Gui: Hola a todos! Bueno, he estado escribiendo un fic sobre todos los nietos de Molly y Arthur Weasley (Heirs) y he acabado enamorándome de Dominique, hija de Bill y Fleur. Pues bien, he decidido dedicarle un fic. No sé como de largo será, ni si será bueno, malo o simplemente será. A secas. Sólo pido opinion si lo leéis (o sea, Reviews, con R mayúscula jaja). Y bueno, tengo que hacer una aclaración que siempre hago y es la siguiente:

Esto (no) es mío. Yo (no) soy Rowling.


Dominó

Primer día: 23 de abril de 2015.

Hoy he cumplido catorce años –a la una de la madrugada. Y tía Gabo (la hermana de mamá) me ha regalado un diario. Bueno, no digo nada. Siempre viene bien tener uno a mano. O por lo menos, eso dice Vic. No sé si estoy de acuerdo... Siempre intento no estar de acuerdo con ella, por principio: es mi hermana mayor. Además del diario, mamie me ha regalado una pulsera que perteneció a su abuela paterna (la abuela materna de mamie es una Veela, también, por lo que no creo que llevase pulseras). No sé, es muy típico de abuelas, lo de regalarle pulseras a sus nietas. Es plateada y tiene unas especies de gemas verdes, aunque no sé si son Gemas, no sé de qué color son las Gemas. Además, no creo que sean piedras preciosas. Janie me ha regalado algo horrible que sólo le gustaría a ella: una especie de prenda de ropa (porque eso no es ropa) que se supone es total y genial y espectacularmente fabulosa –cito sus palabras textuales– para llevar a una discoteca muggle. Bien, su trapo, se lo regalaré de vuelta teñido de otro color y así tendremos el mismo. Entre comillas.

No le guardo rencor, Janie es Janie y si hay algo en lo que no estamos de acuerdo, debe de ser la ropa. En el resto somos casi idénticas. Bueno, quizás no. Seguro que ella intenta que deje de llevar esas túnicas demasiado anchas y esas sudaderas talla Fred que tiene dos espaldas. Y eso que no juega al Quidditch. Él, Fred, MI primo por excelencia, favorito y adorado, me ha regalado el regalo esencial: una sarta de objetos de mantenimiento de escobas más, un ejemplar de Quidditch a través de los tiempos (su ejemplar, ese que le regaló tío George) con dedicatoria y los comentarios de él y Axel, su amigo casi del alma si no existiese yo, más un campo de Quidditch en miniatura que representa los partidos más emocionantes de la historia. Bien, es que él llevaba dos años sin hacerme regalo de cumpleaños, porque, según sus palabras, quería reservarse lo mejor para que fuera un bombazo, y lo es. Además, tío George me ha regalado una caja llena de artículos de la tienda de parte de todos los tíos.

Y bueno, Vic me ha regalado algo de su estilo, que te gusta y punto. Una especie de esfera del tamaño de una snitch pero vacía con una bolita dentro de arcilla que se puede perfumar, y el perfume dura y dura. Papá, mamá y Nom me han regalado un estuche con todo tipo de plumas, tintas, pergaminos tan pequeño que parece que no cabe nada, pero está extendido con magia. Además de una carta reenviada de papy que nos invita a su casa este Verano para visitar Beauxbatons. ¡Beauxbatons!

Fin de curso: 30 de junio de 2015.

Bien. Hogwarts lleva siendo igual estos tres años que he pasado. Y hoy me despido en serio. Si me convence Beauxbatons, adiós muy buenas, no vuelvo a pisar el castillo. Aunque no lo odio. Los momentos Fred son geniales, y el año que viene entran James y Molly, estupendo, porque Jim es como tío George multiplicado. Tío Harry dice que es por los gemelos, pero también por su padre, James Potter, y su padrino, Sirius Black. Claro, Jim se llama James Sirius y es hijo de Ginny Weasley. No se esperaba menos de él. Y bueno, Janie es genial. Ya le devolví su trapo de discoteca. Le hizo mucha ilusión. Le añadí uno de esos "pantalones" tan cortos que no parece que haya tela y un cinturón de esos que le encantan y se olvidó que la prenda azul me la había regalado ella.

Ahora estamos en el tren, de vuelta. Y sí, hace cinco minutos, los ... –no voy a decir cabrones, pero casi– por excelencia pasaron por el vagón. Estábamos Fred, Axel, Janie y yo, sentados apaciblemente cuando se abre la puerta de golpe y señor pelo negro recogido con cepillo para atrás, serpiente de cascabel que antes de que te muerda te has ido dejándola con un canto en las narices Nott y señor perrito faldero que para ser Slytherin no parezco ni sangre limpia, ni muggle, ni un perro, que es más inanimado que yo que sé Welers han irrumpido en el vagón. Obviamente les he preguntado que si se habían perdido, y mira que es difícil, que el tren solo tiene un pasillo. Y obviamente Nott ha contestado que sólo habían querido saber por qué olía tan mal, haciendo un comentario insidioso sobre los padres de Janie y obviamente por tercera vez ha acabado en el suelo con piernas de gelatina –gracias Fred. Mi hechizo le ha dado a Welers, al que le tengo especial manía por sentarse a mi lado en Pociones –el profe adora el orden alfabético. Tanto mejor. Nos hemos deshecho de ellos y luego han pasado Teddy y Vic que a ver cuándo se dan cuenta de que los dos sienten lo mismo, porque mira que llevar medio año enfadados porque Teddy salía con Jane Black... Vic es prefecta y se ha encontrado a Teddy mientras patrullaba. Ted ha decidido ir con ella por que "es un casi-primo caballeroso" y estaban encantados olvidándose de la ronda.

Hemos hablado entre primos (aunque Janie y Axel eran bienvenidos) de nuestro viaje a Beauxbatons. Yo estoy ansiosa pero Vic está convencida de que no va a ir, desde siempre. Y ahora el tren está aminorando. Por la ventana se ven a tía Angie con Roxie que no parece muy contenta –al fin y al cabo, va a tener que volver a ver a su "insoportable hermano"– y a papá y mamá que tiene a Nom en brazos y no me explico cómo demonios ha crecido tanto desde Pascua. No me alcanzará a los siete años. No señor.

Beauxbatons: Experiencia horrible

Decisión radical y drástica: Me quedo en Hogwarts.

Y eso que todo había empezado bien. Los franceses tienen de esas manías de acabar el curso el 5 de Julio, por lo que los dos últimos días de clase, estábamos allí. En calidad de "invitées d'honeur, ne les touchez pas" que incluso con la advertencia de invitadas de honor, no tocar, algunos alumnos han sido lo suficientemente desagradables como para intentar tocar a fondo.

Los Frenchies por regla general me caen bien. Bastante. Aunque algunos son demasiado bondadosos, en París no te hacen ni caso. Pero Beauxbatons, que resulta que está en medio de Francia – al lado del pueblo mago por excelencia francés, Sées, que tiene una catedral preciosa y unos habitantes muy pero que muy amigables y un poco repelentes de tanta bondad – está repleto de lo que llamaremos adolescentes franceses, falta de una palabra mejor que defina semejante porquería. Todos los adolescentes franceses son muy educados y todo lo que quieras, pero tienen todos una tendencia a hacer "le mur" que no me preguntes qué es, porque "el muro" tendrá un significado oculto que no me han querido explicar. Yo he hecho como que los entendía y como que no me daba la gana escaparme a hacer "le mur". También me he ganado un mote, como se lo ganó Louis en su día (pero es que Nom es lo mejor del mundo, y con eso se ha quedado). Atención mote: Dominó. Dominique – Domini – Dominó. Es como una niña que se llamaba Madeleine y la llaman Mado. O como tía Gabo, que se llama Gabrielle. ¿Me explico? Perfecto. Pues Domino me gusta. Es mejor que Niní o que "Niky" como me llaman las demás compañeras de cuarto – las tres inseparables e insoportables Abie, Brooke y Elora – mote que por cierto, odio. Pero tiene que parecer "más inglés, Niky, es que Domicomosea es demasiado feo". Demasiado feo, yo te lavaré esa boca, ¿es que Brooke te parece bonito?

Bueno, escribir sobre los francesitos me pone de muy mal humor. Sigo sin estar de acuerdo con lo de tener un diario a mano, pero yo escribo uno y Vic no, por lo que nos contradecimos y nos muestra nuestra parte falsa francesa. Y punto.

Vuelta: 1 de septiembre de 2015

Segunda decisión radical de las vacaciones: corte de pelo.

Hace dos días me fui con Nura a la peluquería muggle. Es una buena chica. Muggle, gótica, con problemas en los que se ahoga y de los que nunca sale, hecha un colador por numerosos piercings, tatuaje en la espalda, pelo teñido negro alquitrán, ropa teñida de negro alquitrán y lentillas negras en los ojos. Maquillaje de estrella en el ojo de color negro y etcétera. Pero buena chica, a lo sumo. Me consta que tiene novia desde hace un mes, y me alegro por ella. Pero la chica es igual de gótica. Me pregunto si se rajarán a solas en vez de darse el lote como la gente normal.

La peluquera que me atiende pone el grito en el cielo. ¿Te quieres cortar esa maravilla? Pregunta. Que maravilla ni qué narices. Sí, claro que lo quiero cortar. Para eso he venido. ¿Cuánto? Bastante. Hasta ahora lo llevaba más largo que Vic (me llegaba a la cintura). Le pregunté que por qué opinaba que era una maravilla, si por el largo o por el pelirrojo. Y me dijo «tiene una gracia sutil, cuando mueves la cabeza, no lo puedes cortar». Bueno, pues le pediré a Nura que lo haga, le dije yo señalando a la gótica. Entonces la peluquera la miró con pavor y dijo que mejor lo cortaba ella porque no quería hacer destrozos. Como los mechones que caían al suelo eran de unos veinte centímetros, la peluquera me pidió permiso para hacer una peluca. Tú misma, supongo que la "gracia sutil" sería por la tátara abuela veela.

Y bueno, aquí llega Janie. A ver qué hace.

Reacción esperada: gritos y desmayo.

Reacción real: se ha quedado catatónica. Se ha sentado mirando todavía el pasillo pro el que había entrado, me ha mirado y se le ha ido abriendo la boca poco a poco. Encantamiento Enervate que una vez le vi hacer a papá – mejor no rememoramos mi primera experiencia con la magia – que se me quedó grabado y problema mínimamente resuelto.

-¿Qué te has hecho? ¿Cómo has podido? ¿Por qué? ¿Qué tenía de malo tu pelo?

-Bueno, ahora la tal Anders tendrá una bonita peluca.

-¿¡¿¡Qué!-quizás no debía de haberle dicho eso porque esta vez si que ha tenido la reacción esperada. Jack ha entrado justo después y se ha quedado atónito mirando primero a Janie, después a mi pelo, durante un rato. Ahora todo se ha calmado. Cuando pasaron Teddy (avisado por Vic), la misma Vic y Jane Black dijeron "te queda bien" y Fred, único al que se lo había contado antes de hacerlo y Axel han comentado mil cosas. Bien, Janie ha vuelto en sí, y ahora, después del shock, ha dicho que no me queda mal. Jack ha dicho que queda "guay" con lo que se lo agradezco porque no suele hacer cumplidos. Cualquiera diría que es Hufflepuff.

Mis primos se lo han tomado mejor. Jim ha pasado por nuestro vagón con Molly pegada a los talones y ha dicho que soy la mejor de todo el tren. A veces es demasiado directo.

Día cualquiera número uno: 07/10/2015

Cuarto no es diferente de tercero, pero Elora ya ha tenido su crisis de nervios de principio de curso (en primero me asusté, en segundo me dio pena y el año pasado ni alcé una ceja). Abie McLaggen la ha calmado en una hora pero yo no he podido leer mi libro tranquilamente. Mierda de niñas. Y sin perdón alguno.

Día cualquiera número dos: 01/11/2015

Definitivamente, los miembros del Club de Gobstones han sufrido un trágico accidente cerebral: quieren que vuelva. Sólo lo pisé en primero y creedme, no fue una buena experiencia. El club de Ajedrez tenía mejor pinta pero duré medio año. Si al final mi vocación era el Quidditch.

Nuevo capitán: Aaron Alerton, golpeador desde hace seis años, mala uva y valiente como nadie, si es valentía sus virajes peliagudos y de no llegar a la bludger con el bate , ponerse él. ¿Por qué McGonagall pone de capitán a alguien cuyo nombre rima con su apellido? Porque sé que ha sido McGonagall, por mucho que los capitanes los elija el director, en este caso, directora Sinistra, que aceptó el puesto de manera encantadora cuando McGonagall dijo que prefería enseñar sin complicaciones. Sólo McGonagall pondría a Alerton de capitán en vez de Craig Reed, el mejor buscador del siglo XXI (porque el siglo veinte pertenece al "más joven de la historia, niño que sobrevivió, elegido y vencedor Harry Potter" o tío Harry a efectos personales). Es verdad que Reed es prefecto pero qué más dará.

Partido: Gryffindor contra Slytherin. Tensión.

Decisión radical: meterle más de diez tantos a Nott por los tres aros.

...

¡Y Gryffindor gana! Toma esa Slytherin. Menos mal que no he ido a BB (Beauxbatons para los que no lo han pisado) porque allí no jugaban al quidditch. Los franceses a veces son (somos) raros. Craig cogió la snitch en las narices de ese Slytherin que nunca sé como se llama. William Roberts, según Janie. Ya, nombre demasiado común. Lo único malo de todo esto es que odio-tu-nombre-Brooke, crisis-nerviosa-cada-año-Elora y fan-a-muerte-de-Craig-Reed-me-ha-mirado-que-emoción-Abie me abrazan. Yo no soy de abrazos, y eso que mamá se ha encargado de darme mil.

Navidades.

Decisión más que radical y peliaguda: me quedo en Hogwarts para Navidad. ¿QUÉ?

Eso ha sido Janie. Ahora da saltos diciendo que ella también y antes de que yo me apunte a la lista de alumnos que se quedan ella nos ha marcado. Merlín.

Navidades II.

Resultado de la decisión peliaguda: pelirroja-veela-encantadora-perfecta-prefecta echando humos. Por las orejas, la nariz y si abriera la boca, por la boca también.

-Tú, no te quedas en Hogwarts.

-Fred se queda.

-Tú vienes.

-No.

-Pero ¿y Nom?- ya, ha pillado mi punto débil. Será...

-Me quedo. Con Janie, Fred y Axel.

-Ya. Pues no.

-Vic, en serio, no me vas a convencer.

-¡Tú te vienes conmigo!

-No.

-Dominique...

-No.

-Dominique Apolline Weasley Delacour...-ya, se estaba calentando y bien clarito que estaba por los signos Weasley: orejas coloradas hasta el morado y cara de si te pillo te mato.

-Mira Vic, para de hacer teatro.

Y me fui. Y me encerré en un aula vacía el día que salió el tren. Problema resuelto. Vic no se quedó en Hogwarts pero me mandó un vociferador. Sobre rojo que ni siquiera abrí y que, cuando se puso a chillar, como el Gran Comedor estaba vacío, nadie oyó.

Navidades III.

Horror de los horrores. Nott se quedó en Hogwarts para navidad. Me lo crucé bajo el muérdago. Y después de lo diez tantos que marqué yo, más otros diez entre Clive McCall y Kim Keply no estaba de buen humor para toparse con un gryffindor. Y menos conmigo.

-¿Tan desesperada estás, Weasley, que te pones bajo el muérdago incluso conmigo?

-Te aseguro que no voy fijándome si hay muérdago cuando ando, no como otros que cuando ven un ramo miran a ver si hay alguien debajo.

-¿Te crees lista, Weasley?

No me digné ni a responderle. Había caído demasiado bajo.

Navidades IV.

Decisión radical: Ir a Hogsmeade a comprar regalos a la familia.

Odio ir de compras o cualquier cosa que se le parezca. En cambio Janie lo ve estupendo. Ahora que estamos las dos solas en la habitación de cinco, aprovecha.

-Así puedo desordenar esto un poco.

Así que fuimos a Hogsmeade. Como las túnicas no son cómodas, llevé unos vaqueros muggles y una sudadera ancha. Contrastaba con la siempre-a-la-moda Janie que llevaba unos leggins negros, zapatos negros y una camisa verde, que no sé cómo no se angustia debajo de eso. He comprado cuatro cosas que he enviado desde correos. Más fácil.


Bueno, se acaba el año, y aquí acaba el capítulo. Cómo no sabía por dónde cortarlo, he decidido que ya que hoy es 31 de Diciembre, dejaremos el capítulo siguiente para que año que viene. Y empezará en Año nuevo (el capítulo). Supongo que subiré en una semana. Si tardo, enviadme tomates.

Gui
SdlN