche sola, sobre todo después de la muerte de nuestros padres Albert se había vuelto muy sobreprotector. Me despedí de todos los presentes, quede con Annie para irnos juntas mañana al colegio y me dispuse a marchar a casa.
Candy, ya es muy tarde para irte sola – me dijo Annie preocupada.
No te preocupes, sabes que no es la primea vez que lo hago.
Si lo sé, pero antes no teníamos un hombre en la casa que te lleve como Albert lo hace con nosotras- y antes de que pudiera evitarlo Annie le había pedido a Terry que me acompañara a casa y el acepto gustoso.
Íbamos caminado sin apuro por la calle camino a mi casa, la verdad es que su conversación era muy amena y yo no tenía ninguna prisa por llegar, su humor, aunque en muchas ocasiones era un poco negro, me hacía carcajear de la risa.
Caminando en silencio luego que yo había dejado de reír de su última ocurrencia, nos acercábamos cada vez más a nuestro destino y yo no sé por qué pero sentía una angustia en el pecho al saber que el se marcharía.
Bueno pecosa, ya llegamos a casa – dijo el con una deslumbrante sonrisa – porque ¿esta es tu casa verdad?
Ehhh… siii – dije nerviosa sin saber cual fue la causa de dicho nerviosismo – gracias por traerme – le dije haciendo el ademan de entrar a casa.
Candy espera por favor – me dijo reteniéndome de un brazo – la verdad es que quiero hablar contigo pero no quería que mis hermanas me escucharan – me dijo mirando el piso.
Yo volví a cerrar la puerta que segundos antes había abierto y me encamine a su lado, en ese momento el se veía tan… ¿indefenso?, no sé como describirlo, por primera vez en el día de hoy el había dejado de tener en sus labios esa sonrisa cínica de la cual tanto me había advertido Annie y por primera vez lo veía como a un chico normal.
Si Terry, dime, ¿necesitas algo?- le pregunte preocupada ya que había permanecido mucho tiempo en silencio y me había comenzado a impacientar.
No, no sucede nada, la verdad es que yo… quería darte las gracias – dijo posando sus profundo ojos azules en los míos.
¿agradecerme? ¿por qué? Apenas hoy nos conocimos y no creo haber hecho nada por ti, bueno, además de haberte servido de payaso todo el día ya que no paraste de reírte de mí en ningún momento – le dije bromeando con la intención de disfrazar el nerviosismo que me provocaba sentir su mirada clavada en mis ojos.
Candy, estoy hablando en serio, quería agradecerte por todo el tiempo que ayudaste y a poyaste a mi familia mientras yo no pude hacerlo, tu sabes que yo no podía volver de Londres ya que mi padre no me dejaba volver, mientras mi madre y mis hermanas vivían acá, solas. Al principio cuando telefoneaba a casa de las chicas ellas sonaban tan tristes que me partía el corazón oírlas, pero luego que te conocieron, esa voz de tristeza comenzó a desaparecer y comenzaron poco a poco a hablarme de ti, cada vez que ellas habían tenido un problema no me hablaban del problema, sino de cómo tu las habías ayudado a solucionarlo y así podíamos pasar horas hablando de todas las cosas que ustedes hacia juntas a diario , incluso creo conocer todas sus historias, por eso Candy te doy mis más sinceros agradecimientos – decía mientras tomaba mi mano – y espero que un día no muy lejano puedas tener conmigo la relación que mis hermanas tienen con tu hermano Albert, a quien quieren mucho.
Terry – dije mientras apretaba nuestras manos que aun seguían tomadas – no tienes nada que agradecer, todo lo que les he dado a tu familia ellas me lo han retribuido con creces. Tu ya debes saber que mis padres murieron y que solo tengo a mi hermano, por lo mismo tu madre y hermanas para mi han sido muy especiales ya que han llenado un poco del vacío que me dejo la perdida de mis padres – le dije sinceramente al castaño mientras era mi turno de esconder mi mirada y agachar mi cabeza.
El dulcemente sin soltar mi mano dirigió su mano libre a mi barbilla, obligándome a volver a verlo directamente a sus ojos, los cuales en ese momento tenían un brillo de dulzura que no supe descifrar.
Pequeña, déjame entonces ser también parte de tu familia – me dijo mientras depositaba un suave beso en mi mejilla – buenas noches pecosa, espero que nos veamos pronto – me dijo soltando mi mano y mi barbilla para luego darme la espalda rehaciendo el camino que lo llevaría a casa.
Yo lo vi alejarse aun media desconcertada, si bien como ya dije anteriormente por todo lo que me habían dicho sus hermanas yo pensaba que algo lo conocía, luego de la forma en la que actuó conmigo aquella noche me di cuenta que en verdad no sabía nada de el. Sus bruscos cambios de humor realmente me desconcertaban, en algunas ocasiones podía der tan dulce y en otras tan cínico que de verdad me descolocaba.
Recuerdo que aquella noche no puede dormir bien, me daba vueltas en la cama recordando todo lo sucedido en el cumpleaños de mi amiga y luego cuando el me trajo a casa… que inocente fui en aquel entonces, no supe interpretar correctamente las mariposas que sentía en mi estomago al recordar el beso que había depositado en mi mejilla o su penetrante mirada que tan nerviosa me había puesto.
Ciertamente algo me estaba pasando con Terry Grandchester y en aquel momento no podía siquiera imaginar todas las cosas que con el correr del tiempo pasarían entre él y yo.
Espero de verdad que les gustara y espero con ansias sus comentarios.
Nos leemos pronto
Maka
1 Dialogo tomado del capítulo # 31 de Candy Candy "Un nuevo día en una vieja ciudad"
