Notas: PHF está genial u,u lo descargué de curiosa porque finalmente encontré una app para celular que tuviera todos los capítulos y ahora -después de mucho tiempo- puedo terminar mi novela jdfkgjdfkldl YES.

Renuncia: Todo a Hirohiko Araki.

Adv: Spoilers del final de Vento Aureo y el inicio de PHF.


It's tragic with a capital T


«Well you can hide a lot about yourself
But honey, what are you gonna do?
And you can sleep in a coffin
But the past ain't through with you»

My Chemical Romance


Ojos de océano, piel de leche agria, cabellos de tinta. La lluvia le recuerda, como el mejor de los relatos y el peor de los calvarios, cada instante en que sus huesos astillados no le dolían al entrelazarse en una prisión intangible.

Se lamenta, Mista ya lo olvidó -al Fugo que conocía, al que le apostaba las balas de su revólver y por el que mucho tiempo atrás, daba la vida-. Su corazón putrefacto no se hace a la idea, intenta pensar que es el mismo invierno, se engaña a si mismo, sabe que es otro invierno (uno más frío

solitario

errante

por las mismas calles que les vieron cuando la vida no se resumía en alientos frenéticos y huesos rotos bajo el corazón).

Gruñe como un perro herido, porque le irá a buscar de nuevo (siempre termina regresando a él). No hace falta que le llame, Mista sabe dónde está. Prefiere esperar a que alguien le contacte.

Así pasa.

Lo atrapa una señorita con ojos de calavera y le da las buenas nuevas (que volverá a Passionne, compañeroqueridoPannacottaFugotehemosextrañado)

y ella es preciosa maldita cruel

brujabrujabrujabru-

Le enseña los colmillos recién afilados. Resulta que sólo un dios puede anteponerse ante la divinidad de un sucesor y Giorno Giovanna lidera Passionne desde el bajo mundo. Y:

—Estar de rodillas no te sienta bien, parece ¡ah! lo sabes tan bien como yo ¿no es así? que el último capo de la mafia ha muerto y que el más novato está comiendo revestido en oro sobre los cadáveres de tus compañeros. Así que guarda ya esos colmillos de sal que bajo el sol no duran mucho.

Y le encarcelan porque

la violencia es consuelo y tú

mereces castigo.

Porque sucede que todos recuerdan con la memoria de ciento treinta y dos marionetas y sus corazones.

Pasa que tiene las manos astilladas y las costillas rotas pero no sale sangre de ninguna herida más que de su corazón que llora llora llora porque Bruno no está a su lado para darle una mirada paternal y un no te preocupes, Fugo.

Solo hay muerte, muerte, muerte.

Lo siguiente es un estadio vacío y la señorita-bestia que le gruñe en la espalda lista para clavarle los colmillos venenosos en el cuello.

Le ve caer del cielo con una sonrisa de navaja de afeitar que se esfuma rápida y Fugo siente que ya le ha cortado el cuello al volver a verlo.

—La debilidad te luce mal, muy mal.

Y como no es el mismo Fugo de hace seis meses, el viejo Mista tampoco existe. Le cuesta no verle la mano que sujeta el revólver y no los ojos, impregnados en furia y sangre y-

—¿El remordimiento no te deja dormir por las noches, Fugo?

Entiende que no le ve como persona si no como monstruo que amenaza con romperles y comerse sus entrañas. Se ahoga en su propia saliva, con los ojos muertos desde hace mucho tiempo atrás. Qué cruel. Resulta más doloroso de lo que pensó no poder acariciarle la punta de los dedos y que en su lugar, le quisiera abrir el cráneo. Sonríe fragmentado, más para sí (y es otra amenaza, otra señal).

Recuerda las manos entrelazadas

otro invierno, uno menos doloroso

donde la lluvia no se convierta en sangre

y Mista le ame de nuevo.

(...Por favor no me asesines,

son lo único que tengo).